marcos tocino
El GOLPE: ALEGATOS DEL ARTISTA MARCOS TOCINO
Datos personales
VESTIGIOS Y PRESAGIOS DE LA EXPRESIÓN ARTISTICA
VESTIGIOS Y PRESAGIOS DE LA EXPRESIÓN ARTISTICA
ã 2003 - 2008
Marcos Tocino
Ensayo
2003 al 2008
En Maracaibo – Edo. Zulia.
Venezuela
Cuando encendemos nuestras linternas para poder alumbrar todas las oscuridades, lo oculto que nos envuelven en las búsquedas de la verdad absoluta del hombre y su voluntad, de todas las incógnitas que nos rodea el día a día en el saber de los hechos o fenómenos artísticos,…, pensamos, que tal vez, lo mejor es que se apaguen estas linternas y seguir una conducta creativa sin ninguna preocupación sobre estas búsquedas pero, realmente se nos hace muy difícil el poder lograr desligarnos de estas…
PRESENTACIÓN
Alegatos Artísticos
Los estudios que se inician en estos alegatos, presentes aquí, trataran de analizar los aspectos inherentes a las concesiones de una filosofía que intentará dar seguimiento a lo tratado en anteriores discursos, sobre los pasos para encontrar las conductas de un tiempo que se adecue a las características que poseen los postulados artísticos. Las características que se asumen en el arte, esto como concepción de creación artística, y su propia ciencia demostrativa, diciendo así; son los basamentos que ideológicamente generan principios artísticos, relacionados con las etapas que permitan las fiabilidad de los mismos alegatos, que se argumente en la misma expresión, y que de una fiabilidad en las preediciones de las palabras a argumentar, permitiendo nuestras acciones mediante las funciones de la misma ciencia demostrativa, que en opinión nuestra, parte de las propiedades que exclusivamente se conocen en las formas que se entiende en los inteligibles de la misma demostración. Practica que sirve para la justa medida de la compresión en sus componentes.
Los conceptos que se propagan en cada dialogo de la realización artística, siempre son generados como preguntas, de cómo el asunto a discursar es. Esto sin embargo, plantea darse los supuestos modos o actitudes para ser comprensibles en sus propias definiciones, conservando las dudas en su propia interrogación. No obstante, es nuestro sentido actual, pretender dar aun los contextos que se han dado en nuestros anteriores discursos, para así habituarnos a nuestras propias ideas y palabras, esto así, conservando los parámetros que la expresión artística nos habitúa en sus concepciones racionales y fundamentales de las propias ideas a tratar.
Actualmente los contextos conforman las indicaciones que se remiten en el mismo seguimiento de la palabra a discursar, y de su propia actividad en el mensaje a transmitir, en sus adecuados códigos, en sus ajustados cuerpos expresivos y argumentativos, ya como un mensaje que permanezca en la conciencia racional de la propia interpretación del mensaje, en si y en su significado.
Ahora bien; los postulados que aquí nos interesan, no pertenecen a los hechos demostrativos que nos planteamos en los campos de la conveniente demostración, de los argumentos a describir en su inclusión conceptual del mismo hecho artístico a expresa, y describir en su propia acción. Parte de la indicaciones que permitan todos los puntos a describir y describirse en su conveniente contenido, esto en las designaciones del mismo sentido de expresión y su argumentación, es decir, permitir las preediciones que nos admita la compresión de la sustancia y la cualidad del hecho que se destina como resultado artístico a designar como tal.
Los objetivos personales que se plantean en nuestras descripciones creativas, poseen fundamentalmente los análisis que se enrumban en contraposición a los esquemas de mis propios argumentos, esto dándome las negaciones en las convenientes ideas, para lograr así, plantearme nuevas necesidades de mis incógnitas. Esto permite traspasar las fronteras demostrativas en mis argumentos, y por supuesto, descubrir las necesidades que permitan desplazar mis ideas hacia otras alusiones que necesitaran ser demostradas, quizás negándolas, esto como demostración de la propia negación…
En un primer análisis de estas ideas, permito argumentar las diferencias entre el pensamiento obtenido por las experimentaciones que siempre he remitido, en las condiciones que describen las argumentaciones de creación, y los puntos de vistas de otros fundamentos que se remiten en mi negación per se de las ideas encontradas. Vemos que todo se opone al mismo pensamiento, de lo fundamental que el análisis sujeta a las argumentaciones que las describen. La experiencia parte de estas ideas y las reafirman en su negación, obteniendo así, unas validas longitudes del pensamiento en mis convenientes conceptos y argumentos.
Lo relacionado con todos estos términos, permiten los ejercicios y las practicas de las rutinas a argumentar, dándose todos los diálogos que se remiten en los discursos que se inician en el conocimiento y su acción a describir. Además, se logra conseguir las capacidades para lograr imponer dialécticamente los temas a rebatir en los conceptos que se emitan. Las dudas otorgará las disposiciones de lograr afírmalas como estado de reflexión de los mismos argumentos, los cuales, tendrán como características una esencialidad de la posible verdad, que aun no ha sido admitida, como sustancia y cualidad de si misma, esto en todo lo que consideramos lo relativo de una verdad a discursar y omitir, según a su propia necesidad de ser inexorablemente la unidad de las afirmaciones a describir.
Las afirmaciones que esencialmente se designa a los hechos artísticos, son base de unas supuestas praxis argumentativas sin sentido a ser racionalizadas en sus propios contextos, entorno de argumentación. Esto se tendrá que remitir como base sólida de la misma duda a ser reflexionada en los propios sistemas de las conformidades de las prácticas a negar.
Estos rasgos que destacan los resultados de la negación y su afirmación, están en las ocasiones de las misma negaciones, esto en su posibilidad de ser afirmadas como ciertas o verdaderas, no obstante, los intereses de cada momento a designar en la obra de arte, tendrán los intereses de los propios señalamientos que la misma inclusión critica de, en su entorno, esto según a la verdad critica de los argumentos que se describen,…, ¿esto como tendemos a comprobarlo?
Los intereses darán las mismas comprobaciones de cada momento a señalar, en cada critica emitida, de todas aquellas practicas que pretendan hacerse, para ser y poseer en la misma ciencia artística, que en realidad, dan los procedimientos que conforman los espíritu de la misma obra, en la que se trasluce cada estado de deseos a designar; las actitudes que den estas indagaciones, las cuales, tienden a juzgar lo inconciente, que se impone como proceso aprendido.
Cuando Platón deja sus proposiciones políticas para seguirlas desarrollando más adelante, y se concentrara en los métodos Socráticos en sus iniciales argumentos: “Me parece, Gorgias, que existe cierta ocupación que no tiene nada de arte, pero que exige un espíritu sagaz, decidido y apto por naturaleza para las relaciones humanas; llamo adulación a lo fundamental de ella”. Platón establecía una analogía entre la sustancialidad del cuerpo y su correspondencia, igualmente sustancial del alma, esto relacionándolo con lo opuesto, es decir; permite ligar tanto la salud como la enfermedad, esto como las justificaciones de ambas en su justa medidas.
Esto nos trae como afirmación en declarar que la justa medida de las cosas tiende a justificarse también, por lo contrario que permita lo justificable para que haya un equilibrio en los patrones inherente a lo que se establece como lo real y lo “verdadero” de lo justificable. El entorno dispuesto en nuestros argumentos, no se fundamenta por lo que se ofrece ni por lo que se sabe, en cuanto, a su naturaleza en si misma, sino por los modos que permitan las causas que las justifiquen en sus propios argumentos per se.
Las designaciones del arte como concepción artística, da pie a los mecanismos racionales de si misma, es decir, a las sumas de todos los casos particulares de su propio esquema que la condiciona, no a la razón de sus resultados, si no, a la simple demostración a comprobar. Estos son los casos particulares, que especialmente permiten simplemente lo que se constata en su propia demostración y en su condición demostrable.
Es igualmente indiscutible decir que las habilidades requeridas necesita las herramientas que nos de la practicidad que permitan las semejanzas en las propias argumentaciones establecidas; decir lo que se comprende en las razones de la oportuna practica y sus perdidas justa en lo que se establece como “verdad”, que tiende a ser injustificable por la misma desigualdades que se argumenta.
Los ejemplos que se puedan evidenciar en sus demostraciones, están determinadas por lo que se muestre, esto como reacción de lo que se argumenta sin saber la “verdad”, de la razón que se tiene. Todo esto destina a mostrar todas las tareas que la misma retórica argumenta en su capacidad, en lograr persuadir a la “verdad” y a la razón en sus propios convencimientos, para así brindar nuevas incógnitas a poder descifra, el estar destinado a la demostración solamente practica que permitan las inconveniencias de lograr llevar las designaciones de una retórica hueca en la persuasión, de la propia ignorancia que nos sesga, la que nos incapacita en la persuasión de lo ignorado, por la razón que dogmatiza nuestras ideas sin razón de comprenderlas. El imponer los intereses particulares a una vaga demostración de nuestras propias ideas, que subraya en lo personal, esto sin la verdadera razón de canalizar los rasgos que lograrían ser falsos en su deseo mas no en su propio cuerpo argumentativo y particular designación. La demostración práctica deberá ser sustentada por la designación conceptual en su propia practicidad, de la designaciones a colocar como estado de la verdad real de lo que se demuestre como tal.
Aquí se comprende todas las distinciones que nos permita relacionar el dogmatismo práctico con las opiniones de la propia palabra, que nos remiten al desarrollo de los mismos argumentos expresivos, en su mensaje que los describe.
Todo parte de una experiencia que nos permite lo concreto de la misma idealización de nuestras razones, de las opiniones que inclusive puede permitirse una verdadera designación y su propio efecto, de lo practico, como la utilidad de los conocimientos a designar en su naturalidad, y en su objetivo, en su causa, en su efecto, y en su producción, que es independiente a la razón emitida.
La razón emitida es independiente a todos estos rasgos, debido a las actividades que se generan, ya que, el conocimiento puede partir de una razón contraria de la propia naturaleza del pensamiento objetivo, el que nos admite cualquier sugerencia para ser justificable. Sin embargo, las actividades que se generan no puede ser comparada con el propio conocimiento argumentado, este nos adjudica, razones del mismo pensamiento que es asimilado por la razón, a la verdad del mismo conocimiento que se maneje, y este, es base solidad de una verdad demostrable.
No se trata solamente el de lograr una determinada cantidad de resultados reales, los cuales, se basen en el solo hecho de poseer el conocimiento que se logre sustentar. Es ofrecer también las explicaciones de lo causal de estos resultados que pueda subsistir en el conocimiento.
El artista tiene como encargo, proporcionar las definiciones de todo aquello que le permite prescribir las actuaciones en los restablecimientos de su propio saber. La técnica a describir tiende a lograr la razón de todo aquello que permita la retórica en sus verdaderas experiencias, que procede por medio de las conjeturas de los propios diálogos expresivos.
Los rechazos que retóricamente tendrá argumentos de la verdadera razón que es oposición de la misma cantidad y cualidad de resultados a describir, es en su verdadera experiencia que la describe, que procede en su verdad circundante, esto en los diálogos de la misma ciencia demostrativa del arte como expresiones de sus resultados artísticos, que se contraponen a la propia inspiración poética, que es metafísicamente aceptada como razón de una parte que la integre en su propio sentido emotivo, y que puede ser in sustentable, mas no invalidada.
Las obras artísticas, tendrán los aspectos que puedan permitir al conocimiento de los escasos diálogos emotivos que pueda sustentarse por los efectos del conocimiento idílico y su demostración aparente, esto según, a las capacidades que pueda sustentar el mismo hecho metafísico a describir, que se compone de los aspectos que delimitan el conocimiento a priori con el mensaje a transmitir, esto según se describe, como las musas y sus inspiraciones. Esto aunque no compagina totalmente con mis principios creativos, la tiendo a expresar en la concesión a emitir, en un aspecto de la transmisión de un contenido humano, que logre expresarse mediante a los sentimientos que se recogen por los elementos susceptibles de la misma situación que se logre sentir: “No es una técnica (técnh) lo que hay en ti al hablar bien sobre Homero; tal como yo decía hace un momento, una fuerza divina (qei’a du’namiç) es la que te mueve”. No se tiene el conocimiento de las cosas, las distinciones quedan aun sin desarrollo, esto en el propio pensamiento. Hay posibles opiniones sin establecerse un conocimiento que permita los requerimientos para lograr expresar las ideas a desarrollar en los mismos puntos de vistas, no hay ninguna capacidad en la transmisión de los argumentos que se quieren emitir.
Querer imbuirnos tajantemente en los problemas discursivos que trato de argumentar aquí, no justificara nunca la correspondencia de la razón de mis convicciones, esto debido a los problemas que yo mismo planteo en mis propias argumentaciones, que poseen basamentos de una realidad que tan solo son convencidas por mis propias ideas, aunado esto, por las peripecias que en mi mismo me acostumbro a describirme.
Los problemas que nos ocupa, estarán debidamente rebatidas por los propios criterios, esto a la acción y efecto de los propios diálogos que he propuesto en las líneas anteriormente explicadas. Todo transcurre en torno a los diálogos que según yo mismo niego y acepto, como condición ultima de mis propias realidades a designar, es decir; las visiones no pertenecen a las clarificaciones que debo argumentar, esto seria in sustentable en mis propias argumentaciones, todo radica en las asignaciones que pueda contemplar en un tiempo y en un espacio determinado, esto por mis pensamientos que se expresan como las ideas de un momento per se en si mismo.
No todo podrá ser comprobado, esto es parte de la misma expresión artística. En el arte no todo se comprueba como una verdad absoluta, el mismo arte será capaz de aceptar cualquier sugerencia que se emita, pero si argumentaremos, que las demostraciones podrán ser comprobadas tan solo como principios de concepción y creación, esto aunque sean falsos en su propia consistencia. El arte es parte de una verdad que no es justificable ni verdaderamente comprendida ni sabida. El arte resguarda cualquier constatación de sus diálogos, aunque sea falsos en si mismo. “Vas a ofrecer tu alma, para que la cuide (qerapeu
Se advierte que Sócrates da una importancia substancialmente en todos los cuidados que pretenda reconocer a los sofistas en el Gorgias, esto nos permite una separación en las consideraciones que estrictamente son morales, es decir, las opiniones que son ajenas a la persona en sus propias ideas y pensamientos, generalmente no son claras ni se saben igualmente lo que es. El sofista (sofisth’ç) pretende enseñar cosas sabias, esto es pretender enseñar la palabra sin significado, es enseñar lo vacuo de la propia palabra. En este sentido, pretender que en la creación artística, lo vacuo de la propia argumentación se sustenta por si misma, nos sugiere una designación relativa a su propia actitud, es decir, es pretender dar sentido solo a la imagen o elemento de percepción realizado en su condición creativa simplista e in sustentable. El sofisma en sus argumentos nos denota un capcioso o aparente sentido de lo falso como verdad, esto nos permite deducir en nuestras ideas, que los razonamientos falsos y que nos pretende engañar, permite un paralogismo, es decir un falso razonamiento.
La realidad de la creación artística la enlazo a lo que pertenece a las tesis que radica en el escepticismo de Gorgias, en donde se permite decir que no existe la realidad en ningún aspecto deducible de nada. Las afirmaciones Pitagóricas nos a referido en incluir en estos géneros de idea; “el hombre es quien decide acerca de lo que es y de lo que no es, según su parecer, y sin que haya criterio objetivo de la verdad”. Es el permitir, en tener o poseer, criterios sobre una verdad artística que involucre los consentimientos de la verdad que nos asigne nuestras ideas, y a la vez, criterios filosóficos de este arte, tomando la verdad como un argumento relativo que nos condiciona como nuestra real verdad, en nuestras propias circunstancias, la cual, queramos aceptar como tal.
Los comentarios en nuestros diálogos expresivos, pertenecerán y se dedicaran a los propios conceptos que permiten vivirlos en su propia aceptación, que se dirige contra la propia verdad que se establece, en la verdad relativa de un contexto que regula nuestras propias ideas; es dedicar los intereses que nos cuestionan, en dar respuestas a una aceptación que aspiramos y que deseamos como protagonista de una verdad que anhelamos que sea aceptada.
Las definiciones se establecerán en lo que realmente es pero, con sentido que de aceptación como tal, esto según a lo que deseamos que sea como verdad o realidad, de una expresión que siempre estará cuestionada por las verdades que son subjetivamente condicionada y vueltas en una designación objetiva, que nos esconderá las necesidades reales, y, que pueden ser aparentes en su propia verdad…
Las argumentaciones que entre otras muchas ideas nos interesan, pueden cuestionarse y dar respuestas a todas las interrogantes que puedan embozarse en los dilemas a resolver, esto en su misma consecuencia, que parten de los aspectos morales de la misma designación asumida. Esto converge en los establecimientos que constituyen la seguridad a emitir, en los alegatos que se reconocen en la misma pertinencia de creación, de los diálogos que parte de un conocimiento presente en los dilemas enunciados.
La vaguedad parte de una imprecisión en la enunciación de las preguntas a responder, esto sin un sustento del propio conocimiento. Las preguntas a emitirse en los significados de cualquier obra, quedaran imprecisas en las respuestas que se generen. La vaguedad permite las preguntas simplistas para su rápida respuesta, y, esta vaguedad tendrá como respuestas, la simplicidad de los mismos hechos vacuos, con una simple demostración que no pueda ser aceptada y valorada.
Los intereses se sugieren en las distinciones que puedan subrayar entre los aspectos técnicos, y la adquisición de los propósitos que pueda ejercer los mismos enunciados, de la propia cultura, la que es propia de los estados que regularizan estas ideas culturales. El individuo permite las libertades de su propio pensamiento, y por ende, la individualidad de sus ideas artística; esto da los patrones que cultiva los mismos intereses que desea implantar. Las respuestas ofrecerán resultados que puedan asociarse al propio interés del mismo fundamento interno del que la de, en razón, a sus consecuentes designaciones y en sus ideas.
Aquí me permito ciertas ideas, que quizás, tienda a contemplar una imperfecta interpretación de los estados de la misma contemplación artística, en tal caso, los estados perceptivos que permitan dar razonamientos a estas ideas, podrá contemplar una equivocada perfección de la propia interpretación que designe, esto en sus propios ideales, de la verdad que le circunda. Esto lo interpretaría como la imperfección de mi propia interpretación, pero en este caso, de sus equivocadas perfecciones, de lograr describirme y codificarme en mis argumentos.
Causa asombro que generalmente el que niega cualquier postulado generalmente no posee bases teóricas ni mucho menos practicas para argumentar sus afirmaciones, esto generalmente es común, es habitual de la propia ignorancia humana. Las referencias que pueda arrojar un razonamiento contrario a mis ideas, las cuales, la tiendo a argumentar y describir mediante a una praxis, deberán poseer bases sólidas para poderlo hacer, y no tan solo, por la propia ignorancia del que argumenta, que trata de mostrar sus intereses vacuos e in sustentable, por motivo, de un ruido perturbador, que trata hacerse sentir, sin ningún sentido de lo que se sabe. Permítame decir, que los razonamientos que me contradigan, no podrán poseer ni contener una vacuidad de un conocimiento aprendido por las teorías imperantes, ni mucho menos, por los argumentos aprendidos caligráficamente, por los ecos y copias de otras argumentaciones, sino, por la misma experiencia que describen las razones per se, que aunque podrá poseer la practicidad pero no la condición de mis ideales ni de mi verdad, que no puedo negar que tampoco tendrá la capacidad de otra. Solo me permito, en algunos de los casos, tomar ideas ya establecidas e interprétalas por mis ideales y verdades pero, también por la propia razón, de sentir mi propia fantasía y descripción, que puede ser de carácter metafísico o irreal para los demás.
Consecuentemente quisiera también argumentar sobre los aspectos que no tienen cuerpo ni sustento en la propia designación a rebatirme. Generalmente siempre encontramos ciertas momias que complacen los caprichos huecos de sus ideas, esto sin un conocimiento que puedan sostenerse en sus propios cuerpos. Para mí, en estos aspectos, el lograr entenderlos, seria como menospreciarme en las propias concepciones e ideas, las que manejo.
Aquí diré que si sus ideas son vacuas como su cerebro y pensamientos, desdés luego, en mi mismo, también existe un gran nivel de vacuidad, que tiende a no entenderlos, mas si, afianzarme en mis ideas y verdades, esto debido, que en mi mismo, estarán las respuestas que tratamos de resolver, y, su propias ideas crecerán, según la propia ignorancia que poseo, en lograr quizás decir verdades que las disfrazo con una gran dosis de mentiras pero, que aunque sea ciertas o falsas, seguirán siendo una verdad y un ideal personal, que me afirma en mis propios riesgos expresivo y argumentativos.
Al refutar creemos que tenemos la verdad en la mano. Siempre nos consideramos justos, esto de acuerdo, a nuestra justa medida de ver las cosas, las que nos afectan. En todo caso, pretender tener la razón nos da las implicaciones de negar la razón de otros, esto sin tener en cuenta, el lograr reconocer nuestros errores. Podemos advertir que nuestra razón relativa nos coloca a margen de otras razones, que pueden estar fundamentadas por una verdad real de las cosas, y de las equivocadas designaciones que nos contempla el error de la razón que manejamos.
En estos últimos siglos logramos advertir en la misma historia razones que han sido relativas con una gran dosis de mentiras, y a la vez, justificadas por la fuerza del dominio del mismo poder a querer tener y obtener, que nuestros deseos nos permite poseer.
El arte no escapa de ello. Observando la historia del arte nos permitimos deducir; que poseer una verdad absoluta del mismo, seria contradecirlo en sus propios esquemas argumentativos, en sus propios enigmas de resultados. El arte pertenece a una condición humana de realización, y decir que la verdad absoluta del arte corresponde a la propia designación absoluta de las ideas, seria limitar a este arte, esto, a la personal concepción que la establece en su propio contenido.
El hombre artista genera las ideas a comunicar en el arte, esto como un mensaje que permita establecer los diálogos entre este arte y el contexto circundante, es por ello, que cuando se crea este diálogo se establece una condición que se argumenta en la propia idea, per se a sus propios contextos y argumentos.
Todo esto nos permite decir que; lo absoluto en el arte es relativo en su oportuna designación y codificación, dándose las interpretaciones que estarán estipuladas a las maneras y formas de poder tener las capacidades de poderlos absorber y manejar, según a nuestras propias ideas, a las capacidades que se posee, de un conocimiento que nos exige este arte para su interpretación.
Los Paradigmas en los campos que abarca el saber del arte, en sus excepcionales campos del mismo conocimiento, de cada periodo que verifican todas las profundas transformaciones sociales, culturales y políticas, que guían al mundo en su modernidad, en lo poderoso de su naturalidad, tiende a las individualidades del saber moderno. La concepción se fragua en la propia modernidad, esta con los caracteres individuales que las condicionan en las constantes de los intereses reinantes.
Lo natural de la modernidad fragua la concepción individual de las cosas per se, a la propia iniciativa creadora, y que encuentran las continuidades de su propia concepción per se; esto se constata por la propia individualidad de la creación, y mediante, las investigaciones de las leyes naturales, el sentido de fidelidad filosófica de la propia naturaleza, en el propio arte, y en su propia per se iniciativa.
Las nuevas posiciones modernistas basadas en los argumentos que se poseen del mismo mundo creador, arrinconan progresivamente los asuntos simbólicos, le consigue al creador los modos de conciencia, en la liberación de la representación del mundo y su sensibilidad a expresar y condicionar, como sentido primordial de la modernidad y sus circunstancias, crea los individualismos mas no los creativos, esto por la capacidades que se puedan digerir en cada estrato artístico a seguir, que se influencia por la sociedad en su propia modernidad. Todo es la “esencia del espíritu humano” y su poder sobre la realidad. La realidad y la espiritualidad diría, esto con relación a la propia modernidad en que se vive. La creación artística en su propia modernidad es su mundo real, el que vive, limitado con el hombre que siente la modernidad, como tiempo actual y actuante, de si mismo y de su época.
La distancia intelectuales que separan las cosas artísticas, es capaz de prolongar también a la modernidad que la obra a asignado, en su propia expresividad; será tan solo, la verdadera realidad abarcable en si misma y en su interpretación. Los nacimientos artísticos surgen de las fundiciones de la propia experiencia visual, la que permite la percepción de algo…
Lo representado es lo esencial de lo concreto, esto en lo inmediato de la conciencia, y, circunstancialmente, los enigmas que lleva la creación. Hay que analizar, que cada tiempo poseen sus patrones de valores vividos, y las concepciones de los ideales de la temporalidad de esta propia modernidad,…, ambición que aspiran las tareas humanas en si.
El espacio es principio natural de ella, esto en la obra, en las perspectivas de los análisis que lo sistematiza en sus concepciones objetivas. Los valores de la connotación creativa parte de la experiencias en si. La Propia mirada que da la ciencia demostrativa, y lo primordial de todas las cosas que aliente al arte en su totalidad modernista, y en sus totales hermetismos. Las actitudes abarcan los descubrimientos de la pasión creativa y sus propios confines en el conocimiento, que pueda traspasar los umbrales de la propia modernidad vivida.
Las exploraciones que nos comunica todos los sistemas que nos da la modernidad, en los campos del arte, y en relación con su propia ciencia en su amplia, y tal vez, a la vez, limitada concepción, están en los puntos que abarcan lo desconocido, de la estética que produce una posible “belleza”, originando las manifestaciones de la propia obra de arte, mas allá de su importancia en su tiempo.
La vida real del arte transcurre en su temporalidad, donde su propio poder de ideas persiguen los cambios ya denotados en la realización artística, la de su tiempo, en los poderes que generan las ideas, las cuales, son perseguidas por lo que denota en el cambio a infundir. Todo nace de su epicentro de lo estético a considerar, en los movimientos místicos y metafísicos transformadores, que son llamados por la voluntad creativa. Esto se localiza primordialmente en los ideales y en las corrientes modernistas, en su ejecución y pensamiento, las que se define en las actitudes del ser creador, frente a la “realidad”, la que permite liquidar la frecuencia del mundo, en donde el hombre establece determinados patrones, leyes en la estéticas, y siendo este hombre, el centro del universo.
Con las direcciones de observaciones puestas en la antigüedad, desde mediados del siglo XV, el humanismo y su filosofía, da los aportes que generan los pensamientos, esto en los apoyos que la vida genera. Su humanismo, dan las fortalezas del hombre como el que genera, da los parámetros de su propio destino, permitiendo que el hombre genere los campos filosóficos de si mismo y sus actitudes, forjando y moldeando la creación en sus sentidos y progresos humanistas que le pueda permitir la “realidad”.
La “realidad” tiende a las convicciones que originalmente se transforma en la misma sociedad, en sus aspectos políticos, culturales, científicos, y por ende, artístico, motivando una filosofía cultural que le permita vivir en su Renacimiento, en esta restauración, que se genero a partir de los aspectos que serán explicados mas hondamente en esta presentación.
Los esquemas ideológicos artísticos, permiten la radicalización y los constantes cambios violentos en las transformaciones conceptuales, que afectan a todos los aspectos en los estadios sociales creativos, y es por ello, que en el mapa del saber tiende a brindar resultados vertiginosos del mismo saber modernista que pueda general la post-modernidad, esto como argumento de vanguardia.
Las profundas actividades que el entorno social nos afecta en la propia modernidad, dan las renovaciones ideológicas, políticas, sociales y de la misma cultura artística. Estas nacen desde los pequeños impulsos de la independencia ideológicas en la concepción Renacentista.
La originalidad de la “belleza” puede ser patente a la misma modernidad, y su intervención probable que origina las concepciones de ella misma por el resurgir de los ideales psicológicos, psíquicos de la modernidad, y, del quien maneje estas herramientas, esto según a sus principales tendencias de influencia,…, toma el caso:
Si observamos a Leonardo Da Vinci; en muy temprana edad, las intervenciones artísticas asumidas por el, deja patentizada la originalidad de su propia concepción de “belleza”. Esto era el producto de las confrontaciones entre las tradiciones cristianas y las ideas neoplatónicas en su propia definición del arte renacentista.
Las experiencias que se determinan en el futuro de la obra de arte y su expresión, se influencian de los vestigios que son encontrados en el tiempo, y la propia determinación, en asumir el presente con un sentido de modernidad pero, con sentidos de riesgos para argumentar y ser refutados por otras ideas.
Las individualidades creativas tienen su origen en los paradigmas que estas individualidades a remitido en su concepción de resultados. El mismo Renacimiento surge de esta individualidad creativa, la cual, fue emergiendo de los propios paradigmas del pensamiento humanístico.
Si nos remitimos al naturalismo Gótico que se origino en la Edad Media tardía, logramos percibir la misma participación individual de todas las actitudes para asumir los discursos que se remitían a la concepción de unos resultados basados en los conocimientos individuales, y la misma idea que se enunciaba por esta individualidad,…, todo esto se extendió hasta el quattrocento, donde ha mediado de si, el interés de esta individualidad queda constatada como los intereses que verifican las leyes que rigen a la misma naturaleza, y la exactitud de esta naturaleza, relacionándola con el arte y su expresión, y a su vez, con la misma literatura.
La observación del mundo en sus aspectos racionales en el mismo conocimiento de todas las cosas, tiende a dejar a un lado, todos los aspectos simbólicos de índole metafísico, y el artista cobra conciencia de la liberada representación de un mundo colmado de sensibilidad, con los sentidos que se enrumba hacia un conocimiento que se establece de esta sensibilidad, esto como objeto de obra de arte y su propia designación como tal.
Partimos con esto para dar una referencia donde se pueda lograr contemplar al hombre como una individualidad creativa en sus propios esquemas, esto como una conciencia artística que nace en el siglo XV, dando los principios de primordial argumentación donde se plantea la modernidad.
El individuo es base fundamental de este Renacimiento, esto como conciencia de la propia modernidad, como un estado de conciencia asía las ideas humanas, planteándose los aspectos ideológicos de la propia filosofía que nos envuelve en este renacimiento, y los nuevos esquemas pertenecientes a una modernidad, negando las definiciones de ascetismo, esto, como condición Medieval.
Se iniciará así los asentamientos de las bases que permitieron originar las virtudes que condicionaron a la misma capacidad artística, como generadores de lucros económicos, contemplando a la vez, los esfuerzos que permitieron los grados de respeto que nos fundamentaron la misma ética artística en su propio entorno de contenido.
Esta individualidad da los basamentos para que el individuo de sus patrones de su propia verdad, y es desde allí, que la razón intelectual emerge como patrón que designa a la creación artística como arte, dando las representaciones de las espiritualidad en lo humano, y no así, a la tradicionalidad de la concepción de una verdad absoluta del mismo arte, para ser acogida por todos.
Se plantea aquí varios argumentos que podría dar las analogías que nos remita a una percepción de las concepciones del mismo pensamiento artístico: El hombre permite sus parámetros argumentativos y de creación artística, en donde este hombre es lo sustancial de todas las designaciones a remitir, y el hombre mismo, pretenderá designar las realidades que el ambicione alcanzar.
La creación se refugia en los enigmas que la concibe, aportando sus valores en la concepción a describir, en su propia moral y ética creativa, en donde la belleza se genera según a los criterios que puedan condicionar al mismo creador y a sus respuestas, las cuales, se generan por el mismo sistema de enigmas que le impere, diciendo como afirma Ruiz-Doménec, “la pasión del alma por entrar en los confines del conocimiento al traspasar los umbrales de la belleza” o según Leonardo da Vinci, “el pintor es dueño de todas las cosas que el hombre pueda pensar… Lo que en el universo existe por esencia, presencia o imaginación, el lo tiene en su mente y en sus manos luego”.
Las indagaciones en las mismas razones del conocimiento artístico, permiten las validaciones que nos plantemos. Estas razones son todas las actitudes que nos planteemos en nuestras propias individualidades, de la misma idea a emitir, esto según, a las propias razones de nuestra verdad pero, si tengo que argumentar diciendo, que la razón de la misma creación son inherente al mismo conocimiento y pensamiento que las estipula, esto como una verdad que nos designa nuestra propia verdad a asignar, es decir y explico: Toda argumentación que nos genere el hecho artístico, son aquellas que nos permite emitir una concepción de nuestra verdad, y que se compagina, a un real entendimiento del mismo hecho creado, que abarca la misma razón de la argumentación que se dispone en cada certeza emitida, es decir, a los esquemas que se fundamente por las designaciones que se puedan emitir como verdad artística.
Los limites se dan en el mismo desconocimiento de lo que se genere, dando los parámetro, que simplemente, nos genera argumentos deficiente en la propia designación.
El epicentro de la cuestión radica en la pobre designación que nos argumente lo observado, el mismo hecho creado nos sumerge en su propia designación, y esto, nos permite desglosar lo que se observa según a un conocimiento personal de lo que sabemos como arte.
Es cierto que el renacimiento nos permitió designar un valor probable de lo que se crea, esto debido a la misma liberación del propio artista, sumergiéndolo en su verdad pero, no todo es tan simple. No es cierto que todo sea valido en su propia absolución de los asuntos a designar, todo es parte de una designación que se establece pero, si es cierto, que esta verdad interna tendrá una respuesta de su propia designación y verdad. Lo emitido será base sólida de una verdad que se logre designar, y esto, según a los reales entendimientos de la razón que pueda generarse
Las exploraciones que se deben asignar al arte, deberán dar las comunicaciones que nos permita describir cada individualidad, las que tiende a generar la expresión, esto como obra artística u obra de arte. Los conocimientos artísticos y la misma belleza como patrón de estética, corresponde a la subjetividad de los desciframientos a fundamentar, esto aunado a los momentos históricos que se designa. El argumento artístico debe transcurrir mediante a los momentos que la historia persigue de sus propias ideas, esto como cambio del propio momento histórico.
Abramos los ojos en este ejemplo real histórico, en donde los cambios en el campo religioso de la edad media, se revirtieron al racional del renacimiento, que igualmente, se estableció como el núcleo de este momento transformador, llamado humanismo. En este renacimiento, que se localizo geográficamente en las ciudades que actuaban como estado, ubicándolo en el norte de Italia, diciendo así en Florencia, la cuna este Renacimiento.
Este Renacimiento, permitió el nacimiento de los argumentos que dio base a las ideas que se centra en el hombre, esto como centro del universo. Las ideas del hombre permiten las bases de su propia creencia, esto como aspecto esencial de la propia corriente del mismo pensamiento, donde se iniciaron los aspectos y las actitudes de la propia designación del pensamiento, de la consecuente realidad que acaba con los dogmas obsoletos y caducos del periodo Medieval, donde en su totalidad eran argumentados, y a la vez determinados, mediante las posturas que se basaban sobre las leyes que asignaban las predestinaciones metafísica de las ideas.
En el Renacimiento se inicio el campo donde se emprendió el derrumbe de las ideas Medievales, dando así las propias designaciones que impulsaran las ideas del propio humanismo, el cual, el hombre seria el centro motor de las propias ideas, y diciendo así, en su propia actitud, en lograr decidir su conciencia argumentativa, en lograr recuperar la razón y la verdad, según a si misma, y, el mantenimiento de la propia vida, esto como escalón superior humano. El saber de si mismo, el será el artífice de su propio destino y conciencia de idea. El conocimiento en su propio entendimiento y entorno, le permite la propia creencia y aceptación del humanismo, esto como fundamento que se pueda comprender en la realidad, la que creemos y vivimos.
El Renacimiento aprobó las doctrinas de permitirnos los cambios y las evoluciones que incidieron en todos los aspectos que afectan a la sociedad, esto en sus argumentos políticos, culturales, científicos y artísticos, diciendo esto así, permitió una autentica revolución, esto como cambios profundos, en todos los aspectos que se generaron.
Veamos algunos ejemplos que contemplaron las transformaciones y los cambios suscitados, esto mediante a las nuevas ideologías que el renacimiento promulgaba.
La conquista de Constantinopla por los Turcos, la firma de la paz entre Francia e Inglaterra, acabando con la guerra de los cien años, la propia unificación de los reinos de Castilla y Aragón, expulsando a los últimos Musulmanes del Gran Reino de Granada. Además se logro grandes inventos tecnológicos y culturales, entre el cual, encontramos la Imprenta de tipo móvil, esta inventada por Johannes Gutenberg. Esto permitió la impresión, logrando así, la expansión del conocimiento y las ideas entre un gran número de personas.
Las ideas se expandieron, facilitando así su difusión y propagación, esto debido, al establecimiento de la navegación con mayor y mejor velocidad, dando el descubrimiento de nuevas rutas y mundos. Todo esto permitió, grandes avances en las ideas humanistas, entre otras cosas, y el arte renacentista permitió los argumentos de una belleza que converge entre las tradiciones imperantes de la concepción cristiana y de todos los ideales de la época neoplatónica, acentuando en este periodo, los progresos de una naturaleza que aparece como una verdad interna en su interpretación, manteniendo así, los propios códigos que se establecen en los misterios del propio pensamiento, el ideal que lo describe. Se visualiza los pensamientos que la mente permite fluir como idea misma, en sus propios códigos; las cualidades ocultas del mismo pensamiento en su propia esencia, la cual, es manejada por los ideales personales, tratando de descifrar los secretos de la propia naturaleza en su originalidad, la cual, es basada por los modos de percibirla y describirla.
Las observaciones racionales de la propia naturaleza, mediante al propio conocimiento científico, permiten su descripción, en una realidad que es percibida y descrita por nuestras observaciones, y por la real designación de lo observado, esto como citaría Leonardo Da Vinci: “Las verdaderas ciencias son aquellas que la experiencia ha hecho penetrar a trabes de los sentidos, silenciando la lengua de los litigantes, y que no adormecen a sus investigadores, sino que siempre proceden a partir de verdades primeros y principios notorios…”
Proporcionamos como referencia a este periodo el Renacimiento, y tomamos como ejemplo a Leonardo Da Vinci, como razón de nuestras afirmaciones descrita en este documento, ya que, es cierto que las ideas humanas del mismo individuo creador nos permiten generar un ideal artístico que nos sirve como argumento expresivo, para así lograr convergir en la propia designación del arte, es decir y subrayo, que la absolución del arte se tiende a dirigir hacia los esquemas que nos examine la misma contemplación de la obra en cuestión, en su real interpretación, de acuerdo al pensamiento que lo idealiza, es por ello, que quisiera argumentar para finalizar estos enfoques: Se debe dar las aceptaciones de los ideales que se utilicen en la designación de la misma obra pero, entendiendo y manejando los conocimientos que los generen, y que pueden tener un origen en las capacidades de lograr argumentar al mismo conocimiento que permite su realización, el cual, puede ser la representación de un ideal y su afirmación, basadas estas, en un conocimiento que parte también de los ideales que se tiende a mostrar o describir.
El Renacimiento, dio origen a la concepción que parte de una visión de la propia naturaleza, descifrándola mediante al conocimiento, de la real y verdadera esencia de esta naturaleza, permitiendo así, que esto sea mas que la simple dogmatización de los ideales impuestos por los caracteres medievales que imperaban en su todo inicial. Pues bien, conservemos los ideales en su máxima expresión y el conocimiento de la razón de estos ideales, para así lograr plantearnos nuevas o mejoradas ideas que se fermente en los misterios de la interpretación que se generan en la mente…
Marcos Tocino.
Agosto 2008
PRÓLOGO
Comencemos contemplando al hombre primitivo. Tiempos inmutables, nada cambiaba, si bien, aparecían los siglos y siglos… Eran épocas muy remotas, que apenas nos podemos imaginar, se podría decir, olvidadas a sus propios cambios. Eran hombres desconocidos, abrigados por la oscuridad del tiempo. Lentamente fueron emergiendo hacia una civilización más desarrollada, guiándose tan solo por su inteligencia, la que le acompañaba en aquellos tiempos. Este hombre impuso lentamente el dominio de sus necesidades, en una naturaleza que se percibía muy hostil. El hombre,…, dándose pasos hacia lo desconocido, tumbando barreras que se percibían inmutables, dándose el mismo las respuestas.
El mundo, con un pequeño aire de familiaridad, con su flora y su fauna que eran desconocidas. Un mundo desconocido. Evoluciones sensibilizadas por los diferentes cambios que se han reflejado en las historias que pasan…
Veamos desde aquí todos los perfiles que las historias nos han dado. Firmas de testimonios que nos tienen permitido recoger los hechos de si misma. Valores de la sangre que las han escrito, con sus propias vidas; ausencias de ellas, conflictos humanos que se sumergen en las vidas de todos los que las han vivido.
Las Gentes,…, hemos conocido muchas en la vida, diría yo,…, demasiadas. Las Gentes,…, con sus ideas, memorias, confianzas, sentimientos. Hay muchos etcéteras que se podrían describir pero,…, las gentes,…, con sus calamidades, errores,…, y,…, se prolongan los etcéteras que pueden involucrar los triunfos y fracasos.
Las experiencias empiezan a asomarse como eructos en las letras de los siglos. Describimos en los horizontes las miradas que sobresalen en los diarios; que son las explicaciones que con cada letra ilustran las causas de este siglo lleno de vulgaridades creadas por el propio hombre, aquellas creaciones iluminadas por lo que se sumergen en las ideas.
Si,…, todos los pensamientos de la historia… Pensamientos que se refugian en la luz de la capacidad del saber. Todas las cosas que se piensan y solamente las distancias las separan… ¡O Tu!... La Historia…
Se puede estar en la invención de la historia todas las noches y todos los días con el puño en la mano,…, pero,…, allí queda el pensamiento, solo en las manos,…, pero,…, ¿cómo se lograría hablar de nuestras ideas sin la vanidad?, si se tiene una gran dosis de ella.
Me pregunto… ¿La actividades de todo cambio de nuestra “realidad” es influenciada acaso por esta vanidad?... Dar la afirmación a esto se le tendría que considerar como el proceso que conduce hacia la herencia que nos han transmitido, a lo temible de poder considerar las veracidades de las palabras transmitidas y que hemos heredado. La “mentira y la verdad”, están cargadas de una gran dosis de vanidad. Son los juicios, de poder favorecer a la frecuencia de las formas de las falsedades y las verdades transmitidas durante toda la historia, esto relacionándolo con la vanidad que se ha poseído.
¿Cómo se podría dar el verdadero funcionamiento de la veracidad de la palabra?... Como tesis de toda verdad esto no se ha de esconder. Nos permitimos pensar en la vanidad, y dándonos nosotros mismos una bofetada en la parte trasera del saber, pretendemos seguir en un proceso que nos permita el acumulamiento de una verdad relativa con una gran dosis de vanidad.
Toda vuelta a la “verdad” aspira en una gran parte al reconocimiento de toda vanidad, a un reencuentro de la realidad sostenida por nosotros mismos, y a la vana determinación de nuestra vanidad. Las interrogantes que se han de preguntarse en los quizás, tiende a penetrar en el conocimiento de todo saber. Esta es la “Grandiosa Sabiduría” de todo aprendizaje, esto hablando de suposiciones del fin de toda “verdad” mostrada como respuesta.
El valor del riesgo de nuestra “verdad” es y será siempre derivable,…, esto,… ¿cómo las podríamos definir o explicar? Lo pasajero de la misma se hace ocultar. El delirio de la misma seducción de la “verdad” es pasajero. Es el alcanzar lograr juzgar según nuestra veracidad, la que nos permite el conocimiento adquirido, y de su propia vanidad como proceso aprendido y creído por nosotros mismos. Es el juzgar lo reconocible, lo que es y lo que no lo es, esto como un estado mortal de lo que conviene.
En un primer término; la existencia de la “verdad” podría definirse como lo absoluto. En un segundo termino; todas las perspectivas que nos conducen a esta “verdad” se podría decir como lo absoluto de nuestra “verdadera realidad”. “La verdad” o la “no verdad” que involucren y relacionen los dos términos enunciados serian a la vez, la necesidad de tener la “razón” sin saber que es.
Fundamentalmente la precisión que se de a esta “verdad” tendría que permitir los argumentos que desinteresadamente nos reflejen las aproximaciones de la “verdad misma”, que podría involucrar el derribamiento de ella, dando los riesgos para procurar la “verdad” de lo que se afirma, que tendría sentidos a priori de la misma “verdad”. Todo esto son géneros de los destinos a encontrar en las expresiones artísticas. Los polos que se sugieren en la precisión de los dos términos.
Suficiente tiempo se ha dedicado a pensar pero,…, la “verdad” o la “no verdad” nos han permitido pensar tan minuciosamente sobre todo lo que aquí se platea.
El Autor
Parte I
De la Expresión Artistica
Siempre se nos ha hecho difícil el poder dar una interpretación clara en las definiciones estrictas sobre el arte, y todos sus fenómenos de expresividad que involucre nuestra “verdad”.
Cuando se inicia un estudio que involucren a los hombres en sus expresiones artísticas, no podemos dejar a un lado a este hombre y el mundo histórico que le ha influenciado, el tiempo histórico que ha vivido.
Los aspectos artísticos hay que estudiarlos buscando las referencias expresivas que divergen desde diferentes puntos de vistas y sentidos de análisis. Filosóficamente los puntos de vistas dan diferentes observaciones del mismo arte en las amplitudes de la misma filosofía. Esto nos permite definir los argumentos del arte; como los procedimientos que se requieren y que obtienen un fin, dando como origen a un resultado ulterior, obtenido por medio de una técnica que las describen en sus basamentos morales, éticos, políticos, lógicos, estéticos, filosóficos, ideológicos, etc.
Nos permitimos enfocar un primer análisis filosófico amplio deduciendo que: “Todo resultado que se obtenga de cualquiera de los procedimientos que involucre de una u otra manera una relación de su propia proporción, tangible o intangible, se puede considerar arte”… Esto en una ramificación que abarque todo lo que se realice, mediante a procedimientos, y a poder decir, todos los procedimientos requieren una metodología ejecutoria, se asume así, que todo esto lo realiza el hombre.
En este primer termino filosófico se asume que el hombre es el artífice del arte, este como un ser pensante. El hombre único poseedor de inteligencia, de pensamiento, portador de un conocimiento que generalmente puede ser materializado. También nos seduce esta afirmación distinguiendo que: Cualquier procedimiento creado por este hombre que nos de cualquier resultado, coherente o no, que tenga un fin como resultado final, lográndose materializar mediante una técnica conocida o no, es o se puede considerar arte…
Observe como se alcanza a fundamentar en los sentidos filosóficos que comprende una extensión de su designación. Todo lo que el hombre produce para satisfacer un resultado el cual investiga. Aleguemos que este resultado puede ser cualquier cosa.
Si aplicamos más estrictamente los sentidos filosóficos del arte, si simplificamos un poco estos axiomas se puede argumentar: El arte en todos sus sentidos es toda producción de “belleza”. Esta aclaración nos induce al análisis; el arte es lo que genera “belleza”. Es la parte de la estética que crea algo. El arte es cualquier unidad que surge de los métodos que nos permite generar “belleza” o una estética del arte. Esta estética del arte es posterior a la filosofía del arte. La “Estética de la Belleza” conseguimos decir que es la manifestación preconcebida. Esta estética de la belleza es el estudio de la misma “belleza” en cuestión. Las Bellas Artes nos fundamentan que no hay sociedad alguna sin arte,… pero,…, ¿Qué es Belleza?
“La Belleza es una propiedad de las cosas o los seres que tienden a impresionar de manera favorable nuestros sentidos estéticos”.
Cuando decimos que el arte es la producción de “belleza” nos hace pensar y decir que es lo que nosotros pensamos que es bello o no, es decir: Es un aspecto subjetivo de nuestra apreciación personal. La producción de la belleza como arte, es y depende de la manera de cómo se genera este arte, pero con un sentido de estética, en cuanto, a poderla precisar según parámetros personales de “Belleza”.
No se pretende en este sentido dar una extensión de estos temas, ulteriormente se dará su debida amplitud. Asumamos que la “belleza”, el hecho estético, se fundamenta y depende a una cultura, a un país, un núcleo social, es decir, a un sector que busca y que asumen su aspectos de “belleza” y estética como cualidades de sus establecimientos culturales que la define, como a sus estados y maneras de percibir estos hechos de estética y “belleza”. El arte como producción de “belleza” nace de la subjetividad de los pueblos o culturas, de poderlos definir según sus parámetros.
En un sentido filosófico estricto, es decir, el arte como una producción de “belleza”, nos genera argumentos que nos limitan a un resultado, es producido rigurosamente para general algo, que tiene relación con nuestra apreciación personal, para poder crear algo que lo consideramos cierto según a nuestra apreciación de una “belleza”, que quizás, es individual.
Filosóficamente en un sentido más estricto, se puede decir, que el arte es toda creación de “belleza” plasmada por el hombre. Intuimos que ya deja de ser una producción para afirmar que es una creación de “belleza” que se establece, esto lograda por el Hombre… Ya deja de ser un método que da la producción de “belleza”, y pasa a ser, un hecho creador con método; el único que interviene en su concepción es el hombre… Aquí nace en su concepción el mismo arte como un elemento o una obra artística. El hombre surge como único dador de “belleza” artística.
Aristóteles afirma en su filosofía del arte (Siglo IV a.c), dos aspectos esenciales considerados por nosotros. En estos dos aspectos creemos recoger la esenciabilidad de su lógica afirmación.
Primeramente nos afirma que el arte es imitación no de la naturaleza, sino de la verdadera esencia de las cosas reales o parciales, y segundo; que sus diferencias entre las distintas artes, están solo, la diferencia de aquello que imitan…
Aristóteles nos da como referencia que el arte no es especifico. Ya el deducía una especie de clasificación del mismo. Que existen diferencias o posibles tendencias del arte. Ellas son el resultado de una imitación, de los diferentes resultados que nos generan las imitaciones de lo existente en el mundo con una posible verdad de estas imitaciones, la cual, están basadas en las posibles verdades o que pueden ser aparentes o con posibilidad de serlas.
El arte según esto no sale de la naturaleza, sino de una posible realidad que se genera imitando algo establecido, se transforma como una verdad interna del quien produce este arte, y no por lo establecido en las pautas que la naturaleza nos da. Nace de un estado interior, metafísicamente del individuo, que es lo que genera algo con sentido imaginativo, que puede describir una realidad o una posible verdad, como las ideas que se generan en lo conciente o subconsciente, es decir, en los aspectos metafísicos de la posible verdad a buscar como nuestra propia verdad.
¿Quién puede generar arte?
Mediante a todo lo dicho por Aristóteles, Kant se interviene y muestra que el único generador del arte es el artista-hombre. He de señalar, un hombre con conciencia artística. Esto nos permite inducir teóricamente que existe una separación de las “bellas artes” y el propio arte. Se nos plantea una subdivisión del arte con sus derivaciones que contempla las “bellas artes”.
Kant dice: “El Artista es una inteligencia que actúa como la naturaleza, con la diferencia de que la naturaleza no se propone crear, mientras que el hombre si, y que tanto ellos dos, el hombre-artista y la naturaleza, no persiguen nada, ni crear ningún fin, más que el de la creación misma…”
El arte y la expresión artística o la obra de arte, son en si un mismo mundo pero, la expresión artística o la obra de arte, nacen de una consecuencia del arte dándose subdivisiones.
Obsérvese cuando décimos: Arte Angélico / Arte Bella / Arte Cisorio / Arte de Maestría Mayor / Arte de Maestría Media / Arte Libre / Arte Mecánica / Arte Metálica / Arte Métrica / Arte Militar / Arte Noble / Arte Notorio / Arte Plumaria / Arte Poética / Arte Tormentaria / Por el Arte del Diablo,…, “con arte y engaño se vive medio año, y con engaño y arte, la otra parte”,…, “quien tiene arte va por toda parte”…Tenemos el Arte de Amar / El Arte de la Guerra / Arte de la Lengua Castellana / etc.…
Observando estos términos podemos señalar y afirmar que el arte es filosóficamente amplio, de una proporción tal que él mismo se genera médiate a todo lo que la vida da en todos su argumentos de creación, invención, producción, dándose en todos los campos o aspectos de vida… El arte es la vida misma como la vida es en si misma el arte de todo, lo que ella genera, nos produce y da para vivir. El arte se genera mediante una necesidad de poder lograr todas las manifestaciones que nos generan un fin en sí mismo.
El arte tiende a clasificarse generando un subgrupo o derivaciones del mismo arte, creándose diferentes tipos de arte como bien conocimos anteriormente. Es allí de que estrictamente se da al arte un sentido de creación productiva mediante a los métodos técnicos, y a las creaciones artísticas, que es parte del arte en un sentido de creación de una “belleza” condicionada y generada por el hombre y sus propios gustos estéticos.
Cuando hablamos de artes plásticas o no plásticas o no especiales y expresiones artísticas, no alcanzamos desligarlas unas de otras, ni con el arte mismo. Se plantea así una clasificación de las artes comprendidas en dos grupos, esto dependiendo de que sus obras sean concretas o no lo sean, de una manera o formas espaciales permanentes.
Llamamos artes plásticas a la arquitectura, la escultura, la pintura y todas sus derivaciones. Las no artes plásticas son el teatro, la danza; esto debido a que no son concretas a una forma plástica, ya que, el artista no crea el objeto espacial artístico. El artista en estos casos utiliza algo ya existente. Es su propio cuerpo el que expresa, el que da los rasgos de la expresión y no utiliza un elemento externo a el para poder expresarse. La danza y el teatro exige un interprete que se presenta como la obra misma, siendo el obra.
Tenemos también aquellas artes cuyas obras subsisten especialmente, y de aquellas cuyas obras se presentan esencialmente pero sin subsistir. A estas se le llama las artes no espaciales, que son la música y la poesía. La música necesita un intérprete que puede ser autor y espectador de la obra, la poesía no necesita un intérprete.
El artista es el que genera las “bellas artes”. El generador de las “bellas artes” necesariamente será un artista-hombre. En ello se diferencia las artes en un sentido filosófico amplio con el generador de las “bellas artes”, que filosóficamente es un sentido más estrecho, es el hombre-artista el que la genera.
Las artes involucran la vida misma y lo que se genera como un producto de un fin, y las “bellas artes” son generadas por un hombre-artista, que genera un fin con relación de “belleza” o estética, la cual, es considerada una obra de creación artística.
Es allí en donde Kant define que el artista es un generador de un arte, y que este artista genera un arte pero no cualquier arte, sino uno con sentido de estética y “belleza”, dando cabida a una obra artística o expresión artística, teniendo una inteligencia que actúa como la naturaleza, pero con una diferencia notable, ya que, la naturaleza no crea o no es su propósito el crear. El hombre-artista si se propone crear, y ellos dos, hombre-artista y la naturaleza, al realizar algo no persigue ningún fin, sino el fin es en si mismo.
La naturaleza y el hombre-artista establecen una finalidad sin fin. El artista crea con un fin que no tiene tal fin, y la naturaleza no se propone crear, ella misma genera un algo espontáneamente, ya que, es su función natural generar inconcientemente una creación, esto mediante a una inteligencia inconciente que a propósito tiende a crear.
Kant nos permite deducir y decir; que ellos dos al generar un resultado no persigue ningún fin, su fin es en si mismo. Finalidad sin un fin, ni tiene ningún fin, ni propósito utilitario… Entonces veamos y definamos que es un artista para continuar con nuestro enfoque.
El artista es el que estudia en los cursos de artes, es decir, un artista colegiado, y es allí los enigmas en cuanto a su aceptación en esta afirmación. El artista es una persona dotada de una virtud, debe tener una disposición necesaria para ejecutar o realizar una manifestación consagradas en las “bellas artes”. En el artista debe residir, poseer una virtud y una disposición necesaria para ejecutar con ello una expresión que esta contemplada en las “bellas artes”. El artista posee un conocimiento, una habilidad, ganas, el deseo, un don para poder crear un sentido estético con características imaginativas, reales o interpretativas, de cualquier hecho o entorno que le influya a la realización,..., pero,…, ubicado en las “bellas artes”.
Podemos señalar que el arte en un sentido amplio, es todo lo que nos rodea o esta en la vida generado por el hombre, y que la expresión artística-obra de arte, es lo que genera un artista hombre poseedor de virtudes…
Posteriormente a Kant, Shiller afirma; que el arte se fundamenta en la tendencia al juego. Esto nos permite afirmar que el artista crea un arte muy particular. Esta fundamentado al disfrute del mismo. Este arte es una actividad que no tiene ningún límite. La libertad de creación estará siempre presente.
Shiller nos dice que: “Es libre tanto de la ceguera de los sentidos como del formalismo de la inteligencia”. El artista se funde en el disfrute total y pleno de la misma creación artística, siendo esto así; las especulaciones de la creación expresiva artísticas tienden a ser influenciadas por la libertad de la misma creación del pensamiento creativo, que se despliega en la disposición que el artista-hombre ejerza sobre esa creación.
En el siglo XIX Spencer retoma esto pero le da un sentido positivista. Spencer fundamenta las primeras concepciones o manifestaciones que nos sumerge en el arte como un atributo social. El postula que el arte, cualquiera que este sea, en sus diferentes clasificaciones y concepciones; es la actividad que da como resultado del excedente, las energías previamente dedicadas a las sastifación de las necesidades vitales, es decir, al trabajo utilitario. Esto comienza a definir los aspectos sociales del arte y se nos acentúa en el alcanzar a decir que ante todo; “el arte es un producto, no del individuo, sino del grupo social, mediante el cual, este tiende a imponer a sus componentes una idéntica manera de sentir”.
Este ultimo enunciado o consideración del arte a dado cabida a las bases de las concepciones del arte dirigido. Esto nos afirma de una concepción social del arte, y por ende, de la creación artística, en los aspectos expresivos de la misma, todo esto en cualquiera de sus expresiones.
La noción social del arte o el arte dirigido nos afirma que el mismo esta dispuesto y puesto concientemente al servicio de fines políticos y sociales,…, esto nos permite analizar que el mismo esta opuesto a las tesis emanadas del siglo XIX, que es, el arte por el arte.
Todo lo que se establece mediante una conciencia de ejecución y creación que permita sastifacer una necesidad de la misma sociedad, y a sabiendas de que esta estará subordinada a los aspectos políticos de un grupo social, es decir, esta al servicio de un grupo particular, corresponde y hablamos de un arte dirigido, y no así, de una creación artística. En esto el artista no es el único que interviene, sino cualquier sujeto que pueda realizar cualquier cosa con un fin establecido, que logre sastifacer una necesidad del grupo social o político…
La magia del arte como creación artística se fundamenta en la forma de asumirlo, expresando las ideas que contemplen al mundo, y la producción de una muestra que se considere necesario para alguien. El arte es la vida misma, en donde el nos permite realizar, producir las ideas para un fin, esto quizás para el colectivo social o personal. Todo se funde en la psiquis, en las percepciones. El lograr observar al mundo como un primordial y autentico producto del arte, y el hombre, como el sujeto que permite al arte fundirse en las realidades de todas las necesidades expresivas como una verdadera y fundamental lógica de los procesos de existencia. Todo en la vida nace de una concepción que parte del arte, hasta la misma naturaleza.
En la creación artística, la obra de arte o la expresión artística o de bellas artes, el hombre-artista cumple un papel fundamental, manipula sus criterios de creación, les da sentido a ellos.
La convicción es el poder lograr descifrar nuestro mundo interior de acuerdo a lo que consideramos cierto, en cuanto, a la misma creación de “belleza”, en un sentido personal de la misma creación artística u obra de arte.
Las artes no tienen una sola regla, ellas se amolda al creador que la produce. Hay que decir con el privilegio a negarlo posteriormente que estas no tienen otros rumbos, ni mucho menos un solo rumbo, este es su privilegio. Es por ello que las autonomías conceptuales pero no expresivas de ellas quedan sometidas a las opiniones personales de cada quien, logrando elegir las autonomías conceptuales y de expresión, para lograr ejecutar u originar los rasgos que estas autonomías nos impongan de acuerdo a nuestro pensamiento; las maneras de concebir estas expresiones de creación artística.
Quizás tenemos que intentar el poder superar nuestros ideales, esto nos permitiría los avances que se buscan pero, todo punto de partida estará siempre sometido a estos ideales como referencia de lograr acometer de una manera mas clara todo lo dispuesto hasta aquí… Juzgue usted…
Expresión Artística o Sueños.
La Expresión Artística surge de todas las reflexiones que nos admite las propiedades que los aspectos naturales de la percepción designa para su ejecución, facilitando que esta misma expresión proporcione los discernimientos para así permitir lograr los aspectos que se expresan en los trabajos artísticos que se puedan ejecutar o realizar. Esto se obtiene mediante a las extensiones que amplíen las designaciones mecánicas de la ejecución natural de estas expresiones, es decir, poder lograr fundir todos los conocimientos que se va adquiriendo de una “realidad” aprendida por la experiencia, de acuerdo a los posibles estados que las habilidades adquieren en un momento dado, para permitir lograr plasmar los estados que esta expresiones nos de en un momento procurado en la misma ejecución expresiva artística.
Lo natural de la expresividad artística se funde con la misma acción, esto mediante a los métodos ejecutorios que parten de los conceptos que el conocimiento nos da, que por una parte, pertenecen a los estados intuitivos del ser que las ejecuta, y por otra, a los conjuntos de métodos que nos permiten las correspondencias de lo aprendido en el análisis que las técnicas nos da para ejecutarlas.
Los sueños que parten y que pertenecen a cada ser, tiende a expresarse en sus “realidades”, nos da los campos que el mismo ser creador nos las enuncia, las leyes de los estados propios de estos sueños, que corresponde a los estados emotivos, relacionándose con los caracteres que la experiencia da como conocimiento, esto nos permite fundir los argumentos de la misma ejecución.
Responder a todos los principios que nos de las autonomías expresivas en cualquiera de sus manifestaciones nos fundamenta todo lo opuesto ha ella misma. Las sumisiones de todo creador-artista hacia lo natural de estas autonomías, da como surgimiento a lo definido en lo que se recuerda de cada expresividad, se auto examina por la esencialidad de su propio contenido. Las expresiones artísticas se incluyen ellas mismas en si misma y con las interpretaciones, de los estados emotivos que nos permiten señalar lo que se reconoce de otras señales que los sueños de nuestros deseos nos permiten el ser comprensible, es decir, que se pueda comprender.
Es importante poseer las facultades o capacidades expresivas artísticas que nos den las oportunidades de vislumbrar o entender los sueños creativos que son generados por nuestros deseos. Las especulaciones en las filosofías artísticas en sus propios basamentos, en sus propios hechos expresivos, tienden a darnos respuestas a estas ideas.
Es importante poseer los dominios de las ideas expresivas, esto para lograr descifrar los elementos sensoriales de todas nuestras ideas, para así tener los sentidos que nos permitan las comprensiones de las ideas encontradas.
Cuando decimos expresiones artísticas o sueños, se quiere hablar simplemente de los resultados en las aprobaciones no analíticas de todos los hallazgos que nuestra mente obtiene de estas expresiones, esto mediante a los inicios que nuestras reflexiones nos sugiere, pero acontece que en los instantes en que se adoptan las condiciones reflexivas, ya nos permitimos adquirir mediante las experiencias previas todas las ideas que están en la psique, mediante a las actividades sensoriales de las mismas reflexiones que son generadas por nuestro interés creativo relativo que nos permite la creación.
Todas nuestras ideas creativas nos permiten las asimilaciones dichas anteriormente, surgen de una espontánea sumisión de estas ideas, que necesitan ser alteradas por nuestros sueños, para así lograr determinar el valor “real” de nuestras reflexiones. Las condiciones que nos da estas ideas, se rehacen en si misma, esto mediante a los procesos críticos de los desarrollos que el conocimiento nos permite dar. El conocimiento que se expresa y que nos argumentan estas expresiones, se manifiesta rehaciéndola en si misma mediante a los fundamentos críticos de su propia expresión, e igualmente, con la fuente primaria de nuestro conocimiento, que esta relacionado con los estados del mismo pensamiento que nos permite los sueños de nuestro mundo interior. Esto reside en las sensaciones internas que quizás vienen subordinadas de las carencias de los sentidos y actitudes; prácticas del racionalista que trata de llegar a una verdad expresiva última de estos sueños, entrelazándolo con el conocimiento; esto puede agrupar las reflexiones puras o las impuras de estas reflexiones.
Todo esto no pertenece solamente a la expresión o sueño de las ideas, ya que, puede existir una extensión a cualquier esfera de las percepciones psíquicas, dando como partida a los análisis de las sensaciones que van mas halla de cualquier momento expresivo, tratando de dar una condición de lograr demostrar todas las operaciones de los posibles entendimientos, de las atenciones que nos permitan memorizar y dar un juicio expresivo, dando también, pequeños aspectos expresivos que nos permitan la simplicidades del los mismo.
Todas las demostraciones de los aspectos señalados, se fundamentan en las actividades mentales que se crean mediante el desarrollo de todas las sensaciones, las que nos permite el manejo y la utilización de los símiles, que nos denotan todas las consecutivas sensaciones de los sentidos que pertenecen a lo humano. El poder desarrollar los análisis de los sueños, nos permite dar cada unas de las facultades que nos condicionan a ellos. Todo abarca a las facultades que la psiquis nos permite fundamentar en el espíritu expresivo.
Las continuidades sustanciales expresivas se concatenan con todas las facultades del espíritu que parte de las sensaciones, y los resultados que clarifican los caracteres que nos comparen las mismas expresiones.
Las concepciones que nos permiten los ensayos expresivos, nos origina el conocimiento humano en sus esquemas de creación y sueños, pero aun la ausencia de las sensaciones dan las referencias citadas. Todo parte de una analogía que es generada por los sistemas expresivos, que complementan a todos los tratados de los sistemas que generan las criticas en los esquemas filosóficos, dando un espíritu de razones expresivas aprendidas.
El pensamiento parte de una condición especulativa de lo aprendido, dando las elaboraciones de conceptos nuevos o ya usados, que nos permiten ser reusables, esto para la obtención de más resultados, mediante las observaciones y los análisis.
La expresión artística es generada por los estados aprendidos de los esquemas de la misma expresividad, dando la parte sustancial de estas expresiones que son codificadas por los argumentos que la mente nos genera, esto mediante a los esquemas psíquicos que parten de nuestras formas o maneras de codificar lo que la mente nos indique. Los sueños parten de las realidades ocultas de la mente que se condicionan por sus propios misterios.
Los rasgos expresivos que se disponen y que pertenecen a las investigaciones que el artista da, permiten las particularidades de este artista y de su propia creación expresiva.
Lo asumido por este en su hecho creativo expresivo, en incontables casos, es visto con características radicales y con un sentido pragmático, esto en lo que se asume. Quizás lo asumido por el nunca responda a una manera o forma general de las ideas externas a si mismo, al ente creador. Esto podemos decir que son los aspectos asumidos por el mismo creador, de acuerdo, a su propio pensamiento e idea, la cual, responde a una manera de concebir por sí mismo su propio discurso, de su propio mundo interior; de lograr concebir la expresión artística como una ideología mas no como el resultado de lo dispuesto y logrado en cada unas de las resultantes obtenidas.
La magia de la expresividad se fundamenta en las maneras y formas de decir las cosas y sus interpretaciones, de cada mundo interior artístico, el cual se funde con la conciencia psíquica. La capacidad mental de lograr observar al artista en su papel fundamental y primordial que como creador debe asumir, y a la vez, asumirse.
Todas las apreciaciones que se generan en la mente se fundamentan en el conocimiento de la expresión artística, a las preocupaciones de las búsquedas de su propia verdad. Los criterios y métodos expresivos artísticos siempre buscan la imitación de otras formas expresivas ya existentes. Estos criterios o métodos ejecutorios expresivos dan resultados que tienden a relacionarse con propuestas ya establecidas, dando en algunos casos, rasgos particulares de la expresión; las influencias que aportan algunos criterios, en cuanto a la expresividad y a los pensamientos. En efecto, esto es sumamente cierto pero, las “verdaderas” convicciones es el de poder ir mas halla de estas influencias, o quizás, el poder diferenciar o asumir criterios que muestren lo percibido y asumido, que de resultados mas halla de estos dominios. El poder asimilar y asumir esto nos permite descifrar campos más sólidos de nuestras propias “verdades” argumentativas, de la misma creación artística. El reencontrar lo que se cree cierto, que según a los criterios personales que los entes creativos deben de asumir; todas las racionalizaciones y conceptualizaciones de otros criterios expresivos que influencian sus percepciones, todo esto, como un aspecto del pensamiento reflexivo de creación.
Quizás se convendrá aplicar los métodos ya establecidos, los modos o actitudes ya pensados, para así permitir llegar a formular de una manera más ortodoxa todas las ideas, esto como una reciente manera de poder impulsar lo que pueda envolver los tiempos de la misma expresión artística. El poder permitir asumir y cumplir los retos que imponen los impulsos que pueden ser de características egocéntricas, arrogantes, rebeldes, pedantes, vanidosas, dan las bases para poder impulsar los retos de las ideas a expresar, y las condiciones iniciales de los mismos misterios de la obra de arte.
En general, todos los conceptos, argumentos, resultados e ideas expresivas artísticas que pueda envolver al artista, y a la forma o carácter de concebir su propia expresividad, dan las frescuras, todas las concepciones que nos permiten los hechos y argumentos, que da las formas o maneras para los logros, las penetraciones de todos los tiempos y espacios expresivos.
La seguridad y vigorosidad de los argumentos espontáneos de las expresiones artísticas con los aspectos ejecutorio-formales que se disponen, dan y logran los impactos, los misterios personales de la misma realización, y la aceptación de las condiciones expresivas dispuestas, dan la sensatez y los sentidos duales de la percepción. Estos aspectos proporcionan los ciclos que aun no se han cerrado y con un rumbo expresivo aun desconocido que nos permite la misma creación artística.
No hay un solo rumbo Expresivo.
Las expresiones artísticas no tienen una sola regla, ellas se amolda al creador que las ejecuten y esto es el don del artista,…, es por ello, que los argumentos de la creación artística pueden disponer una autonomía conceptual pero no expresiva,…, con ello se quiere decir: Que es la opción del artista el poder elegir las autonomías conceptuales, y la expresión mantiene, da una forma o manera de permitir los aspectos ejecutorios de su concesión, y a la vez, logra originar los rasgos que esta autonomía imponga de acuerdo a los criterios dados por las ideas que se generan en el mismo pensamiento de estas ideas; las formas o maneras de lograr concebir la creación.
No existe un ideal rumbo expresivo artístico. Las opciones nos permiten elegir una autonomía conceptual más no expresiva.
La expresión artística es una condición ejecutoría de lograr originar los rasgos que esta autonomía nos imponga, de acuerdo a las formas o maneras de pensar, es decir, a los pensamientos; la manera de concebir la creación artística, de acuerdo, a los estados de conciencia expresiva.
Quizás el poder intentar superar los ideales nos podría permitir los avances que se buscan pero, el punto de partida estará sometido a estos ideales, ya como una referencia de lograr acometer la expresividad artística de un modo más seguro. Nuestro yo interior es manipulado y guiado por nuestros ideales, dándonos los sucesivos reconocimientos, de las maneras de lograr sentir según a la idealización de cómo se ven las cosas. El yo se manifiesta por medio de proyecciones, partiendo de un pensamiento preconcebido, dado por la experiencia, la que nos condiciona como parte del espíritu creador, en los logros para equilibrar las ideas, en cuanto, a una posible “realidad” a buscar, como tareas a cumplir, dando una interpretación de la parte creativa expresiva.
Presagios y Vestigios del Lenguaje Simbólico Expresivo Artístico.
Las expresiones que se tomen como referencias, podrían mantener lo asumido en grandes proporciones por las ideas a expresar, dando los discursos iniciales para su concepción. Estas expresiones tienen fundamentalmente un conjunto de ideas que nacen de las fuerzas que el mismo lenguaje expresivo artístico fundamenta y somete a su propia ejecución creativa.
El ser humano que este o no sumergido en las creaciones artísticas, artista o no, siempre a buscado de una u otra manera el poder comunicar, argumentar, mostrar, expresar, decir, discutir, etc., etc., etc., todas sus ideas, esto como un aspecto fundamental del sentir humano. El poder igualmente dar todos los aspectos centrales que pueda aportar todas estas ideas a esta creación. Esto puede reflejar un lenguaje central, que igualmente se expresa mediante a la utilización de cualquiera de las herramientas ejecutorias y formales que las técnicas expresivas muestren. El artista deberá dar libertad a sus ideas sin dejar que las limitaciones lo condenen a las esterilidades creativas. Debe permitirse la creación artística sin ningún sentido concreto de la expresividad.
Los riesgos expresivos dan cabida a lograr conocer nuevos enunciados de esta misma expresividad. Ser de una condición expresiva quizás simple mas no simplista, dando y tomando todo el poder que la persuasión del símbolo le sugiera, y las convicciones que el simbolismo a través de las imágenes da. Todas las experiencias que la antropología descubre en todos sus hallazgos, esto da como premisa fundamental, el poder integrar al espectador en todas las interpretaciones que el mismo podría absorber, observando cualquier creación realizada por cualquier convicción. Estas interpretaciones debería estar condicionada o no a los argumentos que se propongan, ya que, el sujeto que observa aportará su imaginación de acuerdo a como pueda actuar en el intercambio del medio creado (obra) y lo que se despliegue por su experiencia, imaginación, creatividad, “cultura”, entre otras,…, todo estará en relación a sus reacciones internas, en cuanto, a lo externo de la interpretación, es decir, lo que acontece de acuerdo a los símbolos dispuestos y sus relaciones con el observador, esto a sus hallazgos de desciframiento simbólico.
Estrechando y vinculando los contactos directos con todas las alternativas del lenguaje simbólico se permite una directa simplificación de la misma expresividad, que aunque no son desconocidos, dan frente a una manera mas eficaz de poder crear y lograr la colocación de un primer termino todo aquel simbolismo extraído al azar, sin ningún sentido absoluto de reflexión del mismo lenguaje; de todos los códigos ya elaborados y estudiados en toda fase inicial previa al mismo hecho ejecutorio, esto quiere decir, ante de la ejecución, es decir y recalco, la fase en que se ejecuta la obra o el mismo hecho artístico pensado.
Todos los estudios teóricos previos pertinentes antes del hecho creador o ante de la creación, requiere un análisis del mismo hecho a ejecutar, y el exhaustivo estudio del mismo debe ser previo a el mismo. En el momento de la ejecución, se debe permitir subordinar todo pensamiento al mismo hecho expresivo. Esto hace que la mente construya cualquier condición simbólica, la cual, queda subordinada a los aspectos de sensibilización de los elementos espaciales de la expresividad, y a la vez, permite un acercamiento más directo a lo que se pretende expresar. Paulatinamente todas las construcciones o rasgos expresivos de cada unos de los elementos dispuestos deben apropiarse de todos los códigos sucesivos establecidos, unos con otros, esto debido a que la mente da cada respuesta espontáneamente mediante los elementos técnicos de la misma expresión, por razón de las argumentaciones espontáneas de lo aprendido y de lo que se ejecuta. Todo esto nos permite descubrir una manera o forma de decir o expresar, lo pensado queda subordinado a todos los aspectos de la misma ejecución, manteniendo la nociones interpretativas iniciales de cada código en si mismo, como un elemento extraído por si mismo, y siendo el, un momento en si mismo.
El símbolo pertenece a variados signos y caracteres de interpretación pero, se debe mantener toda la expresividad en si misma, esto se logra por la parte del que ejecuta. Con esto se consigue reafirmar el mismo signo en su propio contenido, y a la vez, el mismo no queda nunca definitivamente explicado, ya que la percepción permite descubrir diferentes niveles que sugieren las interpretaciones de cada uno de ellos.
Las interpretaciones quedan en cada interioridad, y de la lógica que el observador maneje, esto como intercambio de los mensajes que se planteen, en los diálogos que acontezca entre el observador/obra-obra/observador. Esto permite crear los aspectos que nos da las profundizaciones en el conocimiento interno del observador, y, en la condición o carácter del quien interpreta.
Las obras de artes o las obras artísticas no pertenecen solamente al dominio del creador ni tampoco de un grupo social específico. Hay que afirmar que los artistas que las generen se pueden reservar el derecho a mantener sus argumentos expresivos, en donde el fundamento primordial de toda expresión artística tiene una jurisdicción más amplia, en cuanto, a poder decir y quizás no ser entendido ni comprendido. Allí no radica la cuestión. Lo fundamental es permitir que cada espectador pueda tener acceso a los esquemas dispuestos, que lo espontáneo de poder decir sea el reflejo del que observa, confrontándolo con la propia creación, quedando el sujeto creador como la parte que permite este dialogo (observador/obra-obra/observador).
Existe una “logia” para todo, y en la obra de arte o aspecto de creación artística también debería haberla. La “lógica” se produce en la “razón” propia de cada creador y de su resultado, esto mediante, a los patrones que se establezcan para su realización. Los niveles que se presentan en la comunicación artística van a intervenir en el pensamiento, y la comunicación simbólica que se presente no debe pretender permitir las formas o las maneras narrativas de los argumentos reales o irreales. El discurso debe radicar en si mismo dando al simbolismo el valor que el mismo se de, según los criterios de interpretación colectiva, grupal o personal, dando a la palabra el valor que el simbolismo nos de por si mismo. Todo es la esenciabilidad que las ideas nos permitan descifrar.
La idea no es el de ser muy estricto en las resoluciones emitidas, ellas mismas podrían negarse, pero si permitir las constancias que nos den todos aquellos argumentos que especialmente se generan en los hechos creados, que tienden a variar debido a las constantes experiencias que el mismo hecho artístico o de creación da, en su propia interpretación, ejecución, etc., etc., etc., hay muchos etcéteras que podría decir, da.
La finalidad práctica es poder experimentar en cada obra. Cada unos de los resultados es una aportación didáctica para poder indicar más el lenguaje creativo de creación artística.
Andrés Ortis-Oses define axiologicamente esa especial Virtualidad del lenguaje simbólico: “El simbolismo, condensación de energía psíquica, no es pues algo meramente decorativo o ilusorio, ni los Arquetipos; condensación del símbolo, sueños vanos. Símbolos y arquetipos constituyen condensados, a su vez en mitos; el lenguaje inconsciente de la humanidad y, así la urdimbre de nuestras actitudes fundamentales ante la vida”.
Los individuos que presentan características comunes, esto desde el punto de vista psicofísico de su constitución, o, solamente psíquico, tipos imaginativos (Topología), se permiten en la descripción del los símbolos todas las pautas y parámetros comunes de conductas grupal parecidas, argumentándose mediante los mismos aspectos interpretativos de lo observado: Las fuerzas de percepción y la psiquis no permite otras interpretaciones aisladas del grupo, esto comúnmente es una característica de la capacidad perceptiva, donde el significado simbólico, no puede ser cambiado, esta delimitado e implantado, debido a la figura, ella esta plasmada en un sentido que se asemeja a nuestras formas y maneras de vivir o de percibir la vida, el mundo que nos rodea, esto como una condición de captar nuestro entorno. Existe entre el significante y el significado una relación intima entre si, esto se debe, a las capacidades íntimamente relacionadas.
Esto es un caso particular de la percepción, pero existe el caso en donde cualquier teoría fundamentada en la expresión artística que se le pueda dar al simbolismo, estará siempre sujeta a los parámetros interpretativos del ser humano, como un parecido en sentido diferente, según sea el caso.
Las posibilidades determinantes para lograr buscar la compresión de los símbolos en relación a los hechos que se puedan plantear en la creación de una obra artística en sus diferentes manifestaciones, siempre nos actuaran condicionando nuestra percepción, dando las capacidades o incapacidades de cuidar o no, de lograr exponer las ideas frente a frente con los demás; todos aquellos argumentos semejantes o no de los aspectos interpretativos simbólicos.
La libertad de poder lograr juzgar cada aspecto nos dará mas conciencia de los códigos de interpretación simbólica, relacionándola con nuestro vivir diario.
“La aceptación de la condición humana como una condición simbólica y la experiencia personal y conciente sobre el simbolismo, nos permite comprender la virtualidad de cualquier símbolo”.
Ser de características humanas ya nos permite las asociaciones simbólicas. Nuestra forma o manera de vida y de conciencia sobre lo simbólico, nos dará el poder asumir la formación o creación de cualquier símbolo, el cual, podamos de una u otra forma codificar.
Estos símbolos se nos puede dar como ideas, representados como iconos, que nos da la sensibilización de nuestros códigos interpretativos, parámetros, actuaciones, energía internas, que nos condiciona según las lecturas descifradas por nuestra psique, como sintamos en nuestra interioridad, de acuerdo a nuestras experiencias personales. Todo esto nos lograría dar un mecanismo que nos permitan entender y construir los criterios interpretativos en relación a lo creado en las obras artísticas que se realice.
La expresión artística da símbolos, y esta, se manifiesta mediante estos emblemas, creando los sistemas de códigos que representan las creaciones; los conceptos o sucesos que permiten dar los argumentos de las experiencias adquiridas de lo cotidiano, de lo que día a día se pueda descifrar, esto mediante a las investigaciones que admite lograr desarrollar la creación en periodos posteriores.
Con el lenguaje de estos símbolos se permite las oportunidades de asomar los parecidos-análogos que admite relacionar lo que se revela paulatinamente, de todos los aspectos antropológicos en general, localizándolos y expresándolos con las técnicas contemporáneas de expresión y sus resultados, sin olvidar la vida cotidiana, dando recíprocamente los estados espontáneos de la ejecución. Es por ello; que los símbolos no tratan de buscar imitación de la naturaleza en su propia concepción, de lo que generalmente se conoce a simple vista, pero si guardan una relación con los vestigios y presagios que ella a dejado, deja o pueda dejar, como huellas que el tiempo,…, a igual como una búsqueda del pasado, del presente y del futuro…
Las Expresiones artísticas pertenecen a su propia necesidad expresiva, y a la propia necesidad del que formula las ideas, esto mediante a los hechos de creación. La definimos mediante las evoluciones y las expresiones del hecho creador y sus lenguajes comunicativos.
Mallarme nos dice: “Comparar el poema con el humo que escapa del cigarrillo y, formando anillos se eleva hacia lo alto”, “y la materia de que se sirve el poeta para poder enviar al cielo los anillos diáfanos de su pensamiento es como la ceniza y como ella debe caer y desaparecer”…
El creador crea según sus criterios, dejando que la interpretación dependa del que observa… Según Verlaine: “Se debe sugerir y no nombrar, evocar y no describir”,…, pero agrego; que si se sugiere y se evoca es por dar pie a un significado a la creación sin imponer,…, argumento que Arthur Rimbaud proclamaba: “La poesía es un medio de conocimiento un instrumento para descubrir la “Verdadera Realidad”,…, allí lo lógico con la expresividad. El artista consagra lo humano mas halla de lo humano mismo, dando parámetros sobrenaturales para lograr aproximarse a la “realidad”, es decir; lo humano se realza mediante las roturas y derrumbes de los aspectos humanos, para así lograr generar las “realidades humanas”, y esto se genera, con la búsqueda de los aspectos o parámetros sobrenaturales que son generados por el hombre mismo.
El camino de investigación artística es la búsqueda de estas “realidades”, mediante las desintegraciones, el caos y los quebrantamientos de los argumentos establecidos a rajatabla. La idea es dar todos los medios de expresión para lograr más medios de interpretación.
Quizás aquí argumentaran que surge una contradicción,…, es allí en donde radica el aspecto esencial de lo simbólico. Hay que asumir una constante expresividad que nos permita observar una creación artística con un marcado misterio en los enigmas a descifrar, que nos permita todos los presagios que nos encaminen a descifrarlos paulatinamente. El misterio radica o parte en lograr poder asociar y decir los aspectos cotidianos antropológicos, místicos y de contradicciones, con relación a las experiencias expresivas que se nos presenten según los criterios aplicados, y que ellos mismos tengan la facultades de negarse, de poder contradecirse, mantenerse y cambiarse en ellos mismos, en si mismo, esto como un elemento de valorización de la expresión artística.
Hay algunos casos en que ciertas vías de expresiones artísticas, como en el caso de los poetas simbólicos, que declaran su desprecio por la realidad cotidiana… El simbolismo no puede escapar de esta realidad cotidiana, esto debido; que en los elementos expresivos simbólicos, sin nombrar un caso particular, se apoyan en si mismo y pertenecen a las capacidades de poderlos interpretar, esto no puede escapar de lo que le rodea, el día a día. Lo cotidiano no se podrá apartar, esto nos afecta en nuestras apreciaciones interpretativas. Esto lo asumimos como un estado cotidiano de observación, de lo que nos rodea en nuestra vida cotidiana, sin importar, en que estado de conciencia, mental, psíquico,…, tengamos.
Todo de una u otra manera es simbolizable, se expresa de una u otra manera en base a los símbolos. Siempre asociamos buscamos semejanzas, buscamos una manera formal de simbolizar o de buscar asociaciones simbólicas. La comparación es siempre común, esto es debido, a las imágenes que son representadas mediante a conceptos que se relacionan con ciertas caracteres ya establecidas, como consecuencias de los signos conocidos, que se manejan cotidianamente, quedándose en nuestra mente, influyendo en otras no descifradas a priori, dando una relación psicológica especulativa a toda apreciación. Todo signo es un significado, y como tal, puede variar según nuestra percepción o nuestra manera de percibir el mundo, nuestro entorno, y es por ello, que proporcionamos en nuestra conciencia, en nuestra percepción, libre asociación signica. Esto nos permite dar un criterio de significar, es decir, dar imitaciones de una cosa de signo distinto y asociarlos con una forma material conocida, ya creada.
El signo tiene una naturaleza que nos permite compararlo con algo ya dispuesto, y esto nos da una asociación simbólica condicionada mediante unos caracteres que quizás no se procuraban buscar o encontrar, una relación con algo existente, sin darnos cuenta que se realizo o que se interpreto, esto tanto por el creador y por el observador, según a nuestras capacidades o incapacidades. Todo esto nos permite descifrar de manera más espontánea y real todos estos signos, ubicarlos en una simbología de desciframiento según el ente creador y el observador.
El signo siempre nos dará una analogía cotidiana de nuestra percepción, y la parte de este aspecto perceptivo, estará relacionado con nuestra interpretación, la cual, siempre estará presente.
El entendimiento de todo lo referido en los signos pertenece a los argumentos que dan los puntos de vista que se sumergen en las ideas, esto como presagios y vestigios del mismo conocimiento artístico. Se debe guardar las relaciones asociativas entre el interés creador y la obra artística, esto como la conciencia de lograr plantear la idea. Todo el elemento que nos da la idea para influenciar la percepción va a intervenir la interpretación personal, todos los símbolos dispuestos y que se desenvuelve en el hecho creado.
Las conductas perceptivas y de interpretación pueden estar condicionadas por los egos, las conductas mentales u otras particularidades. El poder negarse como creador es parte de los riesgos que se deben asumir por querer permitir los aportes mas allá de las “realidades” que se conocen como tal, y poseer las convicciones de que la expresión artística es una manera simbólica de comunicación humana que se condiciona según a las “realidades” ocultas en la mente.
La Expresión Artística
Como Fenómeno del Conocimiento Filosófico Especulativo del Arte.
En la expresión artística todo radica en la acción y en el efecto de poder lograr conocer todos los entendimientos que la inteligencia creativa nos admite obtener de algo. Esto mediante a los tratos y a los manejos de ese algo que creemos que es por razón de los sentidos, que nos permite tener comprensión de lo que se crea como un resultado artístico.
Toda ciencia parte de un conocimiento que nos permite descifrar a esta ciencia, dando las calidades, las cantidades y los estados de esta ciencia.
Tenemos que permitirnos las especulaciones, en cuanto, a lo que se enuncie y se genere de la expresión artística en sus basamentos científicos, esto como un problema general que nos fundamente todo conocimiento y que da origen a los campos de la misma expresión, ya como una autonomía de investigación filosófica, que recibe todas las teorías del mismo conocimiento.
Los aspectos específicos que nos designan las expresiones artísticas, nacen de los abordajes filosóficos de las propias expresiones artísticas, esto según a su propio conocimiento científico.
El conocimiento artístico consiste en conseguir los criterios universales de la expresividad artística, aquellos criterios que nos sean validos para poderlos entender, esto por razón del mismo conocimiento de la expresividad, que equivalen a poder permitirnos establecer una definición de ella misma y su conocimiento, valido o no.
La validez expresiva parte de una filosofía especulativa de su propio entorno y contenido. Se define en si misma, dándose los aspectos de sus propios estudios para el encuentro de los acuerdos que la propia filosofía en cualquiera de su esencia de, esto como aceptación de las implicaciones que adopten una determinada porción de su propio carácter, es por ello, que las exposiciones objetivas del tema filosófico a lograr fundamentar, consiste en las diversas preguntas y respuestas que son dadas mediante las sistematizaciones y concepciones de los aspectos filosóficos que se incluyen en el entendimiento del mismo conocimiento artístico.
Para lograr dar las clarificaciones de las esencias expresivas en sus distintas actitudes filosóficas de este conocimiento. Se debe causar todas las actitudes que son asumidas y que permiten dar un enfrentamiento para lograr constituir el objeto del mismo conocimiento. Esto implica las suposiciones quizás a priori de este conocimiento con respecto a su propia designación, en los elementos de la propia expresividad, y con los basamentos naturales de las relaciones que constituyen las distinciones de sus propias metodologías. Todas las divergencias que surjan mediante las preediciones de lo que se consideran como arte, dan unas relaciones entre el sujeto que ejecuta y el objeto que permite su manipulación o transformación, dando así, todos los aspectos filosóficos que nos permiten seccionar o dividir el mismo conocimiento, en todas las especulaciones conceptuales de la misma expresividad. Se puede afirmar que la filosofía es la especulación que nos permite un conocimiento de lo que designamos como arte, que nos da las denominaciones especulativas del objeto y del sujeto que permite este arte, dando a la vez, un soporte que nos permite la exterioridad y la autonomía supuesta en la manera de expresarlo.
El arte parte de una filosofía especulativa de si misma. Esta filosofía tiene como base o fundamento a la especulación del mismo conocimiento, y siendo estos así, nos afirma que la expresión artística es una especulación de los tratados que nos permiten definirlas según a nuestros propios criterios filosófico, los cuales, dan una condición especulativa de si mismo, siendo especulación filosófica con un conocimiento que es generado y manipulado por nuestra propia especulaciones, y que la propia expresividad artística nos permite hacerlo en este sentido especulativo del conocimiento filosófico de la equivalente expresividad. Convenimos esto como los parámetros de las condiciones humanas, que son generadas por los patrones históricos de la propia conducta artística, y de nuestra propia conducta que es influenciada por la historia artística, por nuestras propias especulaciones filosóficas.
Cuando se designa al objeto se quiere referir a la obra de creación artística u obra de arte, y el sujeto es quien la realiza, es decir, el artista. Existen casos en que el objeto tiende a condicionar al sujeto permitiendo que la propia obra ante de su concepción de las condiciones para su adecuada creación, esto mediante a lo establecido previamente por ella en las construcciones lógicas, manifestada por el artista, esto según a sus propios términos, y que la noción del yo creativo da respuesta a los estados de conciencia de la propia obra absorbida por el propio artista, dando así, un inicio en los estados de conciencias del propio creador, permitiendo su conducción.
Las postulaciones independientes del objeto y del sujeto da algunos problemas, tales como, la falta de capacidad del sujeto hacia el objeto, esto en lograr entender al objeto de acuerdo así mismo y a como es. Los criterios de validación artística tienden a establecerse mediante a la acción y el efecto de aprender, a lo que el objeto permite del sujeto, es decir, mediante la aprehección del objeto por el sujeto.
Los conocimientos puros en las fundamentaciones artísticas en sus propios significados, dan las implicaciones en los basamentos conceptuales de la creación, difiriendo en las capacidades del sujeto creador. Los órganos que permiten mediar entre el sujeto y el objeto, están subordinados ante un conocimiento casual de la propia creación artística, esto como un elemento que influye también en ella.
Todas las actitudes ingenuas con sus fundamentos primitivos en su parte irracional, en los aspectos que nos permite la realización artística, da un enfrentamiento con el conocimiento de estos aspectos, y la comprensión de los problemas que se da en si mismo, que se da en la propia expresión. El sujeto y el objeto no admiten su separación, en el conocimiento de ellos mismos en si mismo, es decir; la interpretación da un conocimiento que filosóficamente se funde en su propio contenido de filosofía artística, es allí en donde ella se niega. Las críticas serán las actitudes que permitan el destierro de los aspectos ingenuos del arte, esto como una filosofía especulativa, dando a estas especulaciones, sus proporcionadas dependencias sensoriales de la propia filosofía.
La racionalización artística podría entremezclarse con el escepticismo y con el subjetivismo de los hechos filosóficos en sus formas casuales, dando a los aspectos de descripción un sentido que imposibilite la constitución de un inicio inconsistente del mismo conocimiento, que pueda atribuirse a los cambios de la razón primordial de los sentidos expresivos de percepción. El realismo crítico de las funciones que desempeñan tanto el sujeto y el objeto, tiende a dar los sentidos básicos de todo pensamiento artístico, dando respuesta a un conocimiento con características de un orden expresivo que se funde en los aspectos metafísicos con sentidos de conceptualizacion técnica de la creación.
Las “realidades” expresivas dan un pensamiento de una “realidad” propia de cada sujeto que crea el objeto según a su realidad, conservando a la vez, los análogos-parecidos de un contexto que da un resurgimiento de si, parcializándose por las discusiones formales de sus propios métodos que son planteados por el conocimiento natural de si mismo. El arte es el conocimiento constituido por su centro de indagación filosófica, dando una racionalización que se basa en sus propios ideales del mismo conocimiento filosófico, y que parte de las intuiciones constituidas por la existencia del sujeto y como pueda pensar del objeto, es decir, los resultados que se obtiene del mismo hecho de pensar.
Descartes nos permite definir a estos principios como: “La intuición se origina y la teoría de las ideas innatas qué constituye los puntos de partidas”; doctrinariamente, las ideas…
El empirismo de la expresión artística, es un aspecto que nos fortalece mas el resultado de la obre de arte,…, aunque tampoco podemos negar la existencia de las nociones innatas de la misma libertad expresiva y su creador. Esto es verdaderamente cierto; el conocimiento proviene de las experiencias, las que surjan de los procesos que se desarrollan para lograr la obra de arte según a los estados de experiencias creativas del sujeto generador de un objeto artístico. La mente construye un diagrama de ideas y experiencias que se inscribe en las nociones que nos configuran todos los aspectos conceptuales que nos permite la creación, y a la vez, corresponde a una filosofía con cualidades primarias y secundarias de la propia especulación filosófica. El objeto tiene inherentemente asignados el tamaño, la forma, la extensión de su propia argumentación filosófica, y el sujeto, tiene inherentemente asignadas las sensaciones, el color, el sabor de la argumentación filosófica.
La expresión artística se vale esencialmente de un principio filosófico en la técnica a utilizar y su uso, esto mediante a los patrones que nos permite generar en un primer termino, las especulaciones filosóficas de su realización, tomando como patrón inicial los arquetipos que se utilicen, que se expresen mediante al tamaño, la forma, la extensión, las sensaciones del color, el sabor,…, y ellas corresponde a los argumentos que el objeto y el sujeto describan y designen en su dialogo filosófico especulativo.
Las afirmaciones recogidas aquí pertenecen a una filosofía especulativa de la concepción artística en la forma o manera de concebirlas, y decimos que pertenecen a una filosofía especulativa, ya que, el arte no es filosóficamente concreto ni exacto. Esta filosofía especulativa permite argumentar y dar los diagnósticos que puedan enrumbar a la expresión artística hacia una realización o creación, es por ello, que las partes empiristas filosóficas también son partes de las designaciones filosóficas, en cuanto, al mismo hecho artístico.
No se puede negar que los aspectos artísticos también es un substrato de lo material, es decir, el hombre creador no pertenecen exclusivamente a sus propios sentidos ni a sus atribuciones materiales en las sensaciones, dando una pertenencia a todas las hipótesis injustificables.
Todo conocimiento puro de creación artística se cimienta en la percepción de lo expresado, como fenómeno de la propia vehemencia creativa. Posiblemente este conocimiento no puede ser abstracto en si mismos: Las ideas abstractas parten de un arquetipo que se codifica y posteriormente se plasma de una manera simbólica que puede representar unos conjuntos de objetos que es manejado por un sujeto. Aquí surgen los argumentos en un sentido especulativo de la propia filosofía, ella describe las convenientes ideas de las sustancias y las cualidades de la filosofía supuesta. Esto es sometido a un conocimiento especulativo que pertenece a lo aprendido en la vida común, de las condiciones innatas de los individuos.
La sustancia y la casualidad filosófica son las bases en donde interviene la experiencia que nos codifica la existencia expresiva, dando los complementos de unas y otras ideas para las profundizaciones de ellas y sus propias designaciones. Su propio soporte es sometido o es designado por las sensaciones que nos involucran en la expresividad. La filosofía soporta todo, es por ello, que la expresión artística es soportable en su propio argumento, esto en su adecuado contenido. Al señalar esto se quiere designar que; los argumentos que el hombre fundamenta como idea filosófica de carácter artístico, tiende a ser de una condición soportable por su mismo fundamento, en sus ideas humanas, como sentido de una realidad propia de cada individuo. Este individuo a consignar sus ideas parte de un conocimiento aprendido que es manejado por la psiquis según sus criterios personales de percepción, del mundo que le rodea, y que le atribuye parámetros para poderlos revertir en sus propias ideas, y a la vez, negarse a ellas mismas.
Las nociones casuales que nos dan ciertas creencias en los aspectos que nos guié hacia una validez expresiva con características universales en lo referente a las designaciones sujeto-objeto, no pueden provenir exclusivamente de las experiencias de sus interrelaciones; las captaciones en las sucesiones de la experiencias, están en ella, como un aspecto que rodea la lógica y el empirismo, concibiendo la existencia de las relaciones que son distintas a las vividas. Los esquemas empíricos tienen sus respectivas validación en la expresión artística, ellas se fundamenta como las actitudes que puedan significar los estados que se asumen en el intercambio de las cualidades expresivas del sujeto y el objeto, en los esquemas de expresión artística, dando los parámetros que se integran con la parte lógica y racional del conocimiento, como un aspecto filosófico de la expresión. Todo tiende a permitirnos los caracteres deducibles de la propia experiencia expresiva, sin llegar a encontrar en las costumbres, las certezas absolutas del hecho creador. La experiencia parte de un conocimiento,.., el aprendido. Si la experiencia parte de un conocimiento o se nutre del, el empirismo tiene un rasgo que se nutre en si mismo, de la sublime percepción que se tenga de ese conocimiento, nutriéndose también de lo empírico. Todo esto nos da un resultado probable sin lograr alcanzar una validez absoluta,…, así podemos afirmar; los conceptos artísticos aprendidos empíricos parten de una experiencia, esto se hace necesario para su reconocimiento, ya que, las experiencias empíricas parte de un conocimiento empírico de las ideas empíricas, convirtiéndose estos conceptos artísticos en un estado de aprendizaje manipulados por nuestras convicciones empíricas.
No se quiere decir ni mucho menos afirmar con ello que el arte empírico carece de validez expresiva pero; toda observación empírica crea situaciones desfavorables al sujeto y al objeto. El sujeto no puede explicarse en sus hechos expresivos en si mismo, y poder lograr entenderse en su propia realidad artística expresiva, esto mediante al objeto que no logra reconocerse como tal. Existe un abandono de su propia realidad, sin lograr mantener su tesis básica de expresión, dando a la experiencia propia del sujeto, un castramiento de su conveniente identidad perceptiva expresiva.
Ahora bien,…, la racionalidad, en muchos de los casos, nos crea una castridad de los argumentos a expresar en su propia demostración de expresión. Nos crea una castridad de poder explicar las formaciones de conceptos ajenos a nuestras convenientes ideas, que en gran parte tiene un resultado fuera de una realidad establecida por nosotros, en los estados primarios de nuestras personalidad de reacción, es decir: El racionalismo no tiene la capacidad de lograr dar las respuestas en las formaciones de todos los conceptos básicos de las mismas condiciones empíricas, ellas se construyen sobre otras bases de la percepción. Tanto como la experimentación como la inducción, son ellas en si mismas, y el racionalismo, nace de su propia asimilación permitiendo los surgimientos a priori en su contenido y ambiente perceptivo. Los surgimientos de su propia aplicabilidad dan basamentos filosóficos de un conocimiento con consecuencias especulativas en si.
Existe un punto importante que nace de esta fusión racional con la irracionalidad, que dan las alegrías expresivas, que se burla de ella misma. La noción de la casualidad ayuda a unificarlas a ambas con un sentido que nos permite un mejor entendimiento. Esta impide todo argumento de la suposición expresiva, su lógica parte de su proporcionada necesidad.
Conjeturar los hechos expresivos nos da una comprensión artística que nos permite crear una filosofía y un conocimiento referidos al propio discernimiento de creación. Estas suposiciones siempre serán el reflejo de un conocimiento previo que nos permite dar una lógica a todos estos supuestos juicios, que parten de nuestras ideas. Es allí que el empirismo y el racionalismo llegan a complementarse en una realidad expresiva según quien lo maneja.
El conocimiento de las condiciones artísticas implican dos clases de cimientos que se mezclan entre si; las condiciones a priori y las condiciones que nacen de la expresividad, es por ello, que las expresiones artísticas nunca son puras en su fundamentacion. La percepción pretende organizarse mediante las estructuras a priori de toda sensación interna, de todo los individuos que la tienda a manejar, dando cabida a su propio espacio, a su propio tiempo expresivo, ejecutorio, perceptivo, etc., etc., etc.,…, es decir; todo lo que implique los fenómenos o argumentos artísticos en si mismo, que se integren por si mismo, logrando un entendimiento a priori del sujeto que especula según a sus deseos o estructuras filosóficas-conceptuales, en los esquemas manejados por el. Estos esquemas pertenecen a sus patrones formales y a sus contenidos, solo se permite admitirlo por su propia experiencia. Ambos aspectos son inseparables uno del otro. Todo lo que tenga una argumentación contraria a otra le es necesario al sujeto y a ellas para así poder permitir la experiencia en todos los aspectos. La conceptualizacion expresiva, permite efectuar y definir todas las categorías que se genera de una manera inmediata, de las partes que se conciben con este conocimiento, que de forma inmediata da el entendimiento y la razón, dando a la causalidad sus rasgos específicos. Los juicios se organizan mediante al estudio analítico y sintético de su interpretación. Estos juicios pertenecen a lo sintético de los aspectos explícitos de ellos, que el sujeto lo toma a priori expresando sus verdades ocultas en su propia necesidad. Los juicios sintéticos inmediatos se centran en la parte discursiva de las tendencias contiguas de la misma expresividad. La fundamentacion de la lógica de todos estos estudios, se da en una continuidad del saber del mismo conocimiento artístico, en todos sus trabajos lógicos, en la parte relativas de ellos, ya como un aspecto de expresión artística.
El espacio físico expresivo-analítico tiende a aparecer en donde se plantea los argumentos expresivos, los cuales, tiene una consistencia que internamente parte de las teorías que pertenecen a un resultado con rasgos positivos, que dan un conjunto de concepciones naturales de la misma expresión, que se caracterizan sistemáticamente mediante a los fundamentos teóricos que se refieren a una realidad probable.
Las consistencias internas de las realidades probables tienden a los resultados positivos que nos conducen a las concepciones naturales de la expresión, caracterizada esta, por la sistemática formación de las tesis en las concepciones que se afirman, que se sostiene en todas las referencias de las posibles realidades que se asumen mediante las teorías establecidas. La aplicabilidad entre la esfera natural de la simple designación estructurante y la relación con los estudios que coinciden con los ámbitos físicos y materiales de la misma cuestión de la expresividad artística, nos permite las coincidencias con estas afirmaciones. Esto no es determinante ni demostrativo sino que las relaciones de experimentación dan los casos que estructuran todo los espacios implícitos que se relacionan con los sistemas y sus axiomas. El espacio físico de las expresiones parte de una aproximación de una realidad probable y sus teorías, argumentadas en un espacio probable que se fundamenta mediante los aspectos filosóficos del conocimiento especulativo, que es creado por la mente, los misterios de su propia interpretación, la que ella encierra.
Los Arquetipos
En los Aspectos Especulativos Humanos de la Expresividad Artística.
Todo arte parte de algún modelo que da origen a la primaria representación o designación de algo que ya existe, esto como la representación de algo material o no. Los principios artísticos nacen también de estos modelos, que están en las ideas de cada cosa percibida.
Las ideas surgen de estos arquetipos. Platón las llamaba: “Las ideas constituidas por sistemas que son generados por estos modelos que se convierte en copias de nuestro entorno y que el artista interpreta o codifica según su percepción”.
Existe un contenido de modelos inconcientes que se generan en los individuos en forma de ideas, que van a repercutir en lo colectivo de la interpretación. Las formas que generalmente se han dado en un sentido de parecidos-análogos, en el vivir diario, que proporcionan semejanzas en el inconciente o en el conciente de todos los individuos, dan un patrimonio que perdura en todas estas personas, esto como un patrimonio de percepción visual. Estas son las imágenes que no son generadas concretamente ni claramente determinadas, pero son el principio de un esquema que se fundamenta por la disposición de la percepción psíquica, que se revela como una existencia de cada uno de ello, dado esto por todas las visicitudes, experiencias, las herencias del ser, permitiéndose los presagios que esta humanidad a permitido proveer para su descubrimiento; esto mediante a los símbolos que nos influyen en el medio ambiente de vida. Estos simbolismos actúan en el individuo por razón de las esencias naturales, sobrenaturales y metafísicos de cada interioridad, de cada parte del inconciente, de cada orden o desorden individual-personal, dando las ordenaciones y parámetros de cada materia que la psiquis recoge, esto mediante, a las leyes sobrenaturales desconocidas de interpretación, proporcionando esto las posibilidades de lograrlas interpretar de manera colectiva y que afectan a cada individualidad.
Arquetipos; sueños que nos genera nuestra realidad en las interpretaciones y que son modelos o un molde inicial que es lo mismo,…, todo esto para lograr dar cabida a estos sueños que parte de una realidad o posible realidad. El arte surge de un arquetipo que se centra en nuestra percepción personal, de lograr manejar los modelos recogidos proporcionando los puntos que nos enlazan o nos da las sucesiones psíquicas que nos permite manejar al arte como un elemento en si mismo.
El estudio del hombre como ser humano en su antropografía y buscando sus aspecto de etnología, de demografía, y de antroposociología, nos permiten saber mas de este hombre considerándolo como un creador de hechos artísticos, es decir; considerando al hombre de forma aislada, y a la vez, como parte de un grupo cultural y político social nos permiten saber de este hombre en sus vestigios y presagios de consideraciones creativas.
El instrumento principal de la creación artística es el conocimiento de esta misma creación, y esto a su lógica o ilógica percepción que se de en ella misma. El ser creador es una esencia que puede constituir las dignidades de esta creación. El arte lo define este ser creador según a los criterios que se formen, como los arquetipos explorados y analizados por el conocimiento que este creador se exija para su estudio, el cual, le permite conocer.
El hombre artista-creador necesita y debe saber cuales son las estructuras, las leyes, el empleo concreto y también los abusos que necesitan como conocimiento para lograr la creación artística. La lógica parte de ello, parte de una preparación para adquirir el conocimiento que nos permite descifrar los modelos, los moldes, los arquetipos, para así poderlos expresar en su propio contenido, según su lógica creativa. Hay que lograr argumentar todas las preguntas posibles a estos arquetipos y las respuestas estarán relacionadas a nuestras propias argumentaciones arquetípicas descifradas por esas señales que nos condicionan hacia ellos en sus contenidos. Las búsquedas serán las categorías dispuestas por ellos, por su propia búsquedas o por su primarias categorías de si, en su propio ser, de poderlos manejar por nuestras categorías de desciframiento simbólico. Esto es el resultado de todos los argumentos que nos permiten las investigaciones basadas en el conocimiento, dando a lo expresado el resultado de lo dicho y dispuesto, la realidad existente ya fundamentada por los mismos arquetipos.
El conocimiento se fundamenta por lo pensado, por lo que se permite descubrir en sus propias categorías arquetípicas, esto nos da como resultado una posible realidad o un ambiente en si. Todos los argumentos a utilizar se deben fundamentar en el análisis de estos argumentos.
El conocimiento es un pensamiento que tiende a expresarse mediante a lo establecido por nuestra mente, esta se permite descubrir todo mediante a las categorías que el conocimiento pueda absorber dándonos los juicios a seguir, tales como: La sustancia, la cantidad, la cualidad, la relación, el lugar, el tiempo, todo esto, con un sentido de la palabra según dice Aristóteles.
Según Aristóteles estos son los “Diversos sentidos del Ser”. Estos sentidos nos permiten dar las interpretaciones de todas nuestras argumentaciones, en el poder lograr descifrar el entorno dispuesto.
La individualidad nos permite comprender un objeto real relacionándolo con el individuo que la tiende a entender, designando algo que puede ser real pero realmente no lo es para este que descifra, sino es lo que se codifica mediante las interpretaciones de los arquetipos, dando diferentes sentidos interpretativos, pero que realmente no designa nada real en si mismo como resultado, es decir; lo real de los aspectos arquerotipados de la obra artística y su expresión en su primigenia designación, pertenece a una realidad primitiva del individuo y su universo, que pasa a ser una realidad a utilizar en su base inicial de interpretación, pero cuando el individuo maneja estos arquetipos admite que es una realidad inicial de un grupo que lo ha descifrado, y sus ideas al crear, le a permitido establecer otras realidades de estas situaciones iniciales, ya establecidas, creando su propias circunstancias. Esto le establece una nueva primigenia realidad inicial, creando un nuevo arquetipo para que sea descifrado. Todo se fundamenta en las ideas arquetípicas iniciales en sus nuevas maneras de interpretarlas. Esto nos da el manejo de una lógica noción de los elementos metafísicos de interpretación.
Las características iniciales de los moldes o modelos (Arquetipos), son los cambios de estos mismos paradigmas, dándose las categorías de ellos mismos para permitirnos los parecidos contrarios. Esto nos crea los diferentes y los nuevos arquetipos que parte de uno inicial, dando como resultado nuevos modelos o moldes que llegan a ser un nuevo conocimiento para buscar la expresión que nos fundamenten y refieran nuevos prototipos.
Todo está en la proporción de nuevos enunciados, que nos de nuevos esquemas de modelos, que nos afirmen una manera o forma verbal de expresión, que nos faciliten los juicios con proporciones que nos ordenen las idea, que permitan afirmar o negar las proposiciones de expresión perceptiva artística.
Demostrar las expresiones artísticas, es la justificación de un razonamiento que se inicia con el mismo conocimiento que con anterioridad sea formalizado, dando como fundamento un principio inicial que se organiza con la ciencia demostrativa del conocimiento simbólico, fundamentando una forma inmediata que impida un regreso a patrones menos claros de su demostración y principios. Todo lo que se fundamente sin los principios de la demostración nos da elementos ajenos a la propia utilización de estos arquetipos o modelos, dando los lazos progresivos a las suposiciones de estos paradigmas. Estos nos limitan en la propia interpretación del hecho creador.
Los principios que nos da la lógica expresiva, son los expuestos en esta misma expresión, en su propio desarrollo, para poder obtener la lógica creativa. La lógica tiene su análisis en los basamentos que el conocimiento genera, de los aspectos tanto particulares como globales del adecuado arquetipo. Se aplica en las designaciones que estos arquetipos nos den en sus propias particularidades, esto que necesariamente nos permitan abordar su cuerpo inicial.
La demostración practica se adquiere mediante a los sentidos que se tenga como inicio, dando a su materia el conocimiento propio de la supresión expresiva, dando las sensaciones que nutran todas las selecciones que se logren asimilar. La lógica se deberá someter a todos los criterios críticos que esta lógica nos manifieste en los esquemas contemporáneos y primitivos de la expresión.
Las correspondencias intima del ser metafísico debe enlazarse con el ser que la estudia en las realidades ultimas del ser, proporcionando a lo sustancial de estos arquetipos, las correspondencias materiales y formales de todos los actos del ser expresivo, esto nos facilitan las potencialidades de todos los cambios, de todos aquellos arquetipos dispuestos para su manejo, interpretación, codificación y maneras o formas de expresarlos.
Lo real pertenece a los aspectos que consideramos “verdadero” en nuestras situaciones de las interpretaciones arquetípicas en si misma. Las aseveraciones arquetípicas se afirman en si, en sus contenidos, permitiendo sus enunciaciones, manejadas por los criterios que son dados por las asimilaciones expresivas de estos arquetipos. Las cualidades sustanciales es en si misma consigo misma. “Sustancia y cualidad arquetípica son sueños que se condensan en su propia interpretación, dando al símbolo su propia fuerza”. Todo es la parte plural de todo el universo artístico como un aspecto propio de expresión. Sin los arquetipos como realidad inicial es imposible que se de ninguna irrealidad o realidad material-formal de los sucesivos resultados arquetipados. Los arquetipos poseen materia real o irreal con su forma intrínseca pero, la forma pertenecen a un estado perceptivo que se puede interpretar como materia mística, sobre natural, y a la vez, con tendencia natural y palpable de una realidad. Esto debido; a que los esquemas que se nos produce o genera en la mente pertenecen a un estado conocido de acuerdo a nuestra realidad. La esencia de la forma pertenece a ella misma, según a las posibles interpretaciones que se hagan, dando a una forma su significado de acuerdo a lo que realmente es, y a la vez, a lo que se cree que es, es decir; un objeto nace de la interpretación de algún arquetipo inicial, dando la representación de algo inicial estudiado. El objeto creado es la realización de las consecuencias de algo que nos indujo a establecerlo. Es la parte que nos permite analizar una cosa particular pero, el resultado queda subordinado a un resultado manejado por el creador, proporcionando las lógicas de sus propias lógicas para transformar un principio inicial que nos permiten sus transformaciones. Los cambios se plantean hacia unas instituciones que nos potencia a una relación que nos permite una noción que nos pertenece, a unos paralelismos de una realidad personal expresiva. Este cambio es un momento dado en si, por razón de las fuerzas que dinamizan estos cambios, con sus respectivos actos de energías, nos dan las nociones que nos permiten las paralelas y respectivas posibilidades de una realidad de expresión artística. El cambio logrado en la designación de esta expresión, es la parte de una transformación, que es sufrida, mediante a los momentos de la propia evolución expresiva en si, en un momento dado de sus actos, y en su potencia de transformación.
Los arquetipos poseen todas estas actitudes peculiares, de lograr crear cada unos de estos actos en si mismo, mediante y durante las interpretaciones de los arquetipos. Esto nos da la lógica manipulación de los modelos; todo es parte de una realización humana de transformación, que es posible debido a su inicial creación de expresión, todo esto como dice Aristóteles; “es la potencia y el acto”. Todas las cosas del universo, en cuanto a la creación artística, esta ordenada según al creador que es humano, y que pertenece a una jerarquía que designa una realización de cualquier transformación, que parte de un arquetipo inicial, a la máxima interpretación arquetípica, que corresponde de una potencia mínima, que en su inicio partió de si misma, como una infinita interpretación, que dio como generación a unas sucesivas potencias de realización final, un resultado que se procura dar.
Todo corresponde a un inicio y a un fin de las ideas, que nos permiten encontrar nuestras propias realidades arquetípicas, parten de un conocimiento que nos permiten una causa y un efecto expresivo artístico.
La materia arquetípica nos procura las ideas, y estas nos dan los manejos de los instrumentos manuales, que permiten al creador manipular para una conclusión expresiva. La “verdadera” interpretación esta en el conocimiento, de todas las causas que nos lleve a la interpretación de los arquetipos a manejar, dando a las causas un valor que contemplen lo material, lo palpable de ellos, esto mediante a lo formal, la eficiencia y el resultado final como dice Aristóteles; “las cuatros causas del conocimiento por la causa”.
Los resultados expresivos son generados mediante a una causa que parte de los arquetipos dispuestos, dando unas series sucesivas de causas que son concebidas por las necesidades de una causa final, que pertenece a los actos puros de la misma creación artística y su efecto.
La forma sin materia es la unidad que parte de las extensiones progresivas del pensamiento en si mismo, dando una causa final contemplativa en si. Todos los cambios y sus implicaciones nos promueven hacia unas infinitas sucesiones de cambios, dando al espacio y al tiempo de realización todas sus condiciones para estos mismos cambios. Estos cambios son generados mediante los movimientos que parte de lo sustancial, cualitativa, cuantitativa y espacial, basados en los modelos que son generados por razón de su transformación.
Toda “realidad” artística parte de una observación que se genera por un conocimiento previo de todos los fenómenos que de esta realidad, en donde lo fenoménico o fenomenológico de la percepción nos permite las diferencias de todas sus partes metafísicas, integrándolas con una lógica que la consideramos perser.
Las interpretaciones pertenecen a dos estados, uno sublunar o propio de cada ser, dándose la corrupción implantada por nuestros criterios, y otro estado supralunar que es infinitamente de una gran amplitud en donde reina el orden y la inmutabilidad. Los sentidos de nuestra interioridad en los aspectos expresivos de la interpretación pertenecen a las condiciones etéreas de estas, las cuales, están en consonancia a una cíclica metafísica de la expresión y de la interpretación. Esto nos permite dar vida a estas expresiones e interpretaciones, dando a la parte espiritual de la percepción, expresión e interpretación, un sentido infinito del sentir artístico que se genera en el alma.
El alma según Aristóteles es de tres clases; una vegetativa, una sensible y una tercera racional. El conocimiento permite dar sentido a cada una de ellas en las nociones de expresión, percepción e interpretación del hecho artístico. Esto es el punto de partida que nos permite dar cuerpo a lo percibido, expresado e interpretado, en las condiciones que nos generen los resultados que se dan en la obra de arte.
El intelecto también nos reafirma las condiciones artísticas. El intelecto pasivo y el activo nos genera un naciente conocimiento de lo que se conoce y que pretende concluir símbolos, y uno final que es lo que se nos impone en lo formal, que es capaz de dar a todos las objetos representaciones. Los arquetipos parten de ello también. Parte de una iniciación de lo que puede ser cualquier modelo o molde ya conocido, que genera un final de resultado que es la imposición de lo que nuevamente llega a ser un inicio. Lo racional pertenece a una voluntad del deseo que nos propone unos fines en consecuencia a nuestra racionalidad o irracionalidad. Pertenece a un fin que plantea medios para realizarlos. Nuestras sensaciones y nuestros pensamientos pertenecen a los recuerdos pasivos que participan mediante una activación de las necesidades de las expresiones artísticas.
La voluntad de lo racional, de los deseos, permiten las búsquedas de una condición expresiva caracterizada por la misma consecuencia, las sucesivas representaciones del trajinar artístico.
Las observaciones que dan los argumentos de la expresión artística nos permiten absorber diferentes sensaciones que son manejadas y asimiladas por la mente. El intelecto en su origen pasivo empieza a participar en los elementos que comienza a dar cuerpo en las maneras de observar e interpretar, mediante las sucesivas racionalizaciones de este intelecto, que da una activación del propio entendimiento, concibiendo la universalidad de las sucesivas deducciones, de los rasgos particulares de cada resultado obtenido. Posteriormente se genera diferentes aspectos demostrativos de este intelecto dándose las respuestas, las imágenes que se suscitan en las pasiones del que realiza estos hechos expresivos.
Si el hombre artista parte de cualquiera de los estados emotivos como por ejemplo, la cólera, la piedad, el temor, la indignación u otros estados de ánimos, permite también su naturaleza y los mecanismos para expresarlos, provoca las pasiones, y a la vez, las naturalezas de si mismo, según a su modo de interpretar los sentidos morales que se le interpone. El arte es su aspecto de expresión artística, esta es propia de una pasión emotiva, dando a las interpretaciones arquetípicas su imitación, de su naturaleza, dando los géneros interpretativos como índole de los objetos arquerotipados, imitados para su proceso de interpretación, debido a sus propios recursos de empleo inicial.
La obra artística parte de los aspectos arquerotipados, dándose las respectivas exposiciones en su propio estado expresivo, que posteriormente, cada unos de los nudos interpretativos expresivos, aplicativos y ejecutantes, que termina en su desenlace, quedando como una regla final y en particular en su propia acción, en su propio tiempo, en su lugar final, en su afán artístico. Este lugar final queda como un elemento arquetípico que nos da un inicio, esto dependiendo de los individuos que pretenden interpretarlos o usarlos como un nuevo modelo o molde.
La intelectualidad arquetípica parte de si misma y ella nos influye según a nuestras propias cualidades o caracteres de pensar. Este pensamiento pertenece a los misterios de las interpretaciones artísticas que se codifican en los propios misterios que son generados en la mente.
Fundamentos Iniciales del Mensaje en la Expresividad Artística.
Cuando iniciamos los planteamientos a poder lograr estudiar al signo, no podemos desligarlo ni apartarlo del mensaje que este quiere emitir por efecto de la manipulación de un sujeto que lo maneja, en este caso, el artista que tiende a crear la expresividad.
Las iniciaciones se originan desde su contenido que nos permite dar un planteamiento inicial de la conveniente calidad o sustancia expresiva formal. Las investigaciones que se han dado de la ciencia semiótica dan origen a posteriores resultados de si, que parte de sus hallazgos de expresividad.
En las expresiones artísticas se generan los resultados de las investigaciones qué se asuman de la ciencia semiótica y sus fundamentos, esto nos proporciona un origen en si, permitiendo que su propia fundamentacion se maneje en estos signos. Su mensaje es el resultado de si y del mensaje del artista ejecutante, que lo maneja, dando cabida a la manera o forma de describirlo. Esto depende de este signo y de lo que se permita ser manejado, y el artista, como lo pueda codificar o emplear.
En un primer término: El artista da una posible investigación simbólica que le permite un punto inicial traduciendo sus contenidos de belleza, declarando y dando una presentación inicial que se define como una idea. El artista se permite dar cambios a un arquetipo inicial que surge como idea en su psiquis. Esta idea da inicio a un signo por si mismo, perteneciendo a su naturaleza interior que se relaciona con los arquetipos recogidos en el exterior, de su propia psiquis, es decir, fuera de la idea misma. Se parte de una simple adjudicación arquetípica que nos permite las bases únicas del principio de las ideas, las que admite el equilibrio de lo exterior e interior de la imagen, dando una unidad a la obra de arte o expresividad artística resultante.
Esta unidad es un simbolismo alegórico, iniciados por la unificación de los criterios recogidos en todos los arquetipos, transformándose mediante el manejo que el artista le da para lograr crear sus propios arquetipos. Todo lo que se manifieste nos permite la simbolización del objeto arquerotipado, dándole una descripción parcial o total según sea los casos que el artista maneje para su propio fin expresivo.
La “belleza” parte y es origen de una idea simbólica. La “belleza” es causa y efecto de un simbolismo con sus sustancias ocultas en si, que se refiere a su propio fundamento, y el mensaje se desarrolla mediante a los simbolismos recogidos en los arquetipos iniciales estudiado, dando respuesta a lo que llamamos inicialmente; las investigaciones de la ciencia semiótica y sus resultados que se expresan en mensajes sucesivos de la expresividad.
El desarrollo del simbolismo se adecua a la construcción de su significado con la particularidad de su significante, que nos permite la pertenencia a una razón perse. Las formas que puedan adecuarse a el, da un simbolismo que se pertenece a si mismo como una unidad infinita en su propia extensión. La proporción de las formas de su propio cuerpo, la qué se apropia de un signo con pensamiento basado en el conocimiento.
Las instrucciones que nos dirige al simbolismo, pertenecen a la arbitrariedad de su concepción. La lógica del simbolismo es la idea sublime de su mensaje interpretativo.
Proponer las teorías simbólicas nos origina los sentimientos que parte de la interpretación personal de los símbolos y sus significados, el que se exprese en el mensaje. El mensaje surge de los estudios que se realicen en los aspectos simbólicos de este mensaje, comenzando en los sentidos que la modernidad concientemente manejada, la que nos permite en su propia palabra de expresión simbólica, dándose los aprendizajes que permitan los análisis en todos sus contenidos, de la propia obra de arte, que se contemple como resultado, que pueda quedar de manera separada en la misma forma, teniendo su contenido formal, de una estética expresiva como camino a la forma determinante de un mensaje simbólico investigado y creado.
Siempre hablamos de los contenidos simbólicos como los aspectos humanos de describirlos, parten de los estudios que el hombre realiza en sus comienzos sensoriales del mismo pensamiento, dando los sentidos que la “modernidad” refleja en la propia palabra asignada, esto mediante, a los sentidos íntimos de los caracteres personales de percepción, donde se cultiva los análisis de su propio contenido. Cuando se dice en su propio contenido, nos referimos a su propia inclusión como reflejo de su abstracción, dando al hecho artístico los mensajes que ellos mismos manifiesten, separándose de las formas que puedan influenciarles como dice G.F.W. Hengel (1776-1831): “La piedra que da los ángulos de su propia definición estética y diciendo así; su sentido, dando cabida a las investigaciones que posteriormente se incluye en su propio campo”.
El primitivismo en su fase inicial del desarrollo artístico, como dice Hengel, predomina las amplitudes de su propia antigüedad primitivista, que parte de un simbolismo particular de cada época. Como dice Hengel en su desarrollo artístico crítico; “las amplitudes predominarán en su propia antigüedad primitivista que parte de un simbolismo particular de cada época”.
Las exposiciones discusivas del arte como aspecto de expresión artístico simbólico en sus propios basamentos no se pueden deshacer de ello, tiene una característica del propio símbolo enunciado, considerándose las exposiciones del mensaje en una simple sostificación de este simbolismo, que nos permite deducir el mensaje. Es el mismo hecho artístico que se adecua al simbolismo para presentar el mensaje artístico, que tiende a dar resultados particulares de cada mensaje que se conserva de su autor.
Este simbolismo que nos permite obtener o que nos proporciona un resultado como mensaje varía según sea el caso. Puede plantearse que se exprese y manipule según a los intereses, a las capacidades o incapacidades del autor, lo que su conocimiento tiende a determinar, permitir y expresar en sus asuntos generales, en su condición particular, dando a las particularidades rasgos con asuntos generales de su propia forma expresiva, con una mezclada y marcada influencia de su propia tendencia. Las formulaciones del mensaje en su importancia, dan una oposición de su potencia expresiva y de su propio soporte.
Las extensiones del mensaje corresponde a las potencias de su expresividad en sus partes, que las generan como un simbolismo que se manifiesta por su propio poder, por la voluntad de la propia sustancia que el generador artístico logre racionalizar de el mismo y consigo mismo, que da un mensaje que es percibido por un receptor que lo pueda identificar enfáticamente como parte de un todo del mismo mensaje de la expresión.
Lo Fundamental de la Expresión Artística
Como la Especulación de la Misma Expresión del Mensaje.
El tema fundamental a expresar parte de los mensajes naturales que el signo nos especula, donde los aspectos de herramientas formales, según sea la manifestación artística a ejecutar, dan las armonías y los contrates expresivos conformes a las designaciones formales de ese mensaje a ser utilizado y designado. Cada uno de los elementos expresivos obtenidos surgen y obedecen a un estimulo natural, esto como un medio de expresión a reflejar.
El mensaje comienza con una representación de poderlo codificar de la manera mas natural posible, tratando de atraparlo en su representaciones enigmáticas, en su existencia, en donde todas las formas que nos transmiten se interrelacionan con la naturaleza de su expresión, que nos da a veces, todas las explicaciones para codificarlo como un código.
Hay en el mensaje artístico la existencia de la propia obra de arte y las depuraciones de si misma como una síntesis de elementos compuestos por los mismos códigos. Dan los planos donde desaparecen las connotaciones de su propia configuración inicial. Esto también se ajusta a su conocimiento especulativo en su expresividad, dando parámetros abstractos donde juegan primordialmente los contextos de la propia obra.
Las representaciones estarán presentes también como un arquetipo de una “realidad” a priori de su concepción. Los elementos expresivos que puedan utilizar el mismo mensaje, quedan influenciados directamente por la esencia de cada cultura. El hecho formativo tiene que ver, en muchos de los casos, con nuestra propia identidad cultural, con la historia de la propia identidad cultural de los territorios pedagógicos, donde siempre estará presente la relación artista medio ambiente cultural que nos influye,…, además… Como punto de referencia de la misma connotación del mensaje artístico expresado, estará siempre la propia naturaleza de la esencia de la vida y de todos los procesos que se dan en ella para el mantenimiento artístico asumido.
Crear los momentos oportunos de la expresividad del mensaje, pertenece a los estados mágicos de la expresividad, y cuando se llegan a esos sutiles momentos mágicos de esta expresividad, pasa a un segundo plano todo lo que le rodea, como los acondicionamientos de la misma vocación artística y su creación condicionada. Indudablemente que esa creación puede abordar con gran amplitud cualquier forma del lenguaje expresivo simbólico.
El arte es un tejido de códigos transmitidos por una cultura perse, y junto a ellos, los símbolos que juegan un papel importante e inherente a nuestra propia expresión artística, como seres humanos, con nuestras percepciones individuales, permitiéndonos luego descifrar esos códigos.
El mensaje expresivo siempre se mantendrá fiel a la identidad que involucra todo aquello que se ha heredado, que la propia cultura la tiende a influir, aunado a los valores éticos y estéticos. Todo esto tiene que ver con la historia de nuestra identidad cultural de los pueblos que estén inscritos.
El artista se entiende como una individualidad, y a la vez, como una realidad socio-cultural, donde esta estipulado o condicionado por el sistema social, el sistema cultural y el sistema ambiental; todo esto estará determinando al artista como modelo de expresión para que actué de una manera establecida.
Los entornos naturales y espontáneos de las culturas que circundan al creador de la obra de expresión artística, le influyen en todos los elementos que le delimitan, en sus purezas o impurezas. Dan las intervenciones con las herramientas expresivas que procesa el mismo creador y de lo que le permita su capacidad perceptiva, plasmando lo que definitivamente permite comunicar. Ensambla e integra su interioridad, dando respuesta a las necesidades de su propio proceso creativo, que en su búsqueda permite las extensiones de sus expresiones, condicionadas por los estados externos que le permiten condicionar su conveniente proceso de pensamiento. Este pensamiento esta sujeto a los misterios, a las maneras y a los caracteres de desciframientos de los mensajes recogidos.
Sociología Especulativa de la Creación Artística
La creación que nace por efecto del artista, parte de una necesidad de dar y permitir un juicio especulativo de los fundamentos artísticos, que parten de las convicciones internas del autor. El lograr reencontrar la esencia de la misma consigna artística, en cuanto, a su expresividad y con sus caracteres libres en sus concepciones, pueden ser perfectamente asignadas a esta creación. Las versiones y las observaciones de cada ente creador, deben de ser sometidas a los propios intereses del mismo, y del núcleo social al cual pertenece. La sociedad es parte importante en la generación de los aspectos artísticos. Esta sociedad tiene derecho a este arte, a su concepción, valorización, resguardo y captación intelectual; permitir que la sociedad sea parte indisoluble en el intercambio de posibles interpretaciones de este arte.
Puede existir un arte dedicado a una sola elite social definida por si misma y creada como el resultado en si misma, como un pensamiento que se expresa para generar un hecho artístico, y allí no debería detenerse. La obra de arte también debe dar respuesta a una necesidad interna del quien la realiza, y permitir el intercambio interpretativo global de la sociedad. Esto permitiría conocer esta interioridad con el único pretexto de poder lograr intercambiar las condiciones iniciales que parte del creador y sus ideas.
La sociedad reclama sus enunciados culturales, en la posibilidad de lograr tener acceso a las creaciones para poderlas disfrutar y contar con ella en su propio desarrollo, como un patrimonio social que le permita obtener sus legados culturales, el cual, es generado también por el artista, y que da como resultado las creaciones que el genera, como un testimonio de si mismo y de una sociedad que necesita y requiere los legados que este artista instituye.
Los misterios del arte son generados por el mismo artista, y la búsqueda de la esencia del arte en sus diferentes aspectos y desarrollo filosófico son emitidos por el para así conseguir ser absorbida por la sociedad, permitiendo descifrarlo por esta sociedad en sus propios misterios, dando esta sociedad su propia filosofía cultural, en su adecuado contenido en la cultura humana.
La historia se ha escrito y se sigue escribiendo. Históricamente se ha hecho muy difícil la generación de autenticas obras de arte y el verdadero creador que la genere. El arte se debe estudiar relacionándolo con el hombre social que la genera o la estudia como artista, sin olvidar su entorno social. La sociedad debe integrarse a ella por todos sus polos. Nunca en tal caso, se podrá dejar de un lado a este hombre y el mundo, ya que, el arte es generado por este hombre social,…, este hombre y la sociedad hacen la historia… Si,…, no olvidemos que la historia la hacemos todos, es por ello que esta historia nos premia o nos castiga…
El que anuncia un pensamiento, también tiende a enunciarlo, y los artistas lo expresan, en muchos de los casos, ocultando numerosas razones de su propia cultura, la que le influye en su propia vida.
Manipulación de la obra de arte
“El Arte es un producto no del individuo,…, sino del grupo social, el cual sus componentes generan idéntica manera de sentir” (Axiología), y el artista es “un creador de una expresión artística que genera un hecho estético que va a repercutir en la sociedad, el cual, este hecho estético no tiene ningún fin, sino el fin en si mismo”…
El arte es lo que se genera para el grupo social. Es todo lo que el hombre realiza para los beneficios comunes entre las personas, tiene una ramificación específica en la creación artística, la cual, es generada por un hombre-artista.
Socialmente el hombre es participe del desarrollo de un pueblo, de un país, del mundo, y el hecho artístico u obra de arte, es generada por este hombre-artista, que viene a ser hombre-social, el cual parte de un pueblo, de un país, del mundo.
Las teorías escritas sobre las expresividades artísticas son y serán siempre las sentencias y las argumentaciones que culturalmente son formuladas como aspectos que enriquecen a la misma expresión y a sus designaciones. Estas son acciones del que las generan y crean según su condición, y de su conveniente cualidad o carácter de lograr enriquecer esta expresión.
Es sumamente cierto que las ideas por si sola no puede realizar nada según decía, K. Mark y F. Engel pero, si la idea y su acción. ¿Qué seria del artista sin sus propias ideas?,…, sin sus ideas de expresión basadas en su conocimiento. Las ideas se sustenta por la misma acción del quien la genere.
Meditar sobre las asignaciones artísticas se hace ineludible para poder lograr dar a las ideas su respectiva acción. Los rasgos que nos involucren en la misma libertad de esta idea, y su acción, en cuanto, a los procesos de la misma cultura social, gravita en si misma como idea y acción. Posiblemente hay que creer en los tratados estéticos ya establecidos de una manera forzada de lograrlos.
Entender o posiblemente seria un error hacerlo,…, verdaderamente pensamos que si se hace necesario dar las explicaciones que las sociedades se merecen en sus propias culturas, en sus propias ideas para así concebir la identidad de la propia sociedad y sus formaciones creativas.
Todas las ideas permiten una racionalización de la misma expresión artística. Posiblemente estas ideas puedan verse como una intención personal que tiende a dar los argumentos convenientes para poder justificar lo que se hace. Realmente las ideas artísticas son las necesidades para justificar no la creación mas si la idea misma, esto como parámetro que pueda ser manejado por el artista, para así dar respuestas a sus propias ideas, dando un proceso cultural extraído de la sociedad y absorbiendo los aspectos que esta sociedad pueda nutrirle en sus propias ideas, esto así, logrando involucrar a la sociedad como idea cultural de la misma forma de percibir los argumentos dispuestos.
Toda teoría lleva conjuntamente una práctica del pensamiento, esta concibe las ideas que deben de generar rasgos expresivos que de los reflejos sensoriales de la conciencia creativa. Los fundamentos expresivos artísticos tienden a dar las respuestas inherentes a esta creación que es influenciada por la misma idea. La verdadera esencia creativa pertenece a sus propios estímulos, de cómo la creación artística es asumida por el hombre-artista, el que define sus propios aspectos creativos, es decir, la creación misma es copia fiel de su concepción, en los aspectos que se recoge de las mismas representaciones, estas parten de los términos estéticos que han sido asimilados y extraídos de la cultura inherente a una sociedad que influye nuestro sentir expresivo. Es la finalidad misma de los propios ideales sometidos a los aspectos internos de cada sentir creador, a su medio de vida humana cultural-social.
La tradicionalidad de la obra de arte pertenece a las historias dejadas por el hombre que la ha vivido, dando a esta tradicionalidad los aspectos habituales del mismo arte en su aspecto universal.
Las expresiones artísticas no pueden seguir estructuradas como argumentos que la universalidad expresiva siempre nos narra y que las hace inasequibles a la cultura social de los pueblos. La tradicionalidad que esta universalidad estanca y somete a los individuos la hace enmudecer en sus propios postulados elistescos, en su compresión para poderlas entender. Las ideas expresivas deben de ser explicadas y mostradas en todos sus horizontes culturales, esto sin excepción.
Se debe permitir nuevas argumentaciones e ideas expresivas que las puedan enriquecer aun más, sin ninguna reserva en su propia difusión. El sujeto creador debe mostrar todas sus argumentaciones conceptuales e ideas mas allá del mismo hecho o resultado creado, debe sacar a la superficie lo que se genera en el fondo de la misma creación artística. La generación de nuevos parámetros o argumentos expresivos, reales o irreales, deben de ser los verdaderos riesgos de la misma, y mostrarlos son las maneras más viables de lograr que toda la sociedad tenga acceso a ella. Los conocimientos que le permita comprender e involucrar a estos aspectos artísticos, logran proporcionar los testimonios que la sociedad y el sujeto creador provee como aportes culturales de ellos mismos y para si mismo.
La cultura de los pueblos es parte y consecuencia de si misma, y los ideales son generados por esta cultura, nutriendo a la sociedad de sus propios ideales. El estado es la sustentación de esta sociedad y sus ideales culturales. Las bases para lograr sustentar la productividad de esta sociedad en sus argumentos culturales son los aportes éticos-morales que el estado pueda sustentar. El interés es dominar y manipular este estado para así lograr implantar sus propios intereses culturales, que en gran parte son alienaciones de otras culturas y esto repercute en la sociedad misma. Las falsedades que nos lleva a una anticultura que es relativa.
Los argumentos ideológicos de la expresividad artística deben ofrecer las precisiones que logre sustentar la incorporación del núcleo social referido a su cultura, y el estado, debe procurar los soportes para que esta creación tenga una dirección que ubique los resultados creativos en los procesos del mismo entendimiento expresivo de la creación. El estado debe abrirse a las exigencias de la propia universalidad del mismo conocimiento creativo de expresión, permitiendo que el generador de esta creación pueda lograr la difusión y enseñanza de sus ideales, en todo el colectivo social de la misma cultura.
La capacidad del estado como representación de la sociedad, determina las evoluciones culturales que involucra a esta sociedad con el mismo hecho creador, dando todos los iniciales argumentos que puedan reflejar la misma idea creativa para su propia compresión y su verdadero conocimiento.
La obra de arte es un producto que la sociedad concibe mediante los desarrollos culturales que influyen en el productor de esta obra y que este genera, fundamenta para el enriquecimiento de la misma cultura social. Existen los términos que nos destacan al estado como soporte de una realidad social, y esta realidad según a los soportes que de este estado, podrá generar argumentos culturales que el artista pueda utilizar como elemento de interpretación artística, el cual es intrínsico en su propia inclusión cultural. Esto surge en las etapas evolutivas de la cultura-social. Los inicios de los argumentos expresivos, la inclusión del creador en su propia concepción e influencia cultural, y el estado como soporte de la misma cultura-social, tienden a realzar las cadenas ideológicas con respecto a su propia compresión en sus propios argumentos, los cuales se generan en la misma obra. El estado debe ser generador de la misma cultura, y este estado a su vez, debe ser generado por la sociedad y sus propios argumentos culturales, dando los desarrollos que determinen al propio estado, este como soporte de la misma sociedad en su cultura perceptiva.
El estado será la sociedad misma, ella debe dar los parámetros culturales que este estado debe seguir y acatar. El artista es parte o pertenece a esta sociedad, por ende es el resultado de la sociedad y su propia cultura. Es por ello que sus ideales creativos son los reflejos de si, y a la vez, de la misma sociedad, y el estado, es base sustentador de los legados creativos del artista, por ser este, un intérprete de la sociedad y su cultura.
Los antagonismos y los intereses culturales ajenos a la sociedad dan las debilidades del mismo estado, esto debido a su propia falsificación de la verdadera identidad cultural perse, la de los pueblos, dando como resultado que el estado sea una falsificación de la verdadera condición cultural de la sociedad. Para que esto no ocurra, el poder del estado debe sustentar y permitir las bases ideológicas de la misma cultura, la cual es definida por la propia sociedad, y el artista, parte de esta sociedad dando las interpretaciones que esta sociedad permite en su cultura.
Los rasgos de las ideologías culturales nacen de las doctrinas educativas de los pueblos, de la sociedad misma. Esta cultura y su ideología pertenecen a las atenciones que el estado tenga de la educación, la que le pueda facilitar a su sociedad. El mandato de los pueblos nace de su propia sociedad y esta debe aplicar los procedimientos propios de su ideología cultural para brindar esta educación, nutriendo esta cultura en los ideales educacionales que la misma sociedad requiera.
Los sentidos educativos pertenecen y son inherentes al estado, como generador de los rasgos ideológicos de los sentidos educativos, y son ideológicamente determinante a las asignaciones de la sociedad y su cultura, como patrones que interviene en el fortalecimiento de la cultura social y del estado.
La eliminación de la participación de lo externo a la cultura “real” de una sociedad determinada, tiende a las separaciones de todos los efectos que la anticultura nos transmite, y nos permite a la vez, dar las articulaciones que elimina la antisociedad, la cual, tiende a involucrarse en nuestros paradigmas culturales-sociales.
Las conexiones en lo referente a las inclusiones expresivas en las líneas sociales, plantean los desarrollos que nos permiten todas las fuerzas de la producción esencial, la que esta expresividad absorbe de nuestras propias ideologías filosóficas en la expresión. Esto tiende a dirigir las sastifaciones que la creación brinda a su contexto de influencia social, enriqueciendo las maneras de percibir la creación de la obra de arte.
Las dialécticas artísticas fluyen mediante a la propia manera de percibir el arte. Las organizaciones culturales deben desarrollar sus propias conciencias del mismo hecho creador, con rasgos a los propios ideales culturales, y a las ideas de cómo el artista los argumenta, la define, la afirme y la crea, dando los resultados que deben incluirse en su propia producción. Esto lograra generar los campos que permita fundir a la sociedad en sus propios criterios culturales. La socialización cultural da los recursos para su propia difusión y concesión.
El artista parte de esa socialización cultural, el da la existencia de su propia individualidad, de las ideologías culturales de una sociedad que logre interpretar, dando un resultado expresivo artístico acorde al mundo que le rodea y a su propio mundo creativo, que se nutre de las realidades reales y de las aparentes. El artista debe lograr las mezclas internas-externas de su propia percepción, concibiendo las fuerzas que genere las atribuciones que se equilibre con los acoplamientos de todos los sectores sociales y sus formas o maneras de absorber la misma creación, lo argumentado por el artista.
La libertad en las riquezas culturales expresivas de la obra de arte, nace de los terrenos sociales del hombre que socializa en su determinado medio de conexiones humanas. Estos intercambios humanos culturales dan los controles que emergen como comunes rasgos de la naturaleza humana de participación colectiva en la interpretación.
Existe en el artista la necesidad de una expresión de su propia interioridad, de sus propias ideas y concepciones artísticas, a la vez, esta necesidad nace de los impulsos que le permite convertir sus propias ideas en un hecho expresivo creativo. Es por ello que lo asumido en su propia expresividad permite la conceptualizacion de sus necesidades creativas relacionándola con la propia cultura humana.
Los aspectos artísticos parten de los logros que define a los “estilos” del grupo social, donde se sumerge. Todo nace de la necesidad de lograr manifestar las expresiones de las ideas. Los movimientos sociales tienden a manifestar sus sentimientos ideológicos como una resistencia social-cultural.
Las pasiones que parte del alma de la creación artística, en muchos de sus aspectos, es germen de la propia rebeldía del autor y de su sociedad, canalizando las causas justas y luchas de los propios pueblos. La libertad artística debe permitir los cambios expresivos que pueda penetrar en el mismo universo de la creación. El arte es universal, pero cada cultura designa su propia universalidad de creación y concepción de la obra de arte.
Reconocer que existe una voz que parte y nace del pueblo, de la universalidad social de su propia designación cultural, permite las aclaraciones de sus verdaderas divulgaciones e interpretaciones, tomando como aspecto, el lograr mostrar sus designaciones mediante los procesos que permita su concepción, como un modelo que de los fundamentos esenciales del mensaje de los pueblos, y que designa sus ideologías culturales en su propia expresión artística. Esto el artista debería saberlo y extraerlo para luego mostrarlo.
Crear la historia del arte es poder argumentar la propia filosofía del mismo arte, que siempre se ha considerado como la ideología del propio pensamiento. El pensamiento ideológico artístico siempre ha sido influenciado por el propio pensamiento aparecido desde que el primitivismo ideológico dio los primeros rasgos para transformar los ideales, aquellos que esclavizan los comportamientos de las clases. Se han permitido las perezas para elegir sus propios gustos, los que están basados en el dominio de la producción de valores inherentes a sus propios dominios espirituales, trastocados por el afán de su único y exclusivo fin, el dominio de la sociedad y su cultura…
Todo comienza en el mismo primitivismo de la idea filosófica del arte. La esencia ideológica filosófica se convierte en el dominio de este primitivismo, siendo la clase que domina el pensamiento, las herramientas económicas para difundirlas, siendo la voz que domina en el propio pensamiento filosófico y su difusión en los medios de comunicación.
Todos los rasgos que complemente a las ideas caracterizadas por el conocimiento, pertenecen a su dualismo, el que el narra, lo que se comprende del ser, su pensamiento. La naturaleza corresponde al espíritu que permite las consecuencias de la capacidad que la describe para así observar las ideas mismas en su consecuencia descriptiva.
La misma descripción de los hechos artísticos y las clases sociales que las describen en su incomprensión, en la misma producción social, se convierte en una descripción que se convierte en una producción de mercancías artísticas. Su impresión se sesga en los resultados de la mercancía a producir como arte. Las relaciones de la producción artísticas son creadas por el común de los valores de su uso y de su gozo, ello también es común. Los hombres sociales que dominan la producción y sus medidas interpretativas permiten las fuerzas naturales de su propia concepción e interpretación, como los dominios de su propio destino creativo e interpretativo.
Toda idea debe ser simple y clara en su interpretación filosófica. Los conflictos que se generen en los intereses intelectuales de todas las individualidades, en lo colectivo artístico, tiende a la oposición de las profundidades entre el dominio del hecho artístico y del aspecto social-cultural.
Todos los misterios colectivos de creación comercial son basados en la complacencia de los aspectos mercantiles que permiten su único rumbo artístico, y por ende, al dominio de los esquemas socio-culturales. Las obras artísticas se transforman en una producción mercantil complaciente al pensamiento que la adquiere. Estos sentimientos extra artísticos comienzan a contener sus libres caprichos de designación para la creación artística. El arte se subyuga a las fuerzas de complacencias del quien la desee como un mero hecho de tener criterio artísticos en su manejo… Mezquina designación se le ha dado a la expresión artística y su obtención. Son los demonios que se redesignan a los orígenes de la sociedad que posee el total dominio, esto hacia la cultura de los hechos artísticos.
Los artistas son productores que consumen su propio producto expresivo y en su concepción. El artista permite disponer los cambios que la expresión artística recibe espontáneamente al dominio del producto de su pensamiento. El artista desde ese momento pierde la productividad del mismo hecho a producir y designa las ideas en la propia concepción de estas ideas, omitiendo la producción como un aspecto complaciente de un grupo,…, bueno,…, ¿así debería ser?,…, pero,…, ya sin saber en lo que pueda convertirse como generador de legados culturales. Se somete a una necesidad mercantil de sobré vivencia, es allí su prostitución artística de creación. Ya no se permite una creación de sus ideales sino que hace posible que se convierta la misma en un producto explotable para su propia explotación y para la esclavitud de su convicción. Lo que se produce domina al ideal por consecuencia del mercado. En la producción del ideal artístico no se alcanza en el fin de lo que se persigue por el que lo genera, ella es lo que aquellos quieren que sean para lo que se trabaja como resultado mercantil del artista mismo. Se somete a las fuerzas productivas de los ideales externos a el. El artista propone pero realmente su poder esta en complacer a un grupo social que dispone que es mas superior que sus propios ideales, no se pertenece a si mismo.
El individuo con características artísticas en la parte de poderla concebir y crear, produce su autonomía creativa y en su particular descripción en el logro creativo. La individualidad se incorpora en su proceso de creación relacionándolo con lo social de la producción cultural. El pertenece a los instrumentos inconcientes de los resultados de su propio trabajo creativo, el cual pertenece a la parte consumista de los grupos sociales que lo necesitan para sus propios estatus sociales.
Los rasgos en donde el pensamiento creativo constituye la concepción del mundo a designar en el ideal artístico, se complementa con la vaga formación de los procesos, en la posibilidad de someter sus ideales a los estudios personales de las identidades culturales artísticas.
La esencia original del arte alcanzaba a los hechos originales de todas aquellas destrezas y habilidades que se necesitaba para así crear, elaborar o ejecutar mediante una actuación que percibía cualquier actividad. Las comunidades de los inicios primitivistas estaban sometidos a las reacciones de la propia naturaleza social, y a los grados superiores del dominio socio-cultural establecido. El conocimiento enunciado nos indica así que el arte era todo,…, tanto las actividades comunes de realización para sastifacer una necesidad utilitaria material o que diera un realce espiritual del mismo conocimiento. Posteriormente se separo a los aspectos artísticos del arte dando los caracteres de producción de objetos con utilidad, designándolos como oficio cotidiano. De todo los aspectos enunciados nace hoy en día el oficio profesional con características creativas, de los individuos que ejecuta según su oficio, dando un significado de precisión artesanal, y los consiguientes aspectos que los designa según su perfección manual, dando los hechos que se refiere y que están realizando con arte por motivo de la misma perfección designada.
El arte en si,…, pertenece a las designaciones que se ramifica en diversas artes, obteniendo un sub-grupo denominadas “bellas artes”, diciendo así, a todas aquellas que posee una finalidad de estética, que comprende, las designaciones que la definen como belleza y que la misma ejerce o la define por la subjetividad del quien la realiza y la interpreta.
El sujeto creador siempre sea a dado la tarea de poder lograr comunicar, mostrar sus ideas. El artista consagra su percepción intima a la interpretación de la imagen como un aspecto de su propia interpretación. Esto lo podemos observar desde el hombre primitivo o las comunidades prehistóricas cuando aun no poseían criterios de la escritura.
En estos primeros periodos primitivos o prehistóricos la forma o maneras a utilizar eran de carácter grafico, manejando técnicas rudimentarias que las describían. Estas descripciones nos permiten indagar en el conocimiento, en todos los caracteres manejados por el que lo gestionó, tomando todas las compresiones de su pensamiento.
Las imágenes poseen un lenguaje determinado por su propio significado, y su potencialidad es parten del conocimiento, del que lo interpreta y maneja, dando así la comunicación que se quiere establecer. Los principios de la comunicación tienden a producirse por la necesidad de permitir la propia declaración de las ideas a expresar, la que le permite al emisor de esta comunicación, basarse en la necesidad de decir o expresar algo. Los mensajes emitidos por este emisor poseen un contenido, se genera por los contenidos que este emisor interpreta y transmite, estableciendo unas series de códigos que nacen de los arquetipos o modelos conocidos por el propio emisor, y que interpreta según a su propia codificación de este arquetipo inicial. Estos códigos, en algunos de los casos, pueden ser conocido o comprendido por quien recibe el mensaje, esto según a sus posibilidades interpretativas de los signos dispuestos. Esta interpretación se genera mediante las posibles vías de transmisión o medio que permite esta transmisión. El que recibe o percibe, al que llamamos receptor, tendrá que permitir que el contexto que produce la comunicación haga su papel comunicaciónal y el receptor mediante este contexto poderlo codificar. Las intensiones que el emisor transmite como un mensaje será su propia idea interpretativa en los arquetipos recogidos, interpretados y recibidos, esto por el que descifra el contexto según su propia percepción.
Los significados de la percepción establece un dialogo entre la parte que ejecuta y el que se encarga de describirla, esto como un agente pasivo en la ejecución inicial de creación artística. Este receptor rompe con la pasividad cuando se permite la contemplación de lo expresado por el que expresa. El receptor pasa de un plano pasivo de recibir a un estado activo de descifrar, describir cada entorno, el que significa la expresión, permitiendo una retroalimentación del propio contenido expresado, que se convierte en su propio emisor, de la propia interpretación, es decir: El receptor parte de un estado receptivo que trata de codificar los códigos que se han transmitido, y su interpretación, permite que la expresividad converja en su propia emisión, la del receptor, como aceptador del mensaje. Genera la emisión continua de su propia interpretación y de su propia idea interpretativa como una asimilación de su propio entorno, de su interpretación arquetípica.
Todos poseemos capacidad para emitir un mensaje, cualquiera que este sea. Posiblemente el creador busca más allá de la propia transmisión de este mensaje pero, su verdadera condición es permitir que este mensaje nazca de los argumentos filosóficos de su propia expresión e interpretación, de los modelos o moldes arquetípicos que le da las designaciones de su verdadero significado metafísico.
Los planteamientos de las expresiones, que son codificadas mediante la percepción, deben argumentar los “reales” valores de la asimilación fenomenomenica del mismo significado en cuestión, dando expresiones relativas o aparentes, de las realidades que se designan y transmiten. Las interpretaciones de cada tema expresivos, nacen de las designaciones comunes que las designan en el tiempo-espacio de la propia designación topológica, y con los argumentos arquetípicos que nos designa el tiempo-espacio de las supuestas interpretaciones expresivas, que se transmitan e interpreten. La obra de arte permite la información sugerida por el conocimiento científico, de la interpretación y su conceptualizacion. Las características técnicas asumidas dan los valores a designar según a su verdaderas y reales características.
Los códigos del arte pertenecen a cada unas de sus propias disciplinas, esto de acuerdo a los contenidos que les pertenecen, y a los distintos niveles de los géneros que le designe. Los datos transmitidos en el mensaje artístico se toman de manera formal, y descriptivamente en su aplicación, denota lo representado en la expresión y su propia imagen. Toda interpretación connota lo que constituye la imagen en si, interpreta los significados para así lograr ser comprendidos en la comunicación. Es allí la fase pedagógica de cada época que expresa en su imagen cultural, y que se fundamenta en las lecturas de las estructuras expresivas y su propia designación del lenguaje que se representa y utiliza en la expresión.
El significado se conoce por el simbolismo que se utilice, este simbolismo nace de los moldes arquetípicos culturales del entorno que lo significa como su propio argumento.
Las imágenes expresadas dan los significados expresivos de las ideas del quien ejecuta, dando los distintos significados de la primigenia codificación ejecutoria e interpretativa.
Toda descodificación simbólica da las claves de la interpretación inicial expresada, da los resultados iniciales de interpretación. Las designaciones que el mensaje permite en la misma emisión de si misma, se codifican por los elementos comunes que la designa, en el aprovechamiento de la experiencia constituida por las ideas de lo que se comunica, y su conocimiento, que le ha precedido en su inicial designación del mismo mensaje, su signo a interpretar.
La materia del mensaje en sus códigos topológicos, el sujeto del mensaje en sus códigos topológicos, las identificaciones de los rasgos de la expresión, la descripción en lo que denota en su lectura interpretativa, y la connotación del tema, la expresión y su contexto sociocultural, la estructura expresiva en lo formal, las decodificaciones de los aspectos simbólicos, la propia percepción y por consiguiente la lectura funcional que permite la comunicación, y por ultimo, los arquetipos que nos da las referencia en la propia idea y su conocimiento, permite a priori los conceptos a emitir en las ideas… Todo esto nos da las síntesis que permite la interpretación visual en las necesidades perceptivas del propio conocimiento, y su codificación en los contextos de su función explicativa, la que permite que el mensaje tenga una significación en su propio significado y en sus posibles significaciones posteriores: Idea que se quiere comunicar, resultado esperado o no esperado pero con sentido perceptivo, que ambiciona elementos expresivos con sus funciones perceptivas e interpretativa…
Procederemos a explicar: Las lecturas que nos permite denotar y describir en los aspectos de la descripción de la propia figura, dando las descripciones de los actos en cada situación. El observador con respecto a lo percibido, y la descripción de la observación en la recepción del mensaje, nos permite enunciar las construcciones de la expresividad que se interpreta, y la observación de la misma descripción expresada. Lo que connota es la situación expresada y su entorno histórico socio-cultura. Esta connotación ubica los símbolos descriptos expresados en su propia realidad circundante, pertenece a la realidad circundante. Pertenece a la simbología de la imagen y su signo corporal. Conceptualiza cada instante en el espacio y en cada instante del espacio-tiempo perceptivo y expresado, según sus mitos, realidades y fundamentos metafísicos, filosóficos e ideológicos.
Las estructuras de la expresión pertenecen al espacio corporal de la obra y los hechos que dan los objetos en su estudio primordial de la comunicación. La disposición en la figura como soporte expresivo y perceptivo, las técnicas o efectos ejecutorios-corpóreos en su interpretación, las tendencias gestuales de comunicación y las corporales, permiten la percepción en la realización del espacio y su tiempo, esto como unidad que las condensa en su propia estructura expresiva.
El mensaje nace de las funciones de la comunicación, en la información de lo que se expresa, y, de la notificación del significado como su propio concepto en el mensaje asumido, que parte de las ideas, dando las referencias de los modelos arquetípicos que se compara con la obra y sus armonías interpretativas expresivas. Los centros motores de las referencias del mensaje, son los modelos a implantar o asumir.
Las iconografías con alegorías en la imagen en sus temas que se describe, buscan las posibles relaciones de la figura con el objeto representado. Las alegorías pertenecen a las imágenes como un planteamiento de su representación de difícil interpretación. Las personificaciones conceptuales de la imagen pertenecen a las alegorías del signo que representa, lo que se expresa, y, la codificación signica de los mismos arquetipos.
Los contenidos se permiten las metodologías de la representación dispuestas en estas alegorías interpretadas como imágenes. Los objetos alegóricos representados sienten las expresiones y son influenciadas por los sentimientos e ideas expresivas que se expresa, del que percibe e interpreta como agente pasivo de la ejecución. El equilibrio simbólico permite las equivalencias de su valor intrínseco. Son las identificaciones del contexto espacio-tiempo que se dispone en el mismo hecho creativo.
El contenido de la creación pertenece a la instauración de su ideal hallazgo de comunicación. Las alegorías se traducen por lo que se considera expresivo en la misma concepción artística, dando representaciones en los códigos asignados de su sustancia ejecutoria e interpretativa. Las imágenes es la parte de la expresión que personaliza a la creación, dando las codificaciones de las figuras que posiblemente sean códigos conocidos o quizás no.
El arte puede ser un instrumento que pretenda divulgar las enseñanzas de las percepciones culturales sociales de las designaciones artísticas. Las imágenes conducen a la propia identificación de su propia esencia comunicaciónal. Los sistemas de signos constituyen su identificación iconográfica de variable magnitud connotativa que designa lo expresado. Las figuras, los objetos, los gestos, los caracteres simbólicos, son signos que llaman a los atributos personales de cada significación. La adaptación signica permite lo genérico de sus atributos y la existencia contextual de su interpretación.
Los signos nos orientan hacia las aclaraciones de las personalidades del mensaje expresivo y su contexto, de los diálogos corrientes que se dan en la comunicación. Los iconográficos y sus propios atributos representan sus propios resultados representados. Los atributos y significados del contexto artístico visual o no, crea sus propios atributo significativos, según sea el caso expresado. Las imágenes son los compendios de diferentes signos que permite comunicar el valor simbólico de lo que representa su propia iconografía. Las actitudes formales parten de todos estos argumentos, y su función recogida desde el desarrollo socio-cultural que la envuelve dando así su poder en la misma forma.
Observando se percibe lo expresado, y la inagotable representación artística encuentra en su universo la expresión singular de la forma.
En toda la historia de la creación artística, y aquí tendría que decir, en todos sus argumentos expresivos y perceptivos, encontramos los contenidos mas variados de su representación. Todo se plantea en su ordenamiento que le otorga categorías en si misma, esto según los géneros que le permite la propia contemplación. Imágenes representando escenas expresivas sujetas y relacionadas al entorno socio-cultural, dando así los hechos característicos de las sociedades y culturas que se destinan en la difusión de la creación expresiva y su contenido. El significado simbólico pertenece a las alegorías que puedan designar la figura y su propio fundamento descriptivo.
La Expresión y la Percepción Comunicaciónal
El conocimiento; un código expresivo.
Los códigos se describen según las ideas, y estas ideas, se basan en la misma filosofía ideológica del conocimiento que la describe. Códigos y sub-códigos que el fin es la expresión y el conocimiento de la idea a reflejar en el mensaje.
Interpretar, comprender los mensajes expresivos parte de los códigos encontrados en el aprendizaje. Las referencias arquetípicas en si, en la estructura que el observador tiende a percibir, es igual, a los diferentes aspectos de la realidades percibidas, y esto, poseen los estímulos del observador. El artista en su común estimulo visual de los mecanismos que lo precede.
El artista en su particularidad, en su propia expectativa expresiva y descriptiva del mensaje a designar, da las instrucciones hacia los elementos que se le asignan en la propia esencia en si misma, para así permitir recrear las imágenes de las posibles realidades asumidas. Los valores en sus elementos y en otros ajenos al mensaje mismo, contribuyen en el desarrollo de las capacidades de las lecturas de lo observado. Así empieza los hechos a lograr descifrar. Percibir la imagen es visualizar su propio fenómeno expresivo, y según como la mente descifre proclamamos lo que vemos en la memorización de su concepción.
Recogemos sensorialmente lo que nos aguza los sentidos y esta visualización nos permite la información para poderla descifrar. La manera de ver permite los fenómenos mentales de interpretación; generalmente lo que observamos da la misma fijación de los códigos recogidos de lo que se percibe. La visión parte de los estímulos recogidos por la vista y ellos toman las nociones emitidas por la imagen que son generadas. Las voluntades en su esencia de querer hacer la visualización de la obra de arte como un patrón artístico, se origina a través de las informaciones recogidas en el análisis interpretativo, donde el cerebro tiende a codificar y ordenar la compresión de la información recogida por estas voluntades, en la cual, la memoria tiende a asociar la imagen y la interpretación da la codificación en si.
Toda estructura perceptiva basadas en los modelos iniciales de interpretación, y los arquetipos que tiende a dar la expresión inicial, convierte las estructuras iniciales de estos modelos o moldes como un sentido de comunicación visual, es decir, da los lenguajes que intervienen en los datos iniciales. La percepción permite interpretar, y su codificación con las mismas estructuras humanas da sensaciones y leyes naturales de modos, estructuras de vidas cotidianas, dan a las respectivas leyes de connotación, denotación y de profundización emotivas expresivas valores en si.
De todos los enunciados descritos hasta aquí el conocimiento de las principales leyes que la regulan en su designación científica, son las aplicabilidad que se generan en la percepción visual y en los contenidos programáticos de la expresividad y su profundización, esto permite los elementos que se utilizan en los recursos que produce la expresividad, en los hechos artísticos o en su fundamentacion.
La forma en su propio contenido, el espacio y su tiempo expresivo, la línea y su generación expresiva, el color y la luz con sus claroscuros, permiten las relaciones de descripción de los fenómenos del mensaje que se percibe y que se describe.
La finalidad de permitir la comunicación de la experiencia visual-ejecutoria de la obra, y el artista contando con su época y con su propia estructura que se reconoce, según las leyes que le permite percibir, dan las lecturas de estas relaciones. Las lecturas en su superestructura tienden a su cultura simbólica en todos los códigos que se describen en la introducción de los elementos dispuestos, complejos o no.
Estereotipos que son Imágenes.
Los estereotipos definen las imágenes que se crean; la expresividad de los mismos se pierde en su origen. Estos estereotipos permiten la rápida interpretación de las ideas expresivas en el conocimiento de percepción.
Las tendencias estereotipadas en el mensaje expresivo definen las emociones y las conceptualizaciones de las propiedades en la interpretación del mensaje. Los estereotipos son tratados por el artista para superar la interpretación del mensaje en sus complejidades que es intrínseca a el. Nuestra percepción posee leyes en los aspectos de observación y captación visual, reaccionan a los estímulos, codificando las formas de cada imagen en su subjetividad expresiva.
No todos sentimos ni observamos igual, ya esto ha sido explicado anteriormente. La subjetividad parte del individuo en su propio aprendizaje. Los cromas que se pueden percibir en la expresión y en la misma parte ejecutante de estos enunciados, se organizan en un instante y en un momento según lo que percibimos. La mente sigue reglas que nos condicionan en las posiciones requeridas por nosotros en las expresiones y sus imágenes…
Expliquemos:
Hay leyes que rigen a la percepción visual que condicionan al observador y al propio artista. Esto es debido a las partes que las aproximan en su propio conjunto expresivo, entran en el campo de la visualización que tiende a la percepción, esto en conjuntos de unidades perceptivas que los agrupan. Se perciben las proximidades de las formas y las figuras; esto subsisten en el dialogo abierto de las longitudes de ondas perceptivas que las designan.
Las igualdades que asumen la percepción, en conjunto con el mensaje, nos refiere hacia los elementos semejantes que igualan o asemejan en la maneras que describen y perciben, a igual carácter, todos los conjuntos de códigos que se designan como un sentido semejante, esto en todos los puntos que le permitan la continuidades en sus conjuntos de señales que se disponen unos con otros, en una determinada aplicación, de todas sus direcciones del mismo mensaje. La determinación continua de su estructura del mensaje determina la dirección de los motivos de cada código y sus propias formas que se complementan en las leyes de las figuras y su propia forma.
Observando las funciones de la proyección visual tratamos de designar las producciones particulares de la misma forma y su designación conceptual, para así describir los signos de cada imagen dispuesta. La existencia del objeto creado es parte natural de la creación, se presenta como la autonomía conceptual de la idea y sus diferentes partes.
Las directrices que se compaginan con la manera y las formas de lograr encaminar el entendimiento de la creación artística, nunca podrá erradicar la misma creación. Las erradicaciones en los basamentos artísticos generan la misma negación de los hechos que son generados. Esta negación, sin embargo, pertenece a las mismas designaciones de lograr permitir los cambios expresivos que permitan las maneras de lograr buscar sugerencias expresivas que nos amplíen la percepción y la ejecución expresiva.
Las visiones de los objetos o de los momentos expresivos, tienden a un origen que contengan los mensajes en la percepción sin importar su verdadero mensaje. El mensaje podría no contener ninguna finalidad sino en si misma como un mero hecho expresivo, que denota un tiempo y un espacio. Para entrenar estos entendimientos hay que justificar los fines sin causas de la misma expresión y de la percepción. Las capacidades de análisis complementan un hecho sin fin, sin un verdadero significado de la idea como un fenómeno de una posible “realidad” o de una “realidad” de lo real de las cosas. Las “realidades” de lo “real” en la expresión puede a su vez ser solo lo que se hace como un simple aspecto de hacerlo por hacer. El hecho expresivo y perceptivo también es verdadero por el simple hecho de expresar un mensaje que implícitamente no contemple un mensaje en si. La metafísica del mensaje es solo expresar un aspecto de hacerlo con el fin de su percepción, sin una verdadera interpretación del mensaje, y solo el fin del mensaje es el mensaje mismo en si mismo por si mismo.
Los ignorados argumentos de la investigación artística, son ventajosos para las ciencias naturales que se han practicado, ya desde el inicio de algunos períodos, en donde participa la idéntica concepción teórica del conocimiento a expresar en los aspectos artísticos. El artista debe fundamentar, prever todos los fenómenos de la misma concepción e interpretación en sus definiciones, esto que permitan las conexiones de la seguridad de lograr dar los resultados a obtener en la expresividad.
Toda idea se limita por la experiencia perceptiva y expresiva que se posee. Los acontecimientos que generan nuestras ideas, aunque pequeños que sean, regulan los acontecimientos futuros de los encuentros que se dan fortuitamente en el mismo saber.
Las leyes naturales se permiten expresar las causalidades de los fenómenos expresivos y perceptivos, son las atribuciones del mismo carácter que universaliza la necesaria designación que tiende a superar la misma experiencia. La casualidad consiste en las búsquedas de las explicaciones para los procedimientos a realizar.
Con la experiencia surgen las ideas, esto como fuente de comprensión a describir. La “lógica” nace de los pensamientos particulares del mismo saber y del ser expresivo, la real idea del mundo expresivo. Las deducciones en sus verdaderas esencias expresivas y perceptivas, universalizan todos los conocimientos que se puedan racionalizar, para convertir la idea en una filosofía ideológica del conocimiento artístico.
Los progresos del saber en las ideas que nos describen la expresividad a partir de las innumerables tesis que las contienen, surgen en la lógica o ilógica del mismo pensamiento descriptivo, de lo que debe ser real en el propio mundo expresivo y perceptivo. La esencialidad de las racionalidades que se establecen con la ayuda de las deducciones, del verdadero conocimiento, y de lo que le concierne en lo infinito de la propia designación artística, que se influencia por la crítica pura de la racionalidad o irracionalidad designada, se convierte en las designaciones filosóficas del conocimiento en cuestión. Lo que es posible que se tenga como conocimiento en las validaciones que universalmente se estén asignando como seguro en los teoremas de los principios que complementan los cambios que se asignan, en sus causas expresiva e interpretativa. No es generalmente la verdad absoluta de lo que se define como verdad...
Toda experiencia es basada por el ideal adquirido, por el conocimiento que esta condicionado mediante la organización del pensamiento, que surge tanto por la organización interna del sentir espiritual y, por las impresiones que se reciben del exterior del mismo ser humano. Los elementos del conocimiento expresivo y perceptivo en su interpretación y ejecución, nacen de la experiencia de lo que se organiza en los términos generales del mismo saber. Las maneras puras de los aspectos intuitivos a ejecutar en su espacio y tiempo, son de comunes rasgos a todas las experiencias conceptuales del aprendizaje. Esto forman los conocimientos que deben ser delegados por las concepciones puras del entendimiento humano, y de su saber idealizado en las categorías, se forma por la parte de la casualidad indagatoria entre otras atribuciones a expresar.
Toda validez de lo universal artístico en sus formas puras, generan las intuiciones de los conceptos puros del mismo entendimiento artístico, en los hechos expresivos que provienen de las organizaciones de lo espiritual.
El mundo artístico ofrece a nuestros sentidos los caracteres de las consecuentes fenomenológicas del espacio y su acción, en el tiempo que se permite en presencia de las entidades que los fenómenos guardan las cosas que se reúnen en el todo natural. Según la casualidad del medio expresivo perceptivo y las leyes naturales que las rigen. La intuición en su forma conceptual son los basamentos del conocimiento según el entendimiento que no contemplan un valor para las cosas que las definen, estos son en si mismo, agentes receptores del saber que le pueda representar con tan solo pensarlas. El solo pensar y su ideal conceptual en las partes investigativas que generan las opiniones, son las validez de la filosofía que contribuye a la importancia de toda teoría expresiva científica del conocimiento artístico. Esto es el ojo que significa diferentes vías de hallazgos en su principal medio, para responder a las preguntas emitidas en los procesos de realización y ejecución en la obra a expresar como arte.
Cabe preguntar:
¿El valor de todo conocimiento artístico parte de la experiencia?
¿Se puede lograr un verdadero medio de deducción artística que permita reconocer los conceptos que supere el mismo ideal artístico?
¿Tenemos que dar una crítica a la propia concepción artística en su propio esquema argumentativo?
Invalidar el racionalismo no aclara estas preguntas ni mucho menos las valida. Solo la negatividad es su argumento, que parte de un ideal basado en le experiencia, esto nos permite acceder a su real entendimiento, a la propia ciencia artística en sus fundamentos filosóficos e idealistas, de su proporcionada ideología de concebirla. Todo conocimiento accede a la propia experiencia, en la concepción conceptual que se quiere tener acerca del carácter de la idea y la razón de concebir el hecho creativo en sus rasgos expresivos y perceptivos. La razón pura del mundo artístico no pertenece solo a la incursión de las contradicciones, en las cuales, se permiten la espiritualidad del hecho artístico en si. Toda categoría esta sembrada en la aplicación del tema creativo, que permite la propia experiencia que aparece en las luchas que la oponen a sus propios sistemas filosóficos, en su metafísica y en su ciencia.
Todo cuestionamiento expresivo nace de los patrones racionalistas y materialistas de la filosofía que ilustra las demostraciones que dan las afirmaciones para poderlos describir. La propia voluntad no es un conocimiento que surge de la experiencia expresiva, esto debido a que nunca nos pretende mostrar las cosas que las sujetan en la sumisión de las normas y leyes de la naturaleza artística. Todo parte de las convicciones que les sean necesarias a la individualidad que siente las formas imperantes en las categorías de lo que debe de ser, lo que posee en los sentimientos de lograr el saber y el deber que actué conforme a los entes expresivos y perceptivos, esto de acuerdo a lograr la verdad incondicionalmente sin poseer las necesidades que las expliquen.
Las connotaciones del alma y la existencia de la expresión surgen de las propias percepciones, que nos dan las certezas de los tiempos que designe la palabra que connote al hecho expresado y percibido. Las ideas pertenecen a la crítica de la razón pura, que son planteadas como problema. Todo aclara las maneras de cómo introducir las teorías artísticas en su mundo y fenómeno.
En ningún momento se puede determinar la estricta causa que exige la constitución del espíritu creador. Es fundamental conseguir las cosas que en si nos permita recibir las significaciones del mensaje a expresar. El espacio y el tiempo que genera el mensaje pertenecen a sus categorías, en las libertades de las medidas que las originan, formando un mundo de fenómenos que permite realzar las contradicciones entre la necesidad causal de la naturaleza del mensaje y la convicción personalizada de la libertad, de lograr expresar y percibir. Estas concepciones corresponden a la perfección de los estados de la ciencia expresiva y del desarrollo del conocimiento artístico en las designaciones del mensaje.
Parte II
El Golpe
LA CRÍTICA AL ARTISTA ACTUAL Y SU ARTE.
Informe sobre el asesinato del creador
Ansiamos una sabiduría artística, una certeza posesiva de sí misma en su propio carácter, puedo decir, a lo omnipotente de si mismo. El arte se forma y el que lo genera se cree un dios del propio mundo artístico. ¡Incautación de si mismo son todos los miserables creadores que nacen de la falsedad injustificada de si mismo! El artista que es mula sórdida de su propia creación injustificable, o mejor dicho, que no puede explicar, esto en su primicia en analogía a las abstrusas conservadoras, no parte de su teología, o mejor dicho en el bien, pertenece a su propia doctrina que es bofetada trasera sin condición creativa, la escolástica del tropiezo, por que no decir, “la imperfección de su propio ser creador”. Son sus propios dioses, los del dios eterno de los practicantes de una condición plástica, ellos son representaciones de lo real de su propio universo, el propio espacio que el individuo creador se auto extermina por el hombre.
El artista consigue utilizar al arte para poder lograr crear en si mismo, esto es el asunto de su propio fin creativo, converge en sus propias necesidades creativas y de subsistencias económicas en contra del mismo arte. “A causa de que es preciso que el artista se entregue en ofrenda a sus necesidades económicas y que sucumba para que el arte caiga a los abismos de su propia necesidad, el como explicar, sucumba a una simple realización y que el resultado sea cualquier cosa”. Friedrich Nietzsche - El Anticristo.
Son los Santos Padres de su propia desesperanza, que han anhelado esta predestinación, esta fatalidad sin escrúpulos, acomodando lo omnipotente de su testadura convicción simplista de creación, en lo prodigioso que se requieren en la muerte, en el sacrificio de la propia naturaleza creativa y de la posesión de sus dogmas obsoletos. Igualmente, ¡lo exaltado de si mismo se reclama en su propia expiración en el mismo arte! Estos son contrarios a la propia realización de su justa medida. La ejecución presume un exterminio. El individuo creador se beneficia a desnucar a la creación artística, esto debido a su inclusión en los grupos llamados “artistas”.
Se advierte piadosamente la consumación del arte con sus adoraciones nefasta, de una cultura creativa sin ninguna necesidad, de poder lograr profundizar en su propio conocimiento. Se simbolizan las calamidades cósmicas de la propia creación. Aun es fácil mentir sin darse cuenta que es la mentira. El arte está muerto, ¡debido a que el propio artista lo ha asesinado!
Pertenecemos a una nueva era y aun no sabemos el por que pintamos, hablamos zoquetadas y decimos que la pintura habla por si misma. Decimos “somos artistas” y ni sabemos de como nuestro ombligo pertenece a la mitad de nuestro cuerpo,…, o quizás,…, ¿será nuestro cerebro?
Empiezan a nacer nuestros egos; es nuestra situación el tenerlo, poseer el verdadero “otro intelectual”… Cual es la demencia del hombre,…, su enemigo es en si mismo, su propia burrada,…, repugnante con él y con todas sus estupideces,…, sentado con conducta intelectual y educada. Vaya babada la de su categoría que solo llega a pura decencia hipócrita…
Todo es existencial. ¿Los hombres-artistas han pensado en su propia existencia, en su propia demencia desmesurada? Si los genios artísticos anhelaban a darse un rato de cordura creativa, a una interpretación de sus propios hechos creativos, el porque es que realmente lo vacuo de la creación existe en estos días, y decir demás, seria rebuznar en lo ya dicho. Poderosos se han formado en ellos, en sus mentiras y pantallearías.
No se exigen de ellos el ascetismo, la resignación, es decir, el aborrecimiento a la “posesión”; el resentimiento contra la “supervivencia” quizás será mío. Entonces, que quiero decir con respecto a estos hombres; el solo que han tenido que acometer las ideas creativas repitiéndose en sus propios hechos aterradores, disimulados, que los han llevado a su propia esclavitud, despojando lo que se había creado desde los impresionistas, lo mejor en ellos, un crimen de la propio noción artística. La ficción es su propio enemigo y su arma para exceder en el daño es la fase de la creación que nosotros mismos aceptamos, lo simple y trivial.
El artista se ha matado sin sentido a su propia creación, sin bases del propio conocimiento. Puras posturas del saber falso nos han regalado. Han cargado todos los actos a la única necesidad de hacer y hacer, pero sin embargo, es el demente el que habla y escribe aquí de estas confabulaciones, y, el más torpe de quien se trata pertenece a su sabiduría. Esta será la finalización de su última parte, cabalgando como un monje en sus ideas obsoletas.
Soy el asesinato de las ideas, simple incongruencia, quizás sigo siendo un creyente en mi ignorancia o un ateo lleno de sabidurías mundanas. Todo tendrá sentido en lo que llamamos omnipotente. Quizás un verdadero asesinato de dioses clandestinos de la propia sabiduría,…, ¡el entierro fatal!...
El arte no ha sido más que facha de una posición artística, una sugerencia de lo humano convertido en los sentidos de la divinidad. Esto será una realidad desmesurada, de muy bajo nivel existencial, de la evolución que desciende de nuestro propio ego. Es decir, de todo punto que nos permite mentir y dar falsas ideas, volviéndose historia en su promoción primitiva.
Desde un principio el arte y el artista han sido una degeneración de lo existente. Ellos dos, o más exactamente, la mentira y la verdad, pertenece a una realidad que se acepta por la propia mentira en si y de su propio ego. El arte da su invención y el artista permite los resentimientos que permite arrastrarse a las declaraciones de una falsa condición y vacua generación de ideas.
Cambió la especie creativa o se enloquecieron las musas, una familia de diabólica apuesta eminente. Unidad utópica, grotesca y feroz. Descubrimientos de los artistas que se sublevan al mercado ingrato que le exigen decorar sus ambientes, sus paredes como simples objetos, pero para vengarme escribo golpeando con las vejaciones y persecuciones con que me acostumbro a sonreír, que ya habían sufrido hasta los incautos. Ellos han aturdido y descompuesto los verdaderos espíritus de la creación, han puesto los impedimentos de los miles y cientos de millones de hombres que no caben en su contexto, que contienen los verdaderos hallazgos de sus descripciones artísticas creativas, y, esto es la verdadera expresión de su conceptualizacion.
Realmente e inclusive desde los puntos de vistas de la percepción expresiva plástica en estos días ha sido un fenómeno de decadencia. En sus puntos de partida tuvo una diabólica inteligencia. El creador contemporáneo toma la decoración como doctrina artística a seguir, y en proporción el medio crea sus propios padres santos, su propio San Pablo. Se sirven de las aventuras que su propio convencimiento le puede suministrar, la fe en si misma, de cristo en el calvario, para extender la noción de sus propios convencimientos, del pecado mortal y del creador maléfico.
El Impresionismo mostró realmente a los verdaderos artistas, allí convergen los verdaderos cerebros del arte. Los únicos Dioses auténticos que murieron en la cruz de sus verdaderas capacidades, verdaderamente la verdadera realidad artística los han premiado. Veamos el Renacimiento, y sin nombrar a todos los periodos que se han vivido en el arte, magnifica creaciones de Dioses verdaderos, sus presencias, su aliento, sus bríos, esto en estos tiempos se han perdido. Doble renuncia los de vuestros cristos. Este momento, el que vive el hombre-artista-creador murió para glorificarse en él y en su vaga creación, los hombres que mataron el intelecto y el pensamiento, y, que la mano de cada día lo asesinan de nuevo, lo han matado en si mismo.
Se poseen conmemorando a igual como la expiración del creador, en los términos de quizás adivinarla, y de inventar inmortalmente el presente sin pensar que están en sus propios dramas. Dioses de una realidad nefasta, un distintivo psicológico más allá de la época que le reclama sus dones verdaderos.
Sin tropiezo se creen porque están verdaderamente ciegos, sordos y mudos, adulterando todo antipatía, de una imperecedera inexperiencia. Ambicionan invalidar los recorridos entre la “verdad real” y la existencia recóndita de sus bajezas.
Florecen en fuertes asuntos mezquinos y superficiales, los que ellos asumen, es el daño del sujeto creador que investiga la relación hueca del individuo con la existencia del arte mismo. La voluntad de la potencia y el acto creador de descubrir los múltiples aspectos de la decadencia artística,…, es allí sus logros.
Los generadores de decoraciones, mal llamados artistas, se han matado a si mismos sin esto lograr advertirlo, y vegetan en esta muerte sin saber de sus deseos de auto aniquilación. En su aliento se fermenta mansamente el despojo de los propios resultados. Tienen agobiados los reproches de todos los que era enérgico y viable, lo vehemente, lo apasionado y penetrante, la exaltación y el regodeo, la reflexión, la liberación, la pasión de la historia que nos dejaron en el arte, la ambición, lo tienen citado incorrectamente,…, imperfección, demonio de si mismos.
Es probado determinar el sujeto corrompido a condición de lo que forja, en busca de las galerías para que lo maneje, dejando el arte a condición de ese amo, ¿que se establecen?, lo que permite sus verdaderas desventaja. El representante de su propio amo, que lo conduce a la corrupción de lo fundamental de sus deseos. Los ideales muertos y manejados por otros ajenos al hombre creador que es débil, son “bichos de las propias manadas”, los animales creativos y domados y contagiados. Práctica eterna del auto castigo, los pecados satanizados del propio oprimido, que es eterno con las bajas virtudes por sus pactadas idolatrías al dinero, le proporcionan curvas minúsculas de sus complacencias, aun débiles en la prolongada servidumbre, pero que remedian,…, la separación completa de su eficacia, la gracia, la complacencia, la piedad para ser justificados en sus propios argumentos. Para probar esta decorosa vida de encadenados, de dogmáticos que han cimentado un colosal procedimiento que dan “compasivas invenciones”, en las aclaraciones desleales. Se tiene envenenado el ánimo de los verdaderos argumentos con la antipatía y la imagen del error, más tarde se les han embrollado por la desliz insólita, existente en su propia declinación.
Execrable ambiente corrompido. Atravesársele a uno un nudo en la garganta sin ser participe de sus nefastas falsedades, y por superpuesto, detestables manadas de algunos ejemplos, detestable en ellos parecidos pero, escogidos y en seguida de todo óptimos. El patriarca hipócrita, el observador, el venerable, el que ellos enriquecen, como dueño del espacio que permite sus deseos mal ávido.
El caído que depende de su propio dios, que dan los hombres en una apremiante exigencia. Ellos no se muestran uno por uno, por cabeza separada se acoplan en sus halagos íntimos,…, tales destructores… Evidencian la catástrofe de todos los costos, la “incredulidades de sus perezas”. Delgado en evidencias creativas, teniendo agotado hasta la nada y tirado en la propia nada, que la sucesión de lo que reflejan, lo principal y lo bajo es su sórdida facilidad. El individuo actual se encuentra ante esta ficción. Devoción, comodidad, confianza, razón, justicia, raciocinio y sabiduría, pero con sus propias consideraciones.
¿El hombre moderno asume un saber extraordinario, una penetración altamente ganada por lo vendido? El agotamiento de la subsistencia, la pérdida de las posibilidades originarias, que le permite mentir en condiciones de su propia conciencia, que vende lo que presume como arte.
El hombre-artista de nuestra actualidad es ignorante del saber, del conocimiento expresivo artístico, sus posibilidades llegan hasta sus conciencias huecas, se encuentra como estéril y vano. Es forzoso que resurja en la dignidad que se ha perdido. El momento es apropiado para dar un discurso de nuestra condición creativa en los basamentos de la expresión artística. Las inquietudes me permiten las desesperaciones de las modernas asignaciones del mismo, pertenecen todas ellas a las purificaciones del intelecto, basadas en las condiciones del propio saber, son las grandes purificaciones que buscamos para subsistir a las influencias que nos genera respuestas en desacorde con las designaciones a buscar. Es preciso y ha sido preciso monopolizar la nada que nos han generado en la misma presencia de sus dioses analfabetos, y, es preciso en este momento cuando reagrupo todas mis ideas para lograr atravesar el umbral de esta nada y lograr superarla.
De nosotros parte el universo desolado de la misma creación, pues carecemos de auténticos salvadores que permitan la generación de la verdadera presencia del arte. El arte está solo. Es preciso que se establezcan nuevas metas en esto, una nueva categoría de lo “valido”. El hombre-artista tiene en este momento que establecer el “autentico sentido del pensamiento artístico”, mas que imponer sus hechos decorativos, debe dar el medio de un acto eternamente creador, unas circunstancias poderosas de lograr validarlos. La misma sustancia no posee sentido superficial a ella, ella es en sí, equivalente a su recompensa.
Los hombres-artistas de la actualidad han ensamblado un extenso espacio trastornado. Cubren todo con una máscara artificial. Mezquinos están en sus ideales decorativos, las máscaras que representan muy tristemente su sincera y vulgar ficción. Creer concebir nuevas ideas para conducir lo que da para vivir. Ejemplo; someterse a una fatalidad, producir terriblemente sus insubstanciales reglas devotas o inmorales, de los valores que han formado, siendo posiblemente muy ventajosos para ellos mismos. Se gozan hundiéndose, buscando los sentidos en donde no lo hay, su existencia es bien para mí desecharla.
El ofendido quizás he sido yo, o ya he participado también en ello, quizás me he convertido en esa existencia,…, ¿estoy en ella? ¡Las circunstancias de la eficacia están en sus circunstancias! Mis pensamientos han buscado desligarme, de ser participe de sus circunstancias pero, pertenezco a ellas, y, en otro tiempo más allá de ello rebuzne en lo que estaba en ellos. Asumo que debo alcanzar una razón nueva de mi propia conciencia y de mi propia existencia. Estos momentos pueden ser decisivos en la condición de lograr entenderlos. Los describo como los momentos de mi salvación, las que persiguen mis ideas, salvación terrenal de mi mismo.
Quiero arrojar al hombre que se quiere proteger de todo lo que le rodea, que en el pasado siempre se preservaba y alimentaba sus ideas, pero me he engañado, he atraído a mí alrededor lo que determina su propia existencia. Se convierte como un dios despreciable, no como la razón quiere afirmar,…, estar al tanto a un bien y a un mal, esto como complemento, sino más allá del bien y del mal. Esto se convierte en divinidad, y puesto en escena, se encamina hacia lograr crearse a sí mismo en una circunstancia libre. Posee la más alta verdad, y es que en este mundo se carece de una verdad que pueda preexistir. La más baja verdad, la que se pregona como libertad, es perdurablemente creadora.
Los débiles mueren en sus propios hechos, los que desaparezcan quedaran libres de sus pecados, estarán más exasperados. Admitirán la ficción y se evaporarán. El individuo poderosamente se somete a su existencia, en donde la fortaleza creadora se dogmatiza, está al reverso espoleado por la perspectiva de la apariencia. Miren al despeñadero sin desfallecimiento y la alta potencia de la vida queda en si misma, la afirma en nuevas ideas, sin protección, sin acto, épicamente muertos.
¡Aceptamos las pruebas para lograr triunfar en ellas!, lanzamos los decretos que soberanamente seguimos, y ser nos ayuda a proclamar nuestro propio fin en la verdad, nuestro mundo sin verdad.
Sobrepasa toda barrera,…, la vida,…, en estos momentos rebasamos a nuestros rebuznos, nuestras contradicciones. Ilusión o verdad, estar al tanto y ser una verdad, bien o mal, goce o sufrimiento, sensatez o ausencia de ella, vida que comulga en la burrada o muerte súbita del saber.
Mis actos están poseídos hacia una condición. Mi entendimiento eminentemente morirá, y, sin embargo, estaré más allá de mi mismo.
El espíritu es carnal-terrestre, se afirma en si. Con esto, sus actos que es absolutamente y parten de un comienzo, en una atmósfera de potencia y acto, de lucidez que aligera y embriaga la razón. Pronto cederé a nuevos comentarios, de otras eras, una nueva y verdadera conciencia.
Creadores de sí mismo, hombres de como la existencia ha llegado hasta ellos, se asientan en un instante crítico del sobrevenir, en el minuto en que la subsistencia da la razón, la equivalencia del saber al dedillo y de la existencia, darán la identificación profunda de la fortaleza artística.
Las alteraciones del deber
Aquí encontraras cosas que puedan alterar tu espíritu, si eres de esos que creen ser artista, y la verdad, es que tan solo eres un decorador. No creas que esto está realizado para irritarte, sea solo una porción de tu propia consecuencia. Este discurso esta creado para aquellos artistas que se respetan a si mismos, para los que no participan descaradamente en el solo hecho comercial de su obra, esto para brindarle una perorata sobre aquello que se debe evitar en el arte. Para los demás mejor que no lo contemplen, ya que se leerán como espejo de su propia conciencia.
El lector pueda que no viva ninguno de los aspectos que aquí se contemple,…, parábolas obtendrán en existencia de su comprensión.
¿Casualidad que se tenga un proclamado derecho a contemplar estos argumentos, con lo que es aun mi idea de decir por lo proporcionado por otros escritos? Hoy he puesto a procurar las atenciones de otras palabras.
Lo de otro quizás pertenezca a la propia historia humana, es allí que tomo parte de esa historia para justificar mis plagios que pertenecen al pasado, y en el presente, lo he querido bofetear en mis partes traseras del saber injusto, el que me toca a mi mismo. Mañana ya seré pasado que los hombres aborrecerán en póstumos hallazgos.,…, ¡si!,…, nacemos póstumos quizás a la misma historia…
Todas estas son mis condiciones que he comprendido y quien las lea requerirá comprender hasta mi ignorancia, las que delatan las suyas, y, para comprenderme más luego será con la necesidad de comprenderse, esto las reconozco excesivamente bien.
La costumbre es de la vida, del quien le habla, y mis partes quedarán miserables, locamente expuestas en mis conductas artísticas: El egoísmo quizás de mis adentros que se reflejan desde las épocas que se han desarrollado.
Hay que hacerse miserable en todas las respuestas que favorezcan a las mentiras de sus autenticidades. No deben preguntarme si es mi verdad la que beneficia perjudicando lo que escribo aquí... Tendré temple para el desprecio.
Seamos sinceros, veamos desde la faz de la sabiduría artística. Somos especies de mutantes con una sabiduría manipulada por los placeres, todo como parte de lo que nos topamos.
No busques en otros horizontes, esta en ti la proporción de tus conductas. Hay muchos que lo han sabido pero, siguen rebuznando en sus placeres de bellezas establecidas, por una capacidad de lograr solamente adornar paredes,…, ¿ya sabrán de nosotros? Mas allá la muerte artística sigue su camino en los hielos en donde se ubica cada vida, la que cada quien asume, ¿nuestra vida?, ¿nuestra felicidad...? ¿Hemos descubierto la verdadera felicidad?, ¿nosotros hemos descubierto la felicidad?
Estoy conociendo los caminos, y los pretextos contendrán las hipocresías que nos han dado, ellas llenas de confusión… ¿Quién la ha encontrado?, ¿esto pertenece al hombre de la actual civilización? “Yo no sé ni salir ni entrar; yo soy todo lo que no sabe ni salir ni entrar” “así suspira el hombre moderno...”. Friedrich Nietzsche - El Anticristo.
Me encuentro en mala praxis con tu modernidad, de esta pobre modernidad que has implantado sin dar respuesta a lo que haces,…, eres un simple decorador de paredes y te llamas creador de arte, blasfemia las de tus palabras que se agonizara en tus excrementos “de una paz pútrida”, “de un compromiso perezoso”, “de toda la virtuosidad impura del sí y del no moderno” Friedrich Nietzsche - El Anticristo; si por que no tomar estas palabras, acaso no fue historia recogida para ser acumulada por otros,…, pues yo la retomo.
Análoga calma y profundidad en los ánimos que exime a cualquiera,…, es lo que deseo, pues,…, lo vislumbrado es en todo para nosotros, como el viento de que es valido más para la existencia. Entre los hielos y las focas que aplauden entra las falsificaciones actuales, tú te colocas allí.
Eres bastante valeroso en prescribirte en los dones de la creación pero, sin sentido te has falsificado a unas conductas que crees insuperables pero,…, sepulcro eres.
No permito ni permites clemencias para ti, no obtuvimos compasión para nosotros ni para los restantes superfluos soñadores de telas mediocres pero, si se dio los logros que en tiempo pasado nos habían regalado, sin saber el camino que inconvenientemente nos hemos dado, dónde nos conducimos con nuestro valor despreciable. La fatalidad conduce tus manos.
El pacto pertenece a los principios de tu bolsillo que se resiste a la verdadera creación, la expiración de las fortalezas a asumir. Tienes fragante necesidad de lograr ser amo de algo que no te has formado por tus burradas creativas, los hechos que te persiguen cercanos a la propia fatalidad de tus argumentos, la negación de tus fortalezas, esto para dar paso a tu debilidad comercial, de los lucros pasajeros en donde quedaran tan solo las telas machadas con el excremento de tus ideas. De nosotros solo el ambiente quedara, lo expulsado por el aliento de los bríos que nos queda,…, así es de nosotros el entorno. “Ésta es la fórmula de nuestra felicidad: un sí, un no, una línea recta, una meta...” Friedrich Nietzsche - El Anticristo,…, retomo lo dicho en el pasado.
¡Que Golpe le he dado a la razón indecente! ¿Qué es lo que me permite decirlo? Todo lo que permite elevarme en los hechos de la misma historia, elevarme con los hombres de sentimientos. La autentica voluntad de permitir las ideas que me han transmitido.
¿Qué maléfico hallazgo he encontrado?... Aquello que proviene de las debilidades,..., ¿Felicidad?... El entusiasmo de lo que agranda el conseguir sentimientos del sueldo, resaltando una tenacidad de obstinada sabiduría.
Nada de satisfacción, sombra de mayor potestad. La paz en frecuente engaño. Operaciones de alta vergüenza. Sin virtud, sin maestría. Moralidad sin estilo ni parecido al Renacimiento, “conciencia insubordinada de moralidad”. Friedrich Nietzsche - El Anticristo.
Parecer a la historia con sus fracasos a cuestas; morirán en sus padecimientos. Esta es la ley, la de los hombres “sensatos”. Tendremos que expirar en nuestros alientos creativos. Solo decoraciones plantean en sus palabras.
Llegan las asignaciones las cuales adjudico mis palabras; son los débiles que se corrompen con sus vicios, las reacciones de todos los fracasos que dan sugerencias de sus miradas hipócritas. La situación, simple representaciones de las pocas consistencias, diría ninguna, de las series caricaturescas de un arte débil, con tipos de falta de valor, que recrean las inconsistentes maneras de su porvenir. Altamente me siento en alteradas y apreciables existencias, como caso fortuito de mis designaciones, con las emociones que se requieren para juzgar.
Animal cultivado y cautivo es el que se obtiene de lo opuesto al animal creativo. Domesticado que obtiene valores del animal muerto, por los contratos a cumplir sin permitir la capacidad del saber. Un solo mordisco,…, ¡la fe perdida!…
La sensibilidad no se simboliza como una lapida. Permitir una evolución hacia señales mejoradas,…, y a la vez,…, de más fuerza,…, o,…, ¿más alto?,…, ¿que es lo que se creen?
La vanguardia no es aumento de un pensamiento de la modernidad, esto es falso en si mismo; dan mal término a la vanguardia en cuestión. El artista occidental de estos días vive exageradamente por debajo del hombre del Renacimiento, por debajo de sus actuaciones artísticas, o mejor así decir, por debajo de si en su propio desarrollo, de las sucesivas y absolutas necesidades de auto sincerarse en sus esfuerzos “intelectuales”, no hay un aumento, un refuerzo por brindar ideas claras a sus hechos artísticos.
En otras argumentaciones, salen otros sentidos. Continuamente se dan los logros que aun no son coherentes con el mismo modernismo de la propia palabra. Los diversos logros interrumpen la sinceración de la realidad, singularizan las más diversas culturas que representan las realidades de otros sentimientos.
Siempre se dieron los casos en semejantes proporciones pero con mejor infortunios, los éxitos están sepultados en los cimientos del conocimiento y que en estos días no quieren reconocer. La especie no a permitido su desarrollo, se han marchitado por el valor del mas hondo problema humano,…, el dinero… No corresponden engalanar ni limpiar los fundamentos, mejor seria profundizar en ellos. Se han hecho todas las guerras y ningunas se han ganado, ni por un bando ni por otro, tan solo se han engañado en sus imaginarios logros. Lo mortal es el hombre que derrota sus ideas mas allá de sus propios instintos, fundamentalmente el instinto eliminó y extrajo lo malo, convirtiéndolo en presente. Esto es considerado seguro en evocaciones de halagos falsos, el mal convertido en bien, o el bien siendo mal... Consideró las anchas culpas llevarlas al purgatorio de mis abolengos “cristianos”. Todo se ha convertido en debilidad,…, humildemente digo,… los fracasos se apoderan de sus brazos para crear oraciones falsas de sus farsantes dioses.
Hablemos de los ideales. Ellos son en si mismos parte de nuestra propia sugestión. Tener un ideal es contradecir cualquier postulado o afirmarlo. Ellos pertenecen a nuestros instintos que nos argumentan las realidades de nuestro saber, y a la vez, nos desechan las realidades que rechazamos.
Las contradicciones en nuestros ideales nos permiten la conversión de diferentes ideas sin la posibilidad de tomarlas en cuenta, nos permiten poseer argumentos que nos enriquecen nuestras afirmaciones en un grado de dudas en el saber. Estas dudas serán asimiladas según a nuestros conocimientos, y a nuestras verdades, de una realidad que quizás no es nuestra.
El maltrato de la razón sin tenerla es la propia idealización de los temperamentos a seguir, de los temperamentos psíquicamente más enérgicos. Considerar los corrompidos argumentos es perenne en nuestros ideales, y las pérdidas de la tentadora razón se logran sin tenerla. ¿Las grandes valías de nuestra superior intelectualidad?, el paradigma letal que lamentablemente dan las ruinas del creyente que se apodera de falsas propuestas ya desusadas y golpeadas por las mentiras; creer en un ideal originado por la propia razón que ruboriza lo corrompido por los pecados originales de nuestras creencias ingratas, que permiten la desvergonzadas sabidurías del modista corrompido por su ideal hueco.
Se me ha dado y ofrecido los argumentos ingratos de falsas sabidurías y sus espectáculos dolorosos, terroríficos; yo descubrí negarme en el vertiente velo de mis ideales para ocultar lo que aquí relato, la perversión de mis ideales inconformes y aturdidos por los aspectos mansos de los hombres que borran de un saldazo los ideales sinceros de la historia.
De mi embocadura análoga, son las palabras que están por las menores ideas, que quedan en sospechas, en contener las acusaciones que la moralidad contra el hombre nos las permiten. He permitido pensar por mi mismo sin querer destacar otras tragedias, las que aun aguardan en ser descubiertas
Más libre es la incapacidad de encontrar todos los puntos que puedan lograr convergir en un ideal verdadero, que nos de la razón pura del mismo entendimiento artístico, que la argumentación fundamentada en un pensamiento, y el conocimiento de la misma verdad del ideal a conseguir. El ideal creativo artístico converge desde los puntos de vistas a implantar mediante a un pensamiento real de la condición sustentable de la misma verdad del ideal Estos puntos pertenecen a la misma razón del mismo ideal, y su propia designación filosófica, en los argumentos a especular y considerar, y no, a las convicciones de presencia falsa de una intelectualidad asumida sin referencia, la cual logra los impulsos mediocres de los mismos ideales, las posturas decadentes de un ideal hueco, sin posibilidad de lograr argumentar hasta el vacío espontáneo que nos permite realizar algo, por la simple razón de lograr hacer, sin ningún sentido de la misma razón.
Me permito adivinar los sentidos de los mismos ideales, esto mediante a la razón pura de los valores impuros de sus propias razones, sintetizando su más alto y condenado descenso de la misma realización artística, sin la razón y la racionalización de los postulados a emitir.
El animal se pervierte en su propia esencia animalistica, el es natural, es naturaleza en su atributo. El hombre cuando pierde sus sentidos recoge de sus propios instintos la supervivencia de sus ideales, es allí en donde radica su animalada, de poseer ideas vacuas y estériles, ajenas al conocimiento. Es por ello, que la historia ha sometido y seguirá sometiendo a estos hombres a sus propias historias y a sus propios ideales, dando los resultados vacuos de su propia argumentación. Yo lo escribo, tal vez, para librar mis cuotas con la misma historia. Para mi los instintos se dan por la anomalía del interés económico en su esencia pantalleresca.
Escribo estas decadencias sin remordimiento alguno, tratando de explicar los aspectos que mueven a la modernidad mal manejada en su propia esencia, esta adornándose de un falso vanguardismo.
La vanguardia llegó para nunca marcharse, pero la compresión de la misma ha sido mal manejada. La vanguardia no es buscar la compasión; falsa herramienta de los conocimientos que vomitan estas designaciones
La demencia entra en argumentación y las emociones buscan sus estimulantes, aquellos que enaltecen la capacidad para entender sobre la vanguardia. Es la energía de los sentimientos vitales para su propia subsistencia vital; se produce mediante los efectos depresivos de la misma generación explicada anteriormente en estos alegatos. La vanguardia niega sin compasión la simple creencia de los ideales, y crece su concepción en las multiplicaciones de la pérdida del arte hacia un rincón incapaz de ser enunciado, es decir, crece durante y mediante sigan las obsoletas y fatigadas creencias decorativas del arte.
La vanguardia permite sufrir, esa es su misión; el hacer que se contagie este sufrimiento de sus propias nauseas, dando las circunstancias para que se niegue ella misma en su propio contenido, esto mediante la negación de la decoración misma en el propio arte, esto asumido por un modernismo falso según quien lo maneje. Son los puntos de vista que no permite que esta vanguardia muera en su entendimiento, en lograr entender sus preceptos; esto se dará hasta que el momento crítico de la misma estipulación artísticas contenga una realidad en si misma como argumento artístico.
Seleccionen los casos y den un mordisco que admita su combate definitivo. Condenen a la vida en su entorno artístico. Busquen los fracasos de lo hueco e in sustentable.
Se intentó reunir integridades con misericordias, mientras encima de una moral grande, reflexionada de sus propios hechos, como impotencia dejada a los abismos que es la verdadera vanguardia no se ha permitido. Se ha tratado de ir mas allá, se tiene acostumbrado a ella por la misma virtud de lo terrenal, por sus comienzos, que comulgan con el único sustento de la misericordia añadida; falla de ella misma, esto fue indubitablemente habituado, las formas que se corresponde en poseer siempre la cuenta del saber, comenzando en los espacio de la perspectiva de la filosofía que comulga con lo adherido de si en si, y con la razón sin saber que es; ¿que producía alegatos en su defensa?, la propia ausencia de la vida. Toda ausencia reclama los derechos de tener palabra a sus defensas pero, se hace necesario el negarse en su ineptitud para desarrollar sus alegatos.
La compasión explica algunos errores y niega lo antepuesto, a la verdad vanguardista. En su discurso se hace “digno” de ser negada por su mala manera para manejarla. Ella por si sola se permite sobrevivir pero, no todo sobrevive a ella. La compasión queda excluida en su alegato, niega toda misericordia.
Escribámoslo con tinta de sangre, la vanguardia es otra realidad de la razón, es parte depresiva que nos contagia de unas furias que nos permite decir sin consecuencia las acusaciones, ya que, si estas acusaciones son falsas la misma vanguardia cobrara sus precios. Ella se contagia cómodamente a toda dificultad, se adhiere sin recelo a las infamias de los desprecios, ella tiende a la subsistencia y a la extensión de su propio valor en la verdad que le aguarda; sus dones son las calidades de tener la razón sin aun ser aprobadas o probadas, ella esta en un sendero tan alto como los mismos cielos de la verdad artística. Encima de los caracteres de su propio factor entra la miseria, en cuanto, a su enriquecimiento económico y material; ella no es entendida, por ello la confunden con simples sucesos que aterra al mismo arte, esto sin saberlo, ya que las dificultades de su gran sabiduría no cualquiera la puede absorber.
Estoy en calidad de lograr hacer entender todos mis miserables puntos de vista, este será mi gran pecado capital. La decadencia me ha permitido dialogar así. La nada de la creación vista me permite hacerlo... No seré compasivo, ni seré piadoso, tan solo hablo por esta vanguardia que la tiene enfurecida.
Naciente ingenuo es la oratoria que procede del reinado de la personalidad, surge de veloz designio. Bastante ha sido sus caprichos y menores sus propósitos. Menor su inocencia para golpearla. Casto sin ser comprendido en sus ideas incompletas. Alcanza las directrices que la hacen sucumbir. Oculta lo que aquí se plantea en el manto sublime de la propia ignorancia.
Aristóteles y su compasión como estado de ánimo de morbosa sabiduría, como es sabido, fueron y será, mas sus peligros quedaron escritos, y la desventura, así serán sus dispositivos de la purificación... Circunstancias que han partido de los propios instintos de la verdad, de la vida que se ha vivido. Se correspondería crear un mediocre método para que sigan en sus ignorancias, para atizar un mordisco a su propia acumulación de errores. Morbosa y peligrosa las posibles compasiones. Igualmente por nuestra parte,…, sucumbiré a la vanguardia que me adora…
Tengo que indicar todos mis juicios en busca de los contrarios que contradigo en mi discurso, ¿quiénes?,…, quizás los Santos Padres de sus adoraciones… Que pertenezcan a lo antedicho en mis leyendas, que se asumen en sus entidades de pocas estirpes, en dogmatismos raros. Toda una raza de pensadores que es preciso combatir; haberlo comprobado, íntimamente en sus “sabidurías” esclavas del deber, los que pertenecen a su intelecto muerto, ¡sí!, el deber de las obstaculizaciones de su propia encomienda, la que han de ser muertas por la simple admisión de sus propias bromas esclavas; admitir más burlas, chascos, puntos de vistas, la libertad de los pensamientos muertos en la naturaleza de su propia filosofía.
Las pasiones se regodean en el bienestar de la simple pasión de todas las cosas, la falta de todas las cosas, el sueldo sufrido que se da en ella.
Saliente inoculación que marcha cuantiosamente más allá de su propia verdad, aquella manipulada por la mentira, de lo que se opina,…, en mí,…, pertenezco al pasado, de todos aquellos instintos que vuelvo a ubicar en mis solitarias andanzas, las que me dan las prestaciones de cada día. Criterios místicos con su inmodestia, las que en este momento me colocan todos los que enuncio en este diagnostico de sentirse idealistas.
Dondequiera que vaya me amontonaran los pretextos de una elevada catástrofe; se ambicionan mis derechos en lo que se mirará con el rabillo del ojo da la realidad y sus aires de superioridad,…, todo en sus lejanías...
Me considero idealista en mis deseos mas no en las realidades que pertenecen a la verdadera razón, la que permite crear los argumentos de la creación misma, la que comparten en absoluto desacuerdo. Lo mismo son los sacerdotes de sus religiones adormecidas por la fatal vida fácil de resultados ambiguos.
Apalea en su patrocinio unos de los grandiosos conceptos, la sal amarga de la razón adormecida, los sitúan en busca de limosnas para sustentarse.
Juego, clemente, humillación, entendimiento, contrariados en los hombros del buen vivir, participes de sus incógnitas, y, vale todo en cuanto a los favores baratos a buscar, de las designaciones de tales argumentos, como las cosas que quedan por debajo de lo que refuerzan con lastima, sin fuerzas, perniciosas, tentadoras, espíritu disperso, libertad barata, existencia de y para sí; como si la humillación le diera los castigos para desinflarse. Pobreza de la propia palabra mal argumentada por la santidad. No haber incluso actualmente acostumbrado a un mal vicio de todo lo terrible... “Ya se ha invertido la verdad cuando el consciente abogado de la nada y de la negación es considerado como el representante de la verdad...” Friedrich Nietzsche - El Anticristo. Me permito este instinto superior a mí, superior a ellos. En cualquier lugar se verán los resultados de otras palabras. Buscar su cuerpo será en vano pero, no así sus pronunciamientos. Ellos tienen el don de la buena sangre, del buen pensamiento.
Conservo a priori su propia porción. Lo llamo crédito, el que le corresponde pero, tan solo son sus propios elementos.
Por lo tanto la pronta verdad puede ser evidente en sus modos de percibir con los sentidos, tener consagrado más que la significación de mis palabras. Poseer como precepto los significados de su inclusa evidencia. El distinguir los valores de la oscuridad misma, en la luz del saber idiota. Con los espectáculos de las sombras que aunque no son las mismas a las realidades se complementan en sus nefastas necesidades… Obstáculo,…, ser de existencia barata, también, de aquello en indiscutibles cualidades, disimulando ya los órganos sensorio de la propia realidad.
Las propias imágenes pertenecen a los órganos de los sentidos que nos permite dar respuestas a lo que percibimos, aunque no sepamos al dedillo, el don de las mismas imágenes. Ellas se dedican a expresarse mediante los señalamientos del quien las interpreta según a sus sentidos, a los rasgos que se señalan en los cuidados que el mismo conocimiento nos permite enunciarla.
Primordialmente es necesario definirlas, estas imágenes, a través de las diferentes actividades que nos permiten los movimientos de su interpretación, las que son a priori de si misma y a los momentos del pensar en la propia actividad de interpretarlas perse. Con esto se presentan las afinidades que son reciprocas en la interpretación de la misma sensibilidad creativa en su lógica interpretación y argumentación, en todos los casos, dan los efectos que permiten las igualdades interpretativas en su enunciado, logrando ser creída y validada; es allí en donde la verdadera asimilación de lo expresado por el artista tenga su valor, el que merece ser citado por los patrones que valida la consistencia del arte en su propio termino que lo describe.
Pensar que el arte se sustenta por si solo es permitir que las imágenes hablen con la propia palabra de los aspectos vanos de la misma creación, es afirmar que los pensamientos artísticos a percibir poseen un espacio muerto hacia los logros; ser enunciado por cualquier cosa que tenga una excusa sin sentido lógico de su realización, por ejemplo citaremos; lo que se presenta es la percepción de un conocimiento hueco que da lugar a los cambios constantes del mismo pensamiento, y, esto no es malo pero, los sentidos del arte requieren además otros fines mas sólidos, en tal efecto, el intelecto queda con tan solo la parte sensible y no la de inteligir, en el intelecto en ello, en la propia sensibilidad creativa (no es tan solo en la sensibilidad, es lograr además la parte corpórea de esta sensibilización, perse a la misma sensibilidad).
En tal caso de ideas; lo simultáneo de lo que se merece ha quedado hueco, dando valías a otras vacuidades de ideas, esto sin respetar los valores ganados por otras identidades creativas: Deberían dar los ofrecimientos a las interpretación primarias de su concesión, mas allá de los argumentos convenientes para su interpretación; conveniente en los procesos creativos que se inventa de la propia designación del momento en si. Hacer los ofrecimientos a los valores que ya tendría una posición de los establecimientos en su desciframiento, dando lo que se permita en las designaciones del valor real de la propia percepción. En todo caso, dar los ofrecimientos de las verdaderas concepciones que organiza las ideas con los patrones del mismo conocimiento artístico, y no así, a las expresiones decorativas de los argumentos vacuos de la misma imagen y la percepción que interpreta.
Las teorías que han resultado aquí corresponden a una realidad práctica con respecto a las condiciones de todas las experiencias asumidas. Algunos consideran las apariencias del ser pensante como un bien de la verdad a describir, esto como consecuencia a los semejantes sentidos que facilitan las sumisiones del mismo ser que piensa. Son las ramas que necesariamente se someten en sus verdades ingenuas, al propio hecho de conveniencia lucrativa respecto al costo de los términos enunciados. Toda apariencia radica en los contenidos de las desiguales contrarias al conocimiento, que se parece a lo contrario de lo último de la propia doctrina, de conocer lo análogo con lo semejante, contra lo último a semejar, en los resultados dispuestos. Son lo que a si mismo se convierte en doctrina de lo que se conoce sin saber lo que se advierte en ellos mismos.
Pues bien, indiscutiblemente que prestar atención a los sensitivo nos da los puntos de partida de estas sensibilidades y de los pensamientos pero, eso si, dando las razones de estas sensibilizaciones y meditaciones, en si por su propio contenido, basándose en la comprensión de lo real y que puede admitir a la vez, los aspectos de estas realidades ocultas.
Nunca el conocimiento, refiriéndose a lo que el contiene, mediante la conciencia, podrá desviarse de las respuestas del saber, y de las rectitudes de su propio argumento, dándose los contextos que constituye la sapiencia y el sentir de la verdadera razón a exponer, y la convicción de crear los aspectos razonables de las consecuencias en base a la verdad relativa del arte: “Prueba de ello es que la percepción de los sensibles propios es siempre verdadera y se da en todos los animales, mientras que el razonar puede ser también falso y no se da en ningún animal que no esté dotado además de razón”. ARISTOTELES - Acerca Del Alma.
Tomar esto es parte de poder enjuiciar al hombre en sus propios pensamientos. Esta imaginación de ideas, es a su vez, mortal con la naturaleza animal. Los pensamientos en cierta medida nos disponen las imágenes que se conciben en la imaginación de ciertos conceptos reales, que se percibe por la descomposición de la naturaleza primaria de la razón adormecida. Evidentemente la imaginación parte de los procesos aprendidos de lo consciente de nuestras afirmaciones, dando las respuestas sugeridas por nuestra asimilación de lo exterior, entrelazándola con la sensibilidad interior no asumida concientemente. Es ya reconocible en su juicio, aquéllas donde dependen que nosotros podamos dar las imaginaciones, manejándolas por nuestra voluntad, con posibilidades a designar los efectos de creación con base ficticia o razonando las ficciones a asumir; permitirse la creación de ficciones que se contemplen en los acontecimientos reales que permiten lo que dan las ordenaciones en las ideas mismas. “Opinar no depende exclusivamente de nosotros por cuanto que es forzoso que nos situemos ya en la verdad, ya en el error. A esto se añade que cuando opinamos de algo que es terrible o espantoso, al punto y a la par sufrimos de la impresión y lo mismo si es algo que nos encorajina; tratándose de la imaginación, por el contrario, nos quedamos tan tranquilos como quien contempla en pintura escenas espantosas o excitantes”... “Existen también, por lo demás, diferentes maneras de enjuiciar como son ciencia, opinión, prudencia y sus contrarios; en cuanto a sus rasgos diferenciales, es otro asunto”. ARISTOTELES - Acerca Del Alma.
El preciso lugar para lograr pensar que la inteligencia es parte del ser individual empieza en lo abarcable que pueda asumir este ser, el individuo que imagina y sueña una inclusión de sus puntos de vistas que lo considera favorable, según parece, lo imaginable no posee consistencia en si mismo sino, en la razón pura del mismo ser que imagina una coherente maniobra de las imágenes a discursar en las mismas corrientes que tiende a indagar, y no así, en su propio capricho in sustentables por la falta de argumentos sólidos del conocimiento artístico. Las exclusiones serán hechas por la falta de su entendimiento in sustentable por lo perseguido en las bases decorativas y comerciales del mismo arte; razón primaria de los creadores actuales, esto ha de ser las querellas de toda potencia a querer sustentar.
La potencia y el acto creativo se sitúan aun más allá, quedan definidas en los discernimientos que se puedan hacer en las situaciones encontradas.
Ya se ha sometido considerablemente los puntos de vista, las opiniones, el entendimiento y lo esencial se formaliza sustentando los párrafos que se describen en los comienzos del mismo saber, en los que admiten la imaginación pero, sintiéndose ella misma un hecho en si y en sus realidades. El sentido será la potencia y el acto creador, que de los argumentos sólidos de poderse describir en si y en su desempeño racional dando los ejemplos y puntos de vistas que pertenezcan a la imagen misma, y al hecho de lograr interpretarla mediante los demás sueños que impregna el saber de esta creación y sus circunstancias. Esto además será siempre establecido por una presencia disponible de la imaginación, que por otra parte, será la imaginación de lograr las coherencias del saber, y de la inteligencia creativa en si misma, sin otros artilugios de acometer la mentira que se piensa insinuar en lo barato de la misma decoración materialista.
Es por ello, que sentimos según a una verdad, y las imágenes participan de una falsa concesión de si misma, entonces como explicar lo ante dicho. Las respuestas estarán basadas en las imágenes que se manejan sin una respuesta acertada del conocimiento, y lo otro son las causas que dan las sensaciones en cuanto a este saber y sus propias respuestas.
La entelequia no se puede mezclar con la cotidianidad del saber, ni con las disposiciones que nos da lo tradicional de la misma fuerza que acompaña al conocimiento. El conocimiento no admite solamente lo que la imaginación da como suficiencia, es suficientemente accesible a su imaginación, que no logra tampoco ningunas de las disposiciones del saber; lo habitual del conocimiento potencia los habituales rasgos de la imaginación que siempre será considerada y acompañada con la verdad misma. Estas son como las conciencias de la misma ciencia y su conocimiento que se mantiene en el intelecto y que es parte de la imaginación, debido a que puede ser también falsa en su propia realidad. Sólo se puede considerar las opiniones de las supuestas verdades que también lograrían ser falsas en su propio contenido. Ahora bien, todas las opiniones que son relativas convergen en la vacuidades que acompañan a los ideales, que siempre permiten las convicciones del saber que especula en lo realizado (no se permite, ni es desde luego posible, el lograr mantener las opiniones en los estados del los convencimientos), en los aspectos que residen en las convicciones del saber, las que gravitan en lo bárbaro de la convicción pensada, esto a pesar, de los hallazgos reales que nos convenzan en sus definiciones.
Permítame además “letrados” en decir que mis opiniones no deben implicar las sugerencias de la propia verdad y del propio conocimiento, esto podría negarse en mis convicciones, las que según yo niego en mis convencimientos.
Convicciones nefastas las de mis órganos vitales, que implican las persuasiones de las propias palabras que se generan en este discurso. Algunas veces ellas se desploman debido a las imaginaciones recogidas, pero sin embargo, las palabras las niegan en sus propios convencimientos, esto por no poseer las realidades de otros, sus convencimientos, que se equiparan a sus pensamientos, que son realmente no compartidos por mí ni por las sugerencias emitidas en mis ideales.
Así se evidencia que todo es parte de una realidad aprendida por nuestros deseos, en cuanto a los argumentos materiales que se contradicen. Mis opiniones no están acompañadas por el sustento material de mis ideas, sino por las sucesiones emitidas por el desempeño de las andanzas que siempre me han acompañado y que se contradicen, esto en mis realidades reales de mis convicciones.
De una u otra convicción se permiten los resultados de toda realidad personal, esto del mismo modo se evidencia en las teorías a describirse y en las opiniones que supuestamente dan las opiniones de los caracteres que recrean los objetos que se sustentan según el caso a describir. En los casos propio de las sensaciones, la imaginación viene dada en las opiniones de lo que se piensa en cada momento, que desde luego sumergen las opiniones sustentables por los aspectos que se describen en las contradicciones; en ellas surgen las unidades relativas a las propias opiniones que se sustentan en las propias imágenes, las que se permiten sustentar.
Imaginar es la base de lo corpóreo que no tiene existencia en si misma, pues es bien el opinar por motivo de la imaginación que se desborda en lo isustentable de la misma apreciación de la imagen, en las que los objetos dan sin poderlos describir en sus propios caracteres expresivos. Esto es bien considerado en los objetos irreales de nuestra percepción, los cuales se codifican como nuestra realidad de los objetos que son sensibles para presentar las imágenes falsas, las que permiten los sentidos imaginables de nuestra percepción, y, esto se hace en los juicios que dan los desacuerdos de una posible verdad que permiten los ejemplos de la propia imagen designada por nuestra imaginación. La imagen pertenece a lo propio de su persuadido entorno imaginario perse, esto que es mayor que la experiencia real de imaginar el conocimiento adquirido de nuestra propia capacidad, que seria de mayor cuantía formal, esto por lo tanto, pertenece a una doble dosis de un bien aprendido y otro sometido a los intereses de la apreciación individual, la que esta sometida a la realidades convenientes para ser consideradas sin esfuerzo alguno, sin que haya una variable depreciación de lo que los ideales personales nos impone en nuestra concepción artística, sin que lo individual de las cuestiones olvidadas en lo recóndito de nuestros deseos aprendidos por la conveniencia, la que se debe combatir como simplicidades de las convicciones.
Lo imaginable tiende a despreciarse en otras identificaciones del mismo conocimiento artístico, las cuales se señalan en la propia imagen, nos dan los resultados de las combinaciones que generan en su propio entorno y contenido.
GENERALIZANDO LAS IDEAS,…, algo converge en otras divergencias que bajo sus designios se someten a la propia generación de la imagen artística; la imaginación pertenece a los estados personales de recrear las ideas establecidas por los errores de nuestros pensamientos que están condicionados por nuestros intereses materiales de sobré vivencia, y, por los deseos sometidos a nuestras necesidades humanas de vida natural, que permite las conveniencias de nuestro “deber” que es comprado por nuestras necesidades de vida cotidiana.
Todo es movido a las exigencias de los compromisos que se generan desde nuestro exterior, dando un manejo de nuestras necesidades internas de creación artística, y, esto nos permite las penas de nuestro intelecto creativo en sus verdaderos compromisos interpretativos y expresivos, de una verdad interna que es comprobable por el medio a sustentar. Lo pertinente queda sublevado a las razones externas que nos dotan de una razón manipulada y embriagada en su contenido emotivo y del mismo conocimiento de una verdad probada.
En primer término, la inteligencia queda domesticada a los interese materiales de la propia sensibilidad exterior, lo sensible que pertenece a los intereses económicos de un grupo que somete al creador a sus propios intereses materiales de la propia falsedad a emitir, y, en segundo termino la producción artística queda sometida a los designios pasajeros de lo posible que se pueda emitir para tratar de imponer las falsas vanguardias que engaña al colectivo, que tiene una diferenciación con el verdadero conocimiento sensorial de la verdad absoluta o probable del arte.
Un tercer término; la imaginación llega a ser lo vulgar de las sensaciones a emitir por un colectivo que desea implantar sus propios argumentos artísticos y que refuerza una imagen farsa de la misma convicción creadora.
Intimo se convierte un cuarto termino, en el cual no acepto la introducción de lo fantástico hueco en sus concepciones. Esto lo puedo explicar como la redención de la misma palabra que basta para lograr anular todas las presencias interpretativas de las imágenes, aquellas que pertenecen a la contradicciones que facilita desligar los basamentos mediocre de la interpretación sugerida en su ambiente nefasto, la que se dan por los atuendos falsos del que convence por tan solo poseer las energías comerciales y lucrativas de lo que se plantea en la propia imagen que se describe, esto sin un real sentido argumentativo de la praxis que refleja los mas altos niveles de los esquemas a consagrar como respuesta, a los fenómenos que interviene en el mismo arte. La humana peripecia es de una obligada contradicción en el reino que pertenece a los más incautos, los que se conquistan por los sucesos espontáneos de sus logros nefastos…
Hasta aquí quizás me han obligado a discernir en mis caprichos, aquellos que puedan perturbar al lector de estos comienzos misericordiosos. Los casos que se plantean dan las pubertades que retrasan los desarrollos que pertenecen a los organismos artísticos.
Como lógica argumentación, mis consecuencias están estimuladas por las propias degeneraciones de sus argumentos, aquellos que he citado y reprochado. Al menos son semejantes algunos casos del pasado, que sin saberlos, quedaron en sospechas, quedaron como simples referencias en los libros que se escriben.
Quedaron encolerizadas las musas y ellas mismas se censuraron, combaten con paciencia ensangrentada los sinsabores de los malos creadores. La fe se desparramo en tan solo los argumentos piadosos que dan lastima. Se dieron las medidas para lograr conocer el sentido real del arte y su propia verdad.
Podemos dar divisiones para demostrar lo ante dicho, lo combatido por estas líneas que tratan de asomar los milagros que den las conciencias y sus demostraciones. Dioses en las alturas dan los valores que permiten describirlas en sus sentidos,…, morir el mal arte,…, será fatal,…, poseer comparación se hace necesario para lograr saber cual es la verdad. La formula precisa es penetrar en ellas y contradecir sus argumentos nefastos.
Es necesario poseer ciertamente estos ejemplos para así tener la capacidad de saber lo que es la autentica generación de los argumentos artísticos pero, es absoluto poseer la verdadera convicción del conocimiento artístico para reconocerlas y saber la ubicación de cada quien. Esto es indudable hasta los puntos que consideramos ciertos en nuestra verdad pero, no se deberá caer en falsas posturas, en las que se pretende engañar, por tan solo contener, ideas baratas y vanas que nos faciliten poseer imágenes falsas de nuestra verdad, la que quieren apantanar. La formula decisiva es contenernos en los casos que permitan los ambientes de posturas falsas sin poseer los argumentos para defenderlas o realzarlas.
La formula debe determinar las ideas que sean considerablemente aceptadas como tal, y que pertenezcan o sean partes de tales ideas, y no dar los abusos mediocres que las argumentaciones decorativas formulen como sus sentidos de arte.
Babear es fácil y más aun cuando nos sentimos superiores en nuestras mediocridades, esto sin reconocernos en nuestras babeadas que nos engañan. Cuidémonos de esto, de las razones que tenemos y que queremos implantar por tan solo lucrar aun más nuestras babosadas. La santa cena de nuestra parte, brindada a los hambrientos que se regocijan en su engaño…
Asocien lo que se dice con lo que se pretende hacer y me verán. Asocien lo que se piensa y luego la acción será resultado del mismo pensamiento. Asocien las posturas pantalleresca con la decoración y esta será la realidad refutada aquí. Asocien las tolerancias con sus expresiones y lograríamos percibir solo decoraciones revertida en sus ignorancias. Asocien los espíritus libres con la poca fe y verán letras que matan,…, el dogmatismo tiende a matar,…, vean la poca fe que nos esperan.
Los conceptos que permiten las experiencias artísticas pueden reconocer los dogmatismos dispuestos pero, ellos se opondrán a toda capacidad de enunciar las palabras que puedan acertar en lo reconocible como una “verdad absoluta artística”. Las formulas pertenecen a la “fe” de los propios dogmas que pueden ser de naturaleza extraña a la “verdad de la palabra”, que nos impulsan a las fehaciente condición creativa. Indicar esto se hace dogma de un lenguaje que posee un valor de su igual signo, en el simbolismo de las percepciones en sus imágenes.
No pretendemos engañarnos ni engañar en cuanto a nuestras sugerencias. Las seducciones subjetivas simbolizadas aquí mantienen los dogmas imperantes en los símbolos que reflejan estas afirmaciones, dando algunos perjuicios que puedan ser juzgados por las creencias de símbolos semejantes a lo expuesto.
La cultura de los dogmas no deberán permitir lo conocido ni lo dicho en las luchas simbólicas en su percepción signica, ellas las deberán negar como la capacidad de describirlas en sus propias ignorancias culturales. Los cambios de toda clasificación dogmática que radiquen en las motivaciones de lograr negarlas, pertenecen al mismo mundo artístico; esto ni siquiera se ha sospechado en los conceptos que se remiten precisamente para poderlos hacer negar. Igualmente no existe la dialéctica en las propias ideas que puedan considerar la fe “verdadera” de la demostración, de todas las afirmaciones en los argumentos que se designen.
Las doctrinas no deben permitirse el dogmatismo de los criterios que logren imaginar las falsedades de la misma creación artística. La compasión quedara ciega y tendrá objeciones en la parte que le corresponda en el saber.
La Interpretación genera un pensamiento que la describe en su verdadera voz, en su propia realidad. Lo que asumo en vuestras interpretaciones personales puede ser “verdadero o falso” pero, ante que todo, la nada es exposición de una “verdad” de la misma idea a interpretar. La exposición en los sentidos del ser, se niega afirmándose en la propia manifestación de los enunciados a interpretar.
A la sazón, lo que se afirma aquí, son los sonidos que dan las interpretaciones que afectan mis entendimientos. No me culpen por lo que he nombrado, mis sonidos pertenecen a los símbolos que he permitido recoger, de todos los temores que observo y que permiten regocijarme en el alma, las escrituras que tampoco confesé en mis propios designios.
Por lo demás, para nadie es igual la “verdad”, el arte la niega y la vanguardia la vuelve a negar. Lo que aquí comulgo es reflejo de una “verdad o falsedad” de la misma interpretación de ideas. Lo que es hoy conocido lo desconozco mas tarde, así como me desconozco hoy, y, mañana me reconozco de nuevo en mis talentos,…, esto me permiten los aprecios o desprecios de algunas miradas, que según, son verdaderas falsas. Semejantes son las ideas que a su vez pueden ser las mismas en sus contenidos Esto podría asumirse como parte o expresión del pensamiento.
“Tendremos que buscar todas las verdades ocultas detrás de tantas mentiras que se han impuesto. La verdad cultural hay que reconstruirla, ya que, ella está allí para ser descrita. Tan solo hay que despertar para indagar en los fragmentos misteriosos de la misma articulación artística. Hay que reconocer el pasado para posteriormente revertir todo lo que este pasado histórico quiere conservar sin permitir nuevos hallazgos”
“Lo que era ya no será,
Lo que parecía ser puede no ser,
Y lo que es puede que siga siendo mañana
Pero con cambios para mejorar”
Marcos Tocino.
2003-2008
ã 2003 - 2008
Marcos Tocino
Ensayo
2003 al 2008
En Maracaibo – Edo. Zulia.
Venezuela
Cuando encendemos nuestras linternas para poder alumbrar todas las oscuridades, lo oculto que nos envuelven en las búsquedas de la verdad absoluta del hombre y su voluntad, de todas las incógnitas que nos rodea el día a día en el saber de los hechos o fenómenos artísticos,…, pensamos, que tal vez, lo mejor es que se apaguen estas linternas y seguir una conducta creativa sin ninguna preocupación sobre estas búsquedas pero, realmente se nos hace muy difícil el poder lograr desligarnos de estas…
PRESENTACIÓN
Alegatos Artísticos
Los estudios que se inician en estos alegatos, presentes aquí, trataran de analizar los aspectos inherentes a las concesiones de una filosofía que intentará dar seguimiento a lo tratado en anteriores discursos, sobre los pasos para encontrar las conductas de un tiempo que se adecue a las características que poseen los postulados artísticos. Las características que se asumen en el arte, esto como concepción de creación artística, y su propia ciencia demostrativa, diciendo así; son los basamentos que ideológicamente generan principios artísticos, relacionados con las etapas que permitan las fiabilidad de los mismos alegatos, que se argumente en la misma expresión, y que de una fiabilidad en las preediciones de las palabras a argumentar, permitiendo nuestras acciones mediante las funciones de la misma ciencia demostrativa, que en opinión nuestra, parte de las propiedades que exclusivamente se conocen en las formas que se entiende en los inteligibles de la misma demostración. Practica que sirve para la justa medida de la compresión en sus componentes.
Los conceptos que se propagan en cada dialogo de la realización artística, siempre son generados como preguntas, de cómo el asunto a discursar es. Esto sin embargo, plantea darse los supuestos modos o actitudes para ser comprensibles en sus propias definiciones, conservando las dudas en su propia interrogación. No obstante, es nuestro sentido actual, pretender dar aun los contextos que se han dado en nuestros anteriores discursos, para así habituarnos a nuestras propias ideas y palabras, esto así, conservando los parámetros que la expresión artística nos habitúa en sus concepciones racionales y fundamentales de las propias ideas a tratar.
Actualmente los contextos conforman las indicaciones que se remiten en el mismo seguimiento de la palabra a discursar, y de su propia actividad en el mensaje a transmitir, en sus adecuados códigos, en sus ajustados cuerpos expresivos y argumentativos, ya como un mensaje que permanezca en la conciencia racional de la propia interpretación del mensaje, en si y en su significado.
Ahora bien; los postulados que aquí nos interesan, no pertenecen a los hechos demostrativos que nos planteamos en los campos de la conveniente demostración, de los argumentos a describir en su inclusión conceptual del mismo hecho artístico a expresa, y describir en su propia acción. Parte de la indicaciones que permitan todos los puntos a describir y describirse en su conveniente contenido, esto en las designaciones del mismo sentido de expresión y su argumentación, es decir, permitir las preediciones que nos admita la compresión de la sustancia y la cualidad del hecho que se destina como resultado artístico a designar como tal.
Los objetivos personales que se plantean en nuestras descripciones creativas, poseen fundamentalmente los análisis que se enrumban en contraposición a los esquemas de mis propios argumentos, esto dándome las negaciones en las convenientes ideas, para lograr así, plantearme nuevas necesidades de mis incógnitas. Esto permite traspasar las fronteras demostrativas en mis argumentos, y por supuesto, descubrir las necesidades que permitan desplazar mis ideas hacia otras alusiones que necesitaran ser demostradas, quizás negándolas, esto como demostración de la propia negación…
En un primer análisis de estas ideas, permito argumentar las diferencias entre el pensamiento obtenido por las experimentaciones que siempre he remitido, en las condiciones que describen las argumentaciones de creación, y los puntos de vistas de otros fundamentos que se remiten en mi negación per se de las ideas encontradas. Vemos que todo se opone al mismo pensamiento, de lo fundamental que el análisis sujeta a las argumentaciones que las describen. La experiencia parte de estas ideas y las reafirman en su negación, obteniendo así, unas validas longitudes del pensamiento en mis convenientes conceptos y argumentos.
Lo relacionado con todos estos términos, permiten los ejercicios y las practicas de las rutinas a argumentar, dándose todos los diálogos que se remiten en los discursos que se inician en el conocimiento y su acción a describir. Además, se logra conseguir las capacidades para lograr imponer dialécticamente los temas a rebatir en los conceptos que se emitan. Las dudas otorgará las disposiciones de lograr afírmalas como estado de reflexión de los mismos argumentos, los cuales, tendrán como características una esencialidad de la posible verdad, que aun no ha sido admitida, como sustancia y cualidad de si misma, esto en todo lo que consideramos lo relativo de una verdad a discursar y omitir, según a su propia necesidad de ser inexorablemente la unidad de las afirmaciones a describir.
Las afirmaciones que esencialmente se designa a los hechos artísticos, son base de unas supuestas praxis argumentativas sin sentido a ser racionalizadas en sus propios contextos, entorno de argumentación. Esto se tendrá que remitir como base sólida de la misma duda a ser reflexionada en los propios sistemas de las conformidades de las prácticas a negar.
Estos rasgos que destacan los resultados de la negación y su afirmación, están en las ocasiones de las misma negaciones, esto en su posibilidad de ser afirmadas como ciertas o verdaderas, no obstante, los intereses de cada momento a designar en la obra de arte, tendrán los intereses de los propios señalamientos que la misma inclusión critica de, en su entorno, esto según a la verdad critica de los argumentos que se describen,…, ¿esto como tendemos a comprobarlo?
Los intereses darán las mismas comprobaciones de cada momento a señalar, en cada critica emitida, de todas aquellas practicas que pretendan hacerse, para ser y poseer en la misma ciencia artística, que en realidad, dan los procedimientos que conforman los espíritu de la misma obra, en la que se trasluce cada estado de deseos a designar; las actitudes que den estas indagaciones, las cuales, tienden a juzgar lo inconciente, que se impone como proceso aprendido.
Cuando Platón deja sus proposiciones políticas para seguirlas desarrollando más adelante, y se concentrara en los métodos Socráticos en sus iniciales argumentos: “Me parece, Gorgias, que existe cierta ocupación que no tiene nada de arte, pero que exige un espíritu sagaz, decidido y apto por naturaleza para las relaciones humanas; llamo adulación a lo fundamental de ella”. Platón establecía una analogía entre la sustancialidad del cuerpo y su correspondencia, igualmente sustancial del alma, esto relacionándolo con lo opuesto, es decir; permite ligar tanto la salud como la enfermedad, esto como las justificaciones de ambas en su justa medidas.
Esto nos trae como afirmación en declarar que la justa medida de las cosas tiende a justificarse también, por lo contrario que permita lo justificable para que haya un equilibrio en los patrones inherente a lo que se establece como lo real y lo “verdadero” de lo justificable. El entorno dispuesto en nuestros argumentos, no se fundamenta por lo que se ofrece ni por lo que se sabe, en cuanto, a su naturaleza en si misma, sino por los modos que permitan las causas que las justifiquen en sus propios argumentos per se.
Las designaciones del arte como concepción artística, da pie a los mecanismos racionales de si misma, es decir, a las sumas de todos los casos particulares de su propio esquema que la condiciona, no a la razón de sus resultados, si no, a la simple demostración a comprobar. Estos son los casos particulares, que especialmente permiten simplemente lo que se constata en su propia demostración y en su condición demostrable.
Es igualmente indiscutible decir que las habilidades requeridas necesita las herramientas que nos de la practicidad que permitan las semejanzas en las propias argumentaciones establecidas; decir lo que se comprende en las razones de la oportuna practica y sus perdidas justa en lo que se establece como “verdad”, que tiende a ser injustificable por la misma desigualdades que se argumenta.
Los ejemplos que se puedan evidenciar en sus demostraciones, están determinadas por lo que se muestre, esto como reacción de lo que se argumenta sin saber la “verdad”, de la razón que se tiene. Todo esto destina a mostrar todas las tareas que la misma retórica argumenta en su capacidad, en lograr persuadir a la “verdad” y a la razón en sus propios convencimientos, para así brindar nuevas incógnitas a poder descifra, el estar destinado a la demostración solamente practica que permitan las inconveniencias de lograr llevar las designaciones de una retórica hueca en la persuasión, de la propia ignorancia que nos sesga, la que nos incapacita en la persuasión de lo ignorado, por la razón que dogmatiza nuestras ideas sin razón de comprenderlas. El imponer los intereses particulares a una vaga demostración de nuestras propias ideas, que subraya en lo personal, esto sin la verdadera razón de canalizar los rasgos que lograrían ser falsos en su deseo mas no en su propio cuerpo argumentativo y particular designación. La demostración práctica deberá ser sustentada por la designación conceptual en su propia practicidad, de la designaciones a colocar como estado de la verdad real de lo que se demuestre como tal.
Aquí se comprende todas las distinciones que nos permita relacionar el dogmatismo práctico con las opiniones de la propia palabra, que nos remiten al desarrollo de los mismos argumentos expresivos, en su mensaje que los describe.
Todo parte de una experiencia que nos permite lo concreto de la misma idealización de nuestras razones, de las opiniones que inclusive puede permitirse una verdadera designación y su propio efecto, de lo practico, como la utilidad de los conocimientos a designar en su naturalidad, y en su objetivo, en su causa, en su efecto, y en su producción, que es independiente a la razón emitida.
La razón emitida es independiente a todos estos rasgos, debido a las actividades que se generan, ya que, el conocimiento puede partir de una razón contraria de la propia naturaleza del pensamiento objetivo, el que nos admite cualquier sugerencia para ser justificable. Sin embargo, las actividades que se generan no puede ser comparada con el propio conocimiento argumentado, este nos adjudica, razones del mismo pensamiento que es asimilado por la razón, a la verdad del mismo conocimiento que se maneje, y este, es base solidad de una verdad demostrable.
No se trata solamente el de lograr una determinada cantidad de resultados reales, los cuales, se basen en el solo hecho de poseer el conocimiento que se logre sustentar. Es ofrecer también las explicaciones de lo causal de estos resultados que pueda subsistir en el conocimiento.
El artista tiene como encargo, proporcionar las definiciones de todo aquello que le permite prescribir las actuaciones en los restablecimientos de su propio saber. La técnica a describir tiende a lograr la razón de todo aquello que permita la retórica en sus verdaderas experiencias, que procede por medio de las conjeturas de los propios diálogos expresivos.
Los rechazos que retóricamente tendrá argumentos de la verdadera razón que es oposición de la misma cantidad y cualidad de resultados a describir, es en su verdadera experiencia que la describe, que procede en su verdad circundante, esto en los diálogos de la misma ciencia demostrativa del arte como expresiones de sus resultados artísticos, que se contraponen a la propia inspiración poética, que es metafísicamente aceptada como razón de una parte que la integre en su propio sentido emotivo, y que puede ser in sustentable, mas no invalidada.
Las obras artísticas, tendrán los aspectos que puedan permitir al conocimiento de los escasos diálogos emotivos que pueda sustentarse por los efectos del conocimiento idílico y su demostración aparente, esto según, a las capacidades que pueda sustentar el mismo hecho metafísico a describir, que se compone de los aspectos que delimitan el conocimiento a priori con el mensaje a transmitir, esto según se describe, como las musas y sus inspiraciones. Esto aunque no compagina totalmente con mis principios creativos, la tiendo a expresar en la concesión a emitir, en un aspecto de la transmisión de un contenido humano, que logre expresarse mediante a los sentimientos que se recogen por los elementos susceptibles de la misma situación que se logre sentir: “No es una técnica (técnh) lo que hay en ti al hablar bien sobre Homero; tal como yo decía hace un momento, una fuerza divina (qei’a du’namiç) es la que te mueve”. No se tiene el conocimiento de las cosas, las distinciones quedan aun sin desarrollo, esto en el propio pensamiento. Hay posibles opiniones sin establecerse un conocimiento que permita los requerimientos para lograr expresar las ideas a desarrollar en los mismos puntos de vistas, no hay ninguna capacidad en la transmisión de los argumentos que se quieren emitir.
Querer imbuirnos tajantemente en los problemas discursivos que trato de argumentar aquí, no justificara nunca la correspondencia de la razón de mis convicciones, esto debido a los problemas que yo mismo planteo en mis propias argumentaciones, que poseen basamentos de una realidad que tan solo son convencidas por mis propias ideas, aunado esto, por las peripecias que en mi mismo me acostumbro a describirme.
Los problemas que nos ocupa, estarán debidamente rebatidas por los propios criterios, esto a la acción y efecto de los propios diálogos que he propuesto en las líneas anteriormente explicadas. Todo transcurre en torno a los diálogos que según yo mismo niego y acepto, como condición ultima de mis propias realidades a designar, es decir; las visiones no pertenecen a las clarificaciones que debo argumentar, esto seria in sustentable en mis propias argumentaciones, todo radica en las asignaciones que pueda contemplar en un tiempo y en un espacio determinado, esto por mis pensamientos que se expresan como las ideas de un momento per se en si mismo.
No todo podrá ser comprobado, esto es parte de la misma expresión artística. En el arte no todo se comprueba como una verdad absoluta, el mismo arte será capaz de aceptar cualquier sugerencia que se emita, pero si argumentaremos, que las demostraciones podrán ser comprobadas tan solo como principios de concepción y creación, esto aunque sean falsos en su propia consistencia. El arte es parte de una verdad que no es justificable ni verdaderamente comprendida ni sabida. El arte resguarda cualquier constatación de sus diálogos, aunque sea falsos en si mismo. “Vas a ofrecer tu alma, para que la cuide (qerapeu
Se advierte que Sócrates da una importancia substancialmente en todos los cuidados que pretenda reconocer a los sofistas en el Gorgias, esto nos permite una separación en las consideraciones que estrictamente son morales, es decir, las opiniones que son ajenas a la persona en sus propias ideas y pensamientos, generalmente no son claras ni se saben igualmente lo que es. El sofista (sofisth’ç) pretende enseñar cosas sabias, esto es pretender enseñar la palabra sin significado, es enseñar lo vacuo de la propia palabra. En este sentido, pretender que en la creación artística, lo vacuo de la propia argumentación se sustenta por si misma, nos sugiere una designación relativa a su propia actitud, es decir, es pretender dar sentido solo a la imagen o elemento de percepción realizado en su condición creativa simplista e in sustentable. El sofisma en sus argumentos nos denota un capcioso o aparente sentido de lo falso como verdad, esto nos permite deducir en nuestras ideas, que los razonamientos falsos y que nos pretende engañar, permite un paralogismo, es decir un falso razonamiento.
La realidad de la creación artística la enlazo a lo que pertenece a las tesis que radica en el escepticismo de Gorgias, en donde se permite decir que no existe la realidad en ningún aspecto deducible de nada. Las afirmaciones Pitagóricas nos a referido en incluir en estos géneros de idea; “el hombre es quien decide acerca de lo que es y de lo que no es, según su parecer, y sin que haya criterio objetivo de la verdad”. Es el permitir, en tener o poseer, criterios sobre una verdad artística que involucre los consentimientos de la verdad que nos asigne nuestras ideas, y a la vez, criterios filosóficos de este arte, tomando la verdad como un argumento relativo que nos condiciona como nuestra real verdad, en nuestras propias circunstancias, la cual, queramos aceptar como tal.
Los comentarios en nuestros diálogos expresivos, pertenecerán y se dedicaran a los propios conceptos que permiten vivirlos en su propia aceptación, que se dirige contra la propia verdad que se establece, en la verdad relativa de un contexto que regula nuestras propias ideas; es dedicar los intereses que nos cuestionan, en dar respuestas a una aceptación que aspiramos y que deseamos como protagonista de una verdad que anhelamos que sea aceptada.
Las definiciones se establecerán en lo que realmente es pero, con sentido que de aceptación como tal, esto según a lo que deseamos que sea como verdad o realidad, de una expresión que siempre estará cuestionada por las verdades que son subjetivamente condicionada y vueltas en una designación objetiva, que nos esconderá las necesidades reales, y, que pueden ser aparentes en su propia verdad…
Las argumentaciones que entre otras muchas ideas nos interesan, pueden cuestionarse y dar respuestas a todas las interrogantes que puedan embozarse en los dilemas a resolver, esto en su misma consecuencia, que parten de los aspectos morales de la misma designación asumida. Esto converge en los establecimientos que constituyen la seguridad a emitir, en los alegatos que se reconocen en la misma pertinencia de creación, de los diálogos que parte de un conocimiento presente en los dilemas enunciados.
La vaguedad parte de una imprecisión en la enunciación de las preguntas a responder, esto sin un sustento del propio conocimiento. Las preguntas a emitirse en los significados de cualquier obra, quedaran imprecisas en las respuestas que se generen. La vaguedad permite las preguntas simplistas para su rápida respuesta, y, esta vaguedad tendrá como respuestas, la simplicidad de los mismos hechos vacuos, con una simple demostración que no pueda ser aceptada y valorada.
Los intereses se sugieren en las distinciones que puedan subrayar entre los aspectos técnicos, y la adquisición de los propósitos que pueda ejercer los mismos enunciados, de la propia cultura, la que es propia de los estados que regularizan estas ideas culturales. El individuo permite las libertades de su propio pensamiento, y por ende, la individualidad de sus ideas artística; esto da los patrones que cultiva los mismos intereses que desea implantar. Las respuestas ofrecerán resultados que puedan asociarse al propio interés del mismo fundamento interno del que la de, en razón, a sus consecuentes designaciones y en sus ideas.
Aquí me permito ciertas ideas, que quizás, tienda a contemplar una imperfecta interpretación de los estados de la misma contemplación artística, en tal caso, los estados perceptivos que permitan dar razonamientos a estas ideas, podrá contemplar una equivocada perfección de la propia interpretación que designe, esto en sus propios ideales, de la verdad que le circunda. Esto lo interpretaría como la imperfección de mi propia interpretación, pero en este caso, de sus equivocadas perfecciones, de lograr describirme y codificarme en mis argumentos.
Causa asombro que generalmente el que niega cualquier postulado generalmente no posee bases teóricas ni mucho menos practicas para argumentar sus afirmaciones, esto generalmente es común, es habitual de la propia ignorancia humana. Las referencias que pueda arrojar un razonamiento contrario a mis ideas, las cuales, la tiendo a argumentar y describir mediante a una praxis, deberán poseer bases sólidas para poderlo hacer, y no tan solo, por la propia ignorancia del que argumenta, que trata de mostrar sus intereses vacuos e in sustentable, por motivo, de un ruido perturbador, que trata hacerse sentir, sin ningún sentido de lo que se sabe. Permítame decir, que los razonamientos que me contradigan, no podrán poseer ni contener una vacuidad de un conocimiento aprendido por las teorías imperantes, ni mucho menos, por los argumentos aprendidos caligráficamente, por los ecos y copias de otras argumentaciones, sino, por la misma experiencia que describen las razones per se, que aunque podrá poseer la practicidad pero no la condición de mis ideales ni de mi verdad, que no puedo negar que tampoco tendrá la capacidad de otra. Solo me permito, en algunos de los casos, tomar ideas ya establecidas e interprétalas por mis ideales y verdades pero, también por la propia razón, de sentir mi propia fantasía y descripción, que puede ser de carácter metafísico o irreal para los demás.
Consecuentemente quisiera también argumentar sobre los aspectos que no tienen cuerpo ni sustento en la propia designación a rebatirme. Generalmente siempre encontramos ciertas momias que complacen los caprichos huecos de sus ideas, esto sin un conocimiento que puedan sostenerse en sus propios cuerpos. Para mí, en estos aspectos, el lograr entenderlos, seria como menospreciarme en las propias concepciones e ideas, las que manejo.
Aquí diré que si sus ideas son vacuas como su cerebro y pensamientos, desdés luego, en mi mismo, también existe un gran nivel de vacuidad, que tiende a no entenderlos, mas si, afianzarme en mis ideas y verdades, esto debido, que en mi mismo, estarán las respuestas que tratamos de resolver, y, su propias ideas crecerán, según la propia ignorancia que poseo, en lograr quizás decir verdades que las disfrazo con una gran dosis de mentiras pero, que aunque sea ciertas o falsas, seguirán siendo una verdad y un ideal personal, que me afirma en mis propios riesgos expresivo y argumentativos.
Al refutar creemos que tenemos la verdad en la mano. Siempre nos consideramos justos, esto de acuerdo, a nuestra justa medida de ver las cosas, las que nos afectan. En todo caso, pretender tener la razón nos da las implicaciones de negar la razón de otros, esto sin tener en cuenta, el lograr reconocer nuestros errores. Podemos advertir que nuestra razón relativa nos coloca a margen de otras razones, que pueden estar fundamentadas por una verdad real de las cosas, y de las equivocadas designaciones que nos contempla el error de la razón que manejamos.
En estos últimos siglos logramos advertir en la misma historia razones que han sido relativas con una gran dosis de mentiras, y a la vez, justificadas por la fuerza del dominio del mismo poder a querer tener y obtener, que nuestros deseos nos permite poseer.
El arte no escapa de ello. Observando la historia del arte nos permitimos deducir; que poseer una verdad absoluta del mismo, seria contradecirlo en sus propios esquemas argumentativos, en sus propios enigmas de resultados. El arte pertenece a una condición humana de realización, y decir que la verdad absoluta del arte corresponde a la propia designación absoluta de las ideas, seria limitar a este arte, esto, a la personal concepción que la establece en su propio contenido.
El hombre artista genera las ideas a comunicar en el arte, esto como un mensaje que permita establecer los diálogos entre este arte y el contexto circundante, es por ello, que cuando se crea este diálogo se establece una condición que se argumenta en la propia idea, per se a sus propios contextos y argumentos.
Todo esto nos permite decir que; lo absoluto en el arte es relativo en su oportuna designación y codificación, dándose las interpretaciones que estarán estipuladas a las maneras y formas de poder tener las capacidades de poderlos absorber y manejar, según a nuestras propias ideas, a las capacidades que se posee, de un conocimiento que nos exige este arte para su interpretación.
Los Paradigmas en los campos que abarca el saber del arte, en sus excepcionales campos del mismo conocimiento, de cada periodo que verifican todas las profundas transformaciones sociales, culturales y políticas, que guían al mundo en su modernidad, en lo poderoso de su naturalidad, tiende a las individualidades del saber moderno. La concepción se fragua en la propia modernidad, esta con los caracteres individuales que las condicionan en las constantes de los intereses reinantes.
Lo natural de la modernidad fragua la concepción individual de las cosas per se, a la propia iniciativa creadora, y que encuentran las continuidades de su propia concepción per se; esto se constata por la propia individualidad de la creación, y mediante, las investigaciones de las leyes naturales, el sentido de fidelidad filosófica de la propia naturaleza, en el propio arte, y en su propia per se iniciativa.
Las nuevas posiciones modernistas basadas en los argumentos que se poseen del mismo mundo creador, arrinconan progresivamente los asuntos simbólicos, le consigue al creador los modos de conciencia, en la liberación de la representación del mundo y su sensibilidad a expresar y condicionar, como sentido primordial de la modernidad y sus circunstancias, crea los individualismos mas no los creativos, esto por la capacidades que se puedan digerir en cada estrato artístico a seguir, que se influencia por la sociedad en su propia modernidad. Todo es la “esencia del espíritu humano” y su poder sobre la realidad. La realidad y la espiritualidad diría, esto con relación a la propia modernidad en que se vive. La creación artística en su propia modernidad es su mundo real, el que vive, limitado con el hombre que siente la modernidad, como tiempo actual y actuante, de si mismo y de su época.
La distancia intelectuales que separan las cosas artísticas, es capaz de prolongar también a la modernidad que la obra a asignado, en su propia expresividad; será tan solo, la verdadera realidad abarcable en si misma y en su interpretación. Los nacimientos artísticos surgen de las fundiciones de la propia experiencia visual, la que permite la percepción de algo…
Lo representado es lo esencial de lo concreto, esto en lo inmediato de la conciencia, y, circunstancialmente, los enigmas que lleva la creación. Hay que analizar, que cada tiempo poseen sus patrones de valores vividos, y las concepciones de los ideales de la temporalidad de esta propia modernidad,…, ambición que aspiran las tareas humanas en si.
El espacio es principio natural de ella, esto en la obra, en las perspectivas de los análisis que lo sistematiza en sus concepciones objetivas. Los valores de la connotación creativa parte de la experiencias en si. La Propia mirada que da la ciencia demostrativa, y lo primordial de todas las cosas que aliente al arte en su totalidad modernista, y en sus totales hermetismos. Las actitudes abarcan los descubrimientos de la pasión creativa y sus propios confines en el conocimiento, que pueda traspasar los umbrales de la propia modernidad vivida.
Las exploraciones que nos comunica todos los sistemas que nos da la modernidad, en los campos del arte, y en relación con su propia ciencia en su amplia, y tal vez, a la vez, limitada concepción, están en los puntos que abarcan lo desconocido, de la estética que produce una posible “belleza”, originando las manifestaciones de la propia obra de arte, mas allá de su importancia en su tiempo.
La vida real del arte transcurre en su temporalidad, donde su propio poder de ideas persiguen los cambios ya denotados en la realización artística, la de su tiempo, en los poderes que generan las ideas, las cuales, son perseguidas por lo que denota en el cambio a infundir. Todo nace de su epicentro de lo estético a considerar, en los movimientos místicos y metafísicos transformadores, que son llamados por la voluntad creativa. Esto se localiza primordialmente en los ideales y en las corrientes modernistas, en su ejecución y pensamiento, las que se define en las actitudes del ser creador, frente a la “realidad”, la que permite liquidar la frecuencia del mundo, en donde el hombre establece determinados patrones, leyes en la estéticas, y siendo este hombre, el centro del universo.
Con las direcciones de observaciones puestas en la antigüedad, desde mediados del siglo XV, el humanismo y su filosofía, da los aportes que generan los pensamientos, esto en los apoyos que la vida genera. Su humanismo, dan las fortalezas del hombre como el que genera, da los parámetros de su propio destino, permitiendo que el hombre genere los campos filosóficos de si mismo y sus actitudes, forjando y moldeando la creación en sus sentidos y progresos humanistas que le pueda permitir la “realidad”.
La “realidad” tiende a las convicciones que originalmente se transforma en la misma sociedad, en sus aspectos políticos, culturales, científicos, y por ende, artístico, motivando una filosofía cultural que le permita vivir en su Renacimiento, en esta restauración, que se genero a partir de los aspectos que serán explicados mas hondamente en esta presentación.
Los esquemas ideológicos artísticos, permiten la radicalización y los constantes cambios violentos en las transformaciones conceptuales, que afectan a todos los aspectos en los estadios sociales creativos, y es por ello, que en el mapa del saber tiende a brindar resultados vertiginosos del mismo saber modernista que pueda general la post-modernidad, esto como argumento de vanguardia.
Las profundas actividades que el entorno social nos afecta en la propia modernidad, dan las renovaciones ideológicas, políticas, sociales y de la misma cultura artística. Estas nacen desde los pequeños impulsos de la independencia ideológicas en la concepción Renacentista.
La originalidad de la “belleza” puede ser patente a la misma modernidad, y su intervención probable que origina las concepciones de ella misma por el resurgir de los ideales psicológicos, psíquicos de la modernidad, y, del quien maneje estas herramientas, esto según a sus principales tendencias de influencia,…, toma el caso:
Si observamos a Leonardo Da Vinci; en muy temprana edad, las intervenciones artísticas asumidas por el, deja patentizada la originalidad de su propia concepción de “belleza”. Esto era el producto de las confrontaciones entre las tradiciones cristianas y las ideas neoplatónicas en su propia definición del arte renacentista.
Las experiencias que se determinan en el futuro de la obra de arte y su expresión, se influencian de los vestigios que son encontrados en el tiempo, y la propia determinación, en asumir el presente con un sentido de modernidad pero, con sentidos de riesgos para argumentar y ser refutados por otras ideas.
Las individualidades creativas tienen su origen en los paradigmas que estas individualidades a remitido en su concepción de resultados. El mismo Renacimiento surge de esta individualidad creativa, la cual, fue emergiendo de los propios paradigmas del pensamiento humanístico.
Si nos remitimos al naturalismo Gótico que se origino en la Edad Media tardía, logramos percibir la misma participación individual de todas las actitudes para asumir los discursos que se remitían a la concepción de unos resultados basados en los conocimientos individuales, y la misma idea que se enunciaba por esta individualidad,…, todo esto se extendió hasta el quattrocento, donde ha mediado de si, el interés de esta individualidad queda constatada como los intereses que verifican las leyes que rigen a la misma naturaleza, y la exactitud de esta naturaleza, relacionándola con el arte y su expresión, y a su vez, con la misma literatura.
La observación del mundo en sus aspectos racionales en el mismo conocimiento de todas las cosas, tiende a dejar a un lado, todos los aspectos simbólicos de índole metafísico, y el artista cobra conciencia de la liberada representación de un mundo colmado de sensibilidad, con los sentidos que se enrumba hacia un conocimiento que se establece de esta sensibilidad, esto como objeto de obra de arte y su propia designación como tal.
Partimos con esto para dar una referencia donde se pueda lograr contemplar al hombre como una individualidad creativa en sus propios esquemas, esto como una conciencia artística que nace en el siglo XV, dando los principios de primordial argumentación donde se plantea la modernidad.
El individuo es base fundamental de este Renacimiento, esto como conciencia de la propia modernidad, como un estado de conciencia asía las ideas humanas, planteándose los aspectos ideológicos de la propia filosofía que nos envuelve en este renacimiento, y los nuevos esquemas pertenecientes a una modernidad, negando las definiciones de ascetismo, esto, como condición Medieval.
Se iniciará así los asentamientos de las bases que permitieron originar las virtudes que condicionaron a la misma capacidad artística, como generadores de lucros económicos, contemplando a la vez, los esfuerzos que permitieron los grados de respeto que nos fundamentaron la misma ética artística en su propio entorno de contenido.
Esta individualidad da los basamentos para que el individuo de sus patrones de su propia verdad, y es desde allí, que la razón intelectual emerge como patrón que designa a la creación artística como arte, dando las representaciones de las espiritualidad en lo humano, y no así, a la tradicionalidad de la concepción de una verdad absoluta del mismo arte, para ser acogida por todos.
Se plantea aquí varios argumentos que podría dar las analogías que nos remita a una percepción de las concepciones del mismo pensamiento artístico: El hombre permite sus parámetros argumentativos y de creación artística, en donde este hombre es lo sustancial de todas las designaciones a remitir, y el hombre mismo, pretenderá designar las realidades que el ambicione alcanzar.
La creación se refugia en los enigmas que la concibe, aportando sus valores en la concepción a describir, en su propia moral y ética creativa, en donde la belleza se genera según a los criterios que puedan condicionar al mismo creador y a sus respuestas, las cuales, se generan por el mismo sistema de enigmas que le impere, diciendo como afirma Ruiz-Doménec, “la pasión del alma por entrar en los confines del conocimiento al traspasar los umbrales de la belleza” o según Leonardo da Vinci, “el pintor es dueño de todas las cosas que el hombre pueda pensar… Lo que en el universo existe por esencia, presencia o imaginación, el lo tiene en su mente y en sus manos luego”.
Las indagaciones en las mismas razones del conocimiento artístico, permiten las validaciones que nos plantemos. Estas razones son todas las actitudes que nos planteemos en nuestras propias individualidades, de la misma idea a emitir, esto según, a las propias razones de nuestra verdad pero, si tengo que argumentar diciendo, que la razón de la misma creación son inherente al mismo conocimiento y pensamiento que las estipula, esto como una verdad que nos designa nuestra propia verdad a asignar, es decir y explico: Toda argumentación que nos genere el hecho artístico, son aquellas que nos permite emitir una concepción de nuestra verdad, y que se compagina, a un real entendimiento del mismo hecho creado, que abarca la misma razón de la argumentación que se dispone en cada certeza emitida, es decir, a los esquemas que se fundamente por las designaciones que se puedan emitir como verdad artística.
Los limites se dan en el mismo desconocimiento de lo que se genere, dando los parámetro, que simplemente, nos genera argumentos deficiente en la propia designación.
El epicentro de la cuestión radica en la pobre designación que nos argumente lo observado, el mismo hecho creado nos sumerge en su propia designación, y esto, nos permite desglosar lo que se observa según a un conocimiento personal de lo que sabemos como arte.
Es cierto que el renacimiento nos permitió designar un valor probable de lo que se crea, esto debido a la misma liberación del propio artista, sumergiéndolo en su verdad pero, no todo es tan simple. No es cierto que todo sea valido en su propia absolución de los asuntos a designar, todo es parte de una designación que se establece pero, si es cierto, que esta verdad interna tendrá una respuesta de su propia designación y verdad. Lo emitido será base sólida de una verdad que se logre designar, y esto, según a los reales entendimientos de la razón que pueda generarse
Las exploraciones que se deben asignar al arte, deberán dar las comunicaciones que nos permita describir cada individualidad, las que tiende a generar la expresión, esto como obra artística u obra de arte. Los conocimientos artísticos y la misma belleza como patrón de estética, corresponde a la subjetividad de los desciframientos a fundamentar, esto aunado a los momentos históricos que se designa. El argumento artístico debe transcurrir mediante a los momentos que la historia persigue de sus propias ideas, esto como cambio del propio momento histórico.
Abramos los ojos en este ejemplo real histórico, en donde los cambios en el campo religioso de la edad media, se revirtieron al racional del renacimiento, que igualmente, se estableció como el núcleo de este momento transformador, llamado humanismo. En este renacimiento, que se localizo geográficamente en las ciudades que actuaban como estado, ubicándolo en el norte de Italia, diciendo así en Florencia, la cuna este Renacimiento.
Este Renacimiento, permitió el nacimiento de los argumentos que dio base a las ideas que se centra en el hombre, esto como centro del universo. Las ideas del hombre permiten las bases de su propia creencia, esto como aspecto esencial de la propia corriente del mismo pensamiento, donde se iniciaron los aspectos y las actitudes de la propia designación del pensamiento, de la consecuente realidad que acaba con los dogmas obsoletos y caducos del periodo Medieval, donde en su totalidad eran argumentados, y a la vez determinados, mediante las posturas que se basaban sobre las leyes que asignaban las predestinaciones metafísica de las ideas.
En el Renacimiento se inicio el campo donde se emprendió el derrumbe de las ideas Medievales, dando así las propias designaciones que impulsaran las ideas del propio humanismo, el cual, el hombre seria el centro motor de las propias ideas, y diciendo así, en su propia actitud, en lograr decidir su conciencia argumentativa, en lograr recuperar la razón y la verdad, según a si misma, y, el mantenimiento de la propia vida, esto como escalón superior humano. El saber de si mismo, el será el artífice de su propio destino y conciencia de idea. El conocimiento en su propio entendimiento y entorno, le permite la propia creencia y aceptación del humanismo, esto como fundamento que se pueda comprender en la realidad, la que creemos y vivimos.
El Renacimiento aprobó las doctrinas de permitirnos los cambios y las evoluciones que incidieron en todos los aspectos que afectan a la sociedad, esto en sus argumentos políticos, culturales, científicos y artísticos, diciendo esto así, permitió una autentica revolución, esto como cambios profundos, en todos los aspectos que se generaron.
Veamos algunos ejemplos que contemplaron las transformaciones y los cambios suscitados, esto mediante a las nuevas ideologías que el renacimiento promulgaba.
La conquista de Constantinopla por los Turcos, la firma de la paz entre Francia e Inglaterra, acabando con la guerra de los cien años, la propia unificación de los reinos de Castilla y Aragón, expulsando a los últimos Musulmanes del Gran Reino de Granada. Además se logro grandes inventos tecnológicos y culturales, entre el cual, encontramos la Imprenta de tipo móvil, esta inventada por Johannes Gutenberg. Esto permitió la impresión, logrando así, la expansión del conocimiento y las ideas entre un gran número de personas.
Las ideas se expandieron, facilitando así su difusión y propagación, esto debido, al establecimiento de la navegación con mayor y mejor velocidad, dando el descubrimiento de nuevas rutas y mundos. Todo esto permitió, grandes avances en las ideas humanistas, entre otras cosas, y el arte renacentista permitió los argumentos de una belleza que converge entre las tradiciones imperantes de la concepción cristiana y de todos los ideales de la época neoplatónica, acentuando en este periodo, los progresos de una naturaleza que aparece como una verdad interna en su interpretación, manteniendo así, los propios códigos que se establecen en los misterios del propio pensamiento, el ideal que lo describe. Se visualiza los pensamientos que la mente permite fluir como idea misma, en sus propios códigos; las cualidades ocultas del mismo pensamiento en su propia esencia, la cual, es manejada por los ideales personales, tratando de descifrar los secretos de la propia naturaleza en su originalidad, la cual, es basada por los modos de percibirla y describirla.
Las observaciones racionales de la propia naturaleza, mediante al propio conocimiento científico, permiten su descripción, en una realidad que es percibida y descrita por nuestras observaciones, y por la real designación de lo observado, esto como citaría Leonardo Da Vinci: “Las verdaderas ciencias son aquellas que la experiencia ha hecho penetrar a trabes de los sentidos, silenciando la lengua de los litigantes, y que no adormecen a sus investigadores, sino que siempre proceden a partir de verdades primeros y principios notorios…”
Proporcionamos como referencia a este periodo el Renacimiento, y tomamos como ejemplo a Leonardo Da Vinci, como razón de nuestras afirmaciones descrita en este documento, ya que, es cierto que las ideas humanas del mismo individuo creador nos permiten generar un ideal artístico que nos sirve como argumento expresivo, para así lograr convergir en la propia designación del arte, es decir y subrayo, que la absolución del arte se tiende a dirigir hacia los esquemas que nos examine la misma contemplación de la obra en cuestión, en su real interpretación, de acuerdo al pensamiento que lo idealiza, es por ello, que quisiera argumentar para finalizar estos enfoques: Se debe dar las aceptaciones de los ideales que se utilicen en la designación de la misma obra pero, entendiendo y manejando los conocimientos que los generen, y que pueden tener un origen en las capacidades de lograr argumentar al mismo conocimiento que permite su realización, el cual, puede ser la representación de un ideal y su afirmación, basadas estas, en un conocimiento que parte también de los ideales que se tiende a mostrar o describir.
El Renacimiento, dio origen a la concepción que parte de una visión de la propia naturaleza, descifrándola mediante al conocimiento, de la real y verdadera esencia de esta naturaleza, permitiendo así, que esto sea mas que la simple dogmatización de los ideales impuestos por los caracteres medievales que imperaban en su todo inicial. Pues bien, conservemos los ideales en su máxima expresión y el conocimiento de la razón de estos ideales, para así lograr plantearnos nuevas o mejoradas ideas que se fermente en los misterios de la interpretación que se generan en la mente…
Marcos Tocino.
Agosto 2008
PRÓLOGO
Comencemos contemplando al hombre primitivo. Tiempos inmutables, nada cambiaba, si bien, aparecían los siglos y siglos… Eran épocas muy remotas, que apenas nos podemos imaginar, se podría decir, olvidadas a sus propios cambios. Eran hombres desconocidos, abrigados por la oscuridad del tiempo. Lentamente fueron emergiendo hacia una civilización más desarrollada, guiándose tan solo por su inteligencia, la que le acompañaba en aquellos tiempos. Este hombre impuso lentamente el dominio de sus necesidades, en una naturaleza que se percibía muy hostil. El hombre,…, dándose pasos hacia lo desconocido, tumbando barreras que se percibían inmutables, dándose el mismo las respuestas.
El mundo, con un pequeño aire de familiaridad, con su flora y su fauna que eran desconocidas. Un mundo desconocido. Evoluciones sensibilizadas por los diferentes cambios que se han reflejado en las historias que pasan…
Veamos desde aquí todos los perfiles que las historias nos han dado. Firmas de testimonios que nos tienen permitido recoger los hechos de si misma. Valores de la sangre que las han escrito, con sus propias vidas; ausencias de ellas, conflictos humanos que se sumergen en las vidas de todos los que las han vivido.
Las Gentes,…, hemos conocido muchas en la vida, diría yo,…, demasiadas. Las Gentes,…, con sus ideas, memorias, confianzas, sentimientos. Hay muchos etcéteras que se podrían describir pero,…, las gentes,…, con sus calamidades, errores,…, y,…, se prolongan los etcéteras que pueden involucrar los triunfos y fracasos.
Las experiencias empiezan a asomarse como eructos en las letras de los siglos. Describimos en los horizontes las miradas que sobresalen en los diarios; que son las explicaciones que con cada letra ilustran las causas de este siglo lleno de vulgaridades creadas por el propio hombre, aquellas creaciones iluminadas por lo que se sumergen en las ideas.
Si,…, todos los pensamientos de la historia… Pensamientos que se refugian en la luz de la capacidad del saber. Todas las cosas que se piensan y solamente las distancias las separan… ¡O Tu!... La Historia…
Se puede estar en la invención de la historia todas las noches y todos los días con el puño en la mano,…, pero,…, allí queda el pensamiento, solo en las manos,…, pero,…, ¿cómo se lograría hablar de nuestras ideas sin la vanidad?, si se tiene una gran dosis de ella.
Me pregunto… ¿La actividades de todo cambio de nuestra “realidad” es influenciada acaso por esta vanidad?... Dar la afirmación a esto se le tendría que considerar como el proceso que conduce hacia la herencia que nos han transmitido, a lo temible de poder considerar las veracidades de las palabras transmitidas y que hemos heredado. La “mentira y la verdad”, están cargadas de una gran dosis de vanidad. Son los juicios, de poder favorecer a la frecuencia de las formas de las falsedades y las verdades transmitidas durante toda la historia, esto relacionándolo con la vanidad que se ha poseído.
¿Cómo se podría dar el verdadero funcionamiento de la veracidad de la palabra?... Como tesis de toda verdad esto no se ha de esconder. Nos permitimos pensar en la vanidad, y dándonos nosotros mismos una bofetada en la parte trasera del saber, pretendemos seguir en un proceso que nos permita el acumulamiento de una verdad relativa con una gran dosis de vanidad.
Toda vuelta a la “verdad” aspira en una gran parte al reconocimiento de toda vanidad, a un reencuentro de la realidad sostenida por nosotros mismos, y a la vana determinación de nuestra vanidad. Las interrogantes que se han de preguntarse en los quizás, tiende a penetrar en el conocimiento de todo saber. Esta es la “Grandiosa Sabiduría” de todo aprendizaje, esto hablando de suposiciones del fin de toda “verdad” mostrada como respuesta.
El valor del riesgo de nuestra “verdad” es y será siempre derivable,…, esto,… ¿cómo las podríamos definir o explicar? Lo pasajero de la misma se hace ocultar. El delirio de la misma seducción de la “verdad” es pasajero. Es el alcanzar lograr juzgar según nuestra veracidad, la que nos permite el conocimiento adquirido, y de su propia vanidad como proceso aprendido y creído por nosotros mismos. Es el juzgar lo reconocible, lo que es y lo que no lo es, esto como un estado mortal de lo que conviene.
En un primer término; la existencia de la “verdad” podría definirse como lo absoluto. En un segundo termino; todas las perspectivas que nos conducen a esta “verdad” se podría decir como lo absoluto de nuestra “verdadera realidad”. “La verdad” o la “no verdad” que involucren y relacionen los dos términos enunciados serian a la vez, la necesidad de tener la “razón” sin saber que es.
Fundamentalmente la precisión que se de a esta “verdad” tendría que permitir los argumentos que desinteresadamente nos reflejen las aproximaciones de la “verdad misma”, que podría involucrar el derribamiento de ella, dando los riesgos para procurar la “verdad” de lo que se afirma, que tendría sentidos a priori de la misma “verdad”. Todo esto son géneros de los destinos a encontrar en las expresiones artísticas. Los polos que se sugieren en la precisión de los dos términos.
Suficiente tiempo se ha dedicado a pensar pero,…, la “verdad” o la “no verdad” nos han permitido pensar tan minuciosamente sobre todo lo que aquí se platea.
El Autor
Parte I
De la Expresión Artistica
Siempre se nos ha hecho difícil el poder dar una interpretación clara en las definiciones estrictas sobre el arte, y todos sus fenómenos de expresividad que involucre nuestra “verdad”.
Cuando se inicia un estudio que involucren a los hombres en sus expresiones artísticas, no podemos dejar a un lado a este hombre y el mundo histórico que le ha influenciado, el tiempo histórico que ha vivido.
Los aspectos artísticos hay que estudiarlos buscando las referencias expresivas que divergen desde diferentes puntos de vistas y sentidos de análisis. Filosóficamente los puntos de vistas dan diferentes observaciones del mismo arte en las amplitudes de la misma filosofía. Esto nos permite definir los argumentos del arte; como los procedimientos que se requieren y que obtienen un fin, dando como origen a un resultado ulterior, obtenido por medio de una técnica que las describen en sus basamentos morales, éticos, políticos, lógicos, estéticos, filosóficos, ideológicos, etc.
Nos permitimos enfocar un primer análisis filosófico amplio deduciendo que: “Todo resultado que se obtenga de cualquiera de los procedimientos que involucre de una u otra manera una relación de su propia proporción, tangible o intangible, se puede considerar arte”… Esto en una ramificación que abarque todo lo que se realice, mediante a procedimientos, y a poder decir, todos los procedimientos requieren una metodología ejecutoria, se asume así, que todo esto lo realiza el hombre.
En este primer termino filosófico se asume que el hombre es el artífice del arte, este como un ser pensante. El hombre único poseedor de inteligencia, de pensamiento, portador de un conocimiento que generalmente puede ser materializado. También nos seduce esta afirmación distinguiendo que: Cualquier procedimiento creado por este hombre que nos de cualquier resultado, coherente o no, que tenga un fin como resultado final, lográndose materializar mediante una técnica conocida o no, es o se puede considerar arte…
Observe como se alcanza a fundamentar en los sentidos filosóficos que comprende una extensión de su designación. Todo lo que el hombre produce para satisfacer un resultado el cual investiga. Aleguemos que este resultado puede ser cualquier cosa.
Si aplicamos más estrictamente los sentidos filosóficos del arte, si simplificamos un poco estos axiomas se puede argumentar: El arte en todos sus sentidos es toda producción de “belleza”. Esta aclaración nos induce al análisis; el arte es lo que genera “belleza”. Es la parte de la estética que crea algo. El arte es cualquier unidad que surge de los métodos que nos permite generar “belleza” o una estética del arte. Esta estética del arte es posterior a la filosofía del arte. La “Estética de la Belleza” conseguimos decir que es la manifestación preconcebida. Esta estética de la belleza es el estudio de la misma “belleza” en cuestión. Las Bellas Artes nos fundamentan que no hay sociedad alguna sin arte,… pero,…, ¿Qué es Belleza?
“La Belleza es una propiedad de las cosas o los seres que tienden a impresionar de manera favorable nuestros sentidos estéticos”.
Cuando decimos que el arte es la producción de “belleza” nos hace pensar y decir que es lo que nosotros pensamos que es bello o no, es decir: Es un aspecto subjetivo de nuestra apreciación personal. La producción de la belleza como arte, es y depende de la manera de cómo se genera este arte, pero con un sentido de estética, en cuanto, a poderla precisar según parámetros personales de “Belleza”.
No se pretende en este sentido dar una extensión de estos temas, ulteriormente se dará su debida amplitud. Asumamos que la “belleza”, el hecho estético, se fundamenta y depende a una cultura, a un país, un núcleo social, es decir, a un sector que busca y que asumen su aspectos de “belleza” y estética como cualidades de sus establecimientos culturales que la define, como a sus estados y maneras de percibir estos hechos de estética y “belleza”. El arte como producción de “belleza” nace de la subjetividad de los pueblos o culturas, de poderlos definir según sus parámetros.
En un sentido filosófico estricto, es decir, el arte como una producción de “belleza”, nos genera argumentos que nos limitan a un resultado, es producido rigurosamente para general algo, que tiene relación con nuestra apreciación personal, para poder crear algo que lo consideramos cierto según a nuestra apreciación de una “belleza”, que quizás, es individual.
Filosóficamente en un sentido más estricto, se puede decir, que el arte es toda creación de “belleza” plasmada por el hombre. Intuimos que ya deja de ser una producción para afirmar que es una creación de “belleza” que se establece, esto lograda por el Hombre… Ya deja de ser un método que da la producción de “belleza”, y pasa a ser, un hecho creador con método; el único que interviene en su concepción es el hombre… Aquí nace en su concepción el mismo arte como un elemento o una obra artística. El hombre surge como único dador de “belleza” artística.
Aristóteles afirma en su filosofía del arte (Siglo IV a.c), dos aspectos esenciales considerados por nosotros. En estos dos aspectos creemos recoger la esenciabilidad de su lógica afirmación.
Primeramente nos afirma que el arte es imitación no de la naturaleza, sino de la verdadera esencia de las cosas reales o parciales, y segundo; que sus diferencias entre las distintas artes, están solo, la diferencia de aquello que imitan…
Aristóteles nos da como referencia que el arte no es especifico. Ya el deducía una especie de clasificación del mismo. Que existen diferencias o posibles tendencias del arte. Ellas son el resultado de una imitación, de los diferentes resultados que nos generan las imitaciones de lo existente en el mundo con una posible verdad de estas imitaciones, la cual, están basadas en las posibles verdades o que pueden ser aparentes o con posibilidad de serlas.
El arte según esto no sale de la naturaleza, sino de una posible realidad que se genera imitando algo establecido, se transforma como una verdad interna del quien produce este arte, y no por lo establecido en las pautas que la naturaleza nos da. Nace de un estado interior, metafísicamente del individuo, que es lo que genera algo con sentido imaginativo, que puede describir una realidad o una posible verdad, como las ideas que se generan en lo conciente o subconsciente, es decir, en los aspectos metafísicos de la posible verdad a buscar como nuestra propia verdad.
¿Quién puede generar arte?
Mediante a todo lo dicho por Aristóteles, Kant se interviene y muestra que el único generador del arte es el artista-hombre. He de señalar, un hombre con conciencia artística. Esto nos permite inducir teóricamente que existe una separación de las “bellas artes” y el propio arte. Se nos plantea una subdivisión del arte con sus derivaciones que contempla las “bellas artes”.
Kant dice: “El Artista es una inteligencia que actúa como la naturaleza, con la diferencia de que la naturaleza no se propone crear, mientras que el hombre si, y que tanto ellos dos, el hombre-artista y la naturaleza, no persiguen nada, ni crear ningún fin, más que el de la creación misma…”
El arte y la expresión artística o la obra de arte, son en si un mismo mundo pero, la expresión artística o la obra de arte, nacen de una consecuencia del arte dándose subdivisiones.
Obsérvese cuando décimos: Arte Angélico / Arte Bella / Arte Cisorio / Arte de Maestría Mayor / Arte de Maestría Media / Arte Libre / Arte Mecánica / Arte Metálica / Arte Métrica / Arte Militar / Arte Noble / Arte Notorio / Arte Plumaria / Arte Poética / Arte Tormentaria / Por el Arte del Diablo,…, “con arte y engaño se vive medio año, y con engaño y arte, la otra parte”,…, “quien tiene arte va por toda parte”…Tenemos el Arte de Amar / El Arte de la Guerra / Arte de la Lengua Castellana / etc.…
Observando estos términos podemos señalar y afirmar que el arte es filosóficamente amplio, de una proporción tal que él mismo se genera médiate a todo lo que la vida da en todos su argumentos de creación, invención, producción, dándose en todos los campos o aspectos de vida… El arte es la vida misma como la vida es en si misma el arte de todo, lo que ella genera, nos produce y da para vivir. El arte se genera mediante una necesidad de poder lograr todas las manifestaciones que nos generan un fin en sí mismo.
El arte tiende a clasificarse generando un subgrupo o derivaciones del mismo arte, creándose diferentes tipos de arte como bien conocimos anteriormente. Es allí de que estrictamente se da al arte un sentido de creación productiva mediante a los métodos técnicos, y a las creaciones artísticas, que es parte del arte en un sentido de creación de una “belleza” condicionada y generada por el hombre y sus propios gustos estéticos.
Cuando hablamos de artes plásticas o no plásticas o no especiales y expresiones artísticas, no alcanzamos desligarlas unas de otras, ni con el arte mismo. Se plantea así una clasificación de las artes comprendidas en dos grupos, esto dependiendo de que sus obras sean concretas o no lo sean, de una manera o formas espaciales permanentes.
Llamamos artes plásticas a la arquitectura, la escultura, la pintura y todas sus derivaciones. Las no artes plásticas son el teatro, la danza; esto debido a que no son concretas a una forma plástica, ya que, el artista no crea el objeto espacial artístico. El artista en estos casos utiliza algo ya existente. Es su propio cuerpo el que expresa, el que da los rasgos de la expresión y no utiliza un elemento externo a el para poder expresarse. La danza y el teatro exige un interprete que se presenta como la obra misma, siendo el obra.
Tenemos también aquellas artes cuyas obras subsisten especialmente, y de aquellas cuyas obras se presentan esencialmente pero sin subsistir. A estas se le llama las artes no espaciales, que son la música y la poesía. La música necesita un intérprete que puede ser autor y espectador de la obra, la poesía no necesita un intérprete.
El artista es el que genera las “bellas artes”. El generador de las “bellas artes” necesariamente será un artista-hombre. En ello se diferencia las artes en un sentido filosófico amplio con el generador de las “bellas artes”, que filosóficamente es un sentido más estrecho, es el hombre-artista el que la genera.
Las artes involucran la vida misma y lo que se genera como un producto de un fin, y las “bellas artes” son generadas por un hombre-artista, que genera un fin con relación de “belleza” o estética, la cual, es considerada una obra de creación artística.
Es allí en donde Kant define que el artista es un generador de un arte, y que este artista genera un arte pero no cualquier arte, sino uno con sentido de estética y “belleza”, dando cabida a una obra artística o expresión artística, teniendo una inteligencia que actúa como la naturaleza, pero con una diferencia notable, ya que, la naturaleza no crea o no es su propósito el crear. El hombre-artista si se propone crear, y ellos dos, hombre-artista y la naturaleza, al realizar algo no persigue ningún fin, sino el fin es en si mismo.
La naturaleza y el hombre-artista establecen una finalidad sin fin. El artista crea con un fin que no tiene tal fin, y la naturaleza no se propone crear, ella misma genera un algo espontáneamente, ya que, es su función natural generar inconcientemente una creación, esto mediante a una inteligencia inconciente que a propósito tiende a crear.
Kant nos permite deducir y decir; que ellos dos al generar un resultado no persigue ningún fin, su fin es en si mismo. Finalidad sin un fin, ni tiene ningún fin, ni propósito utilitario… Entonces veamos y definamos que es un artista para continuar con nuestro enfoque.
El artista es el que estudia en los cursos de artes, es decir, un artista colegiado, y es allí los enigmas en cuanto a su aceptación en esta afirmación. El artista es una persona dotada de una virtud, debe tener una disposición necesaria para ejecutar o realizar una manifestación consagradas en las “bellas artes”. En el artista debe residir, poseer una virtud y una disposición necesaria para ejecutar con ello una expresión que esta contemplada en las “bellas artes”. El artista posee un conocimiento, una habilidad, ganas, el deseo, un don para poder crear un sentido estético con características imaginativas, reales o interpretativas, de cualquier hecho o entorno que le influya a la realización,..., pero,…, ubicado en las “bellas artes”.
Podemos señalar que el arte en un sentido amplio, es todo lo que nos rodea o esta en la vida generado por el hombre, y que la expresión artística-obra de arte, es lo que genera un artista hombre poseedor de virtudes…
Posteriormente a Kant, Shiller afirma; que el arte se fundamenta en la tendencia al juego. Esto nos permite afirmar que el artista crea un arte muy particular. Esta fundamentado al disfrute del mismo. Este arte es una actividad que no tiene ningún límite. La libertad de creación estará siempre presente.
Shiller nos dice que: “Es libre tanto de la ceguera de los sentidos como del formalismo de la inteligencia”. El artista se funde en el disfrute total y pleno de la misma creación artística, siendo esto así; las especulaciones de la creación expresiva artísticas tienden a ser influenciadas por la libertad de la misma creación del pensamiento creativo, que se despliega en la disposición que el artista-hombre ejerza sobre esa creación.
En el siglo XIX Spencer retoma esto pero le da un sentido positivista. Spencer fundamenta las primeras concepciones o manifestaciones que nos sumerge en el arte como un atributo social. El postula que el arte, cualquiera que este sea, en sus diferentes clasificaciones y concepciones; es la actividad que da como resultado del excedente, las energías previamente dedicadas a las sastifación de las necesidades vitales, es decir, al trabajo utilitario. Esto comienza a definir los aspectos sociales del arte y se nos acentúa en el alcanzar a decir que ante todo; “el arte es un producto, no del individuo, sino del grupo social, mediante el cual, este tiende a imponer a sus componentes una idéntica manera de sentir”.
Este ultimo enunciado o consideración del arte a dado cabida a las bases de las concepciones del arte dirigido. Esto nos afirma de una concepción social del arte, y por ende, de la creación artística, en los aspectos expresivos de la misma, todo esto en cualquiera de sus expresiones.
La noción social del arte o el arte dirigido nos afirma que el mismo esta dispuesto y puesto concientemente al servicio de fines políticos y sociales,…, esto nos permite analizar que el mismo esta opuesto a las tesis emanadas del siglo XIX, que es, el arte por el arte.
Todo lo que se establece mediante una conciencia de ejecución y creación que permita sastifacer una necesidad de la misma sociedad, y a sabiendas de que esta estará subordinada a los aspectos políticos de un grupo social, es decir, esta al servicio de un grupo particular, corresponde y hablamos de un arte dirigido, y no así, de una creación artística. En esto el artista no es el único que interviene, sino cualquier sujeto que pueda realizar cualquier cosa con un fin establecido, que logre sastifacer una necesidad del grupo social o político…
La magia del arte como creación artística se fundamenta en la forma de asumirlo, expresando las ideas que contemplen al mundo, y la producción de una muestra que se considere necesario para alguien. El arte es la vida misma, en donde el nos permite realizar, producir las ideas para un fin, esto quizás para el colectivo social o personal. Todo se funde en la psiquis, en las percepciones. El lograr observar al mundo como un primordial y autentico producto del arte, y el hombre, como el sujeto que permite al arte fundirse en las realidades de todas las necesidades expresivas como una verdadera y fundamental lógica de los procesos de existencia. Todo en la vida nace de una concepción que parte del arte, hasta la misma naturaleza.
En la creación artística, la obra de arte o la expresión artística o de bellas artes, el hombre-artista cumple un papel fundamental, manipula sus criterios de creación, les da sentido a ellos.
La convicción es el poder lograr descifrar nuestro mundo interior de acuerdo a lo que consideramos cierto, en cuanto, a la misma creación de “belleza”, en un sentido personal de la misma creación artística u obra de arte.
Las artes no tienen una sola regla, ellas se amolda al creador que la produce. Hay que decir con el privilegio a negarlo posteriormente que estas no tienen otros rumbos, ni mucho menos un solo rumbo, este es su privilegio. Es por ello que las autonomías conceptuales pero no expresivas de ellas quedan sometidas a las opiniones personales de cada quien, logrando elegir las autonomías conceptuales y de expresión, para lograr ejecutar u originar los rasgos que estas autonomías nos impongan de acuerdo a nuestro pensamiento; las maneras de concebir estas expresiones de creación artística.
Quizás tenemos que intentar el poder superar nuestros ideales, esto nos permitiría los avances que se buscan pero, todo punto de partida estará siempre sometido a estos ideales como referencia de lograr acometer de una manera mas clara todo lo dispuesto hasta aquí… Juzgue usted…
Expresión Artística o Sueños.
La Expresión Artística surge de todas las reflexiones que nos admite las propiedades que los aspectos naturales de la percepción designa para su ejecución, facilitando que esta misma expresión proporcione los discernimientos para así permitir lograr los aspectos que se expresan en los trabajos artísticos que se puedan ejecutar o realizar. Esto se obtiene mediante a las extensiones que amplíen las designaciones mecánicas de la ejecución natural de estas expresiones, es decir, poder lograr fundir todos los conocimientos que se va adquiriendo de una “realidad” aprendida por la experiencia, de acuerdo a los posibles estados que las habilidades adquieren en un momento dado, para permitir lograr plasmar los estados que esta expresiones nos de en un momento procurado en la misma ejecución expresiva artística.
Lo natural de la expresividad artística se funde con la misma acción, esto mediante a los métodos ejecutorios que parten de los conceptos que el conocimiento nos da, que por una parte, pertenecen a los estados intuitivos del ser que las ejecuta, y por otra, a los conjuntos de métodos que nos permiten las correspondencias de lo aprendido en el análisis que las técnicas nos da para ejecutarlas.
Los sueños que parten y que pertenecen a cada ser, tiende a expresarse en sus “realidades”, nos da los campos que el mismo ser creador nos las enuncia, las leyes de los estados propios de estos sueños, que corresponde a los estados emotivos, relacionándose con los caracteres que la experiencia da como conocimiento, esto nos permite fundir los argumentos de la misma ejecución.
Responder a todos los principios que nos de las autonomías expresivas en cualquiera de sus manifestaciones nos fundamenta todo lo opuesto ha ella misma. Las sumisiones de todo creador-artista hacia lo natural de estas autonomías, da como surgimiento a lo definido en lo que se recuerda de cada expresividad, se auto examina por la esencialidad de su propio contenido. Las expresiones artísticas se incluyen ellas mismas en si misma y con las interpretaciones, de los estados emotivos que nos permiten señalar lo que se reconoce de otras señales que los sueños de nuestros deseos nos permiten el ser comprensible, es decir, que se pueda comprender.
Es importante poseer las facultades o capacidades expresivas artísticas que nos den las oportunidades de vislumbrar o entender los sueños creativos que son generados por nuestros deseos. Las especulaciones en las filosofías artísticas en sus propios basamentos, en sus propios hechos expresivos, tienden a darnos respuestas a estas ideas.
Es importante poseer los dominios de las ideas expresivas, esto para lograr descifrar los elementos sensoriales de todas nuestras ideas, para así tener los sentidos que nos permitan las comprensiones de las ideas encontradas.
Cuando decimos expresiones artísticas o sueños, se quiere hablar simplemente de los resultados en las aprobaciones no analíticas de todos los hallazgos que nuestra mente obtiene de estas expresiones, esto mediante a los inicios que nuestras reflexiones nos sugiere, pero acontece que en los instantes en que se adoptan las condiciones reflexivas, ya nos permitimos adquirir mediante las experiencias previas todas las ideas que están en la psique, mediante a las actividades sensoriales de las mismas reflexiones que son generadas por nuestro interés creativo relativo que nos permite la creación.
Todas nuestras ideas creativas nos permiten las asimilaciones dichas anteriormente, surgen de una espontánea sumisión de estas ideas, que necesitan ser alteradas por nuestros sueños, para así lograr determinar el valor “real” de nuestras reflexiones. Las condiciones que nos da estas ideas, se rehacen en si misma, esto mediante a los procesos críticos de los desarrollos que el conocimiento nos permite dar. El conocimiento que se expresa y que nos argumentan estas expresiones, se manifiesta rehaciéndola en si misma mediante a los fundamentos críticos de su propia expresión, e igualmente, con la fuente primaria de nuestro conocimiento, que esta relacionado con los estados del mismo pensamiento que nos permite los sueños de nuestro mundo interior. Esto reside en las sensaciones internas que quizás vienen subordinadas de las carencias de los sentidos y actitudes; prácticas del racionalista que trata de llegar a una verdad expresiva última de estos sueños, entrelazándolo con el conocimiento; esto puede agrupar las reflexiones puras o las impuras de estas reflexiones.
Todo esto no pertenece solamente a la expresión o sueño de las ideas, ya que, puede existir una extensión a cualquier esfera de las percepciones psíquicas, dando como partida a los análisis de las sensaciones que van mas halla de cualquier momento expresivo, tratando de dar una condición de lograr demostrar todas las operaciones de los posibles entendimientos, de las atenciones que nos permitan memorizar y dar un juicio expresivo, dando también, pequeños aspectos expresivos que nos permitan la simplicidades del los mismo.
Todas las demostraciones de los aspectos señalados, se fundamentan en las actividades mentales que se crean mediante el desarrollo de todas las sensaciones, las que nos permite el manejo y la utilización de los símiles, que nos denotan todas las consecutivas sensaciones de los sentidos que pertenecen a lo humano. El poder desarrollar los análisis de los sueños, nos permite dar cada unas de las facultades que nos condicionan a ellos. Todo abarca a las facultades que la psiquis nos permite fundamentar en el espíritu expresivo.
Las continuidades sustanciales expresivas se concatenan con todas las facultades del espíritu que parte de las sensaciones, y los resultados que clarifican los caracteres que nos comparen las mismas expresiones.
Las concepciones que nos permiten los ensayos expresivos, nos origina el conocimiento humano en sus esquemas de creación y sueños, pero aun la ausencia de las sensaciones dan las referencias citadas. Todo parte de una analogía que es generada por los sistemas expresivos, que complementan a todos los tratados de los sistemas que generan las criticas en los esquemas filosóficos, dando un espíritu de razones expresivas aprendidas.
El pensamiento parte de una condición especulativa de lo aprendido, dando las elaboraciones de conceptos nuevos o ya usados, que nos permiten ser reusables, esto para la obtención de más resultados, mediante las observaciones y los análisis.
La expresión artística es generada por los estados aprendidos de los esquemas de la misma expresividad, dando la parte sustancial de estas expresiones que son codificadas por los argumentos que la mente nos genera, esto mediante a los esquemas psíquicos que parten de nuestras formas o maneras de codificar lo que la mente nos indique. Los sueños parten de las realidades ocultas de la mente que se condicionan por sus propios misterios.
Los rasgos expresivos que se disponen y que pertenecen a las investigaciones que el artista da, permiten las particularidades de este artista y de su propia creación expresiva.
Lo asumido por este en su hecho creativo expresivo, en incontables casos, es visto con características radicales y con un sentido pragmático, esto en lo que se asume. Quizás lo asumido por el nunca responda a una manera o forma general de las ideas externas a si mismo, al ente creador. Esto podemos decir que son los aspectos asumidos por el mismo creador, de acuerdo, a su propio pensamiento e idea, la cual, responde a una manera de concebir por sí mismo su propio discurso, de su propio mundo interior; de lograr concebir la expresión artística como una ideología mas no como el resultado de lo dispuesto y logrado en cada unas de las resultantes obtenidas.
La magia de la expresividad se fundamenta en las maneras y formas de decir las cosas y sus interpretaciones, de cada mundo interior artístico, el cual se funde con la conciencia psíquica. La capacidad mental de lograr observar al artista en su papel fundamental y primordial que como creador debe asumir, y a la vez, asumirse.
Todas las apreciaciones que se generan en la mente se fundamentan en el conocimiento de la expresión artística, a las preocupaciones de las búsquedas de su propia verdad. Los criterios y métodos expresivos artísticos siempre buscan la imitación de otras formas expresivas ya existentes. Estos criterios o métodos ejecutorios expresivos dan resultados que tienden a relacionarse con propuestas ya establecidas, dando en algunos casos, rasgos particulares de la expresión; las influencias que aportan algunos criterios, en cuanto a la expresividad y a los pensamientos. En efecto, esto es sumamente cierto pero, las “verdaderas” convicciones es el de poder ir mas halla de estas influencias, o quizás, el poder diferenciar o asumir criterios que muestren lo percibido y asumido, que de resultados mas halla de estos dominios. El poder asimilar y asumir esto nos permite descifrar campos más sólidos de nuestras propias “verdades” argumentativas, de la misma creación artística. El reencontrar lo que se cree cierto, que según a los criterios personales que los entes creativos deben de asumir; todas las racionalizaciones y conceptualizaciones de otros criterios expresivos que influencian sus percepciones, todo esto, como un aspecto del pensamiento reflexivo de creación.
Quizás se convendrá aplicar los métodos ya establecidos, los modos o actitudes ya pensados, para así permitir llegar a formular de una manera más ortodoxa todas las ideas, esto como una reciente manera de poder impulsar lo que pueda envolver los tiempos de la misma expresión artística. El poder permitir asumir y cumplir los retos que imponen los impulsos que pueden ser de características egocéntricas, arrogantes, rebeldes, pedantes, vanidosas, dan las bases para poder impulsar los retos de las ideas a expresar, y las condiciones iniciales de los mismos misterios de la obra de arte.
En general, todos los conceptos, argumentos, resultados e ideas expresivas artísticas que pueda envolver al artista, y a la forma o carácter de concebir su propia expresividad, dan las frescuras, todas las concepciones que nos permiten los hechos y argumentos, que da las formas o maneras para los logros, las penetraciones de todos los tiempos y espacios expresivos.
La seguridad y vigorosidad de los argumentos espontáneos de las expresiones artísticas con los aspectos ejecutorio-formales que se disponen, dan y logran los impactos, los misterios personales de la misma realización, y la aceptación de las condiciones expresivas dispuestas, dan la sensatez y los sentidos duales de la percepción. Estos aspectos proporcionan los ciclos que aun no se han cerrado y con un rumbo expresivo aun desconocido que nos permite la misma creación artística.
No hay un solo rumbo Expresivo.
Las expresiones artísticas no tienen una sola regla, ellas se amolda al creador que las ejecuten y esto es el don del artista,…, es por ello, que los argumentos de la creación artística pueden disponer una autonomía conceptual pero no expresiva,…, con ello se quiere decir: Que es la opción del artista el poder elegir las autonomías conceptuales, y la expresión mantiene, da una forma o manera de permitir los aspectos ejecutorios de su concesión, y a la vez, logra originar los rasgos que esta autonomía imponga de acuerdo a los criterios dados por las ideas que se generan en el mismo pensamiento de estas ideas; las formas o maneras de lograr concebir la creación.
No existe un ideal rumbo expresivo artístico. Las opciones nos permiten elegir una autonomía conceptual más no expresiva.
La expresión artística es una condición ejecutoría de lograr originar los rasgos que esta autonomía nos imponga, de acuerdo a las formas o maneras de pensar, es decir, a los pensamientos; la manera de concebir la creación artística, de acuerdo, a los estados de conciencia expresiva.
Quizás el poder intentar superar los ideales nos podría permitir los avances que se buscan pero, el punto de partida estará sometido a estos ideales, ya como una referencia de lograr acometer la expresividad artística de un modo más seguro. Nuestro yo interior es manipulado y guiado por nuestros ideales, dándonos los sucesivos reconocimientos, de las maneras de lograr sentir según a la idealización de cómo se ven las cosas. El yo se manifiesta por medio de proyecciones, partiendo de un pensamiento preconcebido, dado por la experiencia, la que nos condiciona como parte del espíritu creador, en los logros para equilibrar las ideas, en cuanto, a una posible “realidad” a buscar, como tareas a cumplir, dando una interpretación de la parte creativa expresiva.
Presagios y Vestigios del Lenguaje Simbólico Expresivo Artístico.
Las expresiones que se tomen como referencias, podrían mantener lo asumido en grandes proporciones por las ideas a expresar, dando los discursos iniciales para su concepción. Estas expresiones tienen fundamentalmente un conjunto de ideas que nacen de las fuerzas que el mismo lenguaje expresivo artístico fundamenta y somete a su propia ejecución creativa.
El ser humano que este o no sumergido en las creaciones artísticas, artista o no, siempre a buscado de una u otra manera el poder comunicar, argumentar, mostrar, expresar, decir, discutir, etc., etc., etc., todas sus ideas, esto como un aspecto fundamental del sentir humano. El poder igualmente dar todos los aspectos centrales que pueda aportar todas estas ideas a esta creación. Esto puede reflejar un lenguaje central, que igualmente se expresa mediante a la utilización de cualquiera de las herramientas ejecutorias y formales que las técnicas expresivas muestren. El artista deberá dar libertad a sus ideas sin dejar que las limitaciones lo condenen a las esterilidades creativas. Debe permitirse la creación artística sin ningún sentido concreto de la expresividad.
Los riesgos expresivos dan cabida a lograr conocer nuevos enunciados de esta misma expresividad. Ser de una condición expresiva quizás simple mas no simplista, dando y tomando todo el poder que la persuasión del símbolo le sugiera, y las convicciones que el simbolismo a través de las imágenes da. Todas las experiencias que la antropología descubre en todos sus hallazgos, esto da como premisa fundamental, el poder integrar al espectador en todas las interpretaciones que el mismo podría absorber, observando cualquier creación realizada por cualquier convicción. Estas interpretaciones debería estar condicionada o no a los argumentos que se propongan, ya que, el sujeto que observa aportará su imaginación de acuerdo a como pueda actuar en el intercambio del medio creado (obra) y lo que se despliegue por su experiencia, imaginación, creatividad, “cultura”, entre otras,…, todo estará en relación a sus reacciones internas, en cuanto, a lo externo de la interpretación, es decir, lo que acontece de acuerdo a los símbolos dispuestos y sus relaciones con el observador, esto a sus hallazgos de desciframiento simbólico.
Estrechando y vinculando los contactos directos con todas las alternativas del lenguaje simbólico se permite una directa simplificación de la misma expresividad, que aunque no son desconocidos, dan frente a una manera mas eficaz de poder crear y lograr la colocación de un primer termino todo aquel simbolismo extraído al azar, sin ningún sentido absoluto de reflexión del mismo lenguaje; de todos los códigos ya elaborados y estudiados en toda fase inicial previa al mismo hecho ejecutorio, esto quiere decir, ante de la ejecución, es decir y recalco, la fase en que se ejecuta la obra o el mismo hecho artístico pensado.
Todos los estudios teóricos previos pertinentes antes del hecho creador o ante de la creación, requiere un análisis del mismo hecho a ejecutar, y el exhaustivo estudio del mismo debe ser previo a el mismo. En el momento de la ejecución, se debe permitir subordinar todo pensamiento al mismo hecho expresivo. Esto hace que la mente construya cualquier condición simbólica, la cual, queda subordinada a los aspectos de sensibilización de los elementos espaciales de la expresividad, y a la vez, permite un acercamiento más directo a lo que se pretende expresar. Paulatinamente todas las construcciones o rasgos expresivos de cada unos de los elementos dispuestos deben apropiarse de todos los códigos sucesivos establecidos, unos con otros, esto debido a que la mente da cada respuesta espontáneamente mediante los elementos técnicos de la misma expresión, por razón de las argumentaciones espontáneas de lo aprendido y de lo que se ejecuta. Todo esto nos permite descubrir una manera o forma de decir o expresar, lo pensado queda subordinado a todos los aspectos de la misma ejecución, manteniendo la nociones interpretativas iniciales de cada código en si mismo, como un elemento extraído por si mismo, y siendo el, un momento en si mismo.
El símbolo pertenece a variados signos y caracteres de interpretación pero, se debe mantener toda la expresividad en si misma, esto se logra por la parte del que ejecuta. Con esto se consigue reafirmar el mismo signo en su propio contenido, y a la vez, el mismo no queda nunca definitivamente explicado, ya que la percepción permite descubrir diferentes niveles que sugieren las interpretaciones de cada uno de ellos.
Las interpretaciones quedan en cada interioridad, y de la lógica que el observador maneje, esto como intercambio de los mensajes que se planteen, en los diálogos que acontezca entre el observador/obra-obra/observador. Esto permite crear los aspectos que nos da las profundizaciones en el conocimiento interno del observador, y, en la condición o carácter del quien interpreta.
Las obras de artes o las obras artísticas no pertenecen solamente al dominio del creador ni tampoco de un grupo social específico. Hay que afirmar que los artistas que las generen se pueden reservar el derecho a mantener sus argumentos expresivos, en donde el fundamento primordial de toda expresión artística tiene una jurisdicción más amplia, en cuanto, a poder decir y quizás no ser entendido ni comprendido. Allí no radica la cuestión. Lo fundamental es permitir que cada espectador pueda tener acceso a los esquemas dispuestos, que lo espontáneo de poder decir sea el reflejo del que observa, confrontándolo con la propia creación, quedando el sujeto creador como la parte que permite este dialogo (observador/obra-obra/observador).
Existe una “logia” para todo, y en la obra de arte o aspecto de creación artística también debería haberla. La “lógica” se produce en la “razón” propia de cada creador y de su resultado, esto mediante, a los patrones que se establezcan para su realización. Los niveles que se presentan en la comunicación artística van a intervenir en el pensamiento, y la comunicación simbólica que se presente no debe pretender permitir las formas o las maneras narrativas de los argumentos reales o irreales. El discurso debe radicar en si mismo dando al simbolismo el valor que el mismo se de, según los criterios de interpretación colectiva, grupal o personal, dando a la palabra el valor que el simbolismo nos de por si mismo. Todo es la esenciabilidad que las ideas nos permitan descifrar.
La idea no es el de ser muy estricto en las resoluciones emitidas, ellas mismas podrían negarse, pero si permitir las constancias que nos den todos aquellos argumentos que especialmente se generan en los hechos creados, que tienden a variar debido a las constantes experiencias que el mismo hecho artístico o de creación da, en su propia interpretación, ejecución, etc., etc., etc., hay muchos etcéteras que podría decir, da.
La finalidad práctica es poder experimentar en cada obra. Cada unos de los resultados es una aportación didáctica para poder indicar más el lenguaje creativo de creación artística.
Andrés Ortis-Oses define axiologicamente esa especial Virtualidad del lenguaje simbólico: “El simbolismo, condensación de energía psíquica, no es pues algo meramente decorativo o ilusorio, ni los Arquetipos; condensación del símbolo, sueños vanos. Símbolos y arquetipos constituyen condensados, a su vez en mitos; el lenguaje inconsciente de la humanidad y, así la urdimbre de nuestras actitudes fundamentales ante la vida”.
Los individuos que presentan características comunes, esto desde el punto de vista psicofísico de su constitución, o, solamente psíquico, tipos imaginativos (Topología), se permiten en la descripción del los símbolos todas las pautas y parámetros comunes de conductas grupal parecidas, argumentándose mediante los mismos aspectos interpretativos de lo observado: Las fuerzas de percepción y la psiquis no permite otras interpretaciones aisladas del grupo, esto comúnmente es una característica de la capacidad perceptiva, donde el significado simbólico, no puede ser cambiado, esta delimitado e implantado, debido a la figura, ella esta plasmada en un sentido que se asemeja a nuestras formas y maneras de vivir o de percibir la vida, el mundo que nos rodea, esto como una condición de captar nuestro entorno. Existe entre el significante y el significado una relación intima entre si, esto se debe, a las capacidades íntimamente relacionadas.
Esto es un caso particular de la percepción, pero existe el caso en donde cualquier teoría fundamentada en la expresión artística que se le pueda dar al simbolismo, estará siempre sujeta a los parámetros interpretativos del ser humano, como un parecido en sentido diferente, según sea el caso.
Las posibilidades determinantes para lograr buscar la compresión de los símbolos en relación a los hechos que se puedan plantear en la creación de una obra artística en sus diferentes manifestaciones, siempre nos actuaran condicionando nuestra percepción, dando las capacidades o incapacidades de cuidar o no, de lograr exponer las ideas frente a frente con los demás; todos aquellos argumentos semejantes o no de los aspectos interpretativos simbólicos.
La libertad de poder lograr juzgar cada aspecto nos dará mas conciencia de los códigos de interpretación simbólica, relacionándola con nuestro vivir diario.
“La aceptación de la condición humana como una condición simbólica y la experiencia personal y conciente sobre el simbolismo, nos permite comprender la virtualidad de cualquier símbolo”.
Ser de características humanas ya nos permite las asociaciones simbólicas. Nuestra forma o manera de vida y de conciencia sobre lo simbólico, nos dará el poder asumir la formación o creación de cualquier símbolo, el cual, podamos de una u otra forma codificar.
Estos símbolos se nos puede dar como ideas, representados como iconos, que nos da la sensibilización de nuestros códigos interpretativos, parámetros, actuaciones, energía internas, que nos condiciona según las lecturas descifradas por nuestra psique, como sintamos en nuestra interioridad, de acuerdo a nuestras experiencias personales. Todo esto nos lograría dar un mecanismo que nos permitan entender y construir los criterios interpretativos en relación a lo creado en las obras artísticas que se realice.
La expresión artística da símbolos, y esta, se manifiesta mediante estos emblemas, creando los sistemas de códigos que representan las creaciones; los conceptos o sucesos que permiten dar los argumentos de las experiencias adquiridas de lo cotidiano, de lo que día a día se pueda descifrar, esto mediante a las investigaciones que admite lograr desarrollar la creación en periodos posteriores.
Con el lenguaje de estos símbolos se permite las oportunidades de asomar los parecidos-análogos que admite relacionar lo que se revela paulatinamente, de todos los aspectos antropológicos en general, localizándolos y expresándolos con las técnicas contemporáneas de expresión y sus resultados, sin olvidar la vida cotidiana, dando recíprocamente los estados espontáneos de la ejecución. Es por ello; que los símbolos no tratan de buscar imitación de la naturaleza en su propia concepción, de lo que generalmente se conoce a simple vista, pero si guardan una relación con los vestigios y presagios que ella a dejado, deja o pueda dejar, como huellas que el tiempo,…, a igual como una búsqueda del pasado, del presente y del futuro…
Las Expresiones artísticas pertenecen a su propia necesidad expresiva, y a la propia necesidad del que formula las ideas, esto mediante a los hechos de creación. La definimos mediante las evoluciones y las expresiones del hecho creador y sus lenguajes comunicativos.
Mallarme nos dice: “Comparar el poema con el humo que escapa del cigarrillo y, formando anillos se eleva hacia lo alto”, “y la materia de que se sirve el poeta para poder enviar al cielo los anillos diáfanos de su pensamiento es como la ceniza y como ella debe caer y desaparecer”…
El creador crea según sus criterios, dejando que la interpretación dependa del que observa… Según Verlaine: “Se debe sugerir y no nombrar, evocar y no describir”,…, pero agrego; que si se sugiere y se evoca es por dar pie a un significado a la creación sin imponer,…, argumento que Arthur Rimbaud proclamaba: “La poesía es un medio de conocimiento un instrumento para descubrir la “Verdadera Realidad”,…, allí lo lógico con la expresividad. El artista consagra lo humano mas halla de lo humano mismo, dando parámetros sobrenaturales para lograr aproximarse a la “realidad”, es decir; lo humano se realza mediante las roturas y derrumbes de los aspectos humanos, para así lograr generar las “realidades humanas”, y esto se genera, con la búsqueda de los aspectos o parámetros sobrenaturales que son generados por el hombre mismo.
El camino de investigación artística es la búsqueda de estas “realidades”, mediante las desintegraciones, el caos y los quebrantamientos de los argumentos establecidos a rajatabla. La idea es dar todos los medios de expresión para lograr más medios de interpretación.
Quizás aquí argumentaran que surge una contradicción,…, es allí en donde radica el aspecto esencial de lo simbólico. Hay que asumir una constante expresividad que nos permita observar una creación artística con un marcado misterio en los enigmas a descifrar, que nos permita todos los presagios que nos encaminen a descifrarlos paulatinamente. El misterio radica o parte en lograr poder asociar y decir los aspectos cotidianos antropológicos, místicos y de contradicciones, con relación a las experiencias expresivas que se nos presenten según los criterios aplicados, y que ellos mismos tengan la facultades de negarse, de poder contradecirse, mantenerse y cambiarse en ellos mismos, en si mismo, esto como un elemento de valorización de la expresión artística.
Hay algunos casos en que ciertas vías de expresiones artísticas, como en el caso de los poetas simbólicos, que declaran su desprecio por la realidad cotidiana… El simbolismo no puede escapar de esta realidad cotidiana, esto debido; que en los elementos expresivos simbólicos, sin nombrar un caso particular, se apoyan en si mismo y pertenecen a las capacidades de poderlos interpretar, esto no puede escapar de lo que le rodea, el día a día. Lo cotidiano no se podrá apartar, esto nos afecta en nuestras apreciaciones interpretativas. Esto lo asumimos como un estado cotidiano de observación, de lo que nos rodea en nuestra vida cotidiana, sin importar, en que estado de conciencia, mental, psíquico,…, tengamos.
Todo de una u otra manera es simbolizable, se expresa de una u otra manera en base a los símbolos. Siempre asociamos buscamos semejanzas, buscamos una manera formal de simbolizar o de buscar asociaciones simbólicas. La comparación es siempre común, esto es debido, a las imágenes que son representadas mediante a conceptos que se relacionan con ciertas caracteres ya establecidas, como consecuencias de los signos conocidos, que se manejan cotidianamente, quedándose en nuestra mente, influyendo en otras no descifradas a priori, dando una relación psicológica especulativa a toda apreciación. Todo signo es un significado, y como tal, puede variar según nuestra percepción o nuestra manera de percibir el mundo, nuestro entorno, y es por ello, que proporcionamos en nuestra conciencia, en nuestra percepción, libre asociación signica. Esto nos permite dar un criterio de significar, es decir, dar imitaciones de una cosa de signo distinto y asociarlos con una forma material conocida, ya creada.
El signo tiene una naturaleza que nos permite compararlo con algo ya dispuesto, y esto nos da una asociación simbólica condicionada mediante unos caracteres que quizás no se procuraban buscar o encontrar, una relación con algo existente, sin darnos cuenta que se realizo o que se interpreto, esto tanto por el creador y por el observador, según a nuestras capacidades o incapacidades. Todo esto nos permite descifrar de manera más espontánea y real todos estos signos, ubicarlos en una simbología de desciframiento según el ente creador y el observador.
El signo siempre nos dará una analogía cotidiana de nuestra percepción, y la parte de este aspecto perceptivo, estará relacionado con nuestra interpretación, la cual, siempre estará presente.
El entendimiento de todo lo referido en los signos pertenece a los argumentos que dan los puntos de vista que se sumergen en las ideas, esto como presagios y vestigios del mismo conocimiento artístico. Se debe guardar las relaciones asociativas entre el interés creador y la obra artística, esto como la conciencia de lograr plantear la idea. Todo el elemento que nos da la idea para influenciar la percepción va a intervenir la interpretación personal, todos los símbolos dispuestos y que se desenvuelve en el hecho creado.
Las conductas perceptivas y de interpretación pueden estar condicionadas por los egos, las conductas mentales u otras particularidades. El poder negarse como creador es parte de los riesgos que se deben asumir por querer permitir los aportes mas allá de las “realidades” que se conocen como tal, y poseer las convicciones de que la expresión artística es una manera simbólica de comunicación humana que se condiciona según a las “realidades” ocultas en la mente.
La Expresión Artística
Como Fenómeno del Conocimiento Filosófico Especulativo del Arte.
En la expresión artística todo radica en la acción y en el efecto de poder lograr conocer todos los entendimientos que la inteligencia creativa nos admite obtener de algo. Esto mediante a los tratos y a los manejos de ese algo que creemos que es por razón de los sentidos, que nos permite tener comprensión de lo que se crea como un resultado artístico.
Toda ciencia parte de un conocimiento que nos permite descifrar a esta ciencia, dando las calidades, las cantidades y los estados de esta ciencia.
Tenemos que permitirnos las especulaciones, en cuanto, a lo que se enuncie y se genere de la expresión artística en sus basamentos científicos, esto como un problema general que nos fundamente todo conocimiento y que da origen a los campos de la misma expresión, ya como una autonomía de investigación filosófica, que recibe todas las teorías del mismo conocimiento.
Los aspectos específicos que nos designan las expresiones artísticas, nacen de los abordajes filosóficos de las propias expresiones artísticas, esto según a su propio conocimiento científico.
El conocimiento artístico consiste en conseguir los criterios universales de la expresividad artística, aquellos criterios que nos sean validos para poderlos entender, esto por razón del mismo conocimiento de la expresividad, que equivalen a poder permitirnos establecer una definición de ella misma y su conocimiento, valido o no.
La validez expresiva parte de una filosofía especulativa de su propio entorno y contenido. Se define en si misma, dándose los aspectos de sus propios estudios para el encuentro de los acuerdos que la propia filosofía en cualquiera de su esencia de, esto como aceptación de las implicaciones que adopten una determinada porción de su propio carácter, es por ello, que las exposiciones objetivas del tema filosófico a lograr fundamentar, consiste en las diversas preguntas y respuestas que son dadas mediante las sistematizaciones y concepciones de los aspectos filosóficos que se incluyen en el entendimiento del mismo conocimiento artístico.
Para lograr dar las clarificaciones de las esencias expresivas en sus distintas actitudes filosóficas de este conocimiento. Se debe causar todas las actitudes que son asumidas y que permiten dar un enfrentamiento para lograr constituir el objeto del mismo conocimiento. Esto implica las suposiciones quizás a priori de este conocimiento con respecto a su propia designación, en los elementos de la propia expresividad, y con los basamentos naturales de las relaciones que constituyen las distinciones de sus propias metodologías. Todas las divergencias que surjan mediante las preediciones de lo que se consideran como arte, dan unas relaciones entre el sujeto que ejecuta y el objeto que permite su manipulación o transformación, dando así, todos los aspectos filosóficos que nos permiten seccionar o dividir el mismo conocimiento, en todas las especulaciones conceptuales de la misma expresividad. Se puede afirmar que la filosofía es la especulación que nos permite un conocimiento de lo que designamos como arte, que nos da las denominaciones especulativas del objeto y del sujeto que permite este arte, dando a la vez, un soporte que nos permite la exterioridad y la autonomía supuesta en la manera de expresarlo.
El arte parte de una filosofía especulativa de si misma. Esta filosofía tiene como base o fundamento a la especulación del mismo conocimiento, y siendo estos así, nos afirma que la expresión artística es una especulación de los tratados que nos permiten definirlas según a nuestros propios criterios filosófico, los cuales, dan una condición especulativa de si mismo, siendo especulación filosófica con un conocimiento que es generado y manipulado por nuestra propia especulaciones, y que la propia expresividad artística nos permite hacerlo en este sentido especulativo del conocimiento filosófico de la equivalente expresividad. Convenimos esto como los parámetros de las condiciones humanas, que son generadas por los patrones históricos de la propia conducta artística, y de nuestra propia conducta que es influenciada por la historia artística, por nuestras propias especulaciones filosóficas.
Cuando se designa al objeto se quiere referir a la obra de creación artística u obra de arte, y el sujeto es quien la realiza, es decir, el artista. Existen casos en que el objeto tiende a condicionar al sujeto permitiendo que la propia obra ante de su concepción de las condiciones para su adecuada creación, esto mediante a lo establecido previamente por ella en las construcciones lógicas, manifestada por el artista, esto según a sus propios términos, y que la noción del yo creativo da respuesta a los estados de conciencia de la propia obra absorbida por el propio artista, dando así, un inicio en los estados de conciencias del propio creador, permitiendo su conducción.
Las postulaciones independientes del objeto y del sujeto da algunos problemas, tales como, la falta de capacidad del sujeto hacia el objeto, esto en lograr entender al objeto de acuerdo así mismo y a como es. Los criterios de validación artística tienden a establecerse mediante a la acción y el efecto de aprender, a lo que el objeto permite del sujeto, es decir, mediante la aprehección del objeto por el sujeto.
Los conocimientos puros en las fundamentaciones artísticas en sus propios significados, dan las implicaciones en los basamentos conceptuales de la creación, difiriendo en las capacidades del sujeto creador. Los órganos que permiten mediar entre el sujeto y el objeto, están subordinados ante un conocimiento casual de la propia creación artística, esto como un elemento que influye también en ella.
Todas las actitudes ingenuas con sus fundamentos primitivos en su parte irracional, en los aspectos que nos permite la realización artística, da un enfrentamiento con el conocimiento de estos aspectos, y la comprensión de los problemas que se da en si mismo, que se da en la propia expresión. El sujeto y el objeto no admiten su separación, en el conocimiento de ellos mismos en si mismo, es decir; la interpretación da un conocimiento que filosóficamente se funde en su propio contenido de filosofía artística, es allí en donde ella se niega. Las críticas serán las actitudes que permitan el destierro de los aspectos ingenuos del arte, esto como una filosofía especulativa, dando a estas especulaciones, sus proporcionadas dependencias sensoriales de la propia filosofía.
La racionalización artística podría entremezclarse con el escepticismo y con el subjetivismo de los hechos filosóficos en sus formas casuales, dando a los aspectos de descripción un sentido que imposibilite la constitución de un inicio inconsistente del mismo conocimiento, que pueda atribuirse a los cambios de la razón primordial de los sentidos expresivos de percepción. El realismo crítico de las funciones que desempeñan tanto el sujeto y el objeto, tiende a dar los sentidos básicos de todo pensamiento artístico, dando respuesta a un conocimiento con características de un orden expresivo que se funde en los aspectos metafísicos con sentidos de conceptualizacion técnica de la creación.
Las “realidades” expresivas dan un pensamiento de una “realidad” propia de cada sujeto que crea el objeto según a su realidad, conservando a la vez, los análogos-parecidos de un contexto que da un resurgimiento de si, parcializándose por las discusiones formales de sus propios métodos que son planteados por el conocimiento natural de si mismo. El arte es el conocimiento constituido por su centro de indagación filosófica, dando una racionalización que se basa en sus propios ideales del mismo conocimiento filosófico, y que parte de las intuiciones constituidas por la existencia del sujeto y como pueda pensar del objeto, es decir, los resultados que se obtiene del mismo hecho de pensar.
Descartes nos permite definir a estos principios como: “La intuición se origina y la teoría de las ideas innatas qué constituye los puntos de partidas”; doctrinariamente, las ideas…
El empirismo de la expresión artística, es un aspecto que nos fortalece mas el resultado de la obre de arte,…, aunque tampoco podemos negar la existencia de las nociones innatas de la misma libertad expresiva y su creador. Esto es verdaderamente cierto; el conocimiento proviene de las experiencias, las que surjan de los procesos que se desarrollan para lograr la obra de arte según a los estados de experiencias creativas del sujeto generador de un objeto artístico. La mente construye un diagrama de ideas y experiencias que se inscribe en las nociones que nos configuran todos los aspectos conceptuales que nos permite la creación, y a la vez, corresponde a una filosofía con cualidades primarias y secundarias de la propia especulación filosófica. El objeto tiene inherentemente asignados el tamaño, la forma, la extensión de su propia argumentación filosófica, y el sujeto, tiene inherentemente asignadas las sensaciones, el color, el sabor de la argumentación filosófica.
La expresión artística se vale esencialmente de un principio filosófico en la técnica a utilizar y su uso, esto mediante a los patrones que nos permite generar en un primer termino, las especulaciones filosóficas de su realización, tomando como patrón inicial los arquetipos que se utilicen, que se expresen mediante al tamaño, la forma, la extensión, las sensaciones del color, el sabor,…, y ellas corresponde a los argumentos que el objeto y el sujeto describan y designen en su dialogo filosófico especulativo.
Las afirmaciones recogidas aquí pertenecen a una filosofía especulativa de la concepción artística en la forma o manera de concebirlas, y decimos que pertenecen a una filosofía especulativa, ya que, el arte no es filosóficamente concreto ni exacto. Esta filosofía especulativa permite argumentar y dar los diagnósticos que puedan enrumbar a la expresión artística hacia una realización o creación, es por ello, que las partes empiristas filosóficas también son partes de las designaciones filosóficas, en cuanto, al mismo hecho artístico.
No se puede negar que los aspectos artísticos también es un substrato de lo material, es decir, el hombre creador no pertenecen exclusivamente a sus propios sentidos ni a sus atribuciones materiales en las sensaciones, dando una pertenencia a todas las hipótesis injustificables.
Todo conocimiento puro de creación artística se cimienta en la percepción de lo expresado, como fenómeno de la propia vehemencia creativa. Posiblemente este conocimiento no puede ser abstracto en si mismos: Las ideas abstractas parten de un arquetipo que se codifica y posteriormente se plasma de una manera simbólica que puede representar unos conjuntos de objetos que es manejado por un sujeto. Aquí surgen los argumentos en un sentido especulativo de la propia filosofía, ella describe las convenientes ideas de las sustancias y las cualidades de la filosofía supuesta. Esto es sometido a un conocimiento especulativo que pertenece a lo aprendido en la vida común, de las condiciones innatas de los individuos.
La sustancia y la casualidad filosófica son las bases en donde interviene la experiencia que nos codifica la existencia expresiva, dando los complementos de unas y otras ideas para las profundizaciones de ellas y sus propias designaciones. Su propio soporte es sometido o es designado por las sensaciones que nos involucran en la expresividad. La filosofía soporta todo, es por ello, que la expresión artística es soportable en su propio argumento, esto en su adecuado contenido. Al señalar esto se quiere designar que; los argumentos que el hombre fundamenta como idea filosófica de carácter artístico, tiende a ser de una condición soportable por su mismo fundamento, en sus ideas humanas, como sentido de una realidad propia de cada individuo. Este individuo a consignar sus ideas parte de un conocimiento aprendido que es manejado por la psiquis según sus criterios personales de percepción, del mundo que le rodea, y que le atribuye parámetros para poderlos revertir en sus propias ideas, y a la vez, negarse a ellas mismas.
Las nociones casuales que nos dan ciertas creencias en los aspectos que nos guié hacia una validez expresiva con características universales en lo referente a las designaciones sujeto-objeto, no pueden provenir exclusivamente de las experiencias de sus interrelaciones; las captaciones en las sucesiones de la experiencias, están en ella, como un aspecto que rodea la lógica y el empirismo, concibiendo la existencia de las relaciones que son distintas a las vividas. Los esquemas empíricos tienen sus respectivas validación en la expresión artística, ellas se fundamenta como las actitudes que puedan significar los estados que se asumen en el intercambio de las cualidades expresivas del sujeto y el objeto, en los esquemas de expresión artística, dando los parámetros que se integran con la parte lógica y racional del conocimiento, como un aspecto filosófico de la expresión. Todo tiende a permitirnos los caracteres deducibles de la propia experiencia expresiva, sin llegar a encontrar en las costumbres, las certezas absolutas del hecho creador. La experiencia parte de un conocimiento,.., el aprendido. Si la experiencia parte de un conocimiento o se nutre del, el empirismo tiene un rasgo que se nutre en si mismo, de la sublime percepción que se tenga de ese conocimiento, nutriéndose también de lo empírico. Todo esto nos da un resultado probable sin lograr alcanzar una validez absoluta,…, así podemos afirmar; los conceptos artísticos aprendidos empíricos parten de una experiencia, esto se hace necesario para su reconocimiento, ya que, las experiencias empíricas parte de un conocimiento empírico de las ideas empíricas, convirtiéndose estos conceptos artísticos en un estado de aprendizaje manipulados por nuestras convicciones empíricas.
No se quiere decir ni mucho menos afirmar con ello que el arte empírico carece de validez expresiva pero; toda observación empírica crea situaciones desfavorables al sujeto y al objeto. El sujeto no puede explicarse en sus hechos expresivos en si mismo, y poder lograr entenderse en su propia realidad artística expresiva, esto mediante al objeto que no logra reconocerse como tal. Existe un abandono de su propia realidad, sin lograr mantener su tesis básica de expresión, dando a la experiencia propia del sujeto, un castramiento de su conveniente identidad perceptiva expresiva.
Ahora bien,…, la racionalidad, en muchos de los casos, nos crea una castridad de los argumentos a expresar en su propia demostración de expresión. Nos crea una castridad de poder explicar las formaciones de conceptos ajenos a nuestras convenientes ideas, que en gran parte tiene un resultado fuera de una realidad establecida por nosotros, en los estados primarios de nuestras personalidad de reacción, es decir: El racionalismo no tiene la capacidad de lograr dar las respuestas en las formaciones de todos los conceptos básicos de las mismas condiciones empíricas, ellas se construyen sobre otras bases de la percepción. Tanto como la experimentación como la inducción, son ellas en si mismas, y el racionalismo, nace de su propia asimilación permitiendo los surgimientos a priori en su contenido y ambiente perceptivo. Los surgimientos de su propia aplicabilidad dan basamentos filosóficos de un conocimiento con consecuencias especulativas en si.
Existe un punto importante que nace de esta fusión racional con la irracionalidad, que dan las alegrías expresivas, que se burla de ella misma. La noción de la casualidad ayuda a unificarlas a ambas con un sentido que nos permite un mejor entendimiento. Esta impide todo argumento de la suposición expresiva, su lógica parte de su proporcionada necesidad.
Conjeturar los hechos expresivos nos da una comprensión artística que nos permite crear una filosofía y un conocimiento referidos al propio discernimiento de creación. Estas suposiciones siempre serán el reflejo de un conocimiento previo que nos permite dar una lógica a todos estos supuestos juicios, que parten de nuestras ideas. Es allí que el empirismo y el racionalismo llegan a complementarse en una realidad expresiva según quien lo maneja.
El conocimiento de las condiciones artísticas implican dos clases de cimientos que se mezclan entre si; las condiciones a priori y las condiciones que nacen de la expresividad, es por ello, que las expresiones artísticas nunca son puras en su fundamentacion. La percepción pretende organizarse mediante las estructuras a priori de toda sensación interna, de todo los individuos que la tienda a manejar, dando cabida a su propio espacio, a su propio tiempo expresivo, ejecutorio, perceptivo, etc., etc., etc.,…, es decir; todo lo que implique los fenómenos o argumentos artísticos en si mismo, que se integren por si mismo, logrando un entendimiento a priori del sujeto que especula según a sus deseos o estructuras filosóficas-conceptuales, en los esquemas manejados por el. Estos esquemas pertenecen a sus patrones formales y a sus contenidos, solo se permite admitirlo por su propia experiencia. Ambos aspectos son inseparables uno del otro. Todo lo que tenga una argumentación contraria a otra le es necesario al sujeto y a ellas para así poder permitir la experiencia en todos los aspectos. La conceptualizacion expresiva, permite efectuar y definir todas las categorías que se genera de una manera inmediata, de las partes que se conciben con este conocimiento, que de forma inmediata da el entendimiento y la razón, dando a la causalidad sus rasgos específicos. Los juicios se organizan mediante al estudio analítico y sintético de su interpretación. Estos juicios pertenecen a lo sintético de los aspectos explícitos de ellos, que el sujeto lo toma a priori expresando sus verdades ocultas en su propia necesidad. Los juicios sintéticos inmediatos se centran en la parte discursiva de las tendencias contiguas de la misma expresividad. La fundamentacion de la lógica de todos estos estudios, se da en una continuidad del saber del mismo conocimiento artístico, en todos sus trabajos lógicos, en la parte relativas de ellos, ya como un aspecto de expresión artística.
El espacio físico expresivo-analítico tiende a aparecer en donde se plantea los argumentos expresivos, los cuales, tiene una consistencia que internamente parte de las teorías que pertenecen a un resultado con rasgos positivos, que dan un conjunto de concepciones naturales de la misma expresión, que se caracterizan sistemáticamente mediante a los fundamentos teóricos que se refieren a una realidad probable.
Las consistencias internas de las realidades probables tienden a los resultados positivos que nos conducen a las concepciones naturales de la expresión, caracterizada esta, por la sistemática formación de las tesis en las concepciones que se afirman, que se sostiene en todas las referencias de las posibles realidades que se asumen mediante las teorías establecidas. La aplicabilidad entre la esfera natural de la simple designación estructurante y la relación con los estudios que coinciden con los ámbitos físicos y materiales de la misma cuestión de la expresividad artística, nos permite las coincidencias con estas afirmaciones. Esto no es determinante ni demostrativo sino que las relaciones de experimentación dan los casos que estructuran todo los espacios implícitos que se relacionan con los sistemas y sus axiomas. El espacio físico de las expresiones parte de una aproximación de una realidad probable y sus teorías, argumentadas en un espacio probable que se fundamenta mediante los aspectos filosóficos del conocimiento especulativo, que es creado por la mente, los misterios de su propia interpretación, la que ella encierra.
Los Arquetipos
En los Aspectos Especulativos Humanos de la Expresividad Artística.
Todo arte parte de algún modelo que da origen a la primaria representación o designación de algo que ya existe, esto como la representación de algo material o no. Los principios artísticos nacen también de estos modelos, que están en las ideas de cada cosa percibida.
Las ideas surgen de estos arquetipos. Platón las llamaba: “Las ideas constituidas por sistemas que son generados por estos modelos que se convierte en copias de nuestro entorno y que el artista interpreta o codifica según su percepción”.
Existe un contenido de modelos inconcientes que se generan en los individuos en forma de ideas, que van a repercutir en lo colectivo de la interpretación. Las formas que generalmente se han dado en un sentido de parecidos-análogos, en el vivir diario, que proporcionan semejanzas en el inconciente o en el conciente de todos los individuos, dan un patrimonio que perdura en todas estas personas, esto como un patrimonio de percepción visual. Estas son las imágenes que no son generadas concretamente ni claramente determinadas, pero son el principio de un esquema que se fundamenta por la disposición de la percepción psíquica, que se revela como una existencia de cada uno de ello, dado esto por todas las visicitudes, experiencias, las herencias del ser, permitiéndose los presagios que esta humanidad a permitido proveer para su descubrimiento; esto mediante a los símbolos que nos influyen en el medio ambiente de vida. Estos simbolismos actúan en el individuo por razón de las esencias naturales, sobrenaturales y metafísicos de cada interioridad, de cada parte del inconciente, de cada orden o desorden individual-personal, dando las ordenaciones y parámetros de cada materia que la psiquis recoge, esto mediante, a las leyes sobrenaturales desconocidas de interpretación, proporcionando esto las posibilidades de lograrlas interpretar de manera colectiva y que afectan a cada individualidad.
Arquetipos; sueños que nos genera nuestra realidad en las interpretaciones y que son modelos o un molde inicial que es lo mismo,…, todo esto para lograr dar cabida a estos sueños que parte de una realidad o posible realidad. El arte surge de un arquetipo que se centra en nuestra percepción personal, de lograr manejar los modelos recogidos proporcionando los puntos que nos enlazan o nos da las sucesiones psíquicas que nos permite manejar al arte como un elemento en si mismo.
El estudio del hombre como ser humano en su antropografía y buscando sus aspecto de etnología, de demografía, y de antroposociología, nos permiten saber mas de este hombre considerándolo como un creador de hechos artísticos, es decir; considerando al hombre de forma aislada, y a la vez, como parte de un grupo cultural y político social nos permiten saber de este hombre en sus vestigios y presagios de consideraciones creativas.
El instrumento principal de la creación artística es el conocimiento de esta misma creación, y esto a su lógica o ilógica percepción que se de en ella misma. El ser creador es una esencia que puede constituir las dignidades de esta creación. El arte lo define este ser creador según a los criterios que se formen, como los arquetipos explorados y analizados por el conocimiento que este creador se exija para su estudio, el cual, le permite conocer.
El hombre artista-creador necesita y debe saber cuales son las estructuras, las leyes, el empleo concreto y también los abusos que necesitan como conocimiento para lograr la creación artística. La lógica parte de ello, parte de una preparación para adquirir el conocimiento que nos permite descifrar los modelos, los moldes, los arquetipos, para así poderlos expresar en su propio contenido, según su lógica creativa. Hay que lograr argumentar todas las preguntas posibles a estos arquetipos y las respuestas estarán relacionadas a nuestras propias argumentaciones arquetípicas descifradas por esas señales que nos condicionan hacia ellos en sus contenidos. Las búsquedas serán las categorías dispuestas por ellos, por su propia búsquedas o por su primarias categorías de si, en su propio ser, de poderlos manejar por nuestras categorías de desciframiento simbólico. Esto es el resultado de todos los argumentos que nos permiten las investigaciones basadas en el conocimiento, dando a lo expresado el resultado de lo dicho y dispuesto, la realidad existente ya fundamentada por los mismos arquetipos.
El conocimiento se fundamenta por lo pensado, por lo que se permite descubrir en sus propias categorías arquetípicas, esto nos da como resultado una posible realidad o un ambiente en si. Todos los argumentos a utilizar se deben fundamentar en el análisis de estos argumentos.
El conocimiento es un pensamiento que tiende a expresarse mediante a lo establecido por nuestra mente, esta se permite descubrir todo mediante a las categorías que el conocimiento pueda absorber dándonos los juicios a seguir, tales como: La sustancia, la cantidad, la cualidad, la relación, el lugar, el tiempo, todo esto, con un sentido de la palabra según dice Aristóteles.
Según Aristóteles estos son los “Diversos sentidos del Ser”. Estos sentidos nos permiten dar las interpretaciones de todas nuestras argumentaciones, en el poder lograr descifrar el entorno dispuesto.
La individualidad nos permite comprender un objeto real relacionándolo con el individuo que la tiende a entender, designando algo que puede ser real pero realmente no lo es para este que descifra, sino es lo que se codifica mediante las interpretaciones de los arquetipos, dando diferentes sentidos interpretativos, pero que realmente no designa nada real en si mismo como resultado, es decir; lo real de los aspectos arquerotipados de la obra artística y su expresión en su primigenia designación, pertenece a una realidad primitiva del individuo y su universo, que pasa a ser una realidad a utilizar en su base inicial de interpretación, pero cuando el individuo maneja estos arquetipos admite que es una realidad inicial de un grupo que lo ha descifrado, y sus ideas al crear, le a permitido establecer otras realidades de estas situaciones iniciales, ya establecidas, creando su propias circunstancias. Esto le establece una nueva primigenia realidad inicial, creando un nuevo arquetipo para que sea descifrado. Todo se fundamenta en las ideas arquetípicas iniciales en sus nuevas maneras de interpretarlas. Esto nos da el manejo de una lógica noción de los elementos metafísicos de interpretación.
Las características iniciales de los moldes o modelos (Arquetipos), son los cambios de estos mismos paradigmas, dándose las categorías de ellos mismos para permitirnos los parecidos contrarios. Esto nos crea los diferentes y los nuevos arquetipos que parte de uno inicial, dando como resultado nuevos modelos o moldes que llegan a ser un nuevo conocimiento para buscar la expresión que nos fundamenten y refieran nuevos prototipos.
Todo está en la proporción de nuevos enunciados, que nos de nuevos esquemas de modelos, que nos afirmen una manera o forma verbal de expresión, que nos faciliten los juicios con proporciones que nos ordenen las idea, que permitan afirmar o negar las proposiciones de expresión perceptiva artística.
Demostrar las expresiones artísticas, es la justificación de un razonamiento que se inicia con el mismo conocimiento que con anterioridad sea formalizado, dando como fundamento un principio inicial que se organiza con la ciencia demostrativa del conocimiento simbólico, fundamentando una forma inmediata que impida un regreso a patrones menos claros de su demostración y principios. Todo lo que se fundamente sin los principios de la demostración nos da elementos ajenos a la propia utilización de estos arquetipos o modelos, dando los lazos progresivos a las suposiciones de estos paradigmas. Estos nos limitan en la propia interpretación del hecho creador.
Los principios que nos da la lógica expresiva, son los expuestos en esta misma expresión, en su propio desarrollo, para poder obtener la lógica creativa. La lógica tiene su análisis en los basamentos que el conocimiento genera, de los aspectos tanto particulares como globales del adecuado arquetipo. Se aplica en las designaciones que estos arquetipos nos den en sus propias particularidades, esto que necesariamente nos permitan abordar su cuerpo inicial.
La demostración practica se adquiere mediante a los sentidos que se tenga como inicio, dando a su materia el conocimiento propio de la supresión expresiva, dando las sensaciones que nutran todas las selecciones que se logren asimilar. La lógica se deberá someter a todos los criterios críticos que esta lógica nos manifieste en los esquemas contemporáneos y primitivos de la expresión.
Las correspondencias intima del ser metafísico debe enlazarse con el ser que la estudia en las realidades ultimas del ser, proporcionando a lo sustancial de estos arquetipos, las correspondencias materiales y formales de todos los actos del ser expresivo, esto nos facilitan las potencialidades de todos los cambios, de todos aquellos arquetipos dispuestos para su manejo, interpretación, codificación y maneras o formas de expresarlos.
Lo real pertenece a los aspectos que consideramos “verdadero” en nuestras situaciones de las interpretaciones arquetípicas en si misma. Las aseveraciones arquetípicas se afirman en si, en sus contenidos, permitiendo sus enunciaciones, manejadas por los criterios que son dados por las asimilaciones expresivas de estos arquetipos. Las cualidades sustanciales es en si misma consigo misma. “Sustancia y cualidad arquetípica son sueños que se condensan en su propia interpretación, dando al símbolo su propia fuerza”. Todo es la parte plural de todo el universo artístico como un aspecto propio de expresión. Sin los arquetipos como realidad inicial es imposible que se de ninguna irrealidad o realidad material-formal de los sucesivos resultados arquetipados. Los arquetipos poseen materia real o irreal con su forma intrínseca pero, la forma pertenecen a un estado perceptivo que se puede interpretar como materia mística, sobre natural, y a la vez, con tendencia natural y palpable de una realidad. Esto debido; a que los esquemas que se nos produce o genera en la mente pertenecen a un estado conocido de acuerdo a nuestra realidad. La esencia de la forma pertenece a ella misma, según a las posibles interpretaciones que se hagan, dando a una forma su significado de acuerdo a lo que realmente es, y a la vez, a lo que se cree que es, es decir; un objeto nace de la interpretación de algún arquetipo inicial, dando la representación de algo inicial estudiado. El objeto creado es la realización de las consecuencias de algo que nos indujo a establecerlo. Es la parte que nos permite analizar una cosa particular pero, el resultado queda subordinado a un resultado manejado por el creador, proporcionando las lógicas de sus propias lógicas para transformar un principio inicial que nos permiten sus transformaciones. Los cambios se plantean hacia unas instituciones que nos potencia a una relación que nos permite una noción que nos pertenece, a unos paralelismos de una realidad personal expresiva. Este cambio es un momento dado en si, por razón de las fuerzas que dinamizan estos cambios, con sus respectivos actos de energías, nos dan las nociones que nos permiten las paralelas y respectivas posibilidades de una realidad de expresión artística. El cambio logrado en la designación de esta expresión, es la parte de una transformación, que es sufrida, mediante a los momentos de la propia evolución expresiva en si, en un momento dado de sus actos, y en su potencia de transformación.
Los arquetipos poseen todas estas actitudes peculiares, de lograr crear cada unos de estos actos en si mismo, mediante y durante las interpretaciones de los arquetipos. Esto nos da la lógica manipulación de los modelos; todo es parte de una realización humana de transformación, que es posible debido a su inicial creación de expresión, todo esto como dice Aristóteles; “es la potencia y el acto”. Todas las cosas del universo, en cuanto a la creación artística, esta ordenada según al creador que es humano, y que pertenece a una jerarquía que designa una realización de cualquier transformación, que parte de un arquetipo inicial, a la máxima interpretación arquetípica, que corresponde de una potencia mínima, que en su inicio partió de si misma, como una infinita interpretación, que dio como generación a unas sucesivas potencias de realización final, un resultado que se procura dar.
Todo corresponde a un inicio y a un fin de las ideas, que nos permiten encontrar nuestras propias realidades arquetípicas, parten de un conocimiento que nos permiten una causa y un efecto expresivo artístico.
La materia arquetípica nos procura las ideas, y estas nos dan los manejos de los instrumentos manuales, que permiten al creador manipular para una conclusión expresiva. La “verdadera” interpretación esta en el conocimiento, de todas las causas que nos lleve a la interpretación de los arquetipos a manejar, dando a las causas un valor que contemplen lo material, lo palpable de ellos, esto mediante a lo formal, la eficiencia y el resultado final como dice Aristóteles; “las cuatros causas del conocimiento por la causa”.
Los resultados expresivos son generados mediante a una causa que parte de los arquetipos dispuestos, dando unas series sucesivas de causas que son concebidas por las necesidades de una causa final, que pertenece a los actos puros de la misma creación artística y su efecto.
La forma sin materia es la unidad que parte de las extensiones progresivas del pensamiento en si mismo, dando una causa final contemplativa en si. Todos los cambios y sus implicaciones nos promueven hacia unas infinitas sucesiones de cambios, dando al espacio y al tiempo de realización todas sus condiciones para estos mismos cambios. Estos cambios son generados mediante los movimientos que parte de lo sustancial, cualitativa, cuantitativa y espacial, basados en los modelos que son generados por razón de su transformación.
Toda “realidad” artística parte de una observación que se genera por un conocimiento previo de todos los fenómenos que de esta realidad, en donde lo fenoménico o fenomenológico de la percepción nos permite las diferencias de todas sus partes metafísicas, integrándolas con una lógica que la consideramos perser.
Las interpretaciones pertenecen a dos estados, uno sublunar o propio de cada ser, dándose la corrupción implantada por nuestros criterios, y otro estado supralunar que es infinitamente de una gran amplitud en donde reina el orden y la inmutabilidad. Los sentidos de nuestra interioridad en los aspectos expresivos de la interpretación pertenecen a las condiciones etéreas de estas, las cuales, están en consonancia a una cíclica metafísica de la expresión y de la interpretación. Esto nos permite dar vida a estas expresiones e interpretaciones, dando a la parte espiritual de la percepción, expresión e interpretación, un sentido infinito del sentir artístico que se genera en el alma.
El alma según Aristóteles es de tres clases; una vegetativa, una sensible y una tercera racional. El conocimiento permite dar sentido a cada una de ellas en las nociones de expresión, percepción e interpretación del hecho artístico. Esto es el punto de partida que nos permite dar cuerpo a lo percibido, expresado e interpretado, en las condiciones que nos generen los resultados que se dan en la obra de arte.
El intelecto también nos reafirma las condiciones artísticas. El intelecto pasivo y el activo nos genera un naciente conocimiento de lo que se conoce y que pretende concluir símbolos, y uno final que es lo que se nos impone en lo formal, que es capaz de dar a todos las objetos representaciones. Los arquetipos parten de ello también. Parte de una iniciación de lo que puede ser cualquier modelo o molde ya conocido, que genera un final de resultado que es la imposición de lo que nuevamente llega a ser un inicio. Lo racional pertenece a una voluntad del deseo que nos propone unos fines en consecuencia a nuestra racionalidad o irracionalidad. Pertenece a un fin que plantea medios para realizarlos. Nuestras sensaciones y nuestros pensamientos pertenecen a los recuerdos pasivos que participan mediante una activación de las necesidades de las expresiones artísticas.
La voluntad de lo racional, de los deseos, permiten las búsquedas de una condición expresiva caracterizada por la misma consecuencia, las sucesivas representaciones del trajinar artístico.
Las observaciones que dan los argumentos de la expresión artística nos permiten absorber diferentes sensaciones que son manejadas y asimiladas por la mente. El intelecto en su origen pasivo empieza a participar en los elementos que comienza a dar cuerpo en las maneras de observar e interpretar, mediante las sucesivas racionalizaciones de este intelecto, que da una activación del propio entendimiento, concibiendo la universalidad de las sucesivas deducciones, de los rasgos particulares de cada resultado obtenido. Posteriormente se genera diferentes aspectos demostrativos de este intelecto dándose las respuestas, las imágenes que se suscitan en las pasiones del que realiza estos hechos expresivos.
Si el hombre artista parte de cualquiera de los estados emotivos como por ejemplo, la cólera, la piedad, el temor, la indignación u otros estados de ánimos, permite también su naturaleza y los mecanismos para expresarlos, provoca las pasiones, y a la vez, las naturalezas de si mismo, según a su modo de interpretar los sentidos morales que se le interpone. El arte es su aspecto de expresión artística, esta es propia de una pasión emotiva, dando a las interpretaciones arquetípicas su imitación, de su naturaleza, dando los géneros interpretativos como índole de los objetos arquerotipados, imitados para su proceso de interpretación, debido a sus propios recursos de empleo inicial.
La obra artística parte de los aspectos arquerotipados, dándose las respectivas exposiciones en su propio estado expresivo, que posteriormente, cada unos de los nudos interpretativos expresivos, aplicativos y ejecutantes, que termina en su desenlace, quedando como una regla final y en particular en su propia acción, en su propio tiempo, en su lugar final, en su afán artístico. Este lugar final queda como un elemento arquetípico que nos da un inicio, esto dependiendo de los individuos que pretenden interpretarlos o usarlos como un nuevo modelo o molde.
La intelectualidad arquetípica parte de si misma y ella nos influye según a nuestras propias cualidades o caracteres de pensar. Este pensamiento pertenece a los misterios de las interpretaciones artísticas que se codifican en los propios misterios que son generados en la mente.
Fundamentos Iniciales del Mensaje en la Expresividad Artística.
Cuando iniciamos los planteamientos a poder lograr estudiar al signo, no podemos desligarlo ni apartarlo del mensaje que este quiere emitir por efecto de la manipulación de un sujeto que lo maneja, en este caso, el artista que tiende a crear la expresividad.
Las iniciaciones se originan desde su contenido que nos permite dar un planteamiento inicial de la conveniente calidad o sustancia expresiva formal. Las investigaciones que se han dado de la ciencia semiótica dan origen a posteriores resultados de si, que parte de sus hallazgos de expresividad.
En las expresiones artísticas se generan los resultados de las investigaciones qué se asuman de la ciencia semiótica y sus fundamentos, esto nos proporciona un origen en si, permitiendo que su propia fundamentacion se maneje en estos signos. Su mensaje es el resultado de si y del mensaje del artista ejecutante, que lo maneja, dando cabida a la manera o forma de describirlo. Esto depende de este signo y de lo que se permita ser manejado, y el artista, como lo pueda codificar o emplear.
En un primer término: El artista da una posible investigación simbólica que le permite un punto inicial traduciendo sus contenidos de belleza, declarando y dando una presentación inicial que se define como una idea. El artista se permite dar cambios a un arquetipo inicial que surge como idea en su psiquis. Esta idea da inicio a un signo por si mismo, perteneciendo a su naturaleza interior que se relaciona con los arquetipos recogidos en el exterior, de su propia psiquis, es decir, fuera de la idea misma. Se parte de una simple adjudicación arquetípica que nos permite las bases únicas del principio de las ideas, las que admite el equilibrio de lo exterior e interior de la imagen, dando una unidad a la obra de arte o expresividad artística resultante.
Esta unidad es un simbolismo alegórico, iniciados por la unificación de los criterios recogidos en todos los arquetipos, transformándose mediante el manejo que el artista le da para lograr crear sus propios arquetipos. Todo lo que se manifieste nos permite la simbolización del objeto arquerotipado, dándole una descripción parcial o total según sea los casos que el artista maneje para su propio fin expresivo.
La “belleza” parte y es origen de una idea simbólica. La “belleza” es causa y efecto de un simbolismo con sus sustancias ocultas en si, que se refiere a su propio fundamento, y el mensaje se desarrolla mediante a los simbolismos recogidos en los arquetipos iniciales estudiado, dando respuesta a lo que llamamos inicialmente; las investigaciones de la ciencia semiótica y sus resultados que se expresan en mensajes sucesivos de la expresividad.
El desarrollo del simbolismo se adecua a la construcción de su significado con la particularidad de su significante, que nos permite la pertenencia a una razón perse. Las formas que puedan adecuarse a el, da un simbolismo que se pertenece a si mismo como una unidad infinita en su propia extensión. La proporción de las formas de su propio cuerpo, la qué se apropia de un signo con pensamiento basado en el conocimiento.
Las instrucciones que nos dirige al simbolismo, pertenecen a la arbitrariedad de su concepción. La lógica del simbolismo es la idea sublime de su mensaje interpretativo.
Proponer las teorías simbólicas nos origina los sentimientos que parte de la interpretación personal de los símbolos y sus significados, el que se exprese en el mensaje. El mensaje surge de los estudios que se realicen en los aspectos simbólicos de este mensaje, comenzando en los sentidos que la modernidad concientemente manejada, la que nos permite en su propia palabra de expresión simbólica, dándose los aprendizajes que permitan los análisis en todos sus contenidos, de la propia obra de arte, que se contemple como resultado, que pueda quedar de manera separada en la misma forma, teniendo su contenido formal, de una estética expresiva como camino a la forma determinante de un mensaje simbólico investigado y creado.
Siempre hablamos de los contenidos simbólicos como los aspectos humanos de describirlos, parten de los estudios que el hombre realiza en sus comienzos sensoriales del mismo pensamiento, dando los sentidos que la “modernidad” refleja en la propia palabra asignada, esto mediante, a los sentidos íntimos de los caracteres personales de percepción, donde se cultiva los análisis de su propio contenido. Cuando se dice en su propio contenido, nos referimos a su propia inclusión como reflejo de su abstracción, dando al hecho artístico los mensajes que ellos mismos manifiesten, separándose de las formas que puedan influenciarles como dice G.F.W. Hengel (1776-1831): “La piedra que da los ángulos de su propia definición estética y diciendo así; su sentido, dando cabida a las investigaciones que posteriormente se incluye en su propio campo”.
El primitivismo en su fase inicial del desarrollo artístico, como dice Hengel, predomina las amplitudes de su propia antigüedad primitivista, que parte de un simbolismo particular de cada época. Como dice Hengel en su desarrollo artístico crítico; “las amplitudes predominarán en su propia antigüedad primitivista que parte de un simbolismo particular de cada época”.
Las exposiciones discusivas del arte como aspecto de expresión artístico simbólico en sus propios basamentos no se pueden deshacer de ello, tiene una característica del propio símbolo enunciado, considerándose las exposiciones del mensaje en una simple sostificación de este simbolismo, que nos permite deducir el mensaje. Es el mismo hecho artístico que se adecua al simbolismo para presentar el mensaje artístico, que tiende a dar resultados particulares de cada mensaje que se conserva de su autor.
Este simbolismo que nos permite obtener o que nos proporciona un resultado como mensaje varía según sea el caso. Puede plantearse que se exprese y manipule según a los intereses, a las capacidades o incapacidades del autor, lo que su conocimiento tiende a determinar, permitir y expresar en sus asuntos generales, en su condición particular, dando a las particularidades rasgos con asuntos generales de su propia forma expresiva, con una mezclada y marcada influencia de su propia tendencia. Las formulaciones del mensaje en su importancia, dan una oposición de su potencia expresiva y de su propio soporte.
Las extensiones del mensaje corresponde a las potencias de su expresividad en sus partes, que las generan como un simbolismo que se manifiesta por su propio poder, por la voluntad de la propia sustancia que el generador artístico logre racionalizar de el mismo y consigo mismo, que da un mensaje que es percibido por un receptor que lo pueda identificar enfáticamente como parte de un todo del mismo mensaje de la expresión.
Lo Fundamental de la Expresión Artística
Como la Especulación de la Misma Expresión del Mensaje.
El tema fundamental a expresar parte de los mensajes naturales que el signo nos especula, donde los aspectos de herramientas formales, según sea la manifestación artística a ejecutar, dan las armonías y los contrates expresivos conformes a las designaciones formales de ese mensaje a ser utilizado y designado. Cada uno de los elementos expresivos obtenidos surgen y obedecen a un estimulo natural, esto como un medio de expresión a reflejar.
El mensaje comienza con una representación de poderlo codificar de la manera mas natural posible, tratando de atraparlo en su representaciones enigmáticas, en su existencia, en donde todas las formas que nos transmiten se interrelacionan con la naturaleza de su expresión, que nos da a veces, todas las explicaciones para codificarlo como un código.
Hay en el mensaje artístico la existencia de la propia obra de arte y las depuraciones de si misma como una síntesis de elementos compuestos por los mismos códigos. Dan los planos donde desaparecen las connotaciones de su propia configuración inicial. Esto también se ajusta a su conocimiento especulativo en su expresividad, dando parámetros abstractos donde juegan primordialmente los contextos de la propia obra.
Las representaciones estarán presentes también como un arquetipo de una “realidad” a priori de su concepción. Los elementos expresivos que puedan utilizar el mismo mensaje, quedan influenciados directamente por la esencia de cada cultura. El hecho formativo tiene que ver, en muchos de los casos, con nuestra propia identidad cultural, con la historia de la propia identidad cultural de los territorios pedagógicos, donde siempre estará presente la relación artista medio ambiente cultural que nos influye,…, además… Como punto de referencia de la misma connotación del mensaje artístico expresado, estará siempre la propia naturaleza de la esencia de la vida y de todos los procesos que se dan en ella para el mantenimiento artístico asumido.
Crear los momentos oportunos de la expresividad del mensaje, pertenece a los estados mágicos de la expresividad, y cuando se llegan a esos sutiles momentos mágicos de esta expresividad, pasa a un segundo plano todo lo que le rodea, como los acondicionamientos de la misma vocación artística y su creación condicionada. Indudablemente que esa creación puede abordar con gran amplitud cualquier forma del lenguaje expresivo simbólico.
El arte es un tejido de códigos transmitidos por una cultura perse, y junto a ellos, los símbolos que juegan un papel importante e inherente a nuestra propia expresión artística, como seres humanos, con nuestras percepciones individuales, permitiéndonos luego descifrar esos códigos.
El mensaje expresivo siempre se mantendrá fiel a la identidad que involucra todo aquello que se ha heredado, que la propia cultura la tiende a influir, aunado a los valores éticos y estéticos. Todo esto tiene que ver con la historia de nuestra identidad cultural de los pueblos que estén inscritos.
El artista se entiende como una individualidad, y a la vez, como una realidad socio-cultural, donde esta estipulado o condicionado por el sistema social, el sistema cultural y el sistema ambiental; todo esto estará determinando al artista como modelo de expresión para que actué de una manera establecida.
Los entornos naturales y espontáneos de las culturas que circundan al creador de la obra de expresión artística, le influyen en todos los elementos que le delimitan, en sus purezas o impurezas. Dan las intervenciones con las herramientas expresivas que procesa el mismo creador y de lo que le permita su capacidad perceptiva, plasmando lo que definitivamente permite comunicar. Ensambla e integra su interioridad, dando respuesta a las necesidades de su propio proceso creativo, que en su búsqueda permite las extensiones de sus expresiones, condicionadas por los estados externos que le permiten condicionar su conveniente proceso de pensamiento. Este pensamiento esta sujeto a los misterios, a las maneras y a los caracteres de desciframientos de los mensajes recogidos.
Sociología Especulativa de la Creación Artística
La creación que nace por efecto del artista, parte de una necesidad de dar y permitir un juicio especulativo de los fundamentos artísticos, que parten de las convicciones internas del autor. El lograr reencontrar la esencia de la misma consigna artística, en cuanto, a su expresividad y con sus caracteres libres en sus concepciones, pueden ser perfectamente asignadas a esta creación. Las versiones y las observaciones de cada ente creador, deben de ser sometidas a los propios intereses del mismo, y del núcleo social al cual pertenece. La sociedad es parte importante en la generación de los aspectos artísticos. Esta sociedad tiene derecho a este arte, a su concepción, valorización, resguardo y captación intelectual; permitir que la sociedad sea parte indisoluble en el intercambio de posibles interpretaciones de este arte.
Puede existir un arte dedicado a una sola elite social definida por si misma y creada como el resultado en si misma, como un pensamiento que se expresa para generar un hecho artístico, y allí no debería detenerse. La obra de arte también debe dar respuesta a una necesidad interna del quien la realiza, y permitir el intercambio interpretativo global de la sociedad. Esto permitiría conocer esta interioridad con el único pretexto de poder lograr intercambiar las condiciones iniciales que parte del creador y sus ideas.
La sociedad reclama sus enunciados culturales, en la posibilidad de lograr tener acceso a las creaciones para poderlas disfrutar y contar con ella en su propio desarrollo, como un patrimonio social que le permita obtener sus legados culturales, el cual, es generado también por el artista, y que da como resultado las creaciones que el genera, como un testimonio de si mismo y de una sociedad que necesita y requiere los legados que este artista instituye.
Los misterios del arte son generados por el mismo artista, y la búsqueda de la esencia del arte en sus diferentes aspectos y desarrollo filosófico son emitidos por el para así conseguir ser absorbida por la sociedad, permitiendo descifrarlo por esta sociedad en sus propios misterios, dando esta sociedad su propia filosofía cultural, en su adecuado contenido en la cultura humana.
La historia se ha escrito y se sigue escribiendo. Históricamente se ha hecho muy difícil la generación de autenticas obras de arte y el verdadero creador que la genere. El arte se debe estudiar relacionándolo con el hombre social que la genera o la estudia como artista, sin olvidar su entorno social. La sociedad debe integrarse a ella por todos sus polos. Nunca en tal caso, se podrá dejar de un lado a este hombre y el mundo, ya que, el arte es generado por este hombre social,…, este hombre y la sociedad hacen la historia… Si,…, no olvidemos que la historia la hacemos todos, es por ello que esta historia nos premia o nos castiga…
El que anuncia un pensamiento, también tiende a enunciarlo, y los artistas lo expresan, en muchos de los casos, ocultando numerosas razones de su propia cultura, la que le influye en su propia vida.
Manipulación de la obra de arte
“El Arte es un producto no del individuo,…, sino del grupo social, el cual sus componentes generan idéntica manera de sentir” (Axiología), y el artista es “un creador de una expresión artística que genera un hecho estético que va a repercutir en la sociedad, el cual, este hecho estético no tiene ningún fin, sino el fin en si mismo”…
El arte es lo que se genera para el grupo social. Es todo lo que el hombre realiza para los beneficios comunes entre las personas, tiene una ramificación específica en la creación artística, la cual, es generada por un hombre-artista.
Socialmente el hombre es participe del desarrollo de un pueblo, de un país, del mundo, y el hecho artístico u obra de arte, es generada por este hombre-artista, que viene a ser hombre-social, el cual parte de un pueblo, de un país, del mundo.
Las teorías escritas sobre las expresividades artísticas son y serán siempre las sentencias y las argumentaciones que culturalmente son formuladas como aspectos que enriquecen a la misma expresión y a sus designaciones. Estas son acciones del que las generan y crean según su condición, y de su conveniente cualidad o carácter de lograr enriquecer esta expresión.
Es sumamente cierto que las ideas por si sola no puede realizar nada según decía, K. Mark y F. Engel pero, si la idea y su acción. ¿Qué seria del artista sin sus propias ideas?,…, sin sus ideas de expresión basadas en su conocimiento. Las ideas se sustenta por la misma acción del quien la genere.
Meditar sobre las asignaciones artísticas se hace ineludible para poder lograr dar a las ideas su respectiva acción. Los rasgos que nos involucren en la misma libertad de esta idea, y su acción, en cuanto, a los procesos de la misma cultura social, gravita en si misma como idea y acción. Posiblemente hay que creer en los tratados estéticos ya establecidos de una manera forzada de lograrlos.
Entender o posiblemente seria un error hacerlo,…, verdaderamente pensamos que si se hace necesario dar las explicaciones que las sociedades se merecen en sus propias culturas, en sus propias ideas para así concebir la identidad de la propia sociedad y sus formaciones creativas.
Todas las ideas permiten una racionalización de la misma expresión artística. Posiblemente estas ideas puedan verse como una intención personal que tiende a dar los argumentos convenientes para poder justificar lo que se hace. Realmente las ideas artísticas son las necesidades para justificar no la creación mas si la idea misma, esto como parámetro que pueda ser manejado por el artista, para así dar respuestas a sus propias ideas, dando un proceso cultural extraído de la sociedad y absorbiendo los aspectos que esta sociedad pueda nutrirle en sus propias ideas, esto así, logrando involucrar a la sociedad como idea cultural de la misma forma de percibir los argumentos dispuestos.
Toda teoría lleva conjuntamente una práctica del pensamiento, esta concibe las ideas que deben de generar rasgos expresivos que de los reflejos sensoriales de la conciencia creativa. Los fundamentos expresivos artísticos tienden a dar las respuestas inherentes a esta creación que es influenciada por la misma idea. La verdadera esencia creativa pertenece a sus propios estímulos, de cómo la creación artística es asumida por el hombre-artista, el que define sus propios aspectos creativos, es decir, la creación misma es copia fiel de su concepción, en los aspectos que se recoge de las mismas representaciones, estas parten de los términos estéticos que han sido asimilados y extraídos de la cultura inherente a una sociedad que influye nuestro sentir expresivo. Es la finalidad misma de los propios ideales sometidos a los aspectos internos de cada sentir creador, a su medio de vida humana cultural-social.
La tradicionalidad de la obra de arte pertenece a las historias dejadas por el hombre que la ha vivido, dando a esta tradicionalidad los aspectos habituales del mismo arte en su aspecto universal.
Las expresiones artísticas no pueden seguir estructuradas como argumentos que la universalidad expresiva siempre nos narra y que las hace inasequibles a la cultura social de los pueblos. La tradicionalidad que esta universalidad estanca y somete a los individuos la hace enmudecer en sus propios postulados elistescos, en su compresión para poderlas entender. Las ideas expresivas deben de ser explicadas y mostradas en todos sus horizontes culturales, esto sin excepción.
Se debe permitir nuevas argumentaciones e ideas expresivas que las puedan enriquecer aun más, sin ninguna reserva en su propia difusión. El sujeto creador debe mostrar todas sus argumentaciones conceptuales e ideas mas allá del mismo hecho o resultado creado, debe sacar a la superficie lo que se genera en el fondo de la misma creación artística. La generación de nuevos parámetros o argumentos expresivos, reales o irreales, deben de ser los verdaderos riesgos de la misma, y mostrarlos son las maneras más viables de lograr que toda la sociedad tenga acceso a ella. Los conocimientos que le permita comprender e involucrar a estos aspectos artísticos, logran proporcionar los testimonios que la sociedad y el sujeto creador provee como aportes culturales de ellos mismos y para si mismo.
La cultura de los pueblos es parte y consecuencia de si misma, y los ideales son generados por esta cultura, nutriendo a la sociedad de sus propios ideales. El estado es la sustentación de esta sociedad y sus ideales culturales. Las bases para lograr sustentar la productividad de esta sociedad en sus argumentos culturales son los aportes éticos-morales que el estado pueda sustentar. El interés es dominar y manipular este estado para así lograr implantar sus propios intereses culturales, que en gran parte son alienaciones de otras culturas y esto repercute en la sociedad misma. Las falsedades que nos lleva a una anticultura que es relativa.
Los argumentos ideológicos de la expresividad artística deben ofrecer las precisiones que logre sustentar la incorporación del núcleo social referido a su cultura, y el estado, debe procurar los soportes para que esta creación tenga una dirección que ubique los resultados creativos en los procesos del mismo entendimiento expresivo de la creación. El estado debe abrirse a las exigencias de la propia universalidad del mismo conocimiento creativo de expresión, permitiendo que el generador de esta creación pueda lograr la difusión y enseñanza de sus ideales, en todo el colectivo social de la misma cultura.
La capacidad del estado como representación de la sociedad, determina las evoluciones culturales que involucra a esta sociedad con el mismo hecho creador, dando todos los iniciales argumentos que puedan reflejar la misma idea creativa para su propia compresión y su verdadero conocimiento.
La obra de arte es un producto que la sociedad concibe mediante los desarrollos culturales que influyen en el productor de esta obra y que este genera, fundamenta para el enriquecimiento de la misma cultura social. Existen los términos que nos destacan al estado como soporte de una realidad social, y esta realidad según a los soportes que de este estado, podrá generar argumentos culturales que el artista pueda utilizar como elemento de interpretación artística, el cual es intrínsico en su propia inclusión cultural. Esto surge en las etapas evolutivas de la cultura-social. Los inicios de los argumentos expresivos, la inclusión del creador en su propia concepción e influencia cultural, y el estado como soporte de la misma cultura-social, tienden a realzar las cadenas ideológicas con respecto a su propia compresión en sus propios argumentos, los cuales se generan en la misma obra. El estado debe ser generador de la misma cultura, y este estado a su vez, debe ser generado por la sociedad y sus propios argumentos culturales, dando los desarrollos que determinen al propio estado, este como soporte de la misma sociedad en su cultura perceptiva.
El estado será la sociedad misma, ella debe dar los parámetros culturales que este estado debe seguir y acatar. El artista es parte o pertenece a esta sociedad, por ende es el resultado de la sociedad y su propia cultura. Es por ello que sus ideales creativos son los reflejos de si, y a la vez, de la misma sociedad, y el estado, es base sustentador de los legados creativos del artista, por ser este, un intérprete de la sociedad y su cultura.
Los antagonismos y los intereses culturales ajenos a la sociedad dan las debilidades del mismo estado, esto debido a su propia falsificación de la verdadera identidad cultural perse, la de los pueblos, dando como resultado que el estado sea una falsificación de la verdadera condición cultural de la sociedad. Para que esto no ocurra, el poder del estado debe sustentar y permitir las bases ideológicas de la misma cultura, la cual es definida por la propia sociedad, y el artista, parte de esta sociedad dando las interpretaciones que esta sociedad permite en su cultura.
Los rasgos de las ideologías culturales nacen de las doctrinas educativas de los pueblos, de la sociedad misma. Esta cultura y su ideología pertenecen a las atenciones que el estado tenga de la educación, la que le pueda facilitar a su sociedad. El mandato de los pueblos nace de su propia sociedad y esta debe aplicar los procedimientos propios de su ideología cultural para brindar esta educación, nutriendo esta cultura en los ideales educacionales que la misma sociedad requiera.
Los sentidos educativos pertenecen y son inherentes al estado, como generador de los rasgos ideológicos de los sentidos educativos, y son ideológicamente determinante a las asignaciones de la sociedad y su cultura, como patrones que interviene en el fortalecimiento de la cultura social y del estado.
La eliminación de la participación de lo externo a la cultura “real” de una sociedad determinada, tiende a las separaciones de todos los efectos que la anticultura nos transmite, y nos permite a la vez, dar las articulaciones que elimina la antisociedad, la cual, tiende a involucrarse en nuestros paradigmas culturales-sociales.
Las conexiones en lo referente a las inclusiones expresivas en las líneas sociales, plantean los desarrollos que nos permiten todas las fuerzas de la producción esencial, la que esta expresividad absorbe de nuestras propias ideologías filosóficas en la expresión. Esto tiende a dirigir las sastifaciones que la creación brinda a su contexto de influencia social, enriqueciendo las maneras de percibir la creación de la obra de arte.
Las dialécticas artísticas fluyen mediante a la propia manera de percibir el arte. Las organizaciones culturales deben desarrollar sus propias conciencias del mismo hecho creador, con rasgos a los propios ideales culturales, y a las ideas de cómo el artista los argumenta, la define, la afirme y la crea, dando los resultados que deben incluirse en su propia producción. Esto lograra generar los campos que permita fundir a la sociedad en sus propios criterios culturales. La socialización cultural da los recursos para su propia difusión y concesión.
El artista parte de esa socialización cultural, el da la existencia de su propia individualidad, de las ideologías culturales de una sociedad que logre interpretar, dando un resultado expresivo artístico acorde al mundo que le rodea y a su propio mundo creativo, que se nutre de las realidades reales y de las aparentes. El artista debe lograr las mezclas internas-externas de su propia percepción, concibiendo las fuerzas que genere las atribuciones que se equilibre con los acoplamientos de todos los sectores sociales y sus formas o maneras de absorber la misma creación, lo argumentado por el artista.
La libertad en las riquezas culturales expresivas de la obra de arte, nace de los terrenos sociales del hombre que socializa en su determinado medio de conexiones humanas. Estos intercambios humanos culturales dan los controles que emergen como comunes rasgos de la naturaleza humana de participación colectiva en la interpretación.
Existe en el artista la necesidad de una expresión de su propia interioridad, de sus propias ideas y concepciones artísticas, a la vez, esta necesidad nace de los impulsos que le permite convertir sus propias ideas en un hecho expresivo creativo. Es por ello que lo asumido en su propia expresividad permite la conceptualizacion de sus necesidades creativas relacionándola con la propia cultura humana.
Los aspectos artísticos parten de los logros que define a los “estilos” del grupo social, donde se sumerge. Todo nace de la necesidad de lograr manifestar las expresiones de las ideas. Los movimientos sociales tienden a manifestar sus sentimientos ideológicos como una resistencia social-cultural.
Las pasiones que parte del alma de la creación artística, en muchos de sus aspectos, es germen de la propia rebeldía del autor y de su sociedad, canalizando las causas justas y luchas de los propios pueblos. La libertad artística debe permitir los cambios expresivos que pueda penetrar en el mismo universo de la creación. El arte es universal, pero cada cultura designa su propia universalidad de creación y concepción de la obra de arte.
Reconocer que existe una voz que parte y nace del pueblo, de la universalidad social de su propia designación cultural, permite las aclaraciones de sus verdaderas divulgaciones e interpretaciones, tomando como aspecto, el lograr mostrar sus designaciones mediante los procesos que permita su concepción, como un modelo que de los fundamentos esenciales del mensaje de los pueblos, y que designa sus ideologías culturales en su propia expresión artística. Esto el artista debería saberlo y extraerlo para luego mostrarlo.
Crear la historia del arte es poder argumentar la propia filosofía del mismo arte, que siempre se ha considerado como la ideología del propio pensamiento. El pensamiento ideológico artístico siempre ha sido influenciado por el propio pensamiento aparecido desde que el primitivismo ideológico dio los primeros rasgos para transformar los ideales, aquellos que esclavizan los comportamientos de las clases. Se han permitido las perezas para elegir sus propios gustos, los que están basados en el dominio de la producción de valores inherentes a sus propios dominios espirituales, trastocados por el afán de su único y exclusivo fin, el dominio de la sociedad y su cultura…
Todo comienza en el mismo primitivismo de la idea filosófica del arte. La esencia ideológica filosófica se convierte en el dominio de este primitivismo, siendo la clase que domina el pensamiento, las herramientas económicas para difundirlas, siendo la voz que domina en el propio pensamiento filosófico y su difusión en los medios de comunicación.
Todos los rasgos que complemente a las ideas caracterizadas por el conocimiento, pertenecen a su dualismo, el que el narra, lo que se comprende del ser, su pensamiento. La naturaleza corresponde al espíritu que permite las consecuencias de la capacidad que la describe para así observar las ideas mismas en su consecuencia descriptiva.
La misma descripción de los hechos artísticos y las clases sociales que las describen en su incomprensión, en la misma producción social, se convierte en una descripción que se convierte en una producción de mercancías artísticas. Su impresión se sesga en los resultados de la mercancía a producir como arte. Las relaciones de la producción artísticas son creadas por el común de los valores de su uso y de su gozo, ello también es común. Los hombres sociales que dominan la producción y sus medidas interpretativas permiten las fuerzas naturales de su propia concepción e interpretación, como los dominios de su propio destino creativo e interpretativo.
Toda idea debe ser simple y clara en su interpretación filosófica. Los conflictos que se generen en los intereses intelectuales de todas las individualidades, en lo colectivo artístico, tiende a la oposición de las profundidades entre el dominio del hecho artístico y del aspecto social-cultural.
Todos los misterios colectivos de creación comercial son basados en la complacencia de los aspectos mercantiles que permiten su único rumbo artístico, y por ende, al dominio de los esquemas socio-culturales. Las obras artísticas se transforman en una producción mercantil complaciente al pensamiento que la adquiere. Estos sentimientos extra artísticos comienzan a contener sus libres caprichos de designación para la creación artística. El arte se subyuga a las fuerzas de complacencias del quien la desee como un mero hecho de tener criterio artísticos en su manejo… Mezquina designación se le ha dado a la expresión artística y su obtención. Son los demonios que se redesignan a los orígenes de la sociedad que posee el total dominio, esto hacia la cultura de los hechos artísticos.
Los artistas son productores que consumen su propio producto expresivo y en su concepción. El artista permite disponer los cambios que la expresión artística recibe espontáneamente al dominio del producto de su pensamiento. El artista desde ese momento pierde la productividad del mismo hecho a producir y designa las ideas en la propia concepción de estas ideas, omitiendo la producción como un aspecto complaciente de un grupo,…, bueno,…, ¿así debería ser?,…, pero,…, ya sin saber en lo que pueda convertirse como generador de legados culturales. Se somete a una necesidad mercantil de sobré vivencia, es allí su prostitución artística de creación. Ya no se permite una creación de sus ideales sino que hace posible que se convierta la misma en un producto explotable para su propia explotación y para la esclavitud de su convicción. Lo que se produce domina al ideal por consecuencia del mercado. En la producción del ideal artístico no se alcanza en el fin de lo que se persigue por el que lo genera, ella es lo que aquellos quieren que sean para lo que se trabaja como resultado mercantil del artista mismo. Se somete a las fuerzas productivas de los ideales externos a el. El artista propone pero realmente su poder esta en complacer a un grupo social que dispone que es mas superior que sus propios ideales, no se pertenece a si mismo.
El individuo con características artísticas en la parte de poderla concebir y crear, produce su autonomía creativa y en su particular descripción en el logro creativo. La individualidad se incorpora en su proceso de creación relacionándolo con lo social de la producción cultural. El pertenece a los instrumentos inconcientes de los resultados de su propio trabajo creativo, el cual pertenece a la parte consumista de los grupos sociales que lo necesitan para sus propios estatus sociales.
Los rasgos en donde el pensamiento creativo constituye la concepción del mundo a designar en el ideal artístico, se complementa con la vaga formación de los procesos, en la posibilidad de someter sus ideales a los estudios personales de las identidades culturales artísticas.
La esencia original del arte alcanzaba a los hechos originales de todas aquellas destrezas y habilidades que se necesitaba para así crear, elaborar o ejecutar mediante una actuación que percibía cualquier actividad. Las comunidades de los inicios primitivistas estaban sometidos a las reacciones de la propia naturaleza social, y a los grados superiores del dominio socio-cultural establecido. El conocimiento enunciado nos indica así que el arte era todo,…, tanto las actividades comunes de realización para sastifacer una necesidad utilitaria material o que diera un realce espiritual del mismo conocimiento. Posteriormente se separo a los aspectos artísticos del arte dando los caracteres de producción de objetos con utilidad, designándolos como oficio cotidiano. De todo los aspectos enunciados nace hoy en día el oficio profesional con características creativas, de los individuos que ejecuta según su oficio, dando un significado de precisión artesanal, y los consiguientes aspectos que los designa según su perfección manual, dando los hechos que se refiere y que están realizando con arte por motivo de la misma perfección designada.
El arte en si,…, pertenece a las designaciones que se ramifica en diversas artes, obteniendo un sub-grupo denominadas “bellas artes”, diciendo así, a todas aquellas que posee una finalidad de estética, que comprende, las designaciones que la definen como belleza y que la misma ejerce o la define por la subjetividad del quien la realiza y la interpreta.
El sujeto creador siempre sea a dado la tarea de poder lograr comunicar, mostrar sus ideas. El artista consagra su percepción intima a la interpretación de la imagen como un aspecto de su propia interpretación. Esto lo podemos observar desde el hombre primitivo o las comunidades prehistóricas cuando aun no poseían criterios de la escritura.
En estos primeros periodos primitivos o prehistóricos la forma o maneras a utilizar eran de carácter grafico, manejando técnicas rudimentarias que las describían. Estas descripciones nos permiten indagar en el conocimiento, en todos los caracteres manejados por el que lo gestionó, tomando todas las compresiones de su pensamiento.
Las imágenes poseen un lenguaje determinado por su propio significado, y su potencialidad es parten del conocimiento, del que lo interpreta y maneja, dando así la comunicación que se quiere establecer. Los principios de la comunicación tienden a producirse por la necesidad de permitir la propia declaración de las ideas a expresar, la que le permite al emisor de esta comunicación, basarse en la necesidad de decir o expresar algo. Los mensajes emitidos por este emisor poseen un contenido, se genera por los contenidos que este emisor interpreta y transmite, estableciendo unas series de códigos que nacen de los arquetipos o modelos conocidos por el propio emisor, y que interpreta según a su propia codificación de este arquetipo inicial. Estos códigos, en algunos de los casos, pueden ser conocido o comprendido por quien recibe el mensaje, esto según a sus posibilidades interpretativas de los signos dispuestos. Esta interpretación se genera mediante las posibles vías de transmisión o medio que permite esta transmisión. El que recibe o percibe, al que llamamos receptor, tendrá que permitir que el contexto que produce la comunicación haga su papel comunicaciónal y el receptor mediante este contexto poderlo codificar. Las intensiones que el emisor transmite como un mensaje será su propia idea interpretativa en los arquetipos recogidos, interpretados y recibidos, esto por el que descifra el contexto según su propia percepción.
Los significados de la percepción establece un dialogo entre la parte que ejecuta y el que se encarga de describirla, esto como un agente pasivo en la ejecución inicial de creación artística. Este receptor rompe con la pasividad cuando se permite la contemplación de lo expresado por el que expresa. El receptor pasa de un plano pasivo de recibir a un estado activo de descifrar, describir cada entorno, el que significa la expresión, permitiendo una retroalimentación del propio contenido expresado, que se convierte en su propio emisor, de la propia interpretación, es decir: El receptor parte de un estado receptivo que trata de codificar los códigos que se han transmitido, y su interpretación, permite que la expresividad converja en su propia emisión, la del receptor, como aceptador del mensaje. Genera la emisión continua de su propia interpretación y de su propia idea interpretativa como una asimilación de su propio entorno, de su interpretación arquetípica.
Todos poseemos capacidad para emitir un mensaje, cualquiera que este sea. Posiblemente el creador busca más allá de la propia transmisión de este mensaje pero, su verdadera condición es permitir que este mensaje nazca de los argumentos filosóficos de su propia expresión e interpretación, de los modelos o moldes arquetípicos que le da las designaciones de su verdadero significado metafísico.
Los planteamientos de las expresiones, que son codificadas mediante la percepción, deben argumentar los “reales” valores de la asimilación fenomenomenica del mismo significado en cuestión, dando expresiones relativas o aparentes, de las realidades que se designan y transmiten. Las interpretaciones de cada tema expresivos, nacen de las designaciones comunes que las designan en el tiempo-espacio de la propia designación topológica, y con los argumentos arquetípicos que nos designa el tiempo-espacio de las supuestas interpretaciones expresivas, que se transmitan e interpreten. La obra de arte permite la información sugerida por el conocimiento científico, de la interpretación y su conceptualizacion. Las características técnicas asumidas dan los valores a designar según a su verdaderas y reales características.
Los códigos del arte pertenecen a cada unas de sus propias disciplinas, esto de acuerdo a los contenidos que les pertenecen, y a los distintos niveles de los géneros que le designe. Los datos transmitidos en el mensaje artístico se toman de manera formal, y descriptivamente en su aplicación, denota lo representado en la expresión y su propia imagen. Toda interpretación connota lo que constituye la imagen en si, interpreta los significados para así lograr ser comprendidos en la comunicación. Es allí la fase pedagógica de cada época que expresa en su imagen cultural, y que se fundamenta en las lecturas de las estructuras expresivas y su propia designación del lenguaje que se representa y utiliza en la expresión.
El significado se conoce por el simbolismo que se utilice, este simbolismo nace de los moldes arquetípicos culturales del entorno que lo significa como su propio argumento.
Las imágenes expresadas dan los significados expresivos de las ideas del quien ejecuta, dando los distintos significados de la primigenia codificación ejecutoria e interpretativa.
Toda descodificación simbólica da las claves de la interpretación inicial expresada, da los resultados iniciales de interpretación. Las designaciones que el mensaje permite en la misma emisión de si misma, se codifican por los elementos comunes que la designa, en el aprovechamiento de la experiencia constituida por las ideas de lo que se comunica, y su conocimiento, que le ha precedido en su inicial designación del mismo mensaje, su signo a interpretar.
La materia del mensaje en sus códigos topológicos, el sujeto del mensaje en sus códigos topológicos, las identificaciones de los rasgos de la expresión, la descripción en lo que denota en su lectura interpretativa, y la connotación del tema, la expresión y su contexto sociocultural, la estructura expresiva en lo formal, las decodificaciones de los aspectos simbólicos, la propia percepción y por consiguiente la lectura funcional que permite la comunicación, y por ultimo, los arquetipos que nos da las referencia en la propia idea y su conocimiento, permite a priori los conceptos a emitir en las ideas… Todo esto nos da las síntesis que permite la interpretación visual en las necesidades perceptivas del propio conocimiento, y su codificación en los contextos de su función explicativa, la que permite que el mensaje tenga una significación en su propio significado y en sus posibles significaciones posteriores: Idea que se quiere comunicar, resultado esperado o no esperado pero con sentido perceptivo, que ambiciona elementos expresivos con sus funciones perceptivas e interpretativa…
Procederemos a explicar: Las lecturas que nos permite denotar y describir en los aspectos de la descripción de la propia figura, dando las descripciones de los actos en cada situación. El observador con respecto a lo percibido, y la descripción de la observación en la recepción del mensaje, nos permite enunciar las construcciones de la expresividad que se interpreta, y la observación de la misma descripción expresada. Lo que connota es la situación expresada y su entorno histórico socio-cultura. Esta connotación ubica los símbolos descriptos expresados en su propia realidad circundante, pertenece a la realidad circundante. Pertenece a la simbología de la imagen y su signo corporal. Conceptualiza cada instante en el espacio y en cada instante del espacio-tiempo perceptivo y expresado, según sus mitos, realidades y fundamentos metafísicos, filosóficos e ideológicos.
Las estructuras de la expresión pertenecen al espacio corporal de la obra y los hechos que dan los objetos en su estudio primordial de la comunicación. La disposición en la figura como soporte expresivo y perceptivo, las técnicas o efectos ejecutorios-corpóreos en su interpretación, las tendencias gestuales de comunicación y las corporales, permiten la percepción en la realización del espacio y su tiempo, esto como unidad que las condensa en su propia estructura expresiva.
El mensaje nace de las funciones de la comunicación, en la información de lo que se expresa, y, de la notificación del significado como su propio concepto en el mensaje asumido, que parte de las ideas, dando las referencias de los modelos arquetípicos que se compara con la obra y sus armonías interpretativas expresivas. Los centros motores de las referencias del mensaje, son los modelos a implantar o asumir.
Las iconografías con alegorías en la imagen en sus temas que se describe, buscan las posibles relaciones de la figura con el objeto representado. Las alegorías pertenecen a las imágenes como un planteamiento de su representación de difícil interpretación. Las personificaciones conceptuales de la imagen pertenecen a las alegorías del signo que representa, lo que se expresa, y, la codificación signica de los mismos arquetipos.
Los contenidos se permiten las metodologías de la representación dispuestas en estas alegorías interpretadas como imágenes. Los objetos alegóricos representados sienten las expresiones y son influenciadas por los sentimientos e ideas expresivas que se expresa, del que percibe e interpreta como agente pasivo de la ejecución. El equilibrio simbólico permite las equivalencias de su valor intrínseco. Son las identificaciones del contexto espacio-tiempo que se dispone en el mismo hecho creativo.
El contenido de la creación pertenece a la instauración de su ideal hallazgo de comunicación. Las alegorías se traducen por lo que se considera expresivo en la misma concepción artística, dando representaciones en los códigos asignados de su sustancia ejecutoria e interpretativa. Las imágenes es la parte de la expresión que personaliza a la creación, dando las codificaciones de las figuras que posiblemente sean códigos conocidos o quizás no.
El arte puede ser un instrumento que pretenda divulgar las enseñanzas de las percepciones culturales sociales de las designaciones artísticas. Las imágenes conducen a la propia identificación de su propia esencia comunicaciónal. Los sistemas de signos constituyen su identificación iconográfica de variable magnitud connotativa que designa lo expresado. Las figuras, los objetos, los gestos, los caracteres simbólicos, son signos que llaman a los atributos personales de cada significación. La adaptación signica permite lo genérico de sus atributos y la existencia contextual de su interpretación.
Los signos nos orientan hacia las aclaraciones de las personalidades del mensaje expresivo y su contexto, de los diálogos corrientes que se dan en la comunicación. Los iconográficos y sus propios atributos representan sus propios resultados representados. Los atributos y significados del contexto artístico visual o no, crea sus propios atributo significativos, según sea el caso expresado. Las imágenes son los compendios de diferentes signos que permite comunicar el valor simbólico de lo que representa su propia iconografía. Las actitudes formales parten de todos estos argumentos, y su función recogida desde el desarrollo socio-cultural que la envuelve dando así su poder en la misma forma.
Observando se percibe lo expresado, y la inagotable representación artística encuentra en su universo la expresión singular de la forma.
En toda la historia de la creación artística, y aquí tendría que decir, en todos sus argumentos expresivos y perceptivos, encontramos los contenidos mas variados de su representación. Todo se plantea en su ordenamiento que le otorga categorías en si misma, esto según los géneros que le permite la propia contemplación. Imágenes representando escenas expresivas sujetas y relacionadas al entorno socio-cultural, dando así los hechos característicos de las sociedades y culturas que se destinan en la difusión de la creación expresiva y su contenido. El significado simbólico pertenece a las alegorías que puedan designar la figura y su propio fundamento descriptivo.
La Expresión y la Percepción Comunicaciónal
El conocimiento; un código expresivo.
Los códigos se describen según las ideas, y estas ideas, se basan en la misma filosofía ideológica del conocimiento que la describe. Códigos y sub-códigos que el fin es la expresión y el conocimiento de la idea a reflejar en el mensaje.
Interpretar, comprender los mensajes expresivos parte de los códigos encontrados en el aprendizaje. Las referencias arquetípicas en si, en la estructura que el observador tiende a percibir, es igual, a los diferentes aspectos de la realidades percibidas, y esto, poseen los estímulos del observador. El artista en su común estimulo visual de los mecanismos que lo precede.
El artista en su particularidad, en su propia expectativa expresiva y descriptiva del mensaje a designar, da las instrucciones hacia los elementos que se le asignan en la propia esencia en si misma, para así permitir recrear las imágenes de las posibles realidades asumidas. Los valores en sus elementos y en otros ajenos al mensaje mismo, contribuyen en el desarrollo de las capacidades de las lecturas de lo observado. Así empieza los hechos a lograr descifrar. Percibir la imagen es visualizar su propio fenómeno expresivo, y según como la mente descifre proclamamos lo que vemos en la memorización de su concepción.
Recogemos sensorialmente lo que nos aguza los sentidos y esta visualización nos permite la información para poderla descifrar. La manera de ver permite los fenómenos mentales de interpretación; generalmente lo que observamos da la misma fijación de los códigos recogidos de lo que se percibe. La visión parte de los estímulos recogidos por la vista y ellos toman las nociones emitidas por la imagen que son generadas. Las voluntades en su esencia de querer hacer la visualización de la obra de arte como un patrón artístico, se origina a través de las informaciones recogidas en el análisis interpretativo, donde el cerebro tiende a codificar y ordenar la compresión de la información recogida por estas voluntades, en la cual, la memoria tiende a asociar la imagen y la interpretación da la codificación en si.
Toda estructura perceptiva basadas en los modelos iniciales de interpretación, y los arquetipos que tiende a dar la expresión inicial, convierte las estructuras iniciales de estos modelos o moldes como un sentido de comunicación visual, es decir, da los lenguajes que intervienen en los datos iniciales. La percepción permite interpretar, y su codificación con las mismas estructuras humanas da sensaciones y leyes naturales de modos, estructuras de vidas cotidianas, dan a las respectivas leyes de connotación, denotación y de profundización emotivas expresivas valores en si.
De todos los enunciados descritos hasta aquí el conocimiento de las principales leyes que la regulan en su designación científica, son las aplicabilidad que se generan en la percepción visual y en los contenidos programáticos de la expresividad y su profundización, esto permite los elementos que se utilizan en los recursos que produce la expresividad, en los hechos artísticos o en su fundamentacion.
La forma en su propio contenido, el espacio y su tiempo expresivo, la línea y su generación expresiva, el color y la luz con sus claroscuros, permiten las relaciones de descripción de los fenómenos del mensaje que se percibe y que se describe.
La finalidad de permitir la comunicación de la experiencia visual-ejecutoria de la obra, y el artista contando con su época y con su propia estructura que se reconoce, según las leyes que le permite percibir, dan las lecturas de estas relaciones. Las lecturas en su superestructura tienden a su cultura simbólica en todos los códigos que se describen en la introducción de los elementos dispuestos, complejos o no.
Estereotipos que son Imágenes.
Los estereotipos definen las imágenes que se crean; la expresividad de los mismos se pierde en su origen. Estos estereotipos permiten la rápida interpretación de las ideas expresivas en el conocimiento de percepción.
Las tendencias estereotipadas en el mensaje expresivo definen las emociones y las conceptualizaciones de las propiedades en la interpretación del mensaje. Los estereotipos son tratados por el artista para superar la interpretación del mensaje en sus complejidades que es intrínseca a el. Nuestra percepción posee leyes en los aspectos de observación y captación visual, reaccionan a los estímulos, codificando las formas de cada imagen en su subjetividad expresiva.
No todos sentimos ni observamos igual, ya esto ha sido explicado anteriormente. La subjetividad parte del individuo en su propio aprendizaje. Los cromas que se pueden percibir en la expresión y en la misma parte ejecutante de estos enunciados, se organizan en un instante y en un momento según lo que percibimos. La mente sigue reglas que nos condicionan en las posiciones requeridas por nosotros en las expresiones y sus imágenes…
Expliquemos:
Hay leyes que rigen a la percepción visual que condicionan al observador y al propio artista. Esto es debido a las partes que las aproximan en su propio conjunto expresivo, entran en el campo de la visualización que tiende a la percepción, esto en conjuntos de unidades perceptivas que los agrupan. Se perciben las proximidades de las formas y las figuras; esto subsisten en el dialogo abierto de las longitudes de ondas perceptivas que las designan.
Las igualdades que asumen la percepción, en conjunto con el mensaje, nos refiere hacia los elementos semejantes que igualan o asemejan en la maneras que describen y perciben, a igual carácter, todos los conjuntos de códigos que se designan como un sentido semejante, esto en todos los puntos que le permitan la continuidades en sus conjuntos de señales que se disponen unos con otros, en una determinada aplicación, de todas sus direcciones del mismo mensaje. La determinación continua de su estructura del mensaje determina la dirección de los motivos de cada código y sus propias formas que se complementan en las leyes de las figuras y su propia forma.
Observando las funciones de la proyección visual tratamos de designar las producciones particulares de la misma forma y su designación conceptual, para así describir los signos de cada imagen dispuesta. La existencia del objeto creado es parte natural de la creación, se presenta como la autonomía conceptual de la idea y sus diferentes partes.
Las directrices que se compaginan con la manera y las formas de lograr encaminar el entendimiento de la creación artística, nunca podrá erradicar la misma creación. Las erradicaciones en los basamentos artísticos generan la misma negación de los hechos que son generados. Esta negación, sin embargo, pertenece a las mismas designaciones de lograr permitir los cambios expresivos que permitan las maneras de lograr buscar sugerencias expresivas que nos amplíen la percepción y la ejecución expresiva.
Las visiones de los objetos o de los momentos expresivos, tienden a un origen que contengan los mensajes en la percepción sin importar su verdadero mensaje. El mensaje podría no contener ninguna finalidad sino en si misma como un mero hecho expresivo, que denota un tiempo y un espacio. Para entrenar estos entendimientos hay que justificar los fines sin causas de la misma expresión y de la percepción. Las capacidades de análisis complementan un hecho sin fin, sin un verdadero significado de la idea como un fenómeno de una posible “realidad” o de una “realidad” de lo real de las cosas. Las “realidades” de lo “real” en la expresión puede a su vez ser solo lo que se hace como un simple aspecto de hacerlo por hacer. El hecho expresivo y perceptivo también es verdadero por el simple hecho de expresar un mensaje que implícitamente no contemple un mensaje en si. La metafísica del mensaje es solo expresar un aspecto de hacerlo con el fin de su percepción, sin una verdadera interpretación del mensaje, y solo el fin del mensaje es el mensaje mismo en si mismo por si mismo.
Los ignorados argumentos de la investigación artística, son ventajosos para las ciencias naturales que se han practicado, ya desde el inicio de algunos períodos, en donde participa la idéntica concepción teórica del conocimiento a expresar en los aspectos artísticos. El artista debe fundamentar, prever todos los fenómenos de la misma concepción e interpretación en sus definiciones, esto que permitan las conexiones de la seguridad de lograr dar los resultados a obtener en la expresividad.
Toda idea se limita por la experiencia perceptiva y expresiva que se posee. Los acontecimientos que generan nuestras ideas, aunque pequeños que sean, regulan los acontecimientos futuros de los encuentros que se dan fortuitamente en el mismo saber.
Las leyes naturales se permiten expresar las causalidades de los fenómenos expresivos y perceptivos, son las atribuciones del mismo carácter que universaliza la necesaria designación que tiende a superar la misma experiencia. La casualidad consiste en las búsquedas de las explicaciones para los procedimientos a realizar.
Con la experiencia surgen las ideas, esto como fuente de comprensión a describir. La “lógica” nace de los pensamientos particulares del mismo saber y del ser expresivo, la real idea del mundo expresivo. Las deducciones en sus verdaderas esencias expresivas y perceptivas, universalizan todos los conocimientos que se puedan racionalizar, para convertir la idea en una filosofía ideológica del conocimiento artístico.
Los progresos del saber en las ideas que nos describen la expresividad a partir de las innumerables tesis que las contienen, surgen en la lógica o ilógica del mismo pensamiento descriptivo, de lo que debe ser real en el propio mundo expresivo y perceptivo. La esencialidad de las racionalidades que se establecen con la ayuda de las deducciones, del verdadero conocimiento, y de lo que le concierne en lo infinito de la propia designación artística, que se influencia por la crítica pura de la racionalidad o irracionalidad designada, se convierte en las designaciones filosóficas del conocimiento en cuestión. Lo que es posible que se tenga como conocimiento en las validaciones que universalmente se estén asignando como seguro en los teoremas de los principios que complementan los cambios que se asignan, en sus causas expresiva e interpretativa. No es generalmente la verdad absoluta de lo que se define como verdad...
Toda experiencia es basada por el ideal adquirido, por el conocimiento que esta condicionado mediante la organización del pensamiento, que surge tanto por la organización interna del sentir espiritual y, por las impresiones que se reciben del exterior del mismo ser humano. Los elementos del conocimiento expresivo y perceptivo en su interpretación y ejecución, nacen de la experiencia de lo que se organiza en los términos generales del mismo saber. Las maneras puras de los aspectos intuitivos a ejecutar en su espacio y tiempo, son de comunes rasgos a todas las experiencias conceptuales del aprendizaje. Esto forman los conocimientos que deben ser delegados por las concepciones puras del entendimiento humano, y de su saber idealizado en las categorías, se forma por la parte de la casualidad indagatoria entre otras atribuciones a expresar.
Toda validez de lo universal artístico en sus formas puras, generan las intuiciones de los conceptos puros del mismo entendimiento artístico, en los hechos expresivos que provienen de las organizaciones de lo espiritual.
El mundo artístico ofrece a nuestros sentidos los caracteres de las consecuentes fenomenológicas del espacio y su acción, en el tiempo que se permite en presencia de las entidades que los fenómenos guardan las cosas que se reúnen en el todo natural. Según la casualidad del medio expresivo perceptivo y las leyes naturales que las rigen. La intuición en su forma conceptual son los basamentos del conocimiento según el entendimiento que no contemplan un valor para las cosas que las definen, estos son en si mismo, agentes receptores del saber que le pueda representar con tan solo pensarlas. El solo pensar y su ideal conceptual en las partes investigativas que generan las opiniones, son las validez de la filosofía que contribuye a la importancia de toda teoría expresiva científica del conocimiento artístico. Esto es el ojo que significa diferentes vías de hallazgos en su principal medio, para responder a las preguntas emitidas en los procesos de realización y ejecución en la obra a expresar como arte.
Cabe preguntar:
¿El valor de todo conocimiento artístico parte de la experiencia?
¿Se puede lograr un verdadero medio de deducción artística que permita reconocer los conceptos que supere el mismo ideal artístico?
¿Tenemos que dar una crítica a la propia concepción artística en su propio esquema argumentativo?
Invalidar el racionalismo no aclara estas preguntas ni mucho menos las valida. Solo la negatividad es su argumento, que parte de un ideal basado en le experiencia, esto nos permite acceder a su real entendimiento, a la propia ciencia artística en sus fundamentos filosóficos e idealistas, de su proporcionada ideología de concebirla. Todo conocimiento accede a la propia experiencia, en la concepción conceptual que se quiere tener acerca del carácter de la idea y la razón de concebir el hecho creativo en sus rasgos expresivos y perceptivos. La razón pura del mundo artístico no pertenece solo a la incursión de las contradicciones, en las cuales, se permiten la espiritualidad del hecho artístico en si. Toda categoría esta sembrada en la aplicación del tema creativo, que permite la propia experiencia que aparece en las luchas que la oponen a sus propios sistemas filosóficos, en su metafísica y en su ciencia.
Todo cuestionamiento expresivo nace de los patrones racionalistas y materialistas de la filosofía que ilustra las demostraciones que dan las afirmaciones para poderlos describir. La propia voluntad no es un conocimiento que surge de la experiencia expresiva, esto debido a que nunca nos pretende mostrar las cosas que las sujetan en la sumisión de las normas y leyes de la naturaleza artística. Todo parte de las convicciones que les sean necesarias a la individualidad que siente las formas imperantes en las categorías de lo que debe de ser, lo que posee en los sentimientos de lograr el saber y el deber que actué conforme a los entes expresivos y perceptivos, esto de acuerdo a lograr la verdad incondicionalmente sin poseer las necesidades que las expliquen.
Las connotaciones del alma y la existencia de la expresión surgen de las propias percepciones, que nos dan las certezas de los tiempos que designe la palabra que connote al hecho expresado y percibido. Las ideas pertenecen a la crítica de la razón pura, que son planteadas como problema. Todo aclara las maneras de cómo introducir las teorías artísticas en su mundo y fenómeno.
En ningún momento se puede determinar la estricta causa que exige la constitución del espíritu creador. Es fundamental conseguir las cosas que en si nos permita recibir las significaciones del mensaje a expresar. El espacio y el tiempo que genera el mensaje pertenecen a sus categorías, en las libertades de las medidas que las originan, formando un mundo de fenómenos que permite realzar las contradicciones entre la necesidad causal de la naturaleza del mensaje y la convicción personalizada de la libertad, de lograr expresar y percibir. Estas concepciones corresponden a la perfección de los estados de la ciencia expresiva y del desarrollo del conocimiento artístico en las designaciones del mensaje.
Parte II
El Golpe
LA CRÍTICA AL ARTISTA ACTUAL Y SU ARTE.
Informe sobre el asesinato del creador
Ansiamos una sabiduría artística, una certeza posesiva de sí misma en su propio carácter, puedo decir, a lo omnipotente de si mismo. El arte se forma y el que lo genera se cree un dios del propio mundo artístico. ¡Incautación de si mismo son todos los miserables creadores que nacen de la falsedad injustificada de si mismo! El artista que es mula sórdida de su propia creación injustificable, o mejor dicho, que no puede explicar, esto en su primicia en analogía a las abstrusas conservadoras, no parte de su teología, o mejor dicho en el bien, pertenece a su propia doctrina que es bofetada trasera sin condición creativa, la escolástica del tropiezo, por que no decir, “la imperfección de su propio ser creador”. Son sus propios dioses, los del dios eterno de los practicantes de una condición plástica, ellos son representaciones de lo real de su propio universo, el propio espacio que el individuo creador se auto extermina por el hombre.
El artista consigue utilizar al arte para poder lograr crear en si mismo, esto es el asunto de su propio fin creativo, converge en sus propias necesidades creativas y de subsistencias económicas en contra del mismo arte. “A causa de que es preciso que el artista se entregue en ofrenda a sus necesidades económicas y que sucumba para que el arte caiga a los abismos de su propia necesidad, el como explicar, sucumba a una simple realización y que el resultado sea cualquier cosa”. Friedrich Nietzsche - El Anticristo.
Son los Santos Padres de su propia desesperanza, que han anhelado esta predestinación, esta fatalidad sin escrúpulos, acomodando lo omnipotente de su testadura convicción simplista de creación, en lo prodigioso que se requieren en la muerte, en el sacrificio de la propia naturaleza creativa y de la posesión de sus dogmas obsoletos. Igualmente, ¡lo exaltado de si mismo se reclama en su propia expiración en el mismo arte! Estos son contrarios a la propia realización de su justa medida. La ejecución presume un exterminio. El individuo creador se beneficia a desnucar a la creación artística, esto debido a su inclusión en los grupos llamados “artistas”.
Se advierte piadosamente la consumación del arte con sus adoraciones nefasta, de una cultura creativa sin ninguna necesidad, de poder lograr profundizar en su propio conocimiento. Se simbolizan las calamidades cósmicas de la propia creación. Aun es fácil mentir sin darse cuenta que es la mentira. El arte está muerto, ¡debido a que el propio artista lo ha asesinado!
Pertenecemos a una nueva era y aun no sabemos el por que pintamos, hablamos zoquetadas y decimos que la pintura habla por si misma. Decimos “somos artistas” y ni sabemos de como nuestro ombligo pertenece a la mitad de nuestro cuerpo,…, o quizás,…, ¿será nuestro cerebro?
Empiezan a nacer nuestros egos; es nuestra situación el tenerlo, poseer el verdadero “otro intelectual”… Cual es la demencia del hombre,…, su enemigo es en si mismo, su propia burrada,…, repugnante con él y con todas sus estupideces,…, sentado con conducta intelectual y educada. Vaya babada la de su categoría que solo llega a pura decencia hipócrita…
Todo es existencial. ¿Los hombres-artistas han pensado en su propia existencia, en su propia demencia desmesurada? Si los genios artísticos anhelaban a darse un rato de cordura creativa, a una interpretación de sus propios hechos creativos, el porque es que realmente lo vacuo de la creación existe en estos días, y decir demás, seria rebuznar en lo ya dicho. Poderosos se han formado en ellos, en sus mentiras y pantallearías.
No se exigen de ellos el ascetismo, la resignación, es decir, el aborrecimiento a la “posesión”; el resentimiento contra la “supervivencia” quizás será mío. Entonces, que quiero decir con respecto a estos hombres; el solo que han tenido que acometer las ideas creativas repitiéndose en sus propios hechos aterradores, disimulados, que los han llevado a su propia esclavitud, despojando lo que se había creado desde los impresionistas, lo mejor en ellos, un crimen de la propio noción artística. La ficción es su propio enemigo y su arma para exceder en el daño es la fase de la creación que nosotros mismos aceptamos, lo simple y trivial.
El artista se ha matado sin sentido a su propia creación, sin bases del propio conocimiento. Puras posturas del saber falso nos han regalado. Han cargado todos los actos a la única necesidad de hacer y hacer, pero sin embargo, es el demente el que habla y escribe aquí de estas confabulaciones, y, el más torpe de quien se trata pertenece a su sabiduría. Esta será la finalización de su última parte, cabalgando como un monje en sus ideas obsoletas.
Soy el asesinato de las ideas, simple incongruencia, quizás sigo siendo un creyente en mi ignorancia o un ateo lleno de sabidurías mundanas. Todo tendrá sentido en lo que llamamos omnipotente. Quizás un verdadero asesinato de dioses clandestinos de la propia sabiduría,…, ¡el entierro fatal!...
El arte no ha sido más que facha de una posición artística, una sugerencia de lo humano convertido en los sentidos de la divinidad. Esto será una realidad desmesurada, de muy bajo nivel existencial, de la evolución que desciende de nuestro propio ego. Es decir, de todo punto que nos permite mentir y dar falsas ideas, volviéndose historia en su promoción primitiva.
Desde un principio el arte y el artista han sido una degeneración de lo existente. Ellos dos, o más exactamente, la mentira y la verdad, pertenece a una realidad que se acepta por la propia mentira en si y de su propio ego. El arte da su invención y el artista permite los resentimientos que permite arrastrarse a las declaraciones de una falsa condición y vacua generación de ideas.
Cambió la especie creativa o se enloquecieron las musas, una familia de diabólica apuesta eminente. Unidad utópica, grotesca y feroz. Descubrimientos de los artistas que se sublevan al mercado ingrato que le exigen decorar sus ambientes, sus paredes como simples objetos, pero para vengarme escribo golpeando con las vejaciones y persecuciones con que me acostumbro a sonreír, que ya habían sufrido hasta los incautos. Ellos han aturdido y descompuesto los verdaderos espíritus de la creación, han puesto los impedimentos de los miles y cientos de millones de hombres que no caben en su contexto, que contienen los verdaderos hallazgos de sus descripciones artísticas creativas, y, esto es la verdadera expresión de su conceptualizacion.
Realmente e inclusive desde los puntos de vistas de la percepción expresiva plástica en estos días ha sido un fenómeno de decadencia. En sus puntos de partida tuvo una diabólica inteligencia. El creador contemporáneo toma la decoración como doctrina artística a seguir, y en proporción el medio crea sus propios padres santos, su propio San Pablo. Se sirven de las aventuras que su propio convencimiento le puede suministrar, la fe en si misma, de cristo en el calvario, para extender la noción de sus propios convencimientos, del pecado mortal y del creador maléfico.
El Impresionismo mostró realmente a los verdaderos artistas, allí convergen los verdaderos cerebros del arte. Los únicos Dioses auténticos que murieron en la cruz de sus verdaderas capacidades, verdaderamente la verdadera realidad artística los han premiado. Veamos el Renacimiento, y sin nombrar a todos los periodos que se han vivido en el arte, magnifica creaciones de Dioses verdaderos, sus presencias, su aliento, sus bríos, esto en estos tiempos se han perdido. Doble renuncia los de vuestros cristos. Este momento, el que vive el hombre-artista-creador murió para glorificarse en él y en su vaga creación, los hombres que mataron el intelecto y el pensamiento, y, que la mano de cada día lo asesinan de nuevo, lo han matado en si mismo.
Se poseen conmemorando a igual como la expiración del creador, en los términos de quizás adivinarla, y de inventar inmortalmente el presente sin pensar que están en sus propios dramas. Dioses de una realidad nefasta, un distintivo psicológico más allá de la época que le reclama sus dones verdaderos.
Sin tropiezo se creen porque están verdaderamente ciegos, sordos y mudos, adulterando todo antipatía, de una imperecedera inexperiencia. Ambicionan invalidar los recorridos entre la “verdad real” y la existencia recóndita de sus bajezas.
Florecen en fuertes asuntos mezquinos y superficiales, los que ellos asumen, es el daño del sujeto creador que investiga la relación hueca del individuo con la existencia del arte mismo. La voluntad de la potencia y el acto creador de descubrir los múltiples aspectos de la decadencia artística,…, es allí sus logros.
Los generadores de decoraciones, mal llamados artistas, se han matado a si mismos sin esto lograr advertirlo, y vegetan en esta muerte sin saber de sus deseos de auto aniquilación. En su aliento se fermenta mansamente el despojo de los propios resultados. Tienen agobiados los reproches de todos los que era enérgico y viable, lo vehemente, lo apasionado y penetrante, la exaltación y el regodeo, la reflexión, la liberación, la pasión de la historia que nos dejaron en el arte, la ambición, lo tienen citado incorrectamente,…, imperfección, demonio de si mismos.
Es probado determinar el sujeto corrompido a condición de lo que forja, en busca de las galerías para que lo maneje, dejando el arte a condición de ese amo, ¿que se establecen?, lo que permite sus verdaderas desventaja. El representante de su propio amo, que lo conduce a la corrupción de lo fundamental de sus deseos. Los ideales muertos y manejados por otros ajenos al hombre creador que es débil, son “bichos de las propias manadas”, los animales creativos y domados y contagiados. Práctica eterna del auto castigo, los pecados satanizados del propio oprimido, que es eterno con las bajas virtudes por sus pactadas idolatrías al dinero, le proporcionan curvas minúsculas de sus complacencias, aun débiles en la prolongada servidumbre, pero que remedian,…, la separación completa de su eficacia, la gracia, la complacencia, la piedad para ser justificados en sus propios argumentos. Para probar esta decorosa vida de encadenados, de dogmáticos que han cimentado un colosal procedimiento que dan “compasivas invenciones”, en las aclaraciones desleales. Se tiene envenenado el ánimo de los verdaderos argumentos con la antipatía y la imagen del error, más tarde se les han embrollado por la desliz insólita, existente en su propia declinación.
Execrable ambiente corrompido. Atravesársele a uno un nudo en la garganta sin ser participe de sus nefastas falsedades, y por superpuesto, detestables manadas de algunos ejemplos, detestable en ellos parecidos pero, escogidos y en seguida de todo óptimos. El patriarca hipócrita, el observador, el venerable, el que ellos enriquecen, como dueño del espacio que permite sus deseos mal ávido.
El caído que depende de su propio dios, que dan los hombres en una apremiante exigencia. Ellos no se muestran uno por uno, por cabeza separada se acoplan en sus halagos íntimos,…, tales destructores… Evidencian la catástrofe de todos los costos, la “incredulidades de sus perezas”. Delgado en evidencias creativas, teniendo agotado hasta la nada y tirado en la propia nada, que la sucesión de lo que reflejan, lo principal y lo bajo es su sórdida facilidad. El individuo actual se encuentra ante esta ficción. Devoción, comodidad, confianza, razón, justicia, raciocinio y sabiduría, pero con sus propias consideraciones.
¿El hombre moderno asume un saber extraordinario, una penetración altamente ganada por lo vendido? El agotamiento de la subsistencia, la pérdida de las posibilidades originarias, que le permite mentir en condiciones de su propia conciencia, que vende lo que presume como arte.
El hombre-artista de nuestra actualidad es ignorante del saber, del conocimiento expresivo artístico, sus posibilidades llegan hasta sus conciencias huecas, se encuentra como estéril y vano. Es forzoso que resurja en la dignidad que se ha perdido. El momento es apropiado para dar un discurso de nuestra condición creativa en los basamentos de la expresión artística. Las inquietudes me permiten las desesperaciones de las modernas asignaciones del mismo, pertenecen todas ellas a las purificaciones del intelecto, basadas en las condiciones del propio saber, son las grandes purificaciones que buscamos para subsistir a las influencias que nos genera respuestas en desacorde con las designaciones a buscar. Es preciso y ha sido preciso monopolizar la nada que nos han generado en la misma presencia de sus dioses analfabetos, y, es preciso en este momento cuando reagrupo todas mis ideas para lograr atravesar el umbral de esta nada y lograr superarla.
De nosotros parte el universo desolado de la misma creación, pues carecemos de auténticos salvadores que permitan la generación de la verdadera presencia del arte. El arte está solo. Es preciso que se establezcan nuevas metas en esto, una nueva categoría de lo “valido”. El hombre-artista tiene en este momento que establecer el “autentico sentido del pensamiento artístico”, mas que imponer sus hechos decorativos, debe dar el medio de un acto eternamente creador, unas circunstancias poderosas de lograr validarlos. La misma sustancia no posee sentido superficial a ella, ella es en sí, equivalente a su recompensa.
Los hombres-artistas de la actualidad han ensamblado un extenso espacio trastornado. Cubren todo con una máscara artificial. Mezquinos están en sus ideales decorativos, las máscaras que representan muy tristemente su sincera y vulgar ficción. Creer concebir nuevas ideas para conducir lo que da para vivir. Ejemplo; someterse a una fatalidad, producir terriblemente sus insubstanciales reglas devotas o inmorales, de los valores que han formado, siendo posiblemente muy ventajosos para ellos mismos. Se gozan hundiéndose, buscando los sentidos en donde no lo hay, su existencia es bien para mí desecharla.
El ofendido quizás he sido yo, o ya he participado también en ello, quizás me he convertido en esa existencia,…, ¿estoy en ella? ¡Las circunstancias de la eficacia están en sus circunstancias! Mis pensamientos han buscado desligarme, de ser participe de sus circunstancias pero, pertenezco a ellas, y, en otro tiempo más allá de ello rebuzne en lo que estaba en ellos. Asumo que debo alcanzar una razón nueva de mi propia conciencia y de mi propia existencia. Estos momentos pueden ser decisivos en la condición de lograr entenderlos. Los describo como los momentos de mi salvación, las que persiguen mis ideas, salvación terrenal de mi mismo.
Quiero arrojar al hombre que se quiere proteger de todo lo que le rodea, que en el pasado siempre se preservaba y alimentaba sus ideas, pero me he engañado, he atraído a mí alrededor lo que determina su propia existencia. Se convierte como un dios despreciable, no como la razón quiere afirmar,…, estar al tanto a un bien y a un mal, esto como complemento, sino más allá del bien y del mal. Esto se convierte en divinidad, y puesto en escena, se encamina hacia lograr crearse a sí mismo en una circunstancia libre. Posee la más alta verdad, y es que en este mundo se carece de una verdad que pueda preexistir. La más baja verdad, la que se pregona como libertad, es perdurablemente creadora.
Los débiles mueren en sus propios hechos, los que desaparezcan quedaran libres de sus pecados, estarán más exasperados. Admitirán la ficción y se evaporarán. El individuo poderosamente se somete a su existencia, en donde la fortaleza creadora se dogmatiza, está al reverso espoleado por la perspectiva de la apariencia. Miren al despeñadero sin desfallecimiento y la alta potencia de la vida queda en si misma, la afirma en nuevas ideas, sin protección, sin acto, épicamente muertos.
¡Aceptamos las pruebas para lograr triunfar en ellas!, lanzamos los decretos que soberanamente seguimos, y ser nos ayuda a proclamar nuestro propio fin en la verdad, nuestro mundo sin verdad.
Sobrepasa toda barrera,…, la vida,…, en estos momentos rebasamos a nuestros rebuznos, nuestras contradicciones. Ilusión o verdad, estar al tanto y ser una verdad, bien o mal, goce o sufrimiento, sensatez o ausencia de ella, vida que comulga en la burrada o muerte súbita del saber.
Mis actos están poseídos hacia una condición. Mi entendimiento eminentemente morirá, y, sin embargo, estaré más allá de mi mismo.
El espíritu es carnal-terrestre, se afirma en si. Con esto, sus actos que es absolutamente y parten de un comienzo, en una atmósfera de potencia y acto, de lucidez que aligera y embriaga la razón. Pronto cederé a nuevos comentarios, de otras eras, una nueva y verdadera conciencia.
Creadores de sí mismo, hombres de como la existencia ha llegado hasta ellos, se asientan en un instante crítico del sobrevenir, en el minuto en que la subsistencia da la razón, la equivalencia del saber al dedillo y de la existencia, darán la identificación profunda de la fortaleza artística.
Las alteraciones del deber
Aquí encontraras cosas que puedan alterar tu espíritu, si eres de esos que creen ser artista, y la verdad, es que tan solo eres un decorador. No creas que esto está realizado para irritarte, sea solo una porción de tu propia consecuencia. Este discurso esta creado para aquellos artistas que se respetan a si mismos, para los que no participan descaradamente en el solo hecho comercial de su obra, esto para brindarle una perorata sobre aquello que se debe evitar en el arte. Para los demás mejor que no lo contemplen, ya que se leerán como espejo de su propia conciencia.
El lector pueda que no viva ninguno de los aspectos que aquí se contemple,…, parábolas obtendrán en existencia de su comprensión.
¿Casualidad que se tenga un proclamado derecho a contemplar estos argumentos, con lo que es aun mi idea de decir por lo proporcionado por otros escritos? Hoy he puesto a procurar las atenciones de otras palabras.
Lo de otro quizás pertenezca a la propia historia humana, es allí que tomo parte de esa historia para justificar mis plagios que pertenecen al pasado, y en el presente, lo he querido bofetear en mis partes traseras del saber injusto, el que me toca a mi mismo. Mañana ya seré pasado que los hombres aborrecerán en póstumos hallazgos.,…, ¡si!,…, nacemos póstumos quizás a la misma historia…
Todas estas son mis condiciones que he comprendido y quien las lea requerirá comprender hasta mi ignorancia, las que delatan las suyas, y, para comprenderme más luego será con la necesidad de comprenderse, esto las reconozco excesivamente bien.
La costumbre es de la vida, del quien le habla, y mis partes quedarán miserables, locamente expuestas en mis conductas artísticas: El egoísmo quizás de mis adentros que se reflejan desde las épocas que se han desarrollado.
Hay que hacerse miserable en todas las respuestas que favorezcan a las mentiras de sus autenticidades. No deben preguntarme si es mi verdad la que beneficia perjudicando lo que escribo aquí... Tendré temple para el desprecio.
Seamos sinceros, veamos desde la faz de la sabiduría artística. Somos especies de mutantes con una sabiduría manipulada por los placeres, todo como parte de lo que nos topamos.
No busques en otros horizontes, esta en ti la proporción de tus conductas. Hay muchos que lo han sabido pero, siguen rebuznando en sus placeres de bellezas establecidas, por una capacidad de lograr solamente adornar paredes,…, ¿ya sabrán de nosotros? Mas allá la muerte artística sigue su camino en los hielos en donde se ubica cada vida, la que cada quien asume, ¿nuestra vida?, ¿nuestra felicidad...? ¿Hemos descubierto la verdadera felicidad?, ¿nosotros hemos descubierto la felicidad?
Estoy conociendo los caminos, y los pretextos contendrán las hipocresías que nos han dado, ellas llenas de confusión… ¿Quién la ha encontrado?, ¿esto pertenece al hombre de la actual civilización? “Yo no sé ni salir ni entrar; yo soy todo lo que no sabe ni salir ni entrar” “así suspira el hombre moderno...”. Friedrich Nietzsche - El Anticristo.
Me encuentro en mala praxis con tu modernidad, de esta pobre modernidad que has implantado sin dar respuesta a lo que haces,…, eres un simple decorador de paredes y te llamas creador de arte, blasfemia las de tus palabras que se agonizara en tus excrementos “de una paz pútrida”, “de un compromiso perezoso”, “de toda la virtuosidad impura del sí y del no moderno” Friedrich Nietzsche - El Anticristo; si por que no tomar estas palabras, acaso no fue historia recogida para ser acumulada por otros,…, pues yo la retomo.
Análoga calma y profundidad en los ánimos que exime a cualquiera,…, es lo que deseo, pues,…, lo vislumbrado es en todo para nosotros, como el viento de que es valido más para la existencia. Entre los hielos y las focas que aplauden entra las falsificaciones actuales, tú te colocas allí.
Eres bastante valeroso en prescribirte en los dones de la creación pero, sin sentido te has falsificado a unas conductas que crees insuperables pero,…, sepulcro eres.
No permito ni permites clemencias para ti, no obtuvimos compasión para nosotros ni para los restantes superfluos soñadores de telas mediocres pero, si se dio los logros que en tiempo pasado nos habían regalado, sin saber el camino que inconvenientemente nos hemos dado, dónde nos conducimos con nuestro valor despreciable. La fatalidad conduce tus manos.
El pacto pertenece a los principios de tu bolsillo que se resiste a la verdadera creación, la expiración de las fortalezas a asumir. Tienes fragante necesidad de lograr ser amo de algo que no te has formado por tus burradas creativas, los hechos que te persiguen cercanos a la propia fatalidad de tus argumentos, la negación de tus fortalezas, esto para dar paso a tu debilidad comercial, de los lucros pasajeros en donde quedaran tan solo las telas machadas con el excremento de tus ideas. De nosotros solo el ambiente quedara, lo expulsado por el aliento de los bríos que nos queda,…, así es de nosotros el entorno. “Ésta es la fórmula de nuestra felicidad: un sí, un no, una línea recta, una meta...” Friedrich Nietzsche - El Anticristo,…, retomo lo dicho en el pasado.
¡Que Golpe le he dado a la razón indecente! ¿Qué es lo que me permite decirlo? Todo lo que permite elevarme en los hechos de la misma historia, elevarme con los hombres de sentimientos. La autentica voluntad de permitir las ideas que me han transmitido.
¿Qué maléfico hallazgo he encontrado?... Aquello que proviene de las debilidades,..., ¿Felicidad?... El entusiasmo de lo que agranda el conseguir sentimientos del sueldo, resaltando una tenacidad de obstinada sabiduría.
Nada de satisfacción, sombra de mayor potestad. La paz en frecuente engaño. Operaciones de alta vergüenza. Sin virtud, sin maestría. Moralidad sin estilo ni parecido al Renacimiento, “conciencia insubordinada de moralidad”. Friedrich Nietzsche - El Anticristo.
Parecer a la historia con sus fracasos a cuestas; morirán en sus padecimientos. Esta es la ley, la de los hombres “sensatos”. Tendremos que expirar en nuestros alientos creativos. Solo decoraciones plantean en sus palabras.
Llegan las asignaciones las cuales adjudico mis palabras; son los débiles que se corrompen con sus vicios, las reacciones de todos los fracasos que dan sugerencias de sus miradas hipócritas. La situación, simple representaciones de las pocas consistencias, diría ninguna, de las series caricaturescas de un arte débil, con tipos de falta de valor, que recrean las inconsistentes maneras de su porvenir. Altamente me siento en alteradas y apreciables existencias, como caso fortuito de mis designaciones, con las emociones que se requieren para juzgar.
Animal cultivado y cautivo es el que se obtiene de lo opuesto al animal creativo. Domesticado que obtiene valores del animal muerto, por los contratos a cumplir sin permitir la capacidad del saber. Un solo mordisco,…, ¡la fe perdida!…
La sensibilidad no se simboliza como una lapida. Permitir una evolución hacia señales mejoradas,…, y a la vez,…, de más fuerza,…, o,…, ¿más alto?,…, ¿que es lo que se creen?
La vanguardia no es aumento de un pensamiento de la modernidad, esto es falso en si mismo; dan mal término a la vanguardia en cuestión. El artista occidental de estos días vive exageradamente por debajo del hombre del Renacimiento, por debajo de sus actuaciones artísticas, o mejor así decir, por debajo de si en su propio desarrollo, de las sucesivas y absolutas necesidades de auto sincerarse en sus esfuerzos “intelectuales”, no hay un aumento, un refuerzo por brindar ideas claras a sus hechos artísticos.
En otras argumentaciones, salen otros sentidos. Continuamente se dan los logros que aun no son coherentes con el mismo modernismo de la propia palabra. Los diversos logros interrumpen la sinceración de la realidad, singularizan las más diversas culturas que representan las realidades de otros sentimientos.
Siempre se dieron los casos en semejantes proporciones pero con mejor infortunios, los éxitos están sepultados en los cimientos del conocimiento y que en estos días no quieren reconocer. La especie no a permitido su desarrollo, se han marchitado por el valor del mas hondo problema humano,…, el dinero… No corresponden engalanar ni limpiar los fundamentos, mejor seria profundizar en ellos. Se han hecho todas las guerras y ningunas se han ganado, ni por un bando ni por otro, tan solo se han engañado en sus imaginarios logros. Lo mortal es el hombre que derrota sus ideas mas allá de sus propios instintos, fundamentalmente el instinto eliminó y extrajo lo malo, convirtiéndolo en presente. Esto es considerado seguro en evocaciones de halagos falsos, el mal convertido en bien, o el bien siendo mal... Consideró las anchas culpas llevarlas al purgatorio de mis abolengos “cristianos”. Todo se ha convertido en debilidad,…, humildemente digo,… los fracasos se apoderan de sus brazos para crear oraciones falsas de sus farsantes dioses.
Hablemos de los ideales. Ellos son en si mismos parte de nuestra propia sugestión. Tener un ideal es contradecir cualquier postulado o afirmarlo. Ellos pertenecen a nuestros instintos que nos argumentan las realidades de nuestro saber, y a la vez, nos desechan las realidades que rechazamos.
Las contradicciones en nuestros ideales nos permiten la conversión de diferentes ideas sin la posibilidad de tomarlas en cuenta, nos permiten poseer argumentos que nos enriquecen nuestras afirmaciones en un grado de dudas en el saber. Estas dudas serán asimiladas según a nuestros conocimientos, y a nuestras verdades, de una realidad que quizás no es nuestra.
El maltrato de la razón sin tenerla es la propia idealización de los temperamentos a seguir, de los temperamentos psíquicamente más enérgicos. Considerar los corrompidos argumentos es perenne en nuestros ideales, y las pérdidas de la tentadora razón se logran sin tenerla. ¿Las grandes valías de nuestra superior intelectualidad?, el paradigma letal que lamentablemente dan las ruinas del creyente que se apodera de falsas propuestas ya desusadas y golpeadas por las mentiras; creer en un ideal originado por la propia razón que ruboriza lo corrompido por los pecados originales de nuestras creencias ingratas, que permiten la desvergonzadas sabidurías del modista corrompido por su ideal hueco.
Se me ha dado y ofrecido los argumentos ingratos de falsas sabidurías y sus espectáculos dolorosos, terroríficos; yo descubrí negarme en el vertiente velo de mis ideales para ocultar lo que aquí relato, la perversión de mis ideales inconformes y aturdidos por los aspectos mansos de los hombres que borran de un saldazo los ideales sinceros de la historia.
De mi embocadura análoga, son las palabras que están por las menores ideas, que quedan en sospechas, en contener las acusaciones que la moralidad contra el hombre nos las permiten. He permitido pensar por mi mismo sin querer destacar otras tragedias, las que aun aguardan en ser descubiertas
Más libre es la incapacidad de encontrar todos los puntos que puedan lograr convergir en un ideal verdadero, que nos de la razón pura del mismo entendimiento artístico, que la argumentación fundamentada en un pensamiento, y el conocimiento de la misma verdad del ideal a conseguir. El ideal creativo artístico converge desde los puntos de vistas a implantar mediante a un pensamiento real de la condición sustentable de la misma verdad del ideal Estos puntos pertenecen a la misma razón del mismo ideal, y su propia designación filosófica, en los argumentos a especular y considerar, y no, a las convicciones de presencia falsa de una intelectualidad asumida sin referencia, la cual logra los impulsos mediocres de los mismos ideales, las posturas decadentes de un ideal hueco, sin posibilidad de lograr argumentar hasta el vacío espontáneo que nos permite realizar algo, por la simple razón de lograr hacer, sin ningún sentido de la misma razón.
Me permito adivinar los sentidos de los mismos ideales, esto mediante a la razón pura de los valores impuros de sus propias razones, sintetizando su más alto y condenado descenso de la misma realización artística, sin la razón y la racionalización de los postulados a emitir.
El animal se pervierte en su propia esencia animalistica, el es natural, es naturaleza en su atributo. El hombre cuando pierde sus sentidos recoge de sus propios instintos la supervivencia de sus ideales, es allí en donde radica su animalada, de poseer ideas vacuas y estériles, ajenas al conocimiento. Es por ello, que la historia ha sometido y seguirá sometiendo a estos hombres a sus propias historias y a sus propios ideales, dando los resultados vacuos de su propia argumentación. Yo lo escribo, tal vez, para librar mis cuotas con la misma historia. Para mi los instintos se dan por la anomalía del interés económico en su esencia pantalleresca.
Escribo estas decadencias sin remordimiento alguno, tratando de explicar los aspectos que mueven a la modernidad mal manejada en su propia esencia, esta adornándose de un falso vanguardismo.
La vanguardia llegó para nunca marcharse, pero la compresión de la misma ha sido mal manejada. La vanguardia no es buscar la compasión; falsa herramienta de los conocimientos que vomitan estas designaciones
La demencia entra en argumentación y las emociones buscan sus estimulantes, aquellos que enaltecen la capacidad para entender sobre la vanguardia. Es la energía de los sentimientos vitales para su propia subsistencia vital; se produce mediante los efectos depresivos de la misma generación explicada anteriormente en estos alegatos. La vanguardia niega sin compasión la simple creencia de los ideales, y crece su concepción en las multiplicaciones de la pérdida del arte hacia un rincón incapaz de ser enunciado, es decir, crece durante y mediante sigan las obsoletas y fatigadas creencias decorativas del arte.
La vanguardia permite sufrir, esa es su misión; el hacer que se contagie este sufrimiento de sus propias nauseas, dando las circunstancias para que se niegue ella misma en su propio contenido, esto mediante la negación de la decoración misma en el propio arte, esto asumido por un modernismo falso según quien lo maneje. Son los puntos de vista que no permite que esta vanguardia muera en su entendimiento, en lograr entender sus preceptos; esto se dará hasta que el momento crítico de la misma estipulación artísticas contenga una realidad en si misma como argumento artístico.
Seleccionen los casos y den un mordisco que admita su combate definitivo. Condenen a la vida en su entorno artístico. Busquen los fracasos de lo hueco e in sustentable.
Se intentó reunir integridades con misericordias, mientras encima de una moral grande, reflexionada de sus propios hechos, como impotencia dejada a los abismos que es la verdadera vanguardia no se ha permitido. Se ha tratado de ir mas allá, se tiene acostumbrado a ella por la misma virtud de lo terrenal, por sus comienzos, que comulgan con el único sustento de la misericordia añadida; falla de ella misma, esto fue indubitablemente habituado, las formas que se corresponde en poseer siempre la cuenta del saber, comenzando en los espacio de la perspectiva de la filosofía que comulga con lo adherido de si en si, y con la razón sin saber que es; ¿que producía alegatos en su defensa?, la propia ausencia de la vida. Toda ausencia reclama los derechos de tener palabra a sus defensas pero, se hace necesario el negarse en su ineptitud para desarrollar sus alegatos.
La compasión explica algunos errores y niega lo antepuesto, a la verdad vanguardista. En su discurso se hace “digno” de ser negada por su mala manera para manejarla. Ella por si sola se permite sobrevivir pero, no todo sobrevive a ella. La compasión queda excluida en su alegato, niega toda misericordia.
Escribámoslo con tinta de sangre, la vanguardia es otra realidad de la razón, es parte depresiva que nos contagia de unas furias que nos permite decir sin consecuencia las acusaciones, ya que, si estas acusaciones son falsas la misma vanguardia cobrara sus precios. Ella se contagia cómodamente a toda dificultad, se adhiere sin recelo a las infamias de los desprecios, ella tiende a la subsistencia y a la extensión de su propio valor en la verdad que le aguarda; sus dones son las calidades de tener la razón sin aun ser aprobadas o probadas, ella esta en un sendero tan alto como los mismos cielos de la verdad artística. Encima de los caracteres de su propio factor entra la miseria, en cuanto, a su enriquecimiento económico y material; ella no es entendida, por ello la confunden con simples sucesos que aterra al mismo arte, esto sin saberlo, ya que las dificultades de su gran sabiduría no cualquiera la puede absorber.
Estoy en calidad de lograr hacer entender todos mis miserables puntos de vista, este será mi gran pecado capital. La decadencia me ha permitido dialogar así. La nada de la creación vista me permite hacerlo... No seré compasivo, ni seré piadoso, tan solo hablo por esta vanguardia que la tiene enfurecida.
Naciente ingenuo es la oratoria que procede del reinado de la personalidad, surge de veloz designio. Bastante ha sido sus caprichos y menores sus propósitos. Menor su inocencia para golpearla. Casto sin ser comprendido en sus ideas incompletas. Alcanza las directrices que la hacen sucumbir. Oculta lo que aquí se plantea en el manto sublime de la propia ignorancia.
Aristóteles y su compasión como estado de ánimo de morbosa sabiduría, como es sabido, fueron y será, mas sus peligros quedaron escritos, y la desventura, así serán sus dispositivos de la purificación... Circunstancias que han partido de los propios instintos de la verdad, de la vida que se ha vivido. Se correspondería crear un mediocre método para que sigan en sus ignorancias, para atizar un mordisco a su propia acumulación de errores. Morbosa y peligrosa las posibles compasiones. Igualmente por nuestra parte,…, sucumbiré a la vanguardia que me adora…
Tengo que indicar todos mis juicios en busca de los contrarios que contradigo en mi discurso, ¿quiénes?,…, quizás los Santos Padres de sus adoraciones… Que pertenezcan a lo antedicho en mis leyendas, que se asumen en sus entidades de pocas estirpes, en dogmatismos raros. Toda una raza de pensadores que es preciso combatir; haberlo comprobado, íntimamente en sus “sabidurías” esclavas del deber, los que pertenecen a su intelecto muerto, ¡sí!, el deber de las obstaculizaciones de su propia encomienda, la que han de ser muertas por la simple admisión de sus propias bromas esclavas; admitir más burlas, chascos, puntos de vistas, la libertad de los pensamientos muertos en la naturaleza de su propia filosofía.
Las pasiones se regodean en el bienestar de la simple pasión de todas las cosas, la falta de todas las cosas, el sueldo sufrido que se da en ella.
Saliente inoculación que marcha cuantiosamente más allá de su propia verdad, aquella manipulada por la mentira, de lo que se opina,…, en mí,…, pertenezco al pasado, de todos aquellos instintos que vuelvo a ubicar en mis solitarias andanzas, las que me dan las prestaciones de cada día. Criterios místicos con su inmodestia, las que en este momento me colocan todos los que enuncio en este diagnostico de sentirse idealistas.
Dondequiera que vaya me amontonaran los pretextos de una elevada catástrofe; se ambicionan mis derechos en lo que se mirará con el rabillo del ojo da la realidad y sus aires de superioridad,…, todo en sus lejanías...
Me considero idealista en mis deseos mas no en las realidades que pertenecen a la verdadera razón, la que permite crear los argumentos de la creación misma, la que comparten en absoluto desacuerdo. Lo mismo son los sacerdotes de sus religiones adormecidas por la fatal vida fácil de resultados ambiguos.
Apalea en su patrocinio unos de los grandiosos conceptos, la sal amarga de la razón adormecida, los sitúan en busca de limosnas para sustentarse.
Juego, clemente, humillación, entendimiento, contrariados en los hombros del buen vivir, participes de sus incógnitas, y, vale todo en cuanto a los favores baratos a buscar, de las designaciones de tales argumentos, como las cosas que quedan por debajo de lo que refuerzan con lastima, sin fuerzas, perniciosas, tentadoras, espíritu disperso, libertad barata, existencia de y para sí; como si la humillación le diera los castigos para desinflarse. Pobreza de la propia palabra mal argumentada por la santidad. No haber incluso actualmente acostumbrado a un mal vicio de todo lo terrible... “Ya se ha invertido la verdad cuando el consciente abogado de la nada y de la negación es considerado como el representante de la verdad...” Friedrich Nietzsche - El Anticristo. Me permito este instinto superior a mí, superior a ellos. En cualquier lugar se verán los resultados de otras palabras. Buscar su cuerpo será en vano pero, no así sus pronunciamientos. Ellos tienen el don de la buena sangre, del buen pensamiento.
Conservo a priori su propia porción. Lo llamo crédito, el que le corresponde pero, tan solo son sus propios elementos.
Por lo tanto la pronta verdad puede ser evidente en sus modos de percibir con los sentidos, tener consagrado más que la significación de mis palabras. Poseer como precepto los significados de su inclusa evidencia. El distinguir los valores de la oscuridad misma, en la luz del saber idiota. Con los espectáculos de las sombras que aunque no son las mismas a las realidades se complementan en sus nefastas necesidades… Obstáculo,…, ser de existencia barata, también, de aquello en indiscutibles cualidades, disimulando ya los órganos sensorio de la propia realidad.
Las propias imágenes pertenecen a los órganos de los sentidos que nos permite dar respuestas a lo que percibimos, aunque no sepamos al dedillo, el don de las mismas imágenes. Ellas se dedican a expresarse mediante los señalamientos del quien las interpreta según a sus sentidos, a los rasgos que se señalan en los cuidados que el mismo conocimiento nos permite enunciarla.
Primordialmente es necesario definirlas, estas imágenes, a través de las diferentes actividades que nos permiten los movimientos de su interpretación, las que son a priori de si misma y a los momentos del pensar en la propia actividad de interpretarlas perse. Con esto se presentan las afinidades que son reciprocas en la interpretación de la misma sensibilidad creativa en su lógica interpretación y argumentación, en todos los casos, dan los efectos que permiten las igualdades interpretativas en su enunciado, logrando ser creída y validada; es allí en donde la verdadera asimilación de lo expresado por el artista tenga su valor, el que merece ser citado por los patrones que valida la consistencia del arte en su propio termino que lo describe.
Pensar que el arte se sustenta por si solo es permitir que las imágenes hablen con la propia palabra de los aspectos vanos de la misma creación, es afirmar que los pensamientos artísticos a percibir poseen un espacio muerto hacia los logros; ser enunciado por cualquier cosa que tenga una excusa sin sentido lógico de su realización, por ejemplo citaremos; lo que se presenta es la percepción de un conocimiento hueco que da lugar a los cambios constantes del mismo pensamiento, y, esto no es malo pero, los sentidos del arte requieren además otros fines mas sólidos, en tal efecto, el intelecto queda con tan solo la parte sensible y no la de inteligir, en el intelecto en ello, en la propia sensibilidad creativa (no es tan solo en la sensibilidad, es lograr además la parte corpórea de esta sensibilización, perse a la misma sensibilidad).
En tal caso de ideas; lo simultáneo de lo que se merece ha quedado hueco, dando valías a otras vacuidades de ideas, esto sin respetar los valores ganados por otras identidades creativas: Deberían dar los ofrecimientos a las interpretación primarias de su concesión, mas allá de los argumentos convenientes para su interpretación; conveniente en los procesos creativos que se inventa de la propia designación del momento en si. Hacer los ofrecimientos a los valores que ya tendría una posición de los establecimientos en su desciframiento, dando lo que se permita en las designaciones del valor real de la propia percepción. En todo caso, dar los ofrecimientos de las verdaderas concepciones que organiza las ideas con los patrones del mismo conocimiento artístico, y no así, a las expresiones decorativas de los argumentos vacuos de la misma imagen y la percepción que interpreta.
Las teorías que han resultado aquí corresponden a una realidad práctica con respecto a las condiciones de todas las experiencias asumidas. Algunos consideran las apariencias del ser pensante como un bien de la verdad a describir, esto como consecuencia a los semejantes sentidos que facilitan las sumisiones del mismo ser que piensa. Son las ramas que necesariamente se someten en sus verdades ingenuas, al propio hecho de conveniencia lucrativa respecto al costo de los términos enunciados. Toda apariencia radica en los contenidos de las desiguales contrarias al conocimiento, que se parece a lo contrario de lo último de la propia doctrina, de conocer lo análogo con lo semejante, contra lo último a semejar, en los resultados dispuestos. Son lo que a si mismo se convierte en doctrina de lo que se conoce sin saber lo que se advierte en ellos mismos.
Pues bien, indiscutiblemente que prestar atención a los sensitivo nos da los puntos de partida de estas sensibilidades y de los pensamientos pero, eso si, dando las razones de estas sensibilizaciones y meditaciones, en si por su propio contenido, basándose en la comprensión de lo real y que puede admitir a la vez, los aspectos de estas realidades ocultas.
Nunca el conocimiento, refiriéndose a lo que el contiene, mediante la conciencia, podrá desviarse de las respuestas del saber, y de las rectitudes de su propio argumento, dándose los contextos que constituye la sapiencia y el sentir de la verdadera razón a exponer, y la convicción de crear los aspectos razonables de las consecuencias en base a la verdad relativa del arte: “Prueba de ello es que la percepción de los sensibles propios es siempre verdadera y se da en todos los animales, mientras que el razonar puede ser también falso y no se da en ningún animal que no esté dotado además de razón”. ARISTOTELES - Acerca Del Alma.
Tomar esto es parte de poder enjuiciar al hombre en sus propios pensamientos. Esta imaginación de ideas, es a su vez, mortal con la naturaleza animal. Los pensamientos en cierta medida nos disponen las imágenes que se conciben en la imaginación de ciertos conceptos reales, que se percibe por la descomposición de la naturaleza primaria de la razón adormecida. Evidentemente la imaginación parte de los procesos aprendidos de lo consciente de nuestras afirmaciones, dando las respuestas sugeridas por nuestra asimilación de lo exterior, entrelazándola con la sensibilidad interior no asumida concientemente. Es ya reconocible en su juicio, aquéllas donde dependen que nosotros podamos dar las imaginaciones, manejándolas por nuestra voluntad, con posibilidades a designar los efectos de creación con base ficticia o razonando las ficciones a asumir; permitirse la creación de ficciones que se contemplen en los acontecimientos reales que permiten lo que dan las ordenaciones en las ideas mismas. “Opinar no depende exclusivamente de nosotros por cuanto que es forzoso que nos situemos ya en la verdad, ya en el error. A esto se añade que cuando opinamos de algo que es terrible o espantoso, al punto y a la par sufrimos de la impresión y lo mismo si es algo que nos encorajina; tratándose de la imaginación, por el contrario, nos quedamos tan tranquilos como quien contempla en pintura escenas espantosas o excitantes”... “Existen también, por lo demás, diferentes maneras de enjuiciar como son ciencia, opinión, prudencia y sus contrarios; en cuanto a sus rasgos diferenciales, es otro asunto”. ARISTOTELES - Acerca Del Alma.
El preciso lugar para lograr pensar que la inteligencia es parte del ser individual empieza en lo abarcable que pueda asumir este ser, el individuo que imagina y sueña una inclusión de sus puntos de vistas que lo considera favorable, según parece, lo imaginable no posee consistencia en si mismo sino, en la razón pura del mismo ser que imagina una coherente maniobra de las imágenes a discursar en las mismas corrientes que tiende a indagar, y no así, en su propio capricho in sustentables por la falta de argumentos sólidos del conocimiento artístico. Las exclusiones serán hechas por la falta de su entendimiento in sustentable por lo perseguido en las bases decorativas y comerciales del mismo arte; razón primaria de los creadores actuales, esto ha de ser las querellas de toda potencia a querer sustentar.
La potencia y el acto creativo se sitúan aun más allá, quedan definidas en los discernimientos que se puedan hacer en las situaciones encontradas.
Ya se ha sometido considerablemente los puntos de vista, las opiniones, el entendimiento y lo esencial se formaliza sustentando los párrafos que se describen en los comienzos del mismo saber, en los que admiten la imaginación pero, sintiéndose ella misma un hecho en si y en sus realidades. El sentido será la potencia y el acto creador, que de los argumentos sólidos de poderse describir en si y en su desempeño racional dando los ejemplos y puntos de vistas que pertenezcan a la imagen misma, y al hecho de lograr interpretarla mediante los demás sueños que impregna el saber de esta creación y sus circunstancias. Esto además será siempre establecido por una presencia disponible de la imaginación, que por otra parte, será la imaginación de lograr las coherencias del saber, y de la inteligencia creativa en si misma, sin otros artilugios de acometer la mentira que se piensa insinuar en lo barato de la misma decoración materialista.
Es por ello, que sentimos según a una verdad, y las imágenes participan de una falsa concesión de si misma, entonces como explicar lo ante dicho. Las respuestas estarán basadas en las imágenes que se manejan sin una respuesta acertada del conocimiento, y lo otro son las causas que dan las sensaciones en cuanto a este saber y sus propias respuestas.
La entelequia no se puede mezclar con la cotidianidad del saber, ni con las disposiciones que nos da lo tradicional de la misma fuerza que acompaña al conocimiento. El conocimiento no admite solamente lo que la imaginación da como suficiencia, es suficientemente accesible a su imaginación, que no logra tampoco ningunas de las disposiciones del saber; lo habitual del conocimiento potencia los habituales rasgos de la imaginación que siempre será considerada y acompañada con la verdad misma. Estas son como las conciencias de la misma ciencia y su conocimiento que se mantiene en el intelecto y que es parte de la imaginación, debido a que puede ser también falsa en su propia realidad. Sólo se puede considerar las opiniones de las supuestas verdades que también lograrían ser falsas en su propio contenido. Ahora bien, todas las opiniones que son relativas convergen en la vacuidades que acompañan a los ideales, que siempre permiten las convicciones del saber que especula en lo realizado (no se permite, ni es desde luego posible, el lograr mantener las opiniones en los estados del los convencimientos), en los aspectos que residen en las convicciones del saber, las que gravitan en lo bárbaro de la convicción pensada, esto a pesar, de los hallazgos reales que nos convenzan en sus definiciones.
Permítame además “letrados” en decir que mis opiniones no deben implicar las sugerencias de la propia verdad y del propio conocimiento, esto podría negarse en mis convicciones, las que según yo niego en mis convencimientos.
Convicciones nefastas las de mis órganos vitales, que implican las persuasiones de las propias palabras que se generan en este discurso. Algunas veces ellas se desploman debido a las imaginaciones recogidas, pero sin embargo, las palabras las niegan en sus propios convencimientos, esto por no poseer las realidades de otros, sus convencimientos, que se equiparan a sus pensamientos, que son realmente no compartidos por mí ni por las sugerencias emitidas en mis ideales.
Así se evidencia que todo es parte de una realidad aprendida por nuestros deseos, en cuanto a los argumentos materiales que se contradicen. Mis opiniones no están acompañadas por el sustento material de mis ideas, sino por las sucesiones emitidas por el desempeño de las andanzas que siempre me han acompañado y que se contradicen, esto en mis realidades reales de mis convicciones.
De una u otra convicción se permiten los resultados de toda realidad personal, esto del mismo modo se evidencia en las teorías a describirse y en las opiniones que supuestamente dan las opiniones de los caracteres que recrean los objetos que se sustentan según el caso a describir. En los casos propio de las sensaciones, la imaginación viene dada en las opiniones de lo que se piensa en cada momento, que desde luego sumergen las opiniones sustentables por los aspectos que se describen en las contradicciones; en ellas surgen las unidades relativas a las propias opiniones que se sustentan en las propias imágenes, las que se permiten sustentar.
Imaginar es la base de lo corpóreo que no tiene existencia en si misma, pues es bien el opinar por motivo de la imaginación que se desborda en lo isustentable de la misma apreciación de la imagen, en las que los objetos dan sin poderlos describir en sus propios caracteres expresivos. Esto es bien considerado en los objetos irreales de nuestra percepción, los cuales se codifican como nuestra realidad de los objetos que son sensibles para presentar las imágenes falsas, las que permiten los sentidos imaginables de nuestra percepción, y, esto se hace en los juicios que dan los desacuerdos de una posible verdad que permiten los ejemplos de la propia imagen designada por nuestra imaginación. La imagen pertenece a lo propio de su persuadido entorno imaginario perse, esto que es mayor que la experiencia real de imaginar el conocimiento adquirido de nuestra propia capacidad, que seria de mayor cuantía formal, esto por lo tanto, pertenece a una doble dosis de un bien aprendido y otro sometido a los intereses de la apreciación individual, la que esta sometida a la realidades convenientes para ser consideradas sin esfuerzo alguno, sin que haya una variable depreciación de lo que los ideales personales nos impone en nuestra concepción artística, sin que lo individual de las cuestiones olvidadas en lo recóndito de nuestros deseos aprendidos por la conveniencia, la que se debe combatir como simplicidades de las convicciones.
Lo imaginable tiende a despreciarse en otras identificaciones del mismo conocimiento artístico, las cuales se señalan en la propia imagen, nos dan los resultados de las combinaciones que generan en su propio entorno y contenido.
GENERALIZANDO LAS IDEAS,…, algo converge en otras divergencias que bajo sus designios se someten a la propia generación de la imagen artística; la imaginación pertenece a los estados personales de recrear las ideas establecidas por los errores de nuestros pensamientos que están condicionados por nuestros intereses materiales de sobré vivencia, y, por los deseos sometidos a nuestras necesidades humanas de vida natural, que permite las conveniencias de nuestro “deber” que es comprado por nuestras necesidades de vida cotidiana.
Todo es movido a las exigencias de los compromisos que se generan desde nuestro exterior, dando un manejo de nuestras necesidades internas de creación artística, y, esto nos permite las penas de nuestro intelecto creativo en sus verdaderos compromisos interpretativos y expresivos, de una verdad interna que es comprobable por el medio a sustentar. Lo pertinente queda sublevado a las razones externas que nos dotan de una razón manipulada y embriagada en su contenido emotivo y del mismo conocimiento de una verdad probada.
En primer término, la inteligencia queda domesticada a los interese materiales de la propia sensibilidad exterior, lo sensible que pertenece a los intereses económicos de un grupo que somete al creador a sus propios intereses materiales de la propia falsedad a emitir, y, en segundo termino la producción artística queda sometida a los designios pasajeros de lo posible que se pueda emitir para tratar de imponer las falsas vanguardias que engaña al colectivo, que tiene una diferenciación con el verdadero conocimiento sensorial de la verdad absoluta o probable del arte.
Un tercer término; la imaginación llega a ser lo vulgar de las sensaciones a emitir por un colectivo que desea implantar sus propios argumentos artísticos y que refuerza una imagen farsa de la misma convicción creadora.
Intimo se convierte un cuarto termino, en el cual no acepto la introducción de lo fantástico hueco en sus concepciones. Esto lo puedo explicar como la redención de la misma palabra que basta para lograr anular todas las presencias interpretativas de las imágenes, aquellas que pertenecen a la contradicciones que facilita desligar los basamentos mediocre de la interpretación sugerida en su ambiente nefasto, la que se dan por los atuendos falsos del que convence por tan solo poseer las energías comerciales y lucrativas de lo que se plantea en la propia imagen que se describe, esto sin un real sentido argumentativo de la praxis que refleja los mas altos niveles de los esquemas a consagrar como respuesta, a los fenómenos que interviene en el mismo arte. La humana peripecia es de una obligada contradicción en el reino que pertenece a los más incautos, los que se conquistan por los sucesos espontáneos de sus logros nefastos…
Hasta aquí quizás me han obligado a discernir en mis caprichos, aquellos que puedan perturbar al lector de estos comienzos misericordiosos. Los casos que se plantean dan las pubertades que retrasan los desarrollos que pertenecen a los organismos artísticos.
Como lógica argumentación, mis consecuencias están estimuladas por las propias degeneraciones de sus argumentos, aquellos que he citado y reprochado. Al menos son semejantes algunos casos del pasado, que sin saberlos, quedaron en sospechas, quedaron como simples referencias en los libros que se escriben.
Quedaron encolerizadas las musas y ellas mismas se censuraron, combaten con paciencia ensangrentada los sinsabores de los malos creadores. La fe se desparramo en tan solo los argumentos piadosos que dan lastima. Se dieron las medidas para lograr conocer el sentido real del arte y su propia verdad.
Podemos dar divisiones para demostrar lo ante dicho, lo combatido por estas líneas que tratan de asomar los milagros que den las conciencias y sus demostraciones. Dioses en las alturas dan los valores que permiten describirlas en sus sentidos,…, morir el mal arte,…, será fatal,…, poseer comparación se hace necesario para lograr saber cual es la verdad. La formula precisa es penetrar en ellas y contradecir sus argumentos nefastos.
Es necesario poseer ciertamente estos ejemplos para así tener la capacidad de saber lo que es la autentica generación de los argumentos artísticos pero, es absoluto poseer la verdadera convicción del conocimiento artístico para reconocerlas y saber la ubicación de cada quien. Esto es indudable hasta los puntos que consideramos ciertos en nuestra verdad pero, no se deberá caer en falsas posturas, en las que se pretende engañar, por tan solo contener, ideas baratas y vanas que nos faciliten poseer imágenes falsas de nuestra verdad, la que quieren apantanar. La formula decisiva es contenernos en los casos que permitan los ambientes de posturas falsas sin poseer los argumentos para defenderlas o realzarlas.
La formula debe determinar las ideas que sean considerablemente aceptadas como tal, y que pertenezcan o sean partes de tales ideas, y no dar los abusos mediocres que las argumentaciones decorativas formulen como sus sentidos de arte.
Babear es fácil y más aun cuando nos sentimos superiores en nuestras mediocridades, esto sin reconocernos en nuestras babeadas que nos engañan. Cuidémonos de esto, de las razones que tenemos y que queremos implantar por tan solo lucrar aun más nuestras babosadas. La santa cena de nuestra parte, brindada a los hambrientos que se regocijan en su engaño…
Asocien lo que se dice con lo que se pretende hacer y me verán. Asocien lo que se piensa y luego la acción será resultado del mismo pensamiento. Asocien las posturas pantalleresca con la decoración y esta será la realidad refutada aquí. Asocien las tolerancias con sus expresiones y lograríamos percibir solo decoraciones revertida en sus ignorancias. Asocien los espíritus libres con la poca fe y verán letras que matan,…, el dogmatismo tiende a matar,…, vean la poca fe que nos esperan.
Los conceptos que permiten las experiencias artísticas pueden reconocer los dogmatismos dispuestos pero, ellos se opondrán a toda capacidad de enunciar las palabras que puedan acertar en lo reconocible como una “verdad absoluta artística”. Las formulas pertenecen a la “fe” de los propios dogmas que pueden ser de naturaleza extraña a la “verdad de la palabra”, que nos impulsan a las fehaciente condición creativa. Indicar esto se hace dogma de un lenguaje que posee un valor de su igual signo, en el simbolismo de las percepciones en sus imágenes.
No pretendemos engañarnos ni engañar en cuanto a nuestras sugerencias. Las seducciones subjetivas simbolizadas aquí mantienen los dogmas imperantes en los símbolos que reflejan estas afirmaciones, dando algunos perjuicios que puedan ser juzgados por las creencias de símbolos semejantes a lo expuesto.
La cultura de los dogmas no deberán permitir lo conocido ni lo dicho en las luchas simbólicas en su percepción signica, ellas las deberán negar como la capacidad de describirlas en sus propias ignorancias culturales. Los cambios de toda clasificación dogmática que radiquen en las motivaciones de lograr negarlas, pertenecen al mismo mundo artístico; esto ni siquiera se ha sospechado en los conceptos que se remiten precisamente para poderlos hacer negar. Igualmente no existe la dialéctica en las propias ideas que puedan considerar la fe “verdadera” de la demostración, de todas las afirmaciones en los argumentos que se designen.
Las doctrinas no deben permitirse el dogmatismo de los criterios que logren imaginar las falsedades de la misma creación artística. La compasión quedara ciega y tendrá objeciones en la parte que le corresponda en el saber.
La Interpretación genera un pensamiento que la describe en su verdadera voz, en su propia realidad. Lo que asumo en vuestras interpretaciones personales puede ser “verdadero o falso” pero, ante que todo, la nada es exposición de una “verdad” de la misma idea a interpretar. La exposición en los sentidos del ser, se niega afirmándose en la propia manifestación de los enunciados a interpretar.
A la sazón, lo que se afirma aquí, son los sonidos que dan las interpretaciones que afectan mis entendimientos. No me culpen por lo que he nombrado, mis sonidos pertenecen a los símbolos que he permitido recoger, de todos los temores que observo y que permiten regocijarme en el alma, las escrituras que tampoco confesé en mis propios designios.
Por lo demás, para nadie es igual la “verdad”, el arte la niega y la vanguardia la vuelve a negar. Lo que aquí comulgo es reflejo de una “verdad o falsedad” de la misma interpretación de ideas. Lo que es hoy conocido lo desconozco mas tarde, así como me desconozco hoy, y, mañana me reconozco de nuevo en mis talentos,…, esto me permiten los aprecios o desprecios de algunas miradas, que según, son verdaderas falsas. Semejantes son las ideas que a su vez pueden ser las mismas en sus contenidos Esto podría asumirse como parte o expresión del pensamiento.
“Tendremos que buscar todas las verdades ocultas detrás de tantas mentiras que se han impuesto. La verdad cultural hay que reconstruirla, ya que, ella está allí para ser descrita. Tan solo hay que despertar para indagar en los fragmentos misteriosos de la misma articulación artística. Hay que reconocer el pasado para posteriormente revertir todo lo que este pasado histórico quiere conservar sin permitir nuevos hallazgos”
“Lo que era ya no será,
Lo que parecía ser puede no ser,
Y lo que es puede que siga siendo mañana
Pero con cambios para mejorar”
Marcos Tocino.
2003-2008
marcos tocino
Momentos de Ensayo
¿El hombre debe morir para dar paso al superhombre?
¿El hombre debe morir para dar paso al superhombre?ENSAYOMaracaibo – Edo. Zulia Venezuela.ã 2008Marcos Tocino¿El hombre debe morir para dar paso al superhombre?PROLOGOQuisiera primeramente, tratar de codificar los pensamientos, los mas próximos a este momento en que escribo. Creo que no será tan fácil pero, tratare de lograr mi propia praxis, en este mismo instante en donde me permito iniciar estos pensamientos.Reconozco mis debilidades, a cada instante lo hago, y aquí sumergido en estos inicios, también lo registro muy bien en mis adentros.Nunca he permitido las esperanzas de observar la vida como una simple razón de vivirla, tan solo por permitirme una existencia común como mis otros contemporáneos mortales, y, como el pasado ha mostrado que han vivido. Esto para mi seria marchitar hasta las ideas, aquellas que se han cultivado lentamente, y posteriormente marchitados por la propia designación de mi sentir, que aunque considero que no son especiales, si puedo decir que las he cultivado con los regadíos de algunas ideas, las cuales la he tomado como mías, y que las he tratado de interpretar según mi sentir, y luego, las he marchitado para negarlas, para así no limitarme en mis propias representaciones.Me permito detenerme para pensar en todo el pasado, aquí en presente, y el futuro será, como simple recuerdo de la propia muerte. Si,…, he permitido detenerme, esto lo hago, por la simple razón de lograr compaginar los pensamientos con las palabras que escribo, que se, serán como pergamino muerto de códigos desconocidos, y a la vez, simples palabras que reflejan las contradicciones ya casi muertas.Detenerme no serán las respuestas, ya es demasiado tarde para hacerlo. No puedo permitirme ese lujo, aunque ya casi muerto estoy; tendré que seguir en las andanzas maldiciendo todo el entorno, esto quizás, me permita encontrar las ideas ocultas en el baúl de los instintos que aún no he descubierto.Negarme no será la solución, en estos momentos no lo es, ni posteriormente tampoco lo será. Mi propia negación seria evitar las ideas, y estas, son respuestas al propio futuro, que aunque no se si será de una exactitud verdadera, solo puedo afirmar, que son los atrevimientos que muy pocos han logrado aguantar, y esto, es ser fiel a la propia verdad que se a tratado de construir. Quizás la verdad que solo a uno le interesa,…, a los demás,…, tendría que decirle,…, ¡Busquen su verdad!Me reafirmo en las escrituras que contemplo, en ella quiero seguir en los cultivos. Cultivar las ideas que permitan encontrar la misma razón existencial.Todo es parte de un destino que salpica nuestras vidas, que maltrata nuestros sentir, todo en diáfanas sugerencias del mal vivir. Vivir en constante miseria, la que nos asecha el alma…¿Gozar del aliento de la soledad? ¿Pretender ser Zaratustra que abandono su patria a los treinta años para tratar buscar al hombre superior en esta soledad?Que maligno me he vuelto luego de prescribirme una transformación del corazón. ¿Es allí el gran gozo?, ¿el lograr prescribirme como iniciador de la propia soledad que se posee? Que miserable no alcanzaría serlo, si la soledad, siempre pretende arrastrarnos hacia su cuerpo para mortificar los pensamientos… El Gozar del espíritu,…, maligna afirmación la de este Zaratustra, que pretende ser un superior hombre de su propia soledad y de sus propias transformaciones. Es maligna pero así las han prescrito…Nos argumentamos el poder lograr descifrar al hombre que soy, en mi designación de vida, y de lograr una elevación, un superhombre que se basflema a si mismo.“¡Tú gran astro! ¡Qué sería de tu felicidad si no tuvieras a aquellos a quienes iluminas!”. La felicidad se transcribe, como la dependencia de uno hacia cualquier cosa o persona,…, ¿el lograr dar felicidad y depender de algo para encontrarla es parte de nuestra propia felicidad?... Que egoísmo nos describe el hombre superior, un egoísmo que se da así mismo, esto por tan solo dar felicidad a otros, y encontrarla en cualquier cosa material, sin pensar en nuestros deseos de felicidad. ¿Lograr realizar lo que nos corresponde en nuestros deseos es alcanzar la felicidad? Hago mi función como mutante, esto,…, por que la misma naturaleza me designo hacerlo y,…, zas,…, seré feliz… ¡Maldita vida nos han regalado!,…, vivimos como mutantes deseando complacer nuestros deseos, transformando lo que tenemos para obtener lo que deseamos, lograr una baja designación de nosotros mismo… Que tan simple nos hemos convertidos en nuestros propios deseos.Nuestra posesión, lo nuestro, mi parcela,…, “Durante diez años has venido subiendo hasta mi caverna: sin mí, mi águila y mi serpiente te habrías hartado de tu luz y de este camino. Pero nosotros te aguardábamos cada mañana, te liberábamos de tu sobreabundancia y te bendecíamos por ello. ¡Mira! Estoy hastiado de mi sabiduría como la abeja que ha recogido demasiada miel, tengo necesidad de manos que se extiendan.”Afirmamos lo nuestro como posesión de algo que nos gratifica en nuestro saber, en nuestra felicidad, de nuestra vaga determinación de poseer, lo nuestro es nuestro, esto inseparablemente de cualquier cosa.En estos argumentos nos permitimos designar los propios egoísmos, y a la vez, los estupidos argumentos que la felicidad nos admite. Mezquino me he dado como autor, en consagrarme en mis propios asuntos. Malignas son mis disculpas que se basaran en los argumentos que me permito aquí enunciar. Quizás a mi también “Me gustaría regalar y repartir hasta que los sabios entre los hombres hayan vuelto a regocijarse con su locura, y los pobres, con su riqueza.”¿Con que asentimiento me sumerjo en los hombres? Con los consentimientos que mi razón permite dialogar con la locura de Erasmo y su Elogio. Para el tendré las mas sagradas profundidad de mis respuestas.Con esto me permito derrumbarme hacia otros senderos, los que me alumbre en las escasas sabidurías, en lograr prescribirme en los dones de la verdad.¿“Que magníficos son los argumentos que propongo”?; esto es hipocresía que me han cultivado, ellos me dan la ocasión de verme en mis adentros, tratando así de enloquecer en las desdichas que aun siguen vivas en este mar de palabras. “Tendré que bajar a las profundidades de mi propio saber y así lograr disparar esta iras que me persiguen”,…, ¡contendré las lagrimas en mis relatos!,..., que asco me he convertido, sigo inmenso en mis desdichas, las que me hacen recordar cada día que sigo muriendo…El AutorPrimera PartePretendo sumergirme en las ideas. Espero que me contemples y no cumplas los designios de querer borrarme de este mundo lleno de vacíos y miserias. Volveré a flotar en mis postrimerías como argumento de toda palabra. Me encuentro en iras constante por los deseos de mi felicidad.¡¿Será que Zaratustra quiere volver hacerse hombre?! Que vegetativa idea. ¿Que aforismo decide volver a ser hombre? ¿Hombre de que me pregunto? Ser hombre que se esclaviza por sus propios afanes, sus propios deseos mal habidos. ¡Quédate como estas Zaratustra, quizás encuentres la felicidad!Pasaste 10 años en la montaña para encontrar las respuestas que anhelabas,…, magnifica idea,…, tendré que sumergirme en mi montaña para lograr deshacerme de las mías, dale fin a mis ideas que son como cristal, reflejan mi rostro marcado por los años baldíos, estos que me tienen cautivos en mis malas praxis, para lograrlas dar fin en sus resultados.¿El hombre debe morir para dar paso al superhombre? Estas no son mis palabras, son de Zaratustra, yo tan solo las he convertido en preguntas de mis interrogaciones. Quizás el debería morirse también por creerse superhombre.¿Que es lo que me permite decirlo?,…, tan solo,…, poseer la necesidad de contradecirme en las majaderías, las que me permito en afirmarme como amo absoluto de una verdad, que en existencia, no la reconozco. Que mal razón tengo en prescribirme como un superhombre, cuando tan solo soy, pura decencia hipócrita de mí sufrir humano, que como hombre me he formado.Decimos que amamos y tan solo queremos que seamos superhombres, de una moral que sin saber cual es, nos la venden sin remedio.Sigo contemplando a Zaratustra, a igual como el lo hizo al pueblo, igualmente me maravillo de el. El quiso justificarse con este pueblo y no lo entendieron, el quería ser entendido y no logró su designio. No te preocupes Zaratustra, yo también quiero hacerlo y ni yo mismo entiendo los míos.Sigo con mis muertos enterrados en el árbol del saber. Los muertos que designan mis andanzas, en este trajinar diario de un simple hombre. ¿Y tu muerto?, sigues como sonámbulo buscando tu grandeza idealista…¿Y las virtudes?: Las catalogas como estanterías en los supermercados. Quizás el hombre parte de esta idea. ¿Y el superhombre? ¿De donde partirá?,…, desde los alambiques de las madrigueras partirán, borrachos en su propio odio.Las ideas son catálogos en las virtudes, ellas son, según lo que compremos como lo moral de nuestras actuaciones. Virtudes llenas de ideas que se arrinconan si lograr desarrollarse, en mi caso, esto ocurre, aquí sumergido en la virtud de sentirme tan solo un discípulo de tus ideas, las que aun no la he comprendido.Si te digo Zaratustra: ¡Es mejor tener media virtud de ignorancia, que una virtud muerta en los vacíos de la soledad!Te lo afirmo en estas ideas, las virtudes están congeladas en mis iras, en mis hechos, los cuales, tan solo dan, vagos fragmentos de ellas, sin consuelo alguno ni esperanza de que sobrevivan.Y las transformaciones. ¿Tres transformaciones del espíritu nos mencionas?,…, ¡Que magnifico!,…, házmela saber.Nos convertimos como el camello, esto debido a nuestras cargas de vida, nuestro sufrimiento,…, el por qué,…, nos sumergimos en nuestro desiertos de temores, cargando las cargas de pesadas vidas. El camello aguanta el propio peso que le ha asignado la vida como cargamento, pero en nuestra vida lo más pesado, no es el cargamento, es la vida que nos arrinconan en nuestras ideas solitarias, y esto así, convertimos a este camello en un león, que trata de defender sus dominios. El camello carga su peso, y el león trata de liberarse, defendiendo su carga, para luego ser un niño, que queda indefenso por lo amargo de la derrota, quedando así su inocencia. El camello, el león, el niño. Que horrible se ha convertido todo cuando tenemos que soportar carga, lucharla y hacernos los estupidos para no sentirla pero, ella sigue allí, la carga de los pensamientos, de las ideas, de la vida, que nos sumerge a sus designios.Humillarse al mundo como estúpido sumiso, estar sorprendido a lo que ella nos asigna, sin lograr hacer nada, rendido a ella, sin ninguna defensa, con tan solo, negarla y enfrentarnos a nuestra verdad, la que queremos lograr como meta. El espíritu queda, será domado por nuestras angustias, será un espíritu que se dogmatiza por la simple razón de la propia cobardía que nos gobierna, la que nos imponen leyes a nuestro propio espíritu.“¿O acaso es?”… Deja tus incógnitas tan mediocres para tu propio saber, sin tan solo somos y seremos un suspiro de nuestro mediodía. Déjate llevar por tu propia inocencia.Nos permitimos los pecados que rechazamos, esto debido a nuestra propia ignorancia humana. Nuestros actos son partes de nuestra imperfección humana, la cual, se vuelve asertiva por la necesidad de sastifacer las estupideces que queremos tener como resultado de existencia. Las inducciones serán el pecado capital de nuestro propio Cristo Crucificado, y, tentado por la propia necesidad de probar y aprobar a nuestro Dios.Somos como nos describe el Evangelio de Mateo, el Evangelio que describe al tentador, igual que Jesús nos induce el pecado, pero en este caso, un pecado de nuestra propia ignorancia, de saber que estamos errados y que continuamos en nuestro pecado. ¿Y cual será nuestro pecado? Tu pecado te describe en tus afanes, de encontrar tus propios sufrimientos, diría en pocas líneas, tus rebeldías de no aceptarte ni acertar tus verdaderas razones de consistencia humana. Nos permitimos un pecado satanizado de nuestra propia debilidad mental, un pecado que va mas halla del mismo cuerpo que nos han asignado.Seguiremos muriendo como nuestro propio Cristo Crucificado en nuestras alcobas de deseos bastados.¿Proyectar la ilusión como lo hizo nuestro Zarastustra? ¿Ser más allá del hombre?... Esta no lo entiendo,…, ¿será que mi sabiduría es obra de un Dios imperfecto?,…, ¡si!,…, es de un Dios sufriente, que se atormenta por los designios del mundo, que el mismo ha formado. Lo constituyó como Zarastrusta designó al superhombre; mediocre en su sabiduría, que sentencia la obra de la misma imperfección, que es parte de la misma creación de cualquier dios, que podamos mencionar o creer.Vives reclamando que hay un mundo imperfecto pero, con este mundo debes preexistir, y, en próximos tiempos seguirás preexistiendo, en la propia ignorancia de tu hombre superior, auditando rebaños de dudas en tu propia preexistencia.Los tiempos se proyectan, favorecerán las ilusiones de las mismas épocas que viviremos, nos atormentaremos en nuestro propio Dios, y, como serpiente, nos arrastraremos a la sobre vivencia humana. Sueño o ilusión, que aun me parece, que se sostendrá en las ideas del alma, aquellas que nos obligan a callar nuestro propio intelecto humano, el que se cobija en la simple razón de sobrevivir, en esta vida tan llena de mala praxis, de todas las ideas pero, con ella me colaré, arrastrándome en los jardines de falsas primaveras.¡Si!,…, el Dios mortal nos a creado las ideas de lograr apartarnos de el,…, es verdad,…, quizás el,…, tampoco nos creó el mundo,…, también pienso que ebrio arrincono su placer “para quien sufre”,…,”ebrio placer es, para quien sufre, apartar la vista de su sufrimiento y perderse a sí mismo”,…, “Ebrio placer y un perderse a-sí-mismo me pareció en otro tiempo el mundo”. Y este mundo sigue arrinconado en podredumbre de sus normas religiosas, las que nos arrincona hasta el saber. Simplemente nos dogmatizamos en las ideas que nos aferra a una falsa ilusión, manteniendo las razones en otros ángulos de ideas, las que no permiten ni ver la palma de nuestras manos, llenas de mugres y fango.Todo es existencia convertida en vida, la que preexiste en su parlamento, de días que nos avecina las corrientes del dogmatismo religioso, que quizás, no sean compartidas. El superhombre se ha matado a si mismo, dando paso a las tradiciones del hombre común, y sus designios que le asecha. Si,…, es verdad,…, un mundo imperfecto, que nos permite seguir en una mentira de su supuesta perfección. Todo es contradicción, la que bofetea a la esperanza de lo eterno de la propia vida.También tratare de ir mas allá del hombre y doblegarme a un superhombre con sus talentos imperfecto. Si,…, es verdad,…, negare también al superhombre y al hombre, a ambos los niego en estos argumentos pero, igualmente es cierto, que aun con o sin Zaratustra, seguiré dando mis imperfecciones, como punto de partida de una sabiduría que aun no la he podido descubrir.Aun me contradigo,…, ¿por qué me dedico a contradecirme?: ¡Por que nó hacerlo!, si mis contradicciones soy yo mismo, en mis ideas que describen mi verdad. Si,…, dando tumbos me permito preexistir, entonces, en línea recta mantendré mis ideas, esto para saciar mi espíritu. ¿A que me refiero?,…, hablo por los muertos, los que han subsistido en sus historias, las que escribieron en sus propias notas. Hablo por ellos, quizás, anunciando sus mandatos, los que dieran los escritos que se ocultaron en la propia historia, aquellos destruidos y no comprendidos,…, les doy tributo a todos ellos,…, por que no hacerlo, si es tan simple enunciarlo en sus rectitudes, en sus propios designios.También se puede despreciar o apreciar,…, esto será nuestra elección. Quizás nos planteamos incógnitas en nuestros propios desprecios y en los propios aprecios. Esto lo deduzco según a nuestros propios sentidos aprecios y desprecio pero, también es cierto, que el desprecio lo mata el aprecio, y el aprecio puede doblegarse al desprecio.Yo me he doblegado y matado a la vez mis desprecios y aprecios, en ambos me he convertido, esto debido a todo lo que ocurre en el entorno en donde gravito. Convertirse en un superhombre es símbolo deshumanizado de la misma conducta que nos alimenta en nuestro espíritu como ser humano. Si me permito ambas, igualmente acepto la suprema voluntad de indagar mas halla de nuestro Dios, que igualmente, lo deduzco omnipotente en sus propios errores. Un Dios imperfecto es el que nos da la sencilla razón de convertirnos en símbolos de deseos, esto para omitir hasta la realidad que nos maneja, en la simple designación de su propia concepción.Lo que se siente como designación de estos dos términos, desprecio y aprecio, será base de la misma designación en las conductas, que humanamente necesita el superhombre para seguir en la designación del hombre común. El superhombre es símbolo de la fantasía de la creación de nuestro Dios, que siempre será imperfecta, esto por la razón de los propios deseos de este Dios, que es símbolo fiel de sus propios deseos.Si se quiere alabar a las virtudes, esto lo comprendo en tus comentarios, entonces igualmente rectifícate en tus virtudes y has comentarios de ellas. Es cierto que nadie es parecido al otro, ni mucho menos en sus propias virtudes, cada quien da su toque especial en su propia virtud pero, muy bien, el tenerla no te da las designaciones de querer afirmar al superhombre. Las virtudes son parte de la misma obra de creación, y esta por ser parte de una imperfección de un Dios, ya es creación imperfecta de su obra. Dios es imperfecto esto esta correctamente demostrado en su propia creación, y en sus leyes imperfectas, que aun el mismo las niega.¿Cómo puedo demostrártelo?,…, pues bien,…, mira a tu alrededor, observa lo que acontece, pasas navegando en esta vida llenas de imperfecciones. Obsérvate a ti mismo, y, gravita en tu propia existencia, la cual, la han querido catalogar como vida.Que tan simple es designar la existencia como vida. Todo es como un martillazo en el aire, golpea la nada pero sentimos que esta nada esta allí, posee existencia.Nuestro Dios, posee la más alta imperfección, es por ello, que se apoya en lo que le contradice, en sus afanes, esto para poseer las excusas de reafirmarse en su propia imperfección. Ser imperfecto, es la razón de la propia naturaleza, es tener en cuenta, que todo pertenece a una necesidad de lograr contener todo lo que nos rodea, hacerlo real y necesario, esto para lograr nuestros afanes, los que nos tienen dogmatizados y domados en nuestros deseos. El Dios mortal nos pertenece hasta en nuestras mas alta bajeza humana, el lo quiso así, esto para realzarse a si mismo, en su propia necesidad de lograr ser un Dios verdadero, para que lo consideremos como realidad superior a nosotros mismos como humanos.Dios seguirá vivo hasta el fin del mundo, esto os los garantizo. El hombre necesita engañarse en sus esperanzas y en su fe, en una esperanza que para mis adentros, sirve para sentir tan solo la expectativa de morirnos y pensar que todo será el fin de un sufrimiento enviado por Dios, esto para purgar nuestros errores.Prefiero blasfemar, que pensar que exista un Dios que nos envía sufrimiento, esto para aliviar nuestra propia existencia pero, aún el se describe así mismo, como un Dios que nos da desconsuelo.Que mentira nos han regalado, esto se lo debemos a los dogmas que nos implantan en las mismas religiones, y en sus ideas huecas. Maldecir a las religiones serán nuestras mejores esperanzas para lograr encontrar al verdadero Dios, aquel que sabe que la vida es para pretender preexistir mas allá de nuestros deseos y afanes. El Dios verdadero es parte de la misma imperfección que el género, en su propia creación. Este Dios es parte de las mismas realidades que queremos ocultar, es la real designación de nuestro propio dolor, el que nos pretende hacer sentir que el hombre morirá como tal, y que el superhombre, es tan solo, un sueño que se formo en la montaña de Zaratustra. ¡Magnifica Idea!, amigo Zaratustra, quisiste darnos esperanzas, y te digo en mi ignorancia; las esperanzas son parte de la misma fe, es vacía en si misma.“Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en si misma.” (Santiago 2: 17).La fe deberá ser acción y resultado para que sea consiente en Dios mismo. La fe no puede desarrollarse en si misma, ni en las virtudes que ella se designe, esto es hueco en consistencia material. La fe será falsa mientras más creamos que esta moverá montañas. La fe tiene efecto debido a la misma acción que depositemos en ella. Mover la montaña con la simple fe espiritual, es pretender encontrar al superhombre, y este no se logrará encontrar, debido, a la simple necesidad de un Dios que nos necesita tal como somos, esto para seguir él subsistiendo, en su misma creación, que la necesita tal como es. La montaña nunca se moverá, nuestra mejor esperanza es ir hasta ella y buscar a este Zaratustra, para que nos explique su designación de superhombre, el que aún sigue dogmatizado. Zaratustra soñó con su superhombre, esto como nosotros soñamos en nuestra fe, la creemos tan solo por conveniencia, y nuestro Dios, esperando que seamos mas humanos y menos animales, que muy bien sabe, que lo buscamos cuando necesitamos de el, esto para que complazca nuestros afanes.La fe necesita la acción correspondiente, en tener la certeza de la verdad de Dios, y saber que es real, según a nuestro convencimiento de la propia acción. El evangelio de Santiago, nos reafirma a un Dios, que por sí solo, nunca logrará la creación que se propuso, y, que por si mismo no podrá nunca saciar las exigencias del hombre. Dios es estéril en su propósito, en lograr saciar las necesidades humanas, esto hasta las más simples y triviales… (Santiago: 2, 14-26).14 “Hermanos míos, ¿de que aprovechara si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarte”.15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día.16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de que aprovecha?17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en si misma.18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obra. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostrare mi fe por mis obras.19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen y tiemblan.20 ¿Más quieres saber, hombre vano, que la fe sin obra es muerta?21 ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?22 ¿No ves que la fe actuó justamente con sus obras, y que la fe se perfecciono por las obras?23 Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y la fe contando por justicia, y fue llamado amigo de Dios.24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.25 Asimismo también Rahab la ramera ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obra esta muerta.La fe por si sola debería ser salvación, esto daría lo omnipotente del Dios humano, y el mantenimiento de la misma religión pero, nos hemos equivocado. Este Dios humano falló en su propia creación, es por ello, que necesita justificar sus fallas, mediante la creación de una fuerza contraria a él, la que le contradiga y combata en su omnipotentes deseos. El necesita ser justificado. Dios se quiere justificar, para así, librar su responsabilidad de creación.Somos tentación, debido a nosotros mismos, y, por un Dios tentador, que nos ayuda a manipularnos en nuestros propios caprichos humanos, esto por lo aprendido en el mundo, que es creación de la propia tentación de Dios y sus propios defectos de creación.Cuando hablo de la religión, meto en un saco a todas ellas, incluso a las creencias escépticas. La religión nos adormece hasta en nuestra propia fe, aquella que nos han vendido. Las religiones son símbolos fieles de todo error, ellas dogmatizan nuestras acciones y nos adormecen en nuestras ideas.El religioso nunca vivirá libre de su pecado, aún no lo serian si no lo fuesen, ellos tratan de buscar su libertad mediante a los sentidos sonámbulos de su fe religiosa. La libertad busca otras alturas. Esta libertad va mas allá de lo que sentimos, parte de una condición que nos alimenta en el espíritu. La libertad del espíritu, va más allá de la misma fe religiosa. La religión responde a sus propios mandatos, creando los dogmas que la condiciona a sus propios intereses, olvidando así, la real condición humana. Si,…, la voz que calma en el desierto aun sigue viva; “enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios”,…, Dios esta solo, así el lo quiso por su propia fe. Esta fe que nos muestran las religiones, nos aparta del mismo Dios, esto lo reafirmo, nos manipula acomodando todo según a sus propios mandatos, y no así, en las realidades del mismo hombre, en su necesidad de lograr las búsquedas que le permita fortalecerse en la verdadera designación del Dios, el cual creemos y designemos, como salvador de nuestro propio espíritu.Entonces,…, mas que adivino, proclamo lo llevado por ti y por mi.Mi proclamaciones son reflejos del hombre tentado, que se cobija entre el mal y el bien,…, “en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra” (Mateo 4:6)... Nos evidencia la debilidad del hombre,…, ¿el pecado?,…, la voluntad del Dios Padre tentador, para someter al mismo hombre en sus propios afanes y deseos. Quizás Jesús también debió sufrir como hombre, esto para justificar su propia debilidad.El bien y el mal, están correctamente justificados, ambos se corresponden para lograr dar paso al mismo “pecado”, esta “imperfección”, que nos evidencia la necesidad de su existencia, necesita actuar como argumento de un Dios, que nos permitió ser imperfecto en sus propia imperfección de creación.¿El pecado quita la pureza de los Hombres?,…, “la sal de la tierra”, “la luz del mundo”,…, ¡si!,…, ¿“las buenas obras que permita glorificar al Padre que esta en los cielos”?…Pues os digo para que os ilusionéis,…, pero eso si,…, no me creáis,…, el pecado disminuye nuestra luz. Debemos ejercer influencia, tener “fe”.Aquí cometo un error y espero que me perdonéis. Aun no encuentro realmente cual es nuestro pecado, y mucho menos, entiendo que es la fe. Pero tener la esperanza se nos hace necesario, esto para encontrar la fe que he perdido,…, pues,…, comeos lo que os digo,…, cultiváis la fe, que aunque no la creo, tendré fe que os consolara en vuestro pecado.¿Y el pecado?,…, se mantendrá junto a nuestro Dios, que es promotor de nuestra imperfección, la que nos permite tener fe de lograr ser perdonado por el.Siempre nos condenan a pasar por la puerta estrecha. Me pregunto, el por que, el camino que nos lleva a la vida, a la felicidad, es tan angosto, se nos ofrece estrecho. Nuestro Dios nos crea barreras para encontrar la felicidad. Los obstáculos se encuentran en cada huella dejada en nuestro camino, en este que nos guía hacia la verdad soñada. Siempre será angosto, estrecho y con obstáculos, todo esto, fabricado por los caprichos de nuestro propio Dios. “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la preedición, y muchos son los que entran por ella”, “porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (San Mateo 6:13-14)Veamos los casos y obtendremos un mordisco de nuestros propios errores. La sed amarga de nuestras derrotas es de la propia creación, la que es omnipotente de sus propios mandatos.Entonces, ¿de que nos sirve el mandato supremo de nuestro padre?, si su voluntad siempre estará ceñida a sus deseos de desampararnos. Si la felicidad es difícil alcanzarla, el porque su deseo de alabancia. ¿Por qué tantos obstáculos? Zaratustra da las respuestas en su inalcanzable sueño. El hombre nunca logrará ser un superhombre,…, el bien y el mal lo niega en su propia sentencia de creación divina. Dios permite el mal para justificarse en su propio bien, y el bien es consecuencia y efecto del mal, para lograr así el bien de un Dios que es omnipotente en sus propios caprichos.Es por ello que “mañana tendrá una nueva fe, y pasado mañana, otra más nueva”, esto sin importar cual sea. También opino, “de que debes huir amigo mío, a tu soledad”, allí sanearas tus propias frustraciones.
Adoos
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